Prefiero no hablar del tema

Los miembros del grupo que eran guerreros se encontraban corriendo por el bosque, en cabeza iba Urf. Al final del camino estaban Fran, Karla, Sara y Mini esperándoles.

Fran: ¡Venga rápido! ¡Un último esfuerzo!

Lorena: ¿Quiere matarnos o qué?

Izana: No lo se, pero como siga así lo voy a matar yo.

Los guerreros llegaron donde estaba el resto del grupo, estaban reventados.

Sara: Buen chico Urf, lo has hecho muy bien.

Fran: Esto es una vergüenza, vais muy lentos, parecéis tortugas. Bueno menos tú Izana, hasta una tortuga corre más.

Izana se encaró a Fran.

Izana: ¡Cállate la boca!

Elisa: No puede decir nada alguien que no está moviendo un dedo.

Samu: Eso, que fácil es dárselas de maestro cuando estás solo con el cronómetro.

David: Creo que te estás pasando un poco Fran.

Fran: A mí no me miréis, el cronómetro no miente chicos.

Izana: ¡Me cago en el cronómetro y en la madre que lo parió!

Carlos: Bueno tranquilidad, deberíamos tomarnos un descanso.

Alisia: Estoy de acuerdo.

En la academia

El grupo descansó y una vez que se ducharon para quitarse el sudor se reunieron en unos bancos del patio.

Fran: Chicos, ha sido peor que la última vez. ¿Cómo queréis vencer a XANA si no corréis un poco más rápido?

Agatha: Que yo sepa XANA también ataca en la tierra.

Elisa: Es verdad, vosotras también deberíais entrenar.

Karla: Yo con las clases de karate tengo suficiente.

Carlos: Pues como Fran siga dándoselas de entrenador te vas a quedar sin compañeros de clase.

David: Ya ves.

Samu: Si, y sin profesor también.

Mini: Yo paso de matarme a ejercicio, estás tú que yo hago eso.

Sara: Esa es la actitud Mini.

Lorena: Fran, tú solo nos cronometras, eso lo hace cualquiera.

Fran: Bueno, una cosa está clara. Si no os ponéis en forma no mejoraréis y XANA os ganará sin problemas, pero si queréis otro entrenador...adelante.

Alisia: A lo mejor hay que buscar un método mejor de ponerse en forma.

Fran: Ya veo, estáis mal entrenados y si no mejoráis la culpa es mía.

Todos: Pues si.

Fran: Está bien, no seré el mejor entrenador del mundo, pero reconocer que no me hacéis demasiado caso.

Samu: Tienes razón, no eres el mejor entrenador del mundo ni por asomo.

Mini: ¿Y si buscáis a otra persona? Un especialista.

Fran: ¿Y de dónde se supone que lo vais a sacar?

Sara: Tengo a alguien en mente.

Todos miraron a Sara.

En las habitaciones

El grupo fue al pasillo de las habitaciones y llamaron a la puerta de Jim, este les abrió.

Jim: Uno no puedo estar tranquilo ni un sábado, ¿qué queréis?

Fran: Es sencillo, aunque te parezca una locura.

Jim: A mí ya nada me sorprende, soltarlo ya.

Alisia: A ver, dicen que entrenabas a las fuerzas especiales.

Jim: Así es, las fuerzas especiales, el cuerpo de intervención secreto...ay que tiempos aquellos. La verdad es que prefiero no hablar del tema.

Sara: ¿Te gustaría entrenar a alumnos como nosotros?

Jim: ¿Entrenar alumnos?

Fran: Si, para una especie de comando.

Carlos: Eso, como tu comando especial ese de intervención.

Jim: Hecho, quedamos en el sendero rojo del bosque a las 15:00.

Izana: ¿¡Empezamos hoy!? ¿¡Por qué tanta rapidez!?

Lorena: Eso, aún no estoy lista.

Jim: Me conmueve ver que los alumnos quieran aprovechar mi amplia experiencia, sobre todo vosotras dos. Nunca me imagine que quisierais entrenamientos intensivos, no ponéis muy buena cara en mis clases.

Izana: Me estoy arrepintiendo.

Lorena: Ya somos dos.

Mini: Vais a acabar reventadas.

Jim: Tú también Bárbara, cuando acabe contigo serás toda una mujer.

Mini: ¿¡Yo también!?

Fran: El entrenamiento era solo para ellos.

