El último asalto
El grupo se encontraba en la fábrica. Fran, estaba en la sala del super ordenador y los demás estaban abajo en la sala de los escáneres junto a Opera.
David: Bueno bro, ¿prometes no decir nada de esto?
Opera: Si, lo prometo.
Carlos: Esa es bro.
Fran: Bien Opera, ahora métete en el escáner. Vamos a grabar tu imagen virtual en el super ordenador, así serás inmune a las vueltas al pasado.
Mini: Serás uno de nosotros al cien por ciento.
El escáner se abrió y Opera lo vio.
Sara: ¿Estás preparado o tienes miedo?
Opera: Yo no, ¿y tú?
Sara: Yo tampoco.
Lorena: Bueno Sara, tú lo tenías.
Sara: Ya, antes, pero ahora no.
Opera: ¿Entonces por qué no vas a Lyoko?
Karla: Porque XANA la metió un virus del que no puede librarse.
Opera: ¿Y vosotras?
Mini: Yo no quiero.
Karla: Yo tampoco.
Opera: Vaya, bueno no os preocupéis, ya he llegado yo para ayudaros.
Alisia: Aún puedes arrepentirte.
Opera: Ni en broma.
Opera se metió en el escáner.
Elisa: Estoy sorprendida de que metamos a Opera en el equipo, pero después de que me dijerais que el sector de las montañas desapareció, creo que no nos viene nada mal.
Fran realizó el escáner a Opera.
Lorena: ¿Cómo estás?
Opera: Listo para luchar contra XANA, y con ganas de ver mi aspecto en Lyoko.
Izana: Relájate un poco, XANA es mucho más peligrosa de lo que te imaginas.
Agatha: Además, aún no tienes práctica.
Elisa: Pasará un tiempo hasta que te adaptes al combate.
Alisia: Lo mejor es que nos observes y aprendas, por lo menos al principio.
Opera: Vale tranquilos, no soy de los que se las da de protagonista.
El grupo salió de la fábrica y fue caminando por el puente.
Sara: Espero que XANA no ataque mañana, me he apuntado al campeonato de skate.
David: Yo también, voy a por todas.
Karla: Pero si tú no sabes montar en skate.
David: No sabía, pero Sara me ha estado enseñando.
Sara: Es verdad, me dijo que le ayudara antes del campeonato.
Fran: Espero que no te mates.
David: Yo también lo espero.
Lorena: Bueno gemelos, ¿Nos vamos?
Carlos: Ok.
Alisia: ¿A dónde vais?
Agatha: A casa, se van a quedar esta noche.
Mini: ¿Por qué?
Carlos: Su padre aún no ha vuelto, y nos da cosa que estén solas. Nos quedaremos esta noche.
Agatha: Si, mi padre regresa mañana, dudo que intenten algo con él en casa.
Opera: Que caballeroso por vuestra parte.
David: No es nada.
Sara: Oye, yo también quiero ayudar.
Lorena: Gracias Sara, pero no te preocupes.
Sara agachó la cabeza.
Izana: Bueno pues nos vemos mañana.
Elisa: Tener cuidado y acordaros, si pasa algo avisar.
Carlos: Vale, chao.
Los gemelos, Agatha y Lorena se fueron por la ciudad y el resto se metieron en las alcantarillas.
En la habitación de Sara y Mini
Mini estaba tumbada intentando dormir y Sara estaba sentada en la cama acariciando a Urf. Mini vio a Sara pensativa.
Mini: ¿Qué te ocurre Sara?
Sara: Nada, es que necesito ayudar a Lorena de alguna manera.
Mini: Pues hazlo, tú puedes hacer lo que te de la gana.
Sara: ¿Si?
Mini: Claro, demuéstrale a Lorena tu amor.
Sara: Tampoco te pases.
Mini: Vale vale.
Sara: Vale, luego vengo. Tengo que hacer una cosa.
Sara salió corriendo de la habitación y Mini miró a Urf.
Mini: A saber que va a hacer.
En casa de Lorena
Lorena, Agatha, David y Carlos habían cenado y se pusieron a jugar una partida del UNO. Cuando terminaron hablaron de lo que iban a hacer.
Carlos: Propongo hacer guardias, yo haré la primera mitad de la noche.
David: Pues yo la segunda.
Lorena: Un momento, encima que os quedáis no os vamos a hacer estar despiertos toda la noche. Nosotras también rotaremos para hacer las guardias.
Agatha: Exacto.
David: Ok, si vosotras queréis.
Se dividieron la noche entre los cuatro, empezaba Carlos, a las dos horas le tocaba a Agatha, luego a David, y para terminar Lorena.
Pasada una hora Carlos estaba jugando al Subway surfers en el móvil cuando escuchó un ruido que venía de la cocina.
Carlos: ¿Quién anda ahí?
Carlos fue a la cocina y vio a Agatha bebiendo agua.
Carlos: Uff menos mal, pensaba que había entrado alguien.
Agatha: Perdón, no quería asustarte.
Carlos: ¿Qué haces levantada? ¿Aún no han pasado dos horas no?
Agatha: No no, es que no podía dormir y he bajado a beber agua.
Carlos: ¿Por qué no puedes dormir? Si es por miedo a que venga alguien no te preocupes que estoy vigilando.
Agatha: No es eso.
Carlos: ¿Entonces?
Agatha: No se si debería contarlo, pero es que no puedo aguantarlo más.
Carlos: Si tienes algo que decir solo suéltalo, yo no diré nada.
Agatha: ¿Me lo prometes?
