Tsukasa miró a su derecha y, como había dicho Toya, había una cama que no había estado allí tres días atrás.

Se sonrojó, avergonzado por su poca concentración.

"Toya... ¿Serías tan amable... de darme mi teléfono, por favor?" preguntó Tsukasa.

Toya asintió, sonriendo.

Tomó el teléfono de la mesita de noche junto a Tsukasa y se lo entregó.

"Me voy a dormir ahora."

Tsukasa asintió.

Agarró su teléfono, observando la pantalla desgastada.

Presionó el botón, y apareció una imagen de Rui.

"Bienvenido."

El audio de la voz de Rui que Tsukasa había grabado lo recibió.

"Rui..." suspiró.

Luego, besó la pantalla.

Una melodía sonó, y Tsukasa levantó la vista de la pantalla, sorprendido.

Entonces, un pensamiento cruzó su mente.

"Oh, eso..." murmuró.

La grabación de Okochama Senso lo recibió, mientras el teléfono pedía la contraseña.

"Ehm..." murmuró.

Al ingresarla, el teléfono mostró la página de inicio.

Allí, una foto de Rui, Emu, Nene y él brillaba en la luz blanquecina del hospital.

Rápidamente entró en Whatsapp y vio que tenía miles de mensajes.

Pero solo le interesaba hablar con Rui.

Aunque su chat extrañamente no tenía mensajes pendientes.

Supongo que él no dijo nada, ya que he estado inconsciente. Puede que ni siquiera sepa que estoy despierto...

"Toya." La figura dormida no respondió nada.

"Toya", insistió Tsukasa.

Cuando el chico de cabello azul no dijo nada, Tsukasa se levantó de su cama. El dolor lo atravesó cuando sus piernas se acalambraron debajo de él. Cayó de rodillas, dolorido, pero

se arrastró hacia la cama de Toya, y cuando la figura dormida no dijo nada, lo agarró de las axilas y comenzó a sacudirlo. Emitió un gruñido de dolor. Su cuerpo no estaba listo para estar fuera de la cama.

"¿Qué pasa...?" Toya bostezó. Luego, vio a Tsukasa en el suelo.

"¡Tsukasa! ¡No deberías estar fuera de la cama todavía!" Toya murmuró, su voz llevaba un toque de enojo y sorpresa.

"Yo... ¿Sabe... Sabe Rui que estoy despierto?" susurró.

Toya negó con la cabeza.