Jim: Este curso es para todos, a las 15:00 os quiero ver a todos allí. 

Jim cerró la puerta.

Sara: Pues venga, a entrenar.

Karla: Joder, yo no contaba con esto.

Samu: Bueno Fran, a correr.

Fran: Yo no tengo problema, te recuerdo que estoy en el equipo de fútbol de la academia.

Mini: Pues yo si tengo problema, a mí no me apetece.

David: Tomémoslo como una actividad enriquecedora para nosotros.

Izana: Una mierda, va a ser horrible.

En el patio

El grupo estaba dando una vuelta por el patio, algunos no estaban muy conformes con la idea de entrenar.

Lorena: No entiendo porque tenemos que entrenar para pelear contra XANA, es absurdo. Llevamos mucho tiempo haciéndolo y siempre sale bien.

Agatha: No pasa nada Lorena, tampoco tenemos muchas más cosas que hacer.

Alisia: Eso, además que todos estamos igual. A mí tampoco me apetece mucho que digamos.

Fran: Yo si que tengo cosas que hacer como para estar entrenando, ya estoy en forma.

Samu: ¿Te vas a cagar y te vas a echar para atrás?

Fran: No, ¿pero y si XANA ataca mientras estamos entrenando?

Elisa: Tráete el ordenador y ya.

Carlos: Venga, ni que el entrenamiento de Jim fuera a hacernos daño.

Sara: Con Jim nunca se sabe.

En el bosque

El grupo se reunió con Jim a las 15:03 donde él les había dicho.

Jim: No había visto semejante panda de vagos en toda mi vida. Las 15:00 no son las 15:02 ni tampoco las 15:03.

Mini: Bueno chico, no nos eches la bronca por unos minutitos de nada. Mi reloj... .

Jim: ¡Tu reloj no me importa! Aquí las órdenes las doy yo, así que espabila.

Karla: Tengo miedo.

Jim: El miedo no es nada ni nadie, adelante, vamos a la zona de combate. Allí empezaremos con el entrenamiento básico como las flexiones, seguirme.

Jim fue corriendo por un camino, le siguieron todos menos Fran y Alisia que pararon un momento.

Alisia: Me pregunto si habrá sido un error pedirle ayuda a Jim.

Fran: Ha sido un gran error.

Fran y Alisia fueron detrás de los demás. Pasado un rato llegaron a otra zona del bosque y Jim les puso a hacer flexiones.

Jim: Trece...catorce...quince. Aguantamos en quince y...eso es. Venga rápido, en pie.

Algunos del grupo ya estaban reventados.

Jim: Rodillas al aire, venga venga.

La mayoría hicieron caso a Jim, excepto Izana, Lorena, Mini y Karla.

Carlos: ¿Estáis bien?

Karla: No, me encuentro fatal.

Izana: Lo mismo digo.

Lorena: Esto no es normal.

Mini: Te voy a denunciar.

Jim: Pero que hacéis, venga arriba. Esto acaba de empezar, al final me lo agradeceréis. Todos en pie.

Elisa: ¿No crees que te estás pasando?

David: Eso, queremos entrenar, no que nos tortures.

Jim: Ahora mismo estáis en el campamento militar de Jim, eso significa dos cosas. Hay que sudar y no quejarse, a no ser que queráis hacer diez flexiones. A partir de ahora viviremos y moriremos en grupo, ¿entendido?

Sara: Madre mía esto es una locura.

Jim: ¿¡Entendido!?

Todos: ¡SI!

Jim: Pues venga, a correr 5 kilómetros a tope.

Jim se puso a correr y el grupo le siguió, hubo un momento en el que llegaron a una cuesta, todos siguieron corriendo a toda velocidad excepto Izana, Lorena, Mini, Karla y Alisia.

Mini: Estás tú que yo voy a dejarme los pulmones en esta cuesta.

Karla: Ahora lo estás haciendo, estás hablando mientras correr.

Mini: Me da igual.

Jim retrocedió un poco y se puso frente a las chicas que habían bajado el ritmo.

Jim: Arriba esas rodillas chicas.

Lorena: Lo intentamos.

Alisia: Estás acabando con nosotras.

Jim: No quiero excusas, ahora mismo hasta una gallina coja os ganaría. ¡A subir el ritmo!

Jim y las chicas subieron la velocidad hasta que llegaron arriba de la cuesta, el resto del grupo les estaba esperando allí.

Agatha: A este paso vamos a necesitar una semana para recuperarnos.

