"¡Ah! T-Toya..." murmuró Tsukasa.

Como si de una piruleta se tratase, Toya seguía chupándola. Sus ojos permanecen cerrados, aunque no pudo ocultar su alegría y emoción.

Le temblaron las manos y los pies y, en un momento dado, se desplomó.

"¡Toya! ¿Estás bien?" Preguntó Tsukasa, alarmado. Toya se levantó, todavía temblando.

"Sí, pero... ¿Podríamos pasarnos a mi escritorio, por favor? Será mejor para mí..." murmuró.

Tsukasa asintió y caminaron hacia donde Toya tenía su escritorio y sus papeles, junto con otros objetos de valor, como su computadora.

Tsukasa se sentó en una parte vacía de la superficie abarrotada y Toya se apoyó contra él.

"Maximum insert!" Tsukasa bromeó.

Toya murmuró algo en respuesta, mientras reintroducía la polla de Tsukasa en su boca.

"Se van a encontrar después de todo este tiempo..." dijo Tsukasa, riendo.

Toya hizo un sonido, que Tsukasa tomó como una risa.

"Oh, Toya..." susurró Tsukasa, mordiéndose el labio.

Aunque acababan de empezar, ya se sentía muy cerca del éxtasis.

"T-Toya... estoy c-cerca..." gimió.

Toya lo miró, su usualmente inexpresivo lleno de enoción hasta el borde.

"Toya, por favor, no me mires así- ¡Ah!" murmuró, entre dientes, mientras alcanzaba el éxtasis, y el semen llenó la boca de Toya, quien la abrió.

El líquido tibio y pegajoso salió de su boca, hasta que la cerró y se lo tragó todo.

"¡No, Toya! Eso no puede ser bueno para tu ter-"

"Estaré bien, Tsukasa. No soy el actor en esta sala". Toya sonrió y se levantó. Al besar a Tsukasa, la pasión que sentían se mezcló y los latidos de sus corazones sonaron rítmicamente, como si hubieran estado sincronizados.

Su amor latía al ritmo de una canción de obsesión, y sus pies bailaban con una melodía de locura en espiral, y sentían que esto continuaría hasta que murieran, o los crueles deseos del destino los destrozaran. Entonces... "Eso fue tan Wonderhoy!"

* * *