Capítulo 3


“Descanso”

Hoy por fin era el día libre del pelinegro, quién se había decidido a volverlo un día tranquilo. Simplemente quería poder descansar, disfrutar de poder estar en su hogar, sin tener que ir de un lado a otro.

Debido a eso, decidió quedarse más tiempo en la cama; usualmente se suele levantar a las 7:30 para preparase para trabajar, pero ya eran las 10 y aún seguía dormido.

En el fondo lo agradecía, ya necesitaba un descanso, y es que levantarse tan temprano y estar todo el día dando vueltas por el lugar llegaba a cansarlo a veces. Pero no se quejaba, amaba ese lugar porque ahí estaban todos sus amigos.

Volvió a abrir sus ojos, desconociendo el pasar del tiempo. Frotó levemente sus ojos, dirigiendo la mirada hasta el reloj de su mesita de noche, el cuál mostraba que ya era la 1:30.

Suspiró. Había tenido un buen descanso.

Ahora llegaba el momento más difícil: levantarse de la cama. Usualmente se levanta con más facilidad, pero en sus días de descanso, le cuesta más salir de ella.

Al final lo consiguió y fue a hacer su rutina habitual de bañarse y bajar a comer algo.

Al encender la televisión para ver algo mientras comía, no encontró nada más que una película de romance algo antigua. Aunque pudiera no parecerlo, pero al pelinegro le gustaban las películas de románticas.

Bueno, en sí él mismo podía declararse un romántico.

Aún cuando terminó de comer siguiendo viendo el filme; le había encantado la historia. Iba sobre un joven escritor que se había enamorado de una chica sencilla, que disfrutaba mucho de las cosas simples de la vida.

El desarrollo fue muy tierno, en un momento el pelinegro se encontró abrazando el cojín de su sofá mientras suspiraba. Al darse cuenta de cómo se encontraba, soltó de golpe el cojín y volvió a sentarse normal, se golpeó mentalmente por verse tan enganchado a la historia.

Cuándo el filme terminó, fue hasta la pequeña librería dónde dejaba varias historias interesantes en él. Desafortunadamente, ya las había leído todas y estaba deseoso de alguna historia nueva, así que terminó arreglándose un poco y saliendo en dirección hasta su biblioteca más cercana.

Durante el trayecto, se distrajo ligeramente con algunas cosas, como por ejemplo, otras cafeterías. Pudo ver desde afuera de los locales la cantidad de personas que habían dentro de ellos.

Aquello lo desánimo un poco; le sabía mal que el señor Oscar hubiese puesto tanto amor y empeño en su local, y que desgraciadamente, este no tuviera la cantidad de clientes que sí tenían los demás.

Claro que recordó algo que le dijo el señor Oscar no hace mucho;

“¿Que los demás locales tienen más clientes que nosotros? Bueno, eso ya lo sé, las personas siempre querrán ir a lugares más grandes y con más variedad de cosas que el nuestro, pero eso no me importa. Este lugar es donde nosotros trabajamos, dónde puedo estar junto con ustedes, ¡Y eso es todo lo que importa!”

Tenía un rostro muy alegre mientras decía aquellas palabras, que Gilbert no pudo evitarlo y terminó sonriendo.
Él también estaba feliz de poder trabajar y estar en el mismo lugar que sus amigos.

Sacó otros pensamientos de su cabeza y siguió su rumbo hasta la librería.

Entrando al lugar se dió cuenta de que había muy pocas personas en él. Dió un pequeño paseo por los pasillos, buscando alguna historia que fuese de su interés.

Tomó un libro sobre una historia de romance y procedió a leer un pequeño resumen que se encontraba en la parte trasera. De la nada, algo de la historia le hizo recordar a aquella chica que había conocido en la cafetería días pasados.

No sabía por qué, pero de la nada se encontraba buscándola en el lugar con la mirada, con la esperanza de encontrarla de casualidad, así como pasa en las películas y libros románticos.

Pero claro, eso no puede suceder realmente, ¿Verdad?

Rió ligeramente por aquellos pensamientos, y después procedió a seguir buscando otro libro más que comprar además de ese.

Al final, decidió simplemente comprarse dos; el de romance que había encontrado primero, y otro que encontró casi al final de un pasillo solitario.

Pagó por ambos y los llevó de regreso hasta su hogar.

Al regresar, simplemente se fue a su habitación, decidido a leer aquellas historias que le habían parecido interesantes.

Primero comenzó con el otro libro, dejando el de romance para después.

Se acomodó mejor en la cama, y con el libro en manos se metió en la historia. Al principio la trama fue un poco lenta, la historia iba sobre un hombre solitario, quién se la vivía trabajando y solo se concentraba en ello, olvidando el resto de cosas en su vida.

Gilbert se identificó ligeramente con el personaje; él también se concentraba mucho en su trabajo, aunque no se consideraba un trabajolico como tal.

Mientras devoraba las páginas del libro, se daba cuenta de que el protagonista sufría de muchas más cosas que solo el trabajo, cómo por ejemplo, no saber qué hacer en sus ratos libres, o intentar llevar las cosas con calma y no sobre exigirse mucho.

Leía párrafo tras párrafo con suma atención, hasta que de la nada, empezó a sentirse algo cansado y con mucho sueño; al principio le restó importancia, pues no quería dormir más y deseaba seguir con la historia, pero en un punto sus cansados ojos de color dorado terminaron cerrándose lentamente y luego el libro cayó justo debajo de sus manos. Sin darse cuenta, Gilbert había caído dormido.

Pasaron las horas, y el pelinegro abrió lentamente sus ojos dorados, observó la ventana y vió que ya era de noche. Su visión se posó ahora en el reloj de la mesita a un lado de su cama, el cuál indicaba que eran ya las 9:56 de la noche. Con algo de pereza frotó sus ojos y después se enderezó en la cama, esperó unos minutos a que el efecto del sueño pasara un poco y miró hasta donde ahora estaban sus rodillas, dónde previamente estaba acostado él, solo para ver el libro semi abierto.

Tomó el objeto entre sus manos y después leyó un poco de la página dónde se encontraba detenida la historia para poder recordar más tarde dónde se quedó, procedió a poner el separador de hojas en este y lo acomodó en su mesita, dónde no se fuera a caer.

Con calma bajó por las escaleras para preparar su cena; la cuál disfrutó tranquilamente en la mesa, mientras miraba televisión.

Siguió su rutina de siempre al terminar, sorprendido de darse cuenta de que ya se encontraba en la cama. Todo había pasado muy rápido, y bueno, hoy tenía la cabeza un poco por las nubes.

Suspiró y se cubrió con las cálidas mantas, esperó unos minutos para poder dormir, mientras pensaba en las pocas cosas que habían pasado en el transcurso del día. Esperaba que mañana fuese un día más interesante.

Y después de tanto pensar en todo eso, sin darse cuenta, terminó quedándose dormido.











Hola! Hace mucho tiempo que no subía un capítulo para este libro XD pido perdón por qué el episodio haya sido algo aburrido, habrá algunos que son así, pero también habrá algunos que sean interesantes uwu

Pronto estaré subiendo más capítulos, la verdad quiero retomar la novela y poder terminarla, seguiré subiendo algunos OS, pero principalmente me quiero concentrar en esta historia owo

Bueno, espero hayan disfrutado de la lectura

Gracias por leer.

By: B-Rxbbit

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