David: Es verdad, así no tiene mucho sentido el entrenamiento.

Jim: La adversidad fomenta la fuerza y el valor y es el camino más corto al éxito. 

Carlos: Muy bien, ¿y qué quieres decir con eso?

Jim se puso la mano en la cara y suspiró.

Jim: Da igual, a seguir corriendo.

Izana: Joder, ya no siento las piernas.

Jim: Mejor para ti.

Jim continuó con la carrera y el grupo fue detrás de él. Después Jim puso a los alumnos a hacer distintas pruebas físicas como dominadas en una rama, trepar una red que había colgado en un árbol, caminar por encima de una cuerda que había atado entre dos árboles mientras se agarraban de otra cuerda que estaba encima, arrastrarse por debajo de un alambre de púas... .

Pasado un rato el grupo ya había terminado de realizar las pruebas.

Jim: No está mal por ahora, descansaremos un poco y después empezaremos con otro ejercicio.

Sara: ¿Es necesario seguir?

Samu: Eso, yo no había entrenado tanto en mi vida.

Jim: Si, así os curtís más.

Karla: O nos destrozamos más.

Jim: Eso solo le pasa a los débiles.

Mini: Pues yo lo soy.

Jim: Venga no digas eso, vamos a descansar.

Todos se sentaron en la hierba para relajarse y recuperar un poco la energía.

Fran: Oye Jim, ¿por qué no nos cuentas algo de tu vida' Se que no te gusta hablar del tema, pero como ahora somos miembros del mismo comando.

Carlos: Es verdad, tiene que haber confianza.

Jim: Bueno vale, escuchadme bien, como sois vosotros os haré un breve resumen. Todo empezó cuando me saqué mi título de profesor de educación física, también era monitor de submarinismo. Por eso los marines me reclutaron para las fuerzas especiales. La NASA supo de mí, y como era buzo de las fuerzas especiales quisieron que probase sus trajes espaciales bajo el agua. Así que después de recibir una medalla del presidente me trasladaron al servicio secreto...  .

Mientras Jim hablaba, una torre se activó en el sector del bosque. De repente sonó una alarma en el portátil de Fran, este escuchó el ruido que venía de la mochila.

Jim vio el reloj y se puso en pie.

Jim: Bueno, ya está bien de descansar. Vamos a hacer una pequeña carrerita para soltar músculos.

Jim se puso a correr y todos le siguieron menos Fran que sacó de su mochila el portátil, vio que XANA había activado una torre.

 Fran: Joder, chicos... .

Fran vio que todos ya se habían ido.

Fran: Mierda, me llevan ventaja, vamos allá.

Fran se puso a correr por donde habían ido los demás. El resto del grupo iba corriendo por el bosque cuando se toparon con un jabalí en el camino.

Jim: Vaya vaya, pero que tenemos aquí.

Mini: ¿¡Qué bicho es ese!?

Elisa: Hija mía es un jabalí.

Samu: Si, pero este es enorme.

Agatha: Deberíamos ir por otro camino.

El grupo empezó a retroceder lentamente.

Jim: Venga ya, si no es nada. Los vi mucho peores cuando estuve en Birmania.

De repente el jabalí corrió hacia el grupo para arrollarlos, pero estos le esquivaron. Después atacó a Jim, pero le volvió a esquivar. Los guerreros vieron en los ojos del jabalí el símbolo de XANA.

Lorena: ¿Habéis visto eso?

Karla: Si, XANA.

David: Jim ten cuidado.

Sara: Eso, no es un jabalí normal.

Jim: Pero si solo es un cerdito un poco grande, nada más. Ven con Jim cerdito, ven para acá.

Izana: Enserio Jim deberíamos largarnos de aquí.

Fran llegó corriendo al lugar y se topa de frente con el jabalí.

Alisia: ¡Cuidado Fran!

El jabalí fue corriendo hacia Fran para arrollarlo.

Jim: ¡Aparta Fran!

Jim se puso en medio y el ataque del jabalí lo lanzó contra un árbol.

Mini: ¡Jim!

Mini se acercó rápidamente a Jim junto a Sara y a Karla.

Mini: Jim, ¿estás bien?

Jim estaba un poco afectado por el golpe.

Jim: Si...deberías ver como está el otro.

Jim perdió el conocimiento.

El jabalí fue corriendo hacia ellos.

Sara: ¡El otro está listo para el segundo asalto!

