Página Cuatro - Capítulo Cinco
Rápidamente, entró en la aplicación de llamadas.
Buscó entre sus contactos, intentando encontrar un contacto específico, sin fruto alguno.
Entonces, finalmente se dio cuenta de que no lo teníaguardado, si no en una servilleta muy especial que se llevó del hospital.
Corrió hacia la maleta, aún llena de todas sus pertenencias del hospital, entre ellas, su preciada servilleta, todo apoyado contra la pared, en una esquina del apartamento.
Felizmente, empezó a sacar todo de la maleta, y a tirarlo todo por el suelo. Pronto, todo el suelo acabó cubierto por su ropa, sus objetos más personales y más. Entonces, por fin lo encontró, dentro de un pequeño sobrecito.
Silbando, lo abrió, y leyó el contenido.
Volvió a encender su celular, y entró a sus contactos.
Rápidamente, añadió el número de teléfono que le había sido entregado, y, sobre éste, tecleó 'Mizuki'.
Entonces, felizmente, llamó al teléfono.
Vibraciones. Ninguna contestación.
Nervioso, volvió a llamar.
Nada.
Descorazonado, se sentó en la cama.
"No puede ser..." murmuró.
Su mundo, y sus ilusiones cayeron estrepitosamente, dejándole sin ánimos.
Entonces, sonó su celular.
Veloz como el rayo, cogió el celular, y contestó.
"Hola?" oyó a través del aparato.
Lágrimas de felicidad empezaron a caer por su rostro.
"Hooola...?" repitió la voz. Tsukasa siguió en silencio, y cayó al suelo.
"Tsukasa-kun, eres tú? Estás llorando? Oigo hipidos." bufó Mizuki. "Deja el melodrama. Te di mi número por algo, no para que lloraras."
Tsukasa se recompuso, y empezó a hablar.
"Sí... Llamaba para ver si tu oferta sobre el pap-"
"No." una sola palabra salió de la boca de Mizuki. Pareció arrepentirse por su brusquedad, carraspeó y se corrigió. "Lo siento mucho, pero encontramos a alguien. Pero si no te horroriza la idea, estaríamos encantados con que fueras un suplente... Te parece?"
Tsukasa quedó callado. Otra vez.
Pero supo que debía contestar, fuese lo que fuese.
"Ehm... Sí, sí, por supuesto, estaría... encantado."
Mizuki sonaba arrepentida.
"Lo siento mucho, Tsukasa, no te lo tomes personalmente, simplemente teníamos que encontrar a alguien pronto. Lo siento..."
Tsukasa sacudió la cabeza, con la mente en blanco. Se rendía.
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