CAPITULO EDITADO

Estuvimos conversando y tomando por unos largos minutos y lentamente los efectos del alcohol comenzaban a hacerse presentes. Comenzó a sonar No money de Galantis y las gana de bailar se incrementaron. Me bajé del taburete de la barra bruscamente y lo único que logré fue golpear mi rostro contra el suelo. Jack me ayudó a ponerme de pie y me miré en un espejo de la casa. Todas mis partes seguían intactas y no había rastros de ningún golpe. La música se oía lejana y no noté el momento en el que la canción había terminado y comenzaba otra. Cuando estaba concentrada en mis movimientos sentí unas manos frías posarse en mi cintura al descubierto. Me volví para encontrarme a Jack que me sonreía de manera seductora. Acercó su rostro a mi oído para hablar:

-Eres muy bonita.

Lo miré y reí irónicamente.

-Dices eso porque quieres acostarte conmigo, eres igual a la mayoría de los hombres.

¿De donde diablos había sacado el valor para decirle eso? No lo sé. Todo era producto del alcohol. Comencé a reír cuando arrugó su nariz.

-Me ofendes, Susan.

Lo miré sorprendida, ¿acaba de llamarme Susan?

-Mi nombre es Jade-Hablé por encima de la música.

-Eso dije.

Mentira, sabía que él estaba mintiendo.

-De verdad, Jade, me pareces muy bonita-Insistió.

Bufé y rodé los ojos.

-Un hombre que quiere sexo es capaz de llamarte bonita millones de veces.

-No soy igual a todos.

Lo miré enarcando una ceja y lentamente los centímetros que nos separaban desaparecieron. Sus manos hicieron un recorrido desde mi rostro hasta el final de mi blusa. La manera en que me tocaba era muy provocadora y algo dentro de mí no lo detenía. De repente volví a sentirme mareada.

-¿Jack?-Dije y sus manos se detuvieron en mi abdomen-¿Puedes acompañarme a tomar aire?

-Podríamos ir a mi casa-Sugirió.

-No, gracias.

¿Estaba mal ir a su casa?

-Pero estas borracha, sería mejor que alguien te cuidara y sé que soy el indicado para eso-Explicó.

Su idea no era tan mala, tal vez podía ir a su apartamento y detener esta maldita ebriedad.

-Esta bien, vamos-Me oí decir.

Jack me tomó de la cintura y me dirigió hasta la puerta de la casa. En el camino me crucé a Sienna y le sonreí. Ella me miraba totalmente sorprendida y le murmuré con mis labios 'Iré a su casa' y luego le guiñé un ojo. Segundos después Sienna corría hacia otra dirección. Una vez que estuvimos fuera el viento golpeó mi rostro y me sentí bien por eso. Caminamos hasta su auto y cuando abrió la puerta me sentí mal.

-No creo que sea buena idea-Me arrepentí.

-Confía en mi, Jade.

-Bien-Susurré riendo.

¿Qué diablos pasaba conmigo?

Jack cerró la puerta y rodeó el auto para subirse. De pronto alguien abrió la puerta nuevamente y bruscamente me sujetó del brazo por lo que estuve fuera en menos de un segundo.

-¿Qué mierda..?-Las palabras murieron en mi boca cuando lo vi a él. Tan perfecto como la luna.

¿Cómo la luna? ¿Qué?

-¿QUÉ ESTAS HACIENDO?-Gritó apretando mi muñeca.

-¡Suéltame! ¡Me duele!-Le advertí pero no hizo caso. Todo en su rostro decía que estaba enojado.

Zac levantó la vista hacia Jack y arrugó su rostro demostrando lo furioso que estaba. Me soltó provocando un choque de mi trasero con el suelo.

-¿Qué crees que estas haciendo con ella?-Exigió Zac.

Me puse de pie sintiendo un dolor punzante en mi cabeza.

-¡No!-Grité y Zac me miró-¡Déjanos en paz!

Me dirigí tambaleante hacia el auto de Jack mientras él me dedicaba una sonrisa.

Cuando pude abrir la puerta sentí los brazos de Zac en mi cintura.

-¡Te dije que me sueltes!-Grité mientras el me cargaba en su hombro haciendo que me mareara mas.-Te odio.

Pude ver como se armaba una ronda de personas en la puerta de la casa mirando toda la escena. Parecían estar disfrutando la película donde yo era la protagonista. La película debía llamarse "Zac llegando en los peores momentos"

Sentí los pies en la tierra y me dispuse a correr pero otros brazos me sostenían.

-No la sueltes-Le dijo Zac a alguien-Creo que esta borracha.

Vi a Zac acercarse a Jack y me aterré por lo que podía suceder.

-¿Vas a golpearme, imbécil?-Esa era la voz de Jack.

-Upa-Ironizó Zac-Alguien esta un poco alterado. ¿A dónde te la llevabas?

-Upa, alguien es un poco tonto para no darse cuenta que me la estaba llevando a mi casa para...