Izana cogió una piedra y se la tiró al jabalí para captar su atención, le dio en la cabeza y este se giró hacia ellos.

Carlos: Buen lanzamiento Izanosa.

El jabalí fijo su mirada en Izana.

Izana: Mierda, creo que viene a por mí.

Samu: Pues deberías correr.

Izana: No puede ser, ya es suficiente.

Izana salió corriendo y el jabalí fue detrás de ella.

Fran: XANA nos está atacando a través de ese animal, tenemos que desactivar la torre cuanto antes.

David: Pues vámonos.

Fran: Yo me quedo, iré a ayudar a Izana. Alisia os virtualizará, es que prefiero que vayáis los máximos posibles a Lyoko.

Elisa: Ok, bien pensado.

Karla: Nosotras nos quedamos con Jim.

Sara: Si, no podemos dejarle aquí solo.

Agatha: Tener cuidado.

Mini: Vosotros también.

El resto del grupo comenzó a correr por el bosque. Izana seguía huyendo del jabalí cuando llegó a la red de escalada que había colocado Jim, trepó por ella hasta llegar arriba. El jabalí se puso a dar golpes al árbol.

Los demás iban por el bosque cuando apareció de los arbustos otro jabalí que se puso entre Lorena y el resto del grupo.

Lorena: Oh no.

Alisia: ¡Corre Lore!

Lorena salió corriendo en dirección contraria seguida del jabalí.

David: Iré con ella, intentaremos ir a la fábrica.

Carlos: Ok, avísanos.

El resto del grupo siguió hacia delante mientras que David fue por donde había ido Lorena. Por otro lado el otro jabalí seguía dando golpes al árbol del que estaba colgado la red.

Izana: ¡Estate quieto!

De repente Fran le tiró un palo al jabalí, este se giró y fue hacia él metiéndole un placaje que le tiró al suelo.

Izana: ¡Fran!

Izana quitó la red del árbol y se la tiró encima a el jabalí, este comenzó a moverse para liberarse. Izana aprovechó para acercarse a Fran y así ayudarle a levantarse.

Izana: ¿Estás bien?

Fran: Más o menos.

Karla apareció.

Karla: Rápido venir, antes de que se libere.

Sara, Fran e Izana se fueron corriendo de ahí. Mientras tanto, Lorena se había subido a la rama de un árbol y el jabalí estaba mirándola, se puso a dar golpes para así romper el tronco. Cuando lo consiguió Lorena cayó al suelo y se hizo daño en la pierna.

Lorena: Mierda.

David apareció y le tiró un palo al jabalí, este se giró para mirarle. Sara llegó y ayudó a Lorena.

David: ¡Llévatela de aquí!

Sara: Vale.

Sara se fue con Lorena y el jabalí fue corriendo detrás de David, la persecución duró hasta que David se subió a un árbol. El jabalí vio que se había alejado de la zona y se fue. David llamó a Karla.

Karla: David, ¿estás bien?

David: Yo si, el jabalí se ha ido y me parece que va hacia vosotras.

Karla: No pasa nada, estamos ocultas.

David: Ok, me voy a la fábrica con los demás.

David colgó. 

Karla, Mini, Sara, Fran, Izana, Lorena y Jim estaban refugiados en una pequeña cueva.

Lorena: No me digas que los dos jabalís vienen a por nosotras.

Karla: Pues si.

Mini: ¡Vamos a morir!

Sara: Calla Mini, así vas a hacer que nos pillen.

Izana: Tenemos que tapar la entrada de este escondite.

Fran: Busquemos unas ramas.

Jim: Darme unos segundos para que me recupere y os ayudo. Tengo la pierna bien, creo que ya puedo andar... .

Jim fue a levantarse, pero el dolor hizo que no pudiera.

Jim: Agh...no  puedo.

Karla: No te muevas Jim.

Sara. Eso, nosotras nos encargamos.

Unos minutos después las chicas habían terminado de tapar la entrada con hojas y ramas.

Jim: Esto es horrible, me siento un inútil y todo por esta maldita pierna.

Fran: No te preocupes Jim, yo estoy igual.

Lorena: Tienes la rodilla muy hinchada Jim, deberíamos hacer una radiografía para ver si está rota.

Mini: Ahora no podemos hacérsela.

Lorena: Ya, obviamente.

Izana: Aún así podemos ayudarle, te vamos a inmovilizar la pierna para que te duela lo menos posible.

