Cada día salgo de mi casa, camino una cuadra a la izquierda, doblo a la derecha y camino unas ocho calles hasta la parada de autobús de la plaza. Ahí, espero veinte minutos sentada, o a veces parada, leyendo como de costumbre. Luego de unos cinco minutos de esperar, llega Neji Hyuga, mi compañero de clases, y bueno, yo lo considero mi amigo. El es algo reservado y callado, pero aún así, el es muy agradable. En la escuela hablamos, ya que el y yo coincidimos en muchas clases, pero cuando lo veo, o el me ve a mi, nos saludamos y a veces hablamos. Lo veo todos los días en el autobús, pero yo prefiero usar esos veinte minutos en el vehículo, para leer uno de los libros de Virginia Woolf, mi escritora preferida. Tengo la suerte de no marearme mientras leo cuando estoy en autos, aviones y el autobús. Soy inmune a los mareos, no lo sé, tal vez tengo superpoderes. Luego de veinte minutos, llego a la escuela y tengo clases, y cosas normales de una colegiala de dieciséis años.

Amo leer. Me ayuda a relajarme y es algo que me encanta hacer desde que soy niña. Empecé a leer libros de Virginia Woolf a los catorce años, y me encanta. Sus citas y frases son muy inteligentes y amo leerlas. Nunca me importó cuando los tontos de mi escuela me preguntan si vivo en este siglo, o me hacen preguntas estúpidas sobre porque leo libros viejos y esas cosas. No tienen nada mejor que hacer. A otros como Neji Hyuga, o Rock Lee, mi mejor amigo, les parecía interesante y a la vez agradable que me apasionara la lectura.

En fin, todo siempre fue así. Con mi misma rutina para ir a la escuela.

Neji y yo nos hacíamos un poco mas cercanos cada vez. Admito que el era lindo, pero nunca se fijaría en mi. El tiene esos ojos color perla que lo hacen único. Y yo...bueno, soy muy simple y ordinaria.

Un día, en el autobús, levanté la mirada de mi libro para ver a Neji, que estaba sentado en el asiento de en frente mirando por la ventana. luego me miró sin girar la cabeza, con un intento de ser disimulado, pero el justamente no es bueno en eso. Devolví la vista hacia mi libro, pero no me podía concentrar muy bien sabiendo que Neji Hyuga me estaba mirando mientras leía. Corrí un poco mi flequillo cerca de mis ojos para que cuando lo mirara, no se de cuenta. Se encontraba sonriendo a medias sin mostrar los dientes mirándome. Tener al chico que te gusta en frente mientras te mira intentando ser disimulado no era nada fácil.

Espera...¡¿y si se esta riendo de mi?! Tal vez tengo un bicho en la cara, o me había ensuciado la boca con el pastelito que comí como desayuno. Tonto cupcake, sabía que no debía comerte. Me toque la cara en busca de algún rastro de una abeja gigante proveniente del nido del vecino, o de mi desayuno, pero no encontré nada. Si. Confirmado. Neji Hyuga me estaba viendo a mi, y no era porque estaba haciendo e ridículo.

Luego vino lo más raro de todo. Observé, sus dedos, que estaban el índice y el mayor golpeando levemente el tubo de apoyo al lado de su asiento. El sonido era casi imperceptible. Paraba. Golpeaba de nuevo. Paraba. Golpeaba de nuevo. Golpeaba de nuevo. Paraba. Y así por un minuto más.

No le tomé mucha importancia, y decidí ignorarlo. Tal vez Neji se encontraba nervioso, y estaba memorizando lo que estudió para su examen de Biología. Seguramente era eso. Pero, el seguía haciéndolo. Cada día. Me miraba mientras daba golpecitos en la barra de apoyo. No quería ilusionarme y pensar que el podría estar enamorado de mi, por eso intentaba no darle tanta importancia.

