* * *

"Tsukasa... eres tan mono cuando te sonrojas..."
Tsukasa, tras el comentario, se sonrojó aún más de lo que ya estaba.

"Toya... Hazme el favor y quédate callado, que estás mas guapo así." se quejó Tsukasa, casi inaudíblemente- sabía que Toya tenía buena oída.

"Quia, hijo, que tengo derecho a hablar." contestó el otro, frotándole el pelo rubio.
Tsukasa se apartó, entre sorprendido, parcialmente asqueado y bastante divertido por la acción.

"Qué, acaso soy tu perra ahora?" rió, por fin sintiéndose feliz.

No se como lo hace, pero parece que Toya siempre consigue sacarme una sonrisa. Suspiró, aliviado de tenerlo a su lado. Empezó a virar, para acercarse a Toya, e igual 'recompensarle' con un beso, pero Toya se le había adelantado, y ya lo sujetaba entre sus brazos, besándolo apasionadamente- sin casi dejarle ni respirar. Por fin, paró.

Tsukasa abrió la boca, rápidamente recolectando todo el aire que pudo.

Toya sonrió, lascivamente.

"Qué mono que eres..."