Jim: Vale... .

El resto del grupo ya estaba a punto de llegar a la salida del bosque.

Elisa: Venga, ya queda poco.

Carlos: Eso, vamos a por el último esfuerzo.

Mientras tanto Izana y Lorena le inmovilizaron la pierna a Jim con dos palos y un trozo de la chaqueta de Izana.

Jim: Que bien lo hacéis chicas, no veía algo así desde hace mucho. ¿No habréis servido en los comandos especiales?

Lorena: La verdad que no hemos tenido el placer.

Izana: Solo es sentido común, una articulación no puede empeorar si no se mueve.

Jim: Así es, habríais sido grandes soldados, solo necesitáis mejor forma física.

Izana: Puede ser.

Fran: Seguro que con tus entrenamientos mejoran.

Mini: Claro, si no mueren en el intento.

Karla: Shhh calla.

Sara: Mini no hables que tú estás en tan baja forma como ellas.

Mini. Lo se, pero a mí me da igual.

Jim: Pues no debería, tienes que tomártelo enserio. Yo lo digo para que en un futuro tengáis una buena salud y no os duela todo el cuerpo, hacerme caso en esto que os estoy diciendo.

En la fábrica

El resto del grupo llegó a la fábrica, Alisia se sentó en la silla del super ordenador para programar la virtualización cuando este dio un aviso.

Alisia: Oh no.

Elisa: ¿Qué ocurre?

Alisia: XANA ha enviado a Michel y a unos monstruos a la cámara del núcleo del sector 5.

Samu: Siempre tan oportuno.

Agatha: ¿Qué hacemos?

Alisia: Dividirnos. Carlos, Agatha y Elisa ir al sector 5, Samu y yo desactivaremos la torre.

David: Yo voy con vosotros.

David llegó en el ascensor.

Carlos: David, ¿Y el jabalí?

David: Lo despiste, pero ha regresado al bosque.

Carlos: Esperemos que no encuentre a las demás.

Alisia: No podemos perder más tiempo.

En el bosque

El resto del grupo y Jim seguían ocultos en la pequeña cueva. Jim cogió una hoja que había en el suelo y la olió.

Jim: Huele raro.

Fran la olió.

Fran: Solo es menta.

Lorena: En mi jardín hay también.

Sara: Un momento, el camuflaje no sirve.

Mini: ¿Por qué?

Karla: Porque el jabalí nos va a descubrir con su olfato.

Jim: Es lo más probable.

Izana: Tenemos que ocultar nuestro olor de alguna manera, ¿Pero como?

Por otro lado Alisia virtualizó a Elisa, Agatha y Carlos en la sala inicial del sector 5.

Alisia: Ya os he programado el vehículo de Carlos, estará en el exterior de la cúpula celestial. Rápido, no hay tiempo que perder.

Agatha: Entendido.

El pasadizo se abrió y los tres avanzaron, mientras tanto los escondidos en la cueva seguían pensando algo para tapar el olor.

Jim: Si tuviéramos caca de caribú podríamos embadurnarnos.

Fran: ¿Has dicho caca de caribú?

Mini: Que puto asco.

Jim: Si, da asco, pero funciona.

Karla: ¿Cómo lo sabes? ¿Lo has probado?

Jim: Si, es un viejo truco indio que usaba en Quebec para sorprender a los pirómanos.

Todos se quedaron en silencio.

Jim: En fin, no estamos en Canadá, así que no hay caca de caribú.

Izana: Mejor, no pienso embadurnarne de ninguna caca.

Lorena: Lo mismo digo.

Sara: A mí se me ha ocurrido algo, ahora vuelvo.

Sara se fue e Izana y Karla la siguieron para que no fuera sola. Al mismo tiempo Alisia se virtualizó junto a Samu y a David en el sector del bosque. Alisia había programado la tabla y el aerodeslizador.

David: Bien, así me gusta.

David se subió a la tabla y Samu en el aerodeslizador junto a Alisia.

Samu: Tengo que decirle a Fran que me haga mi propio vehículo.

Alisia: Hay cosas mucho más importantes ahora mismo.

Samu: Ya, seguramente.

David: Bueno, ¿Nos vamos?

Alisia: Si, adelante.

Los tres se pusieron rumbo hacia la torre. Mientras, Sara, Karla e Izana regresaron a la cueva con un montón de hojas de menta cada una.

Fran: ¿Qué hacéis con eso?

