fiebre con tostadas
Ambos, aquella noche, se quedaron en la sala, cerca de esa mesa a ras de piso. Habían terminado de comer fideos instantáneos y en silencio, con un mar de emociones a flor de piel. Grillby estaba totalmente enamorado, pero aceptaba por completo que un romance no era posible. Gaster, por otro lado, recién entendía que no quería dejar a Grills. No quería dejar a su mejor amigo porque era todo lo que tenía.
Ambos habían colocado luces de estrella en el techo de la sala, y ambos se habían quedado dormidos en el sofá. Supuestamente, porque apenas Grillby se quedó dormido, Gaster encendió el televisor, ya que tenía un amiguito llamado insomnio que no le permitía dormir cómodo.
Buscó qué ver en la tv; necesitaba algo que funcionara como ruido de fondo y apagara su cerebro. Entre cambiar de canal, encontró un show de caricaturas. No era la gran cosa, era un drama animado sin sentido, pero servía.
Sin embargo, tristemente, mientras más veía, más enganchado quedaba en la trama, una trama amorosa...
"- Pero, ¿qué se supone que haga si no te tengo a mi lado?" - dijo uno de los personajes del show.
"- No siempre estaré para ti. También tengo una vida. Puedo ayudarte a conseguir tu propia vida si quieres." - respondió el otro personaje.
"- Pero me da miedo que alguien me lastime y que nos separe."
Ambos personajes se abrazaron mientras el más sereno y con los pies en la tierra respondía un "nunca nos vamos a separar... y sí, conocer a la gente puede lastimarte, pero si todos quisieran lastimarte, yo no estaría aquí..."
En ese momento, Gaster apagó el televisor sin comentar nada más. Sus manos temblaban y, cuando todo quedó en silencio, sin querer, se puso a llorar sin saber por qué.
Hizo lo posible para dejar de llorar y temblar, pero no podía. Simplemente no podía y no entendía cómo actuar, qué hacer. Estaba tan ensimismado que, al ver a su amigo simplemente dormir tranquilo, hizo susurrar un "tal vez me equivoqué..."
Se hizo una bolita al otro lado extremo del sillón, intentando dormir un poco...
(Separador)
Al día siguiente, los rayos del sol llegaron al rostro de Gaster, despertándolo a duras penas. Su cabeza daba vueltas, tenía calor y frío, se sentía... enfermo. Estaba recostado en su cama con un pequeño paño húmedo en la frente.
"- ¿Qué día es?" - gritó el esqueleto estresado, mirando el reloj en pánico hasta que sintió casi un martillazo en la cabeza.
Grillby ya había despertado y estaba haciendo el desayuno. Se podía percibir un olor dulce y a canela. Quiso inclinarse y sentarse en su cama, pero rápidamente se arrepintió al sentir un martillazo en su frente.
Pero, a pesar de ese dolor, se levantó y quiso ir a la cocina. No quería que Grillby hiciera más cosas por él; quería... Gaster quería hacer cosas buenas por su amigo.
Gaster, en medio del pasillo, se quedó congelado al escuchar una conversación. Grills hablaba por teléfono con alguien.
"- Está bien. Dile a mamá que no iré a casa. Tengo... algo que atender." - explicó Grills en voz baja.
"- No, no es el momento. Solo somos amigos. Me ven como amigo. Así que no, no le voy a decir aún..." - dijo nuevamente Grillby con un tono apagado.
El monstruo de fuego estaba haciendo tostadas. Gaster tenía únicamente huevos, fideos instantáneos, algo de leche, mantequilla y un cilantro seco en el fondo del refrigerador. El pan lo había ido a comprar él mismo.
"- Oye, ¿qué tenía el té que nos hacía mamá cuando nos enfermábamos, manzanilla o no?" - preguntó al teléfono el de fuego, ignorando la presencia de Gaster a sus espaldas.
"- No es necesario que hagas esto por mí..." - dijo el esqueleto mientras intentaba poner la espalda derecha y fingir que estaba bien.
"- Tranquilo, tómalo como un pequeño favor, ¿sí? Ahora siéntate. Me quedaré hasta que baje la fiebre, ¿ok?"
"- Pero... y-ya has hecho mucho por mí y..."
Grillby dejó el desayuno en la mesa y lo invitó a sentarse con él.
"- Tú me ayudaste con mi restaurante. Estamos a mano... No tienes que preocuparte, ¿sí?"
Gaster se quedó en silencio el resto del día, sintiendo el calor del monstruo de fuego en más de un sentido, probando lo que era ese amor genuino. Pese a eso, se sentía horrible como persona.
