Página Seis - Capítulo Cinco
* * *
"Entonces, otra vez, qué se supone que harás si no puedes participar en estos ensayos, Tsukasa? Acaso tienen sutituto?"
Toya se veía preocupado, y cuestionaba la comodidad y función de su pareja en Wonderlands X Showtime.
"Realmente no lo sé, ya me dirán que hacer allí." Tsukasa sonrió, y acarició la mejilla de Toya. "No te preocupes, Toya, en todo caso me dirán que mire, para poder interpretar la obra enfrente del público, cuando toque hacerlo."
Toya se le acercó, y le besó.
Dentro del coche, aparcado ya enfrente de la entrada de Phoenix Wonderlands, Toya se subió encima de Tsukasa, besándole con lengua y todo.
Entonces, empezó a desabrocharle los botones de la camisa, poco a poco, mientras bajaba por el cuello de Tsukasa, cubriéndole de besos.
"Ah- ah... To- Toya... Ahora no... Que t-tengo que ir..." Tsukasa empezó a gemir, pero Toya hizo caso omiso, y siguió con sus manos, hasta quitarle la camisa.
"Toya... Porfavor, ahora no..." murmuró Tsukasa, suplicante, pero al mismo tiempo, con un brillo de emoción en sus ojos. Tsukasa se rindió ante los encantos de Toya, y se quitó el pantalón.
"Ah, para variar, he ganado..." Toya sonrió, casi siniestramente, pero con el cariño que le caracterizaba. Con su extraño e hipnotizante carisma, había vuelto a encandilar a Tsukasa. Empezó a chuparle el pene, hasta que Tsukasa se corrió.
"Acabemos con esto rápido, Toya... Tengo cosas que hacer..." suspiró Tsukasa. Toya pareció sorprendido, y un poco afectado.
"Suenas como si hubiéramos estado casados durante años, y te diera pereza coger con la persona a la que quieres."
Tsukasa se puso rojo, avergonzado.
"Lo- lo siento..."
Toya sonrió, tan maliciosamente como antes, pero conservando su carisma.
"Entonces... puedo sentarme sobre tu pene...?"
Tsukasa no contestó, y le agarró de los sobacos, hasta sentarle sobre su miembro. Toya empezó a gemir, pero una cara de auténtico placer se extendía sobre su rostro.
"Aah... Tsukasa, qué bien se siente..."
Tsukasa empezó a hacerle botar. Sus voces se unieron, emitiendo gemidos de placer prohibido.
Finalmente, tras varios cambios de posición, y varios minutos, ambos llegaron al éxtasis.
"Bueno... Voy corriendo, que llego tarde." rió Tsukasa. Toya se le acercó, y le besó.
"Te quiero, Tsukasa. Que vaya bien!"
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