Karla: Ocultar nuestro olor.

Sara: Coger un poco y restregárosla por el cuerpo.

Izana: Eso debería valer para quitar nuestro olor.

Jim: Está bien.

Todos se empezaron a frotar con las hojas de menta.

Jim: Tienen un olor horrible.

Lorena: Es cien veces mejor que la caca de caribú.

Jim: No sabría decirte.

Todos terminaron de restregarse las hojas.

Izana: Ahora solo queda esperar.

Mini: Espero que los demás puedan desactivar la torre de Lyoko.

Jim: Pero qué dices Bárbara, estás delirando.

Sara: No la hagas caso, son juegos suyos.

Lorena: Jim, háblanos de cuando estuviste en Canadá.

Jim: Ja ja ja, es una historia muy larga, pero atentas... .

En Lyoko

Agatha, Carlos y Elisa llegaron al exterior de la cúpula celestial. Carlos se subió en su moto junto a Agatha y Elisa creó su esfera.

Carlos: Esto es más fácil que los ejercicios de Jim.

Elisa: No hay comparación.

Samu, Alisia y David fueron a las coordenadas donde supuestamente tenía que estar la torre, cuando llegaron vieron que no estaba.

David: ¿Ha dónde se ha ido la torre?

Samu: ¿Segura que era aquí?

Alisia: Creo que si, no lo entiendo. A lo mejor he cometido algún error, sin Fran esto no va a ser fácil.

De repente apareció un cangrejo de detrás de un árbol y se puso a disparar al equipo.

Samu: ¡Cuidado!

Los guerreros esquivaron los disparos en los vehículos.

Alisia: Vámonos de aquí.

El equipo tomó el camino que había delante, pero apareció un cangrejo en medio. Alisia le lanzó una esfera de energía y lo eliminó.

David: Con tantos monstruos en la zona la torre no debe estar muy lejos.

Por otro lado, Carlos, Agatha y Elisa llegaron al sur de la cúpula celestial y entraron por la compuerta, una vez dentro activaron la llave para desbloquear las escaleras que llevaban a la sala del núcleo. Cuando subieron vieron en lo alto de la sala a las mantas disparando al núcleo, Michel estaba encima de una de ellas dirigiendo el ataque.

Agatha: Vamos allá.

Carlos: Si jefa.

Los tres empezaron a subir por las escaleras para llegar a lo alto de la sala. Unas mantas les vieron y fueron a por ellos, les dispararon, pero esquivaron los láseres.

Carlos: No hay dais tiro, sois unas mantas.

Elisa: Literalmente.

Elisa se cubrió de los láseres con sus cuchillos y Agatha girando su látigo. Carlos vio en lo alto a Michel subido en una manta.

Carlos: Ahí tenemos a nuestro amigo.

Agatha: No creo que él ahora mismo nos considere sus amigos.

Agatha giró su látigo provocando un tornado que impactó en una manta, esta fue destruida.

En el bosque

Jim seguía contándole su vida al grupo cuando de repente Fran escuchó un ruido fuera.

Jim: Entonces descubrí que hace más de un siglo mi familia era india... .

Fran: Shhh... .

Los dos jabalís, estaban en la entrada de la cueva. Olieran las hojas que la cubrían y se fueron.

Mini: Pues si que ha funcionado la idea.

Izana: Ya, la menta huele bastante fuerte.

Sara: Esperemos que aguante lo suficiente.

Jim: Lo bueno de la caca de caribú es que dura mucho.

Lorena: Por favor, dejemos ya la caca de caribú.

Karla: Si, es asqueroso.

En Lyoko

David, Samu y Alisia estuvieron un rato dando vueltas por el sector para ver si encontraban la torre, pero no la encontraron.

David: ¿Dónde está esa maldita torre?

Samu: Hemos mirado en todos lados y no está.

Alisia: Hay que dar la vuelta para volver donde empezamos, la torre tiene que estar ahí.

Samu: Como tú digas.

Los tres dieron media vuelta para volver donde antes, cuando llegaron Samu recibió un disparo que le tiró del aerodeslizador. Alisia no pudo tomar el control y cayó también, un cangrejo les había atacado.

Samu: Esa no me la esperaba.

El cangrejo fue a atacarles otra vez, pero David le disparó una flecha que lo eliminó. Luego llegaron otros dos cangrejos que rodearon a Samu y a Alisia. David fue a cubrirles desde el aire, pero otro cangrejo le disparó por detrás y le desvirtualizó.