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En un momento se quedó solo en su cuarto, fingiendo que dormía. Todo lo que podía pensar era... "Apenas salga de esta enfermedad... quiero... quiero... quiero que no te preocupes por mí. No soy buena persona. No merezco tenerte a mi lado, no hasta que sea una mejor persona..."
"He hecho tantas cosas malas... tuve envidia y fui egoísta por no querer que me dejaras... y no he estado a la altura. Quiero darte la mejor versión de mí..."
Al final, simplemente se durmió de tanto dolor que sentía...
Grillby se quedó solo en la sala, dedicándose a ordenar aquel pequeño departamento. Encontró varias invitaciones a eventos. Asumía que la gente se las daba a Gaster y este las tiraba por ahí, sin mirarlas mucho. Pero en algún momento encontró una que le encantó y lo hizo detenerse en seco.
Era un festival de cocina, uno donde la gente cocinaba postres y, pagando una entrada, se podía comer diferentes muestras.
"- Tiramisú... cheesecake de arándano... Fruit Sando... Dios... ¡qué cosa más maravillosa!" - se le escapó en voz alta mientras lo dejaba en la mesa para que no se le olvidara llevarlo y guardar el dato; aún estaba a tiempo.
Su celular sonó. Era Phill. Fue al balcón para responder y se sintió como una pequeña puñalada, no de forma seria, pero sí en el sentido de cuando te recuerdan algo que uno no quiere recordar.
"- Entonces... ¿te confesaste?" - preguntó el humano al otro lado de la línea.
"- No... ya me confirmó que solo me ve como un amigo, y... oye, lo siento, hoy no nos podremos ver. Quiero asegurarme de que él se encuentre bien..."
"- Pero le dijiste lo que sentías?" - preguntó nuevamente el humano con una resaca que te cagas, pero aún sonando amable.
"- No... él dijo que somos amigos. Mínimo no quiero arruinar eso..." - dijo algo dolido el de fuego, sonriendo levemente. Simplemente tendría que guardar lo que sentía.
Sin darse cuenta, mientras hablaban, Grillby empezó a caminar en círculos en el pequeño balcón, pero su mente empezó a divagar tanto que del balcón pasó a caminar en círculos por la pequeña sala de estar. Hasta que sintió pisar algo.
Con un poco de miedo de romper algo, miró hacia abajo. Era un libro, el de Frankenstein. Tenía marcapáginas y notas adhesivas por toda la primera mitad. El resto estaba vacío.
"- Yo... un momento, em, Phill, tengo que colgar." - dijo el de fuego un poco intrigado.
"- Bueno, recuerda que tengo un amigo que vende vitaminas y medicamentos a buen precio por si nece-"
Rápidamente colgó la llamada.
El de fuego examinó el libro con cuidado. Miró en las notas; todas ellas hablaban de lo identificado que se sentía con el doctor Victor, desde el sentimiento de soledad hasta la idea de crear vida. El resto del libro estaba en blanco, como si no le gustara cómo seguía la historia después de que Frankenstein obtuviera vida propia.
Entre las notas se dejaba implícito que, de una u otra forma, Gaster se sentía solo, demasiado solo, como un genio incomprendido que tenía el deseo de ser algo más grande, lograr algo que pusiera su nombre en la historia, ser recordado por alguien y así distraerse con esa idea del sentimiento de estar completamente solo.
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Por su parte, Gaster dormía, pero a duras penas, ya que la fiebre casi lo hacía alucinar. Su sueño o alucinación fue... tan rara para él.
El calor de la enfermedad era mal interpretado por el toque cálido de su compañero. Ya estaba acostumbrado a sentir el calor dado que Grillby era de fuego. Por ello, ahora que estaba dormido, casi sentía las manos de su único amigo pasar por su cara. Incluso tenía la ilusión de tomar las manos de Grillby cuando, en realidad, solo era la fiebre bajando por todo su cuerpo. Pero todo llegó a su punto cúlmine en el momento en que sintió calor en su boca, algo que malinterpretó como un beso. Un beso cálido que lo hizo despertarse de golpe.
Estaba con la respiración agitada, completamente nervioso y mareado, pero no pudo evitar llevar su mano a su boca. Ese sentimiento de calor se había... se había sentido tan bien...
Ninguno de los dos parecía querer avanzar, ni confesar a profundidad lo que ellos sentían con perspectivas diferentes. Uno por una culpabilidad que no acostumbraba a cargar y el otro por el genuino miedo de arruinar lo que era una amistad.
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Esa noche la familia de Grillby discutia si su hijo era gay, Bi o Pan, porque todo lo que sabian es que él estaba enculado por un esqueleto amargado, apoyaban la relación, sin saber que aun ni eran relación xd
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