Capitulo 11

CAPITULO EDITADO


Abrí mis ojos con pereza, parecían estar pegados. Una enorme luz ingresaba por la ventana logrando que mis ojos no pudieran abrirse del todo. Algo me resultaba incómodo pero en instantes noté que era la ropa que llevaba puesta, no era mi pijama, era ropa casual. Miré alrededor de donde me encontraba y se trataba de mi habitación. El reloj que marcaba las dos de la tarde. 

¡Tenia que ir a trabajar!

Me levanté de mi cama y me dirigí al baño, cepillé mis dientes y lavé mi rostro. Volví a mi habitación y note que el abrigo de Zac no estaba donde lo había dejado, o mejor dicho, no estaba por ningún lado.

Luego recordé lo que pasó anoche... ¿Qué hacía en mi habitación?

Tal vez Zac se había llevado el abrigo.

-Es algo confuso recibir un mensaje de Zac a las doce de la noche porque mi borracha hermana se ha quedado dormida en su casa-La voz de Sienna me hizo salir de mis pensamientos.

La miré confundida.

-¿Qué ocurrió?-Dije frotando mis ojos.

-Bueno, primero pensé que ibas a tomar aire pero no me especificaste que querías el aire de la casa de Zac-rió irónicamente.

-No quería eso-Me excusé.

-Calla tu boca y déjame hablar-Soltó-Luego me llegó un mensaje de Zac que decía '¿Estas en tu casa? Tu hermana se quedó dormida'-Sienna reía mientras hablaba, parecía que disfrutaba la conversación, en cambio yo no.

-Luego tocaron el timbre y baje las escaleras cuando me encontré con Zac sosteniéndote en sus brazos. Tu estabas dormida como si fueras una princesa y el fuera el príncipe que te rescató.

Mis mejillas se tornaron a un rojo. Zac había hecho eso para no despertarme. ¿No tenía ningún defecto acaso?

-Y te subió en brazos hasta que te dejó durmiendo aquí-Dijo señalando mi cama-No pensé que una simple pelea te llevaría a engañar a Treux.

Eso me hizo recordarlo, había tenido una pelea con Treux y me había molestado.

-No lo engañé-La interrumpí gritando-Solamente estábamos hablando hasta que el alcohol se metió en la conversación.

-Yo creo que te ves mejor con Zac que con Treux-Dijo en tono de burla.

-Cállate-Le di un pequeño golpe.

Mi móvil comenzó a vibrar mientras sonaba el ritmo de una pegadiza canción. Lo tomé haciéndole señas a mi hermana para que no hable.

-Hola-Dije con la voz un poco ronca.

-Hola, Jade-La voz de Mary sonó al otro lado de la línea-Te llamo para avisarte que hoy no debes venir a trabajar, me llevaré a Sammy a la playa.

Una corriente de alivio recorrió mi cuerpo, no iba a ver a Zac después de la embarazosa situación de anoche.

-Está bien, gracias por avisarme, que tenga un buen día-Contesté.

-Tu también, bonita.

Colgué y apoyé el móvil sobre mi cama. Sienna seguía en mi habitación.

-Debo decirte algo-Dijo mi hermana un poco preocupada.

'Debo decirte algo' o 'Tenemos que hablar' son palabras que ningún ser humano quiere oír.

-¿Qué?

-Kelly admitió que fue idea de ella lo de la piscina.

¡La odiaba! Esa maldita perra sabía de mi fobia a las piscinas y sin embargo hizo eso. Quería salir corriendo hasta su casa arrancarle todos los mechones de cabello y luego usarlos como extensiones.

-¿Y la has perdonado?-Esperaba que la respuesta de mi hermana fuera un 'no'.

-Claro que no, la odio tanto como tu.

-Bienvenida al club-Dije acercándome a ella y abrazándola.

La melodía del teléfono de línea nos asustó. Nos miramos con mi hermana y salimos corriendo, siempre que sonaba el teléfono de la casa era porque una sola persona llamaba: Nuestro padre.

La voz de mi padre sonaba feliz al escucharnos. Nos comentó acerca de como iban las cosas en su trabajo. Luego de unos cuantos 'Las amo' y 'Prométanme que se cuidaran' mi padre colgó.

Miré por la ventana y el día no estaba nublado, por fin había salido el sol aunque el frío seguía estando. Era un día ideal para correr, salir a pasear en vez de quedarte en tu casa. Opté por la primera opción.

-Iré a correr a la plaza ¿Vienes?-Le pregunté a mi hermana.

-¿Me ves gorda?-Preguntó frunciendo el ceño.

-No, pero...

-Entonces no iré-Sonrió y subió las escaleras.

No quería hacerlo sola así que pasé a buscar a Alexia por su casa que quedaba cerca de la mía. Íbamos a correr pero ella estaba arreglada de todos modos. Su cabello rubio estaba perfecto, llevaba puesta unos leggins deportivos negros con una franja morada y una sudadera morada para combinar, junto con las zapatillas del mismo color.