Mientras tanto, el resto del grupo seguía en la cueva, de repente las cabezas de los jabalís se asomaron en el interior.

Jim: Oh no, nos han encontrado.

Mini: Tenemos que irnos corriendo.

Karla: Fran, Lorena y Jim están heridos, no pueden correr.

Izana pensó en algo rápido.

Izana: ¡Ehhh cerdos venir a por mí!

Izana salió corriendo.

Sara: ¡Izana!

Sara fue junto a Izana y los jabalís fueron detrás de ellas.

Jim: No tendrán la mayor forma física, pero valor las sobra.

Por otro lado Agatha, Elisa y Carlos seguían enfrentándose a las mantas mientras otras atacaban al núcleo. Elisa le lanzó uno de sus cuchillos a una de las mantas y la eliminó.

Elisa: La primera capa del escudo debe estar a punto de caer, tenemos que hacer algo.

Carlos: Yo tengo una idea.

Agatha: ¿Cuál?

Carlos: Esta.

Carlos saltó encima de una manta cuando estaba yendo hacia arriba y se agarró a ella. Michel vio como Carlos estaban yendo hacia él en una manta.

Michel: Atacar.

Las mantas se pusieron a dispararle.

Carlos: A ver si me dais.

Una manta disparó a la manta en la que iba montado Carlos y la destruyó, este aterrizó en un escalón cerca del núcleo. Agatha y Elisa estaban subiendo cuando una manta disparó a Elisa y la desvirtualizó. Agatha giró su látigo y lanzó un tornado a la manta en la que se encontraba Michel, este saltó y el ataque eliminó a la manta.

Agatha: Bien.

De repente Michel apareció detrás de Agatha en humo y sacó su espada, fue a atacarla, pero Carlos se puso en medio y la protegió con sus espadas.

Carlos: Primero enfréntate a mí.

En el bosque

Izana y Sara iban corriendo por el bosque huyendo del jabalí cuando llegaron a la zona de entrenamiento, se subieron a la cuerda que había colocado Jim entre dos árboles. Los jabalís se pusieron a dar golpes a los árboles para tirarlas.

Izana: Tenemos que aguantar.

Sara: Nosotras si, la pregunta es si resistirán los árboles.

Karla y Mini llegaron y vieron a sus amigas en peligro.

Karla: Tenemos que hacer algo.

Mini: Si.

Mini se puso a lanzarles rocas y captó su atención.

En Lyoko

Alisia y Samu se estaban enfrentando a los cangrejos, este último se colocó debajo de uno y le atravesó desde abajo con su puño de fue provocando que explotara.

Samu: Eso es.

Otro de los cangrejos disparó a Samu y lo desvirtualizó. Alisia le lanzó una esfera de energía y lo eliminó. El cangrejo restante fue detrás de Alisia. 

David y Elisa subieron a la sala del super ordenador y esta última se sentó en la silla.

Elisa: Alisia, ¿cómo vas?

Alisia: Más o menos, dime donde está la torre.

Elisa: Según esto deberías tenerla al lado.

Alisia: Imposible, no la veo.

Alisia lanzó una esfera de energía al cangrejo que la perseguía y este lo esquivó, el ataque impactó en la torre provocando que se hiciera visible.

Alisia: Ya la veo, XANA ha intentando tomarnos el pelo.

En el bosque

Uno de los jabalís fue a por Mini mientras el otro seguía golpeando al árbol.

Mini: ¡Ahh!

Karla se puso en medio con una rama de árbol para frenar al jabalí, le estaba impidiendo acercarse, pero no iban a resistir mucho más.

El otro jabalí dio un golpe al árbol que provocó que Izana quitase los pies de la cuerda y se quedara colgando de las manos.

Sara: ¡Aguanta Izana!

Izana: ¡Eso hago!

En Lyoko

Carlos y Michel estaban teniendo un duelo de espadas, este último le quitó una de las espadas a Carlos y le dio una patada que le tiró al suelo. Después saltó sobre él para atacarle, pero Carlos se protegió con su espada. Michel estaba encima de Carlos haciendo fuerza con su espada para desvirtualizarle.

Michel: Es inútil, estás acabado.

Carlos: No lo creo.

Cuando Carlos ya no podía aguantar más, Agatha saltó encima de Michel y le dio una patada.

Agatha: No está solo.

