Comenzó a hiperventilar, y su ritmo cardíaco se volvió loco.

"¡Tsukasa! ¡Cálmate! ¡Por favor! ¡Solo lo empeorarás!" exclamó Rui, mientras los médicos entraban en la habitación. Lo sacaron de allí y cerraron la puerta.

"¡Rui! ¡No! ¡Por favor, no te vayas!"

"¡Cálmese, señor, por favor! ¡Su presión arterial se ha vuelto loca!" suplicó una de las doctoras. "Respire, inhale y exhale lentamente. Intente relajarse".

Tsukasa levantó la mano y lo abofeteó.

"¡Cállate de una vez! ¡Malditos idiotas!" gritó.

La doctora miró hacia abajo y, sin decir una palabra, se marchó. La furia de Tsukasa desapareció, reemplazada en su lugar por una vergüenza interna que le revolvía las entrañas.

"R-realmente lo siento", se disculpó con la doctora, sonrojándose.

La doctora negó con la cabeza, como dicéndole que no era nada, y se marchó.

Luego hizo lo que le dijeron, y su corazón empezó a latir la cantidad regular de veces por minuto.

"¿Te sientes mejor ahora?" preguntó alguien.

Tsukasa giró el rostro para ver a Rui.

"Ahí estás", suspiró.

Rui asintió.

"Debería irme, sin embargo. Mi turno en el trabajo comienza pronto... Pedí el día libre, pero me dieron algunas horas..." murmuró.

El ánimo de Tsukasa cayó en picado. No podía quedarse.

"¿No puedes quedarte, por favor? Solo desobedécelos".

Rui parecía sorprendido.

"No puedo. Recuerda, tengo que pagar las cuentas. Phoenix Wonderland no paga lo que necesitamos para subsistir".

"Oh... Está bien... Nos vemos entonces".

Rui se fue, y el corazón de Tsukasa se hundió.

"Estoy solo de nuevo".

* * *

"Tsukasaaa..." Rui exclamó.

Habían pasado tres días desde que se había despertado.

Rui siempre encontraba algún momento, antes o después del trabajo, pero siempre se sentía solo tan pronto como se iba.

"Así que... ¿Alguna información sobre el mundo exterior, Rui?" preguntó.

Había estado esperando noticias sobre conflictos, leyes, si Japón estaba en peligro, o incluso algo sobre el paradero de Akito.

Pero todo lo que Rui hablaba era sobre los nuevos accesorios que Emu había hecho para sus disfraces.

"Sí! Estamos montando una nueva obra de teatro. Se llama-"

"¿'Está lloviendo hipopótamos', verdad?" Tsukasa suspiró, sintiéndose aburrido. Rui, por otro lado, estaba impresionado.

"¡Sí! ¿Cómo lo-"

"Sabes?" Tsukasa terminó la oración por él. "Me lo dijiste ayer. Y el día anterior. Y el anterior." suspiró de nuevo. "¿Alguna otra información?"

Rui apartó la mirada.

"Bueno... Tenemos un nuevo miembro..."

La boca de Tsukasa se abrió.

"¿¡Qué!?"

"Ne-ne-ne-cesitábamos un miembro con urgencia. Ya... conoces a Len, ¿verdad?"