Y pronto vi la figura de Zac abalanzarse sobre Jack, quien caía al suelo de manera escandalosa. Zac le daba golpes sin detenerse, su cara se encontraba desfigurada por la furia y me provocó escalofríos.

-¡Suéltame!-Le grite al desconocido que estaba sujetándome. Era Dylan-Lo va a matar.

Me removí con fuerza en los brazos de mi cuñado y cuando me vi libre corrí hasta esa pelea. Golpeé a Zac en los hombros para que se detuviera, lo estaba matando.

-Detente Zac-Ahora estaba sollozando.

Él se puso de pie bruscamente y podía su respiración pesada como golpeaba en mi rostro. Del uno al diez él estaba un once de furioso y me sentí culpable por eso.

Cerré los ojos y me encogí en mi lugar preparándome para que Zac me de una golpiza. Quizás me lo merecía y tenía que aprender una lección.

Entonces fue el momento que sentí sus brazos rodearme y me envolvió en un dulce abrazo. 

Alcohol, tú tienes la culpa.

-Lo siento-Susurró.

*

-¡Absolutamente no! No, no, no y no-Sienna estaba histérica, su voz sonaba histérica. Estaba dañando mis tímpanos. Me acurruqué mas y cubrí mis oídos, intentando perderme en el silencio pero no funcionó.

-Puedo manejar esto-Decía Zac-Necesito explicar...

-Creo que ya has hecho demasiado-Reclamó mi hermana, estaba enojada-Ahora déjame pasar.

Se oían pisadas acercándose, pronto algo las detuvo.

-Sienna-Llamó Zac-Por favor, necesito hablar con ella. Realmente me importa.

Mi corazón se estrechó ¿A quien se refería?

Escuché un suspiro enojado de parte de Sienna.

-¿Cómo quieres que confíe en ti?-Dijo casi en un susurro-Mírala, se ve tan miserable.

-Escucha-Susurró Zac-No voy a hacerle nada, si eso es lo que te preocupa, en serio.

Un silencio prologando se hizo presente. Imaginé que ambos sostuvieron la mirada.

-Ya lo hiciste-Hubo otro silencio-La quiero de regreso en veinte-Dijo Sienna-Confío en ti.

El auto se puso en marcha pronto. Los efectos habían disminuido pero podía sentir como las cosas a mi al rededor se tambaleaban lentamente. Yo estaba en el asiento trasero y justo en el momento que él tomó asiento en el asiento del conductor, su aroma llenó todo el ambiente.

Me acomodé mas, desde hace ya alguna horas que todo dejó de darme importancia. Era como si mi cerebro estuviera bloqueado. La temperatura estaba subiendo y quería abrir la ventana pero me tomé mi tiempo en encontrar el interruptor para bajarla que me rendí y me recosté en mi lugar frustrada.

Él condujo en silencio unos minutos, los cuales me parecieron eternos.

-¿Zac?

No dijo nada, unos segundos después detuvo el auto.

Abrí los ojos finalmente. Distinguí el contorno de su trabajada espalda.

¿Dónde estábamos?

Me incorporé suavemente lo cual me provocó mareos. Odiaba esto, realmente. Estaba completamente decidida a no volver a tomar hasta los treinta años.

Miré a los alrededores, estábamos rodeados de arboles y oscuridad. Me sentía adormecida, era como si todo fuera irrelevante. Nada tenía un propósito para mi.

Empecé a ponerme nerviosa ¿Qué hacíamos aquí? ¿Debía sentir temor?

-¿Qué...?-Comencé a decir pero Zac abrió la puerta y salió del auto.

Se estaba comportando de una manera realmente incomoda. Él no era así.

Segundos después abrió la puerta de los asiento de atrás y tomó asiento a mi lado. Su vista estaba clavada al frente, estaba actuando extraño como si estuviera pensando detalladamente que decir.

-¿Estas bien?-Pregunté golpeándolo suavemente en el hombro.

Se alteró con mi toque y tomó mi mano alejándola de él... Bien.

-Si, estoy bien-Me aseguró-¿Sabes porque estamos aquí?-Clavó sus ojos oscuros en mí.

Rebusqué entre mis recuerdos lentamente.

-No lo sé, tal vez para que yo tomara aire-Rei-O quería hablar conmigo, no lo recuerdo

Echó su cabeza hacia atrás con pesadez y bufó.

-Jade, lo siento-Dijo apretando los ojos-Siento haberte causado todo esto.

-No-Interrumpí-Esta vez Dylan no fue quien me dio de tomar-Una risa seca-Fui yo por mi cuenta.

-Jade, ¿Por qué crees que los chicos te ignoraron?-Aquello fue un golpe bajo.

Recordé cuando había hablado con unos chicos esta noche pero parecían ignorarme como si yo fuera una persona desagradable. De hecho me resultaba raro si segundos antes me habían tocado el trasero y hasta me habían llamado preciosa.

Lo extraño era Jack, él no me rechazó como los anteriores chicos.

-Fue extraño, como si alguien los hubiera amenazado para que se alejen-Reí mientras unía nuestras miradas.