Así, fueron pasando algunos meses. Todo normal. Salía con mis amigos y amigas, leía, estudiaba, y esas cosas. Neji seguía con esa costumbre de golpeatear apenas en el autobús. Cada día eran diferentes tipos de golpes. Pero como dije, no le tomaba importancia. Un día, Lee se quedó a dormir en mi casa luego de un proyecto, y salimos juntos hacia el autobús. Al parecer, el notó lo que Neji hacía.

— Oye—Me susurró.

—¿Qué?

— ¿Porque Neji hace eso con los dedos?

— No lo sé, lo hace todos los días, que importa

—Hmph

Cuando Lee me preguntó por eso, por alguna razón me sentí inquieta. Como si necesitara saber por qué hacía eso. Y estaba dispuesta a averiguarlo. Ya en la escuela, me reuní con Lee en la cafetería.

—Lee, ¿crees que Neji haga eso con los dedos por alguna razón en especial?

— Puede ser, TAL VEZ ES UN CÓDIGO SECRETO, ¿Y SI ES UN ESPÍA DEL FBI?

—Amm...lo dudo Lee, pero puede ser que sea un código. Tal vez intenta decirte algo.

"Es una pena no decir nunca lo que se siente" Virginia Woolf.

—Hmph

En ese momento, una voz masculina se nos unió a la conversación.

— Hola, ¿De qué hablan?

—Estee... ¿Política?— Respondi algo nerviosa.

—¿Ok? Bien, ya, ¿qué les pasa?

—Nada

—Nada

Mierda. ¿Por qué nos conoce tan bien?

— A mi no me mienten

— A-Amm...

— Es que a Tenten...le...¿llegó la pubertad?

— ¿Qué?— Pregunté.

—Ahh con razón

—¡¿QUÉ?!

Mátenme.

— Oigan, ¿Iremos todos al festival de Mitad de Año de la escuela—Preguntó Lee emocionado.

—Claro

—¿Tengo otra opción?- Dijo Neji.

—No— Respondimos Lee y yo al unísono.

—Bien

Durante todo lo que restó de la semana, observé cuidadosamente a Neji en el autobús. No cambiaba. Seguía haciendo eso con los dedos, y cada vez me intrigaba más el por qué. Creo que leía muchos libros de misterio. Llegó el día del dichoso Festival de Fin de Año de la escuela. Era un evento organizado ahí mismo donde había juegos, concursos, comida chatarra, más comida chatarra, disfraces, niños llorando y parejas besándose. En resumen, era algo alborotado y ruidoso, pero a Lee le encantan esas cosas, y nos pidió que fuéramos, y no me negué.

Me reuní con Lee y Neji en la puerta de la escuela esa tarde. Comimos algodón de azúcar entre todos y jugué algunos juegos con Lee. Neji decía que era un desperdicio de dinero, pero me daba igual. Lee estaba probando su fuerza, pero vio a Sakura sola, buscando un compañero de juego, y se fue corriendo a buscarla, así que me quedé sola con Neji, lo cual me ponía algo nerviosa, pero el parecía bastante tranquilo.

—¿Quieres ir a comer helado hasta reventar?—Pregunté señalando un puesto pequeño de helados, con unas bancas cerca.

—Por mi está bien

Compramos cada uno un helado de cono grande. Yo pedí de chocolate amargo y crema americana, y el pidió de menta granizada y vainilla. (tienen permitido pelear por los gustos de helado ok no xd)

—Oye Neji

—¿Hmph..?

—Mi helado tiene algo raro

— No caeré esta vez en eso Tenten

Solté una risa, y agarré un poco de helado con la mano y se lo exparcí por la mejilla. Reí aun mas fuerte al ver su cara de disgusto.

—Bien, ¿quieres guerra?, Tendrás guerra

A continuación acercó el cono de helado a mi nariz y la llenó con este.

Estuvimos peleando con helado un buen rato sin que nos importaran las miradas de la gente al estar con el cabello y la ropa llena de helado. Admito que hasta con crema americana en el cabello y en la cara, Neji se veía igual de guapo. Y mucho más cuando sonreía.

