Página Catorce - Capítulo Cinco
"Hijo de- má-más bien, benditos sean tus p-padres por parirte, Toya-" Tsukasa se encontraba en pleno acto de cogerse al peliazul.
Toya, tímidamente, se giró y le sonrió.
"Y gracias a lo que sea que hizo que tú, de entre tantas posibilidades, seas quien eres... y que se te de tan bien coger."
Tsukasa rió, entre estrepitosamente, y con un tinte de ansiedad. Una risa muy fuerte, en todo caso.
Enronces, enmudeció, y sus gemidos se multiplicaron, mientras a Toya le ocurría lo mismo.
"To-Toya... Me ven-vengo!!" gimió, su corazón yendo a mil por hora.
Todo se volvió confuso, colorido y como caleidoscópico. Toya, entre estruendosos gemidos, murmuró que él también.
"Ha-hagámoslo al mismo tiempo..." añadió.
Tsukasa, entre pequeñas convulsiones, asintió.
Repentinamente, soltó como su carga, su semilla, dejaba su cuerpo y era transmitido al de Toya.
Tsukasa se quedó quieto.
"To-Toya... me acabo de ve-venir..." murmuró, temblando.
Toya se giró, tanto como pudo, aún retenido con la verga de Tsukasa dentro de su ano.
"Sí...? Te acabas de venir...?" le instigó a seguir Toya.
Tsukasa se arrodilló, y al sacar repentinamente su pene del agujero de Toya, este se quejó, dolorido.
"Me acabo de v-venir... dentro de ti...?" prosiguió el rubio.
Toya, ya libre de ser perforado, se giró y le besó.
"Sí, te acabas de venir dentro de mi."
Traviesamente, le guiñó el ojo.
"Y si vamos a la ducha, te limpio la verga, y, si quieres, hasta volvemos a repetir la... 'experiencia'..."
Tsukasa sonrió, obviamente a bordo con el plan.
"De una."
* * *
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