Yo por mi parte tenia unos leggins deportivos negros y una sudadera roja que decía 'GAP'. Mi cabello estaba recogido y mis zapatillas eran negras.

Caminamos hasta el parque mientras le contaba todo lo sucedido en la noche de ayer. Muchas veces Alexia interrumpía la conversación diciendo que Treux era un idiota y que Zac era todo un caballero.

Una vez en el parque comenzamos a correr en silencio, era mejor para la resistencia. Luego de media hora frenamos a descansar, mis piernas me pedían ayuda. Nos sentamos en un pequeño banco cuando un grupo de chicos pasaron por nuestro lado.

-¡Preciosas!-Gritaban.

Yo los fulminaba con la mirada mientras que Alexia les sonreía amablemente, puse los ojos en blanco al notar la actitud de mi amiga.

-¿Están cansadas? Es lógico, no paran de aparecer en mis sueños-Otro estúpido piropo.

Ignoré todas las cosas que decían cuando escuche una voz conocida.

-Dejen de decirle esas cosas a la hermana de mi novia.

Era Dylan, tenia una camiseta color crema ajustada y unos pantalones cortos negros. Estaba sudando como si estuviera aquí desde hace una eternidad.

-Es raro encontrarte de este modo sabiendo que te gusta comer-Dijo acercándose a nosotras.

¿Qué hacia aquí?

-Adoro correr y también comer, obvio-Afirmé riendo mientras nos saludaba-¿Qué haces aquí?

-Cuando el entrenador tiene ganas nos hace correr aquí-Bufó-¿Qué tal tu pijamada con mi mejor amigo?-Sus cejas se curvaron e iban de arriba abajo.

¿QUÉ? ¿Dylan ya lo sabía? 

Alexia soltó una risilla tratando de que sonara bajo pero ambos logramos escucharla.

-Sienna ya abrió su maldita boca-Dije apretando los dientes.

-¿Tu crees que Sienna me ha contado?

Fruncí el ceño-Claro-Afirmé.

Dylan rió y movía la cabeza de izquierda a derecha como si estuviera diciendo 'que ingenua eres'.

-¡Muller!-Gritó un hombre con un pequeño silbato colgando de su cuello-Deja de distraerte.

Dylan lo miró tenebroso.

-Debo irme bella durmiente-Y corrió en dirección contraria saludándonos mientras sacudía su mano.

*

Abrí la llave y el agua caliente cayó sobre mi cuerpo. Se sentía tan bien bañarse después de un día agotador. Cerré los ojos y me quedé inmóvil recordando como conocí a Zac.

¿Por qué este chico llamaba tanto mi atención? La manera en que me miraba o la suavidad de sus manos cuando tocaron mi barbilla el día que casi nos besamos. O su voz seductora cuando dijo "No puedo" o "Ten cuidado".

Luego de un energético baño y de obligarme a tranquilizarme, me coloqué mi bata rosa. Exprimí mi cabello para quitar un poco la humedad antes de abrir la puerta, que daba a mi cuarto, para ir a cambiarme.

Me asombré cuando una figura que me resultaba familiar me estaba dando la espalda mientras inspeccionaba algunas cosas sobre mi tocador. Di un salto y retrocedí.

-¡Treux!-Vociferé sorprendida mientras ajustaba mas la bata en mi cuerpo.

Se volvió y me echó un vistazo de arriba abajo.

-¡Sal de aquí!-Ordené arrugando la frente, furiosa.

Sólo me miraba con esa sonrisa que era muy difícil de resistirse, cualquier mujer caería rendida a sus pies con esa sonrisa compradora. 

Tomé profundas respiraciones mientras me calmaba mentalmente. 

-No me voy sin antes hablar contigo-Replicó.

-¿Qué quieres?-Bufé.

Él estaba parado a unos metros de mí, me miraba como si se sintiera culpable por lo que pasó. Debería sentirse culpable...

-Lo siento, no quise ser tan estúpido. No pensé lo que decía y no quiero perderte.

Sus palabras sonaban sinceras, si estaba mintiendo era un buen actor. Se acercó lentamente a mí y tomó mis manos. Las alejé al instante que sentí su tacto.

-No lo se, Treux. Te comportaste como un estúpido-Me removí incomoda.

-Tienes razón-Bajó su mirada hasta el suelo-¿Podrías perdonarme y olvidar que todo esto sucedió?

Asentí con la cabeza aunque sabia que estaba tomando una decisión equivocada.

-¿Puedo besarte?-Preguntó.

-Los besos no se piden-Contesté con una pequeña sonrisa.

Y me besó.

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Muchas gracias a todas las personas que leen mi novela de verdad.

Zac es tan tierno!!! La llevo en brazos a la casa. YO LO AMO

Les dejo una foto de Dylan en multimedia.

Que opinan de Treux arrepentido?

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