Los ojos de Toya brillaron con admiración."Oh, Tsukasa, te adoro". graznó. "Lo juro, tienes que ser la persona más increíble que conozco".

Tras escuchar las palabras de Toya, Tsukasa guardó silencio, cabizbajo.

Toya siempre había sido una persona muy tranquila y reservada, que hablaba poco o nada si podía evitarlo. En cambio, ahora, soltaba palabras de admiración a todas horas y se lo cogía.

"Toya... yo-yo también te amo..." gimió y cayó en los brazos de Toya. Toya le acarició la espalda con dulzura, mientras Tsukasa dejaba que toda su angustia y miedo desaparecieran.
"Yo-Toya... yo solo... no sé qué haría sin ti... Me has ayudado en muchas cosas, y..." 

 "¿Debería irme...?" Preguntó Emu, con las manos a la espalda, incómoda.
Tanto Tsukasa como Toya giraron la cabeza para mirarla.

"Eso me recuerda... ¿Cómo es que todavía estabas aquí? ¿Y no en casa... o dondequiera que vayas después de tu turno? Preguntó Toya, sonando un poco molesto.

Emú se sonrojó."Bueno... Está lloviendo muy fuerte y vivo muy lejos... No esperaba que ustedes dos vinieran aquí... O hicieran eso..."
Entonces, se dio cuenta. "Tsukasa... ¿Tú y Rui rompieron por culpa de Toya?"

Ahora, fueron los rostros de Tsukasa y Toya los que se pusieron rojos.

"Bueno... Uhm... ¿No podrías haber... llamado a alguien para... que te recogiera?" -murmuró Toya.

Emu sacudió la cabeza enérgicamente.

"No, todo el mundo está trabajando... Y es importante que lo hagan, así que no".

Toya suspiró, resignado. "Bueno, supongo que te llevaremos a casa". Miró a Tsukasa, tratando de intuir lo que sentía detrás de su fachada tranquila.  Al no encontrar nada, se encogió de hombros. "¿Te parece bien?"

Tsukasa se encogió de hombros. Se sentía demasiado cansado y estresado para decir algo.

"No es que lo que digo sea relevante..."

"Lo tomaré como si estuvieras bien con eso". -murmuró Toya.
Se vistieron y, tras cerrar el restaurante, se dirigieron al Toyota.

"Entonces... ¿Dónde es que vives, Emu?" Preguntó Toya, con los ojos fijos en el camino.

Emu señaló en una dirección y Toya suspiró. Esta va a ser una noche larga...