Pero deje de reír cuando su rostro seguía serio y su mirada me lo había dicho todo.

Él había hecho eso.

El dolor en su mirada me aclaró mis dudas.

-Jade, en serio-Se disculpó-Yo no quería que nada de esto suceda.

-¿Por qué lo hiciste?-Le grité-¿Qué te ocurre? ¿Tú si puedes vincularte con personas y yo no? Tú no eres mi padre, ¿sabes?

-Jade...

-¡No!-Grité-¿Tú puedes tener novia y yo no? ¿Tú puedes andar haciendo cosas con Kelly, y yo nada? ¡¿Cuál es tu maldito problema?!

-Esta noche no estabas haciendo un novio-Dijo-¡Ese hombre no pretendía ser tu maldito novio!-Gritó.

Me reincorporé en mi lugar, ahora si estaba furiosa

-¿¡Y que si yo quería tener sexo con él?!-Grité.

Era obvio que no quería y tan pronto como dije eso, me arrepentí.

Zac estaba furioso, apretaba fuertemente la mandíbula y temí que pudiera sacársela de lugar.

-No querías eso-Dijo entre dientes, conteniéndose.

Tomé respiraciones-Eso no lo sabes. Ahora si me permites déjame volver a la fiesta para ver a Jack.

Y entonces cortó distancias con un rápido movimiento. Cerré los ojos fuertemente esperando lo peor. Sentía su respiración agitada cerca y nadie dijo nada por unos segundos. Finalmente abrí los ojos y me encontré con la oscuridad de sus ojos color pardo. Eran tan vistosos.

-Quítate-Ordené agitada.

Nuestros rostros estaban separados por unos cuantos molestos centímetros. Todo en mí lo reclamaba, pero su mirada furiosa me decía que él no pensaba lo mismo. Su cabello estaba perfectamente despeinado y eso me volvía loca. Hasta cuando estaba enojado me parecía guapo.

-¿Querías acostarte con el?-Siseó entre dientes-¿Querías ser la aventura de una noche de ese tipo?

-Que irónico-Dije imitando despreocupación, cuando en realidad estaba totalmente aterrada por su mirada-Él de las aventuras de una noche eres tú.

Eso pareció tomarlo desprevenido. Abrió grande los ojos y su mirada furiosa se debilitó.

-Eso es diferente.

-Oh cierto-Ironicé-Tú solo tienes aventuras con Kelly.

-Kelly por lo menos no toma alcohol hasta quedar ebria e irse con cualquiera.

Eso fue un gran golpe bajo. Realmente el no me conocía si pensaba eso de mí.

-¿La estas defendiendo? Vete al infierno-Escupí y me dediqué a bajarme de su auto. No me importaba donde me encontraba, iba a llegar a casa por mis medios.

Me sujetó por la cintura impidiéndome salir. Y pronto tiró de mi hacia él, por lo que quede nuevamente cerca de él. Zac estaba sentado a mi lado y nuestros cuerpos se chocaban.

-¡No me toques!-Empecé a golpear su pecho-¡Déjame en paz!-Él no aflojó en ningún momento su agarre. Pronto sentí mi voz mas quebrada y los golpes dejaron de ser tan fuertes.

Por favor, Jade. Este no es un buen momento de llorar. Eres una gorda inútil.

Él apegó mi rostro a su pecho, acariciando mi cabeza suavemente mientras susurraba algunas cosas para calmarme.

-Lo siento-Balbuceé finalmente.

Colocó un mechón tras mi oreja-Esta bien, Jade. Debes entender que lo mío con Kelly ya ha terminado.

Sonreí ante lo que había dicho. Tal vez era verdad y Zac quería sacarla de encima.

-Esto ha sido culpa mía por vestirme de esta manera. No se en que estaba pensando.

Una sonrisa ronca hizo que su pecho vibrase.

-Estabas pensando en matarme-Aseguró-No te das una idea lo difícil que fue no mirarte.

Sentí las mejillas incendiarse por la vergüenza.

Y entonces me cansé de esperar y fui yo la que dio el primer paso acercándome mas a él. Zac entendió mi señal y sin pensarlo dos veces estampó sus labio sobre los mios. Ambas manos estaban en mi rostro y me acariciaba la mejilla con su pulgar de una manera extremadamente dulce. Sentí que me moría cuando su otra mano viajó hasta llegar a mi cintura y se reposó allí empujándome mas hacia él. Sus labios se movían de una manera perfecta y sentí su lengua lamer mi labio inferior. Unas mariposas estomacales se hicieron presentes en todo el momento y sentí tsunamis por todo mi cuerpo.

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POR FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!

POR FIN LO QUE TANTO ESPERABAN JAJAJ. ME EMOCIONABA MIENTRAS LO ESCRIBÍA

¿QUE LES PARECIÓ ESTE CAPITULO?

POR MI PARTE AMO A ZAC, ES TAN TIERNO Y LINDO.

GRACIAS POR LEER MI NOVELA DE VERDAD, SON LAS MEJORES !!