—Ya recordé el por que no como helado contigo

Reí.

—Admite que fue divertido

—Un poco, pero me debes una camisa nueva, dudo que salga la crema.

—¡AHI ESTABAN! Neji, Tenten lo estuv- ¿QUE LES PASÓ?—Gritó Lee exagerado.

— Hicimos una guerra de helado

—Que desperdicio de helado

Volvimos cada uno a nuestra casa luego de que Lee nos contara como le había ido con Sakura, y lo primero que hice fue bañarme, e irme a acostar exhausta. Pero aun así, no lograba conciliar el sueño, debido al dueño de unos hermosos orbes perlas. Estaba enamorada de Neji.

En la mañana siguiente, decidí pedirle a Ino que me pasara a buscar en el auto de su hermano, Deidara, que era algo raro, y parecía una Barbie Musulmana (que así lo llamaba yo secretamente), pero me caía bien. En la escuela, encontré a Lee en donde siempre nos esperaba para entrar a clases, pero yo había llegado antes, ya que vine con Ino.

—¿Tenten? ¿Por qué no viniste en el autobús con Neji?

—Necesito que vayas con Neji en autobús — Dije evadiendo su pregunta.

—¿Para qué o qué?—Preguntó el algo confundido.

—Quiero saber si el solo hace esa cosa rara con los dedos cuando esta conmigo

—Ya entiendo, ¿Quieres saber si Neji gusta de ti?

—¡¿Qué?! ¡Claro que no! ¿Por qué? ¿Piensas que tal vez es verdad?

—Pues no lo se, el es un cubito de hielo

—Un cubito de hielo muy sexy— Dije susurrando.

—¿Qué dijiste?

—Nada, solo...¿Puedes invitarlo a tu casa después de clases y proponerle ir en autobús?

—Bieeen, pero me debes una

—Esta bien, y fíjate si mueve los dedos

—Lo haré Señora Hyuga

—¡L-Lee! ¡No digas eso!

Neji no me preguntó por qué no había ido en autobús, lo que me preguntó, fue si iba a seguir yendo con él, a lo cual respondí que si, pero con la excusa de que los siguientes días iría con Ino porque debía llegar temprano porque debía hablar con la profesora sobre un tema que no entendía de física. El se ofreció a ayudarme, ya que a el le va muy bien en esa asignatura, pero me negué.

Por tres días, Neji y Lee se iban juntos a la salida de la escuela, ya que mi amigo pelinegro lo invitaba a jugar videojuegos y a hacer un proyecto de historia que estaban haciendo juntos. Lee me informaba de todo su comportamiento en el autobús de la ida a su casa. Según el, Neji solo se apoyaba contra e vidrio de la ventana, o miraba su celular, casi sin mover las manos. Ahí pude entender que el hacía eso por una razón en especial, e iba a averiguar cual era.

Una tarde, me reuní con Lee a hacer una tarea de matemáticas. Neji no pudo ir porque tenía una cita en el médico. Al terminar, y seguramente haber hecho mal todos los ejercicios, nos sentamos en el sofá a ver una película. Esta trataba sobre que los personajes sufrían un accidente aéreo, e intentaban salir de la isla en la que quedaron varados. En una escena, me di cuenta que uno de los chicos de la película, hacía el mismo movimiento de dedos que Neji. Intentaban usar código morse.

—¡LO TENGO! ES CÓDIGO MORSE

—¿De que hablas?—Preguntó Lee.

—Neji, está usando código morse. —Mira—Retrocedí la película, mostrando la escena donde el actor hacía golpecitos sobre una tabla de madera.- Sabía que lo hacía por algo en especial

—Tenten, ya se que vamos a hacer hoy

Antes de reproducir videos en YouTube sobre como aprender código morse, terminamos de ver la película. El chico de la escena muere. Claro que Lee y yo no logramos aprender y saber todo en unas cuantas horas. Volví a ir en autobús, observé detalladamente cada movimiento de la mano de Neji. Cada pausa. Cada golpe.