Michel se levantó, fue a atacarles con su espada, pero Agatha se la quitó con su látigo, después enganchó a Michel y lo lanzó contra Carlos, este le clavó la espada y lo eliminó.

Carlos: Buen trabajo en equipo.

Agatha: La verdad que si.

En el bosque

El jabalí seguía intentando alcanzar a Mini y Karla, la rama no iba a aguantar mucho más.

Mini: ¡Es el final!

Karla: Esta vez creo que tienes razón.

Izana se estaba resbalando de la cuerda, el otro jabalí estaba abajo esperándola.

Sara: Izana ya voy a ayudarte.

Izana: No puedo más... .

De repente los jabalís fueron atacados por una oleada de piedras, se giraron y vieron a Lorena, Fran y Jim.

Jim: ¿Qué os pasa trozos de beicon con patas?

 Izana, Sara, Karla y Mini aprovecharon la distracción de los jabalís para escapar de ahí y ocultarse tras unos árboles.

Jim: Fran, Lorena, echaron a un lado.

Lorena: No.

Fran: No te quedas solo.

Jim: ¡Es una orden!

Fran y Lorena se apartaron.

Izana: Jim, no tendrías que haber salido de la cueva.

Jim: De verdad chicas me habéis demostrado ser unas valientes, pero si creéis que voy a abandonar a unas compañeras en peligro es que no conocéis al bueno de Jim.

Alisia eliminó al último cangrejo lanzándole una esfera de energía, acto seguido entró a la torre.

Los jabalís fueron a por Jim y lo arrollaron lanzándole contra unos arbustos. Después los jabalís fueron a ir a por las demás, pero Alisia desactivó la torre y volvieron a la normalidad, se fueron corriendo de la zona.

Fran: Ha estado cerca.

En el patio

 Esa misma tarde el grupo se reunió en unos bancos del patio.

David: ¿Qué ha pasado con Jim?

Elisa: Eso, no hicimos vuelta al pasado.

Samu: A lo mejor no se acuerda de nada.

Fran: Al contrario, se acuerda de todo.

Sara. Eso es bueno aunque no lo parezca.

Lorena: Para él los jabalís no eran más que unos animales salvajes.

Izana: Si, no tiene ni idea de que estaban poseídos por XANA.

Karla: Bueno, un poco más y a Mini se le escapa.

Mini: Es que pensaba que haríamos una vuelta al pasado, pero no importa. Luego de distrajo hablando de su vida.

Jim se acercó al grupo, venía caminando con un bastón.

Carlos: Hey Jimbo, ¿cómo estás?

Alisia: Que alegría que estés en pie.

Jim: Si, con ayuda del bastón, pero no es nada grave. Solo es un esguince y un moratón, estaré como nuevo en dos semanas.

Lorena: Por suerte nuestro golpe fue menor.

Fran: Si, estamos perfectamente.

David: Que mal, por un día de entrenamiento tenemos dos semanas libres.

Jim: No os preocupéis, este día ha sido muy importante para mí. No tendréis el nivel de un comando, pero le ponéis muchas ganas. En cuanto esté en forma organizaré muchas sesiones de entrenamiento, espero veros a todos ahí.

Carlos: Yo estoy ocupado lo que queda de curso.

David: Lo mismo digo.

Elisa: Es que a ver... .

Alisia: Emmm...como decirlo.

Agatha: Tus entrenamientos son demasiado... .

Samu: Horri...duros.

Izana: Yo iré.

Lorena: Yo también.

Mini: También cuenta conmigo.

Sara: Eso es.

Karla: Venga, yo también.

Fran: Yo igual.

El resto del grupo que no quería se quedó sorprendido.

Izana: Te debemos una Jim.

Lorena: Si, además nos has motivado a hacer más deporte.

Karla: Eso, pero por favor no te pases.

Jim: Sabía que podría contar con vosotras, nos vemos comando.

Jim se fue

Elisa: Estoy soñando, ¿habéis dicho que iréis? ¿¡Vosotras!?

Agatha: Sois las que peor lo pasabais.

Carlos: Ya se lo que os pasa, sois masoquistas.

David: Eso, os da placer la tortura.

Mini: No es eso.

Fran: Los entrenamientos no estuvieron tan mal.

Izana: Si, sois muy quejicas.

Todos se quedaron flipando, Izana estaba muy contenta porque Jim había dicho que era una valiente.


FIN DEL CAPÍTULO













































































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