Dos malditas semanas y tres días me tomé para aprender ese bendito código morse. No fue tan fácil, ya que debía memorizar como representar las letras y algunos números. Lee me ponía a prueba, imitando algunos movimientos con los dedos, para saber si ya estaba preparada para entender cuando vaya al autobús.

Lamentablemente, estaba lista, ¿Por que digo "lamentablemente"? Porque no quiero saber si es algo malo. tal vez lo tengo harto, y en vez de decírmelo en la cara, me lo dice de esa forma. ¿Y SI ME ODIABA? ¿Y si me decía que todas las mañanas tenía ojeras? No dormí esa noche. Pensé en decirle a mi mamá que me sentía enferma para que me dejara faltar a la escuela, pero me retracté y me enoje conmigo misma por ser tan cobarde. No aprendí código morse por nada. Iba a ir, iba a apoyar mi trasero en e asiento del autobús, iba a verlo mover sus manos, e iba a acabar con esto de una buena vez. Y si me decía que algo malo, una de dos: o lo golpeaba, o lo golpeaba más fuerte.

Subí al autobús, y me senté en frente suyo.

Diez minutos, y aun nada. Tal vez Lee había ido de bocón con el y le contó todo. Empecé a pensar lo peor, cuando lo vi juntando su dedo índice y el mayor de su mano derecha. Mire cuidadosa y nerviosamente cada uno de sus movimientos.

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"Cada día me gustas más"

Que.

Acababa.

De.

Pasar.

¿NEJI SE ME ESTABA DECLARANDO, PERO A LA VEZ NO DE FRENTE, EN CÓDIGO MORSE TODOS LOS DÍAS?

Quería gritar. No sabía si de miedo, de amor, emoción, enojo porque nunca me di cuenta, o simplemente porque necesitaba gritar.

Bueno, es descortés no responder a lo que te dicen. ¿No es así?

Sin despegar la mirada de mi libro, el cual me tapaba un poco la cara, coloqué mi mano en el tubo de agarre de mi brazo derecho, y comencé a golpearlo suavemente.

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"Lo mismo te digo a ti Hyuga"

Vi como si cara enseguida enrojeció como si de un tomate se tratara. Era muy gracioso y tierno verlo nervioso y sin saber ni para donde mirar. Escondí mi cara de nuevo en el libro, y lo vi de reojo moviendo la pierna algo nervioso y avergonzado. Solté una pequeña risa. Por Dios. Este chico era perfecto.

Luego fue cuando el autobús de detuvo en la parada cercana de la Escuela. Bajé junto con algunas personas más, Neji incluido. Me puse a su lado.

— ¿Así que cada día te enamoro más, eh Hyuga?

— ¿Cómo no hacerlo?— Ahora la sonrojada era yo— Aunque me sorprende lo lenta que eres para darte cuenta

— Hmm, y a mi me sorprende que no me lo hayas dicho a la cara— Dije riendo un poco.

— Pues te lo digo ahora

—Dilo

—Tenten, estoy enamorado de ti— Dijo acercándose a mi.

—Y yo estoy enamorada de ti Hyuga

Me tomó de las manos, y las besó, para luego cortar la distancia entre nuestros rostros, y subirlas en un suave y cálido beso. Duró unos segundos, pero nos detuvimos al oír el timbre de la Escuela, indicando que ya era hora de entrar a clases.

Me tomó de la mano, y caminamos por los pasillos de la Escuela.

—¿Sabes? Debes agradecerle a Lee

—¿Qué? ¿Por qué?

—El me ayudó a meterte en la cabeza que los golpecitos eran algo más que un tic

—¡¿El sabía y no me lo dijo?!

—Si, nos burlamos de ti en tu propia cara

— Te odio— Respondí fingiendo estar enojada.

—Yo también te amo

Acá ta el One-Shot que prometí :) voten y comenten si les gustó.