Agatha miró a Carlos seriamente.
Carlos: Me estás asustando, pero si, te lo prometo.
Agatha: Ven, sentémonos.
Mientras tanto David y Lorena estaban en la habitación de arriba.
David: Oye Lore, ¿puedes dormir?
Lorena: La verdad que no, tengo muchas cosas en la mente que no me dejan estar tranquila.
David: Normal, estás pasando por muchas cosas ahora mismo. ¿Cómo llevas lo de tu padre?
Lorena: Si te digo la verdad no lo se, por un lado estoy enfadada con él por haberse ido y por otro lado le echo de menos y quiero que vuelva.
David: Tiene sentido, es tu padre y quieres que esté a tu lado.
Lorena: ¿Tú quieres que tu padre esté a tu lado?
David: Lo nuestro es un caso diferente, no hemos visto nunca a nuestro padre, además es un cabrón.
Lorena: ¿No te gustaría conocerle?
David: Siendo sinceros no, no tengo la necesidad. No se puede querer a un hombre que ni siquiera quiso conocer a sus hijos.
Lorena: Vaya...lo siento.
David: No te preocupes, lo tenemos asumido, no necesitamos la figura de un padre para salir adelante.
Lorena: Ya, pero es que tampoco tenéis la de una madre.
David: Ya, pero tenemos a nuestra abuela que hace ese papel, y estamos genial. La cosa es que tú si tienes un padre al que extrañar, y por muchas cagadas que haga seguirá siendo tu padre.
Lorena: Jo, en verdad ahora mismo estamos en la misma situación.
David: Bueno, en cierto modo si.
Lorena: ¿Vosotros le habéis perdonado las cagadas a vuestra madre?
David: Si, a día de hoy lo seguimos haciendo.
Lorena: ¿Y no os cuesta? Es que yo no se si podré volver a tratar igual a mi padre después de esto.
David: Mira Lore, obviamente esto es un antes y un después en vuestra relación, pero tenéis que seguir adelante. A nosotros no nos cuesta perdonar a nuestra padre por el simple hecho de que es nuestra madre y los padres y madres no hay que darles la espalda nunca. También te digo, tienes que hacer que no te afecte lo más mínimo lo que hagan, porque si sufres cada vez que la cagan no vas a poder vivir feliz.
Lorena: ¿Eso es lo qué hacéis vosotros?
David: Si, nosotros tenemos nuestra vida con nuestra abuela y sabemos separarla de las cosas de mi madre, ella sabrá lo que hace. A la única que se perjudica es a ella misma, nosotros seguimos con nuestra vida, aunque siempre nos tendrá. Por eso te digo que tu padre sabrá lo que hace al irse, a lo mejor es por un buen motivo o es un sin sentido, eso ya lo tomarás tú como quieras, pero no le odies.
Lorena: David, menuda reflexión acabas de soltar.
David: Ya, es que cuando me pongo me pongo.
Lorena dio un abrazo a David.
Lorena: Gracias.
David: De nada.
Agatha y Carlos se sentaron en el sofá.
Agatha: Vale, lo que te voy a contar no puede salir de aquí.
Carlos: Entendido.
Agatha: Tiene que ver con el padre de Lorena y Alisia.
Carlos: ¿Qué es lo que sabes?
Agatha le contó a Carlos lo que descubrió el día siguiente al que recibieron la carta de Jorge diciendo que se iba un tiempo. Le dijo lo de Miguel y lo de que Jorge le pidió que no dijera nada a Lorena por seguridad.
Carlos: Entonces, ¿hablaste con el padre de Lorena y Alisia?
Agatha: Si, le noté preocupado.
Carlos: ¿No crees que Lore debería saberlo?
Agatha: Si, pero me dijo seriamente que no le contara nada. Me dio a entender que estaba metido en una cosa muy peligrosa y que era mejor que Lore estuviera al margen.
Carlos: ¿Y todo esto después de que supiera que Alisia seguía viva?
Agatha: Si.
Carlos: ¿No crees que puede tener alguna relación?
Agatha: Ahora que lo dices, si que es una extraña coincidencia.
Carlos: Se me viene a la mente una locura. ¿Y si lo que ha estado pasando últimamente tiene algo que ver con el motivo por el que Jorge se fue? Es decir, el atropello de Samu, que intentaran entrar aquí, todo gira en torno a nosotros y a Lyoko. Jorge se fue cuando descubrió que Alisia estaba viva, y después va y dice que tiene algo entre manos que es peligroso. Me parece muy raro todo.
Agatha: Vaya, estoy muy sorprendida con tu deducción. Hay algo que me preocupa de lo que dices, y es que tiene mucho sentido.
Carlos: Lo se.
Agatha: No se que hacer ahora mismo.
Carlos: ¿Y si hablas con Jorge otra vez? Pídele que te explique lo que está pasando, si se entera que intentaron entrar aquí supongo que os dirá algo.
Agatha: Si, cuando hable con él me dijo que si pasaba algo extraño me pusiera en contacto con él, yo le pregunte que a que se refería, me dijo que si pasaba lo sabría.
Carlos: Pues creo que ya ha pasado, tienes que comunicarte con él.
Agatha se lo pensó.
Agatha: Si, tienes razón, pero ¿vendrías conmigo?
Carlos: ¿Yo?
Agatha: Si, no me apetece ir sola, y eres la única persona que sabe esto ahora mismo.
Carlos: Está bien, iré contigo.
De repente escucharon un ruido que venía de fuera, David y Lorena bajaron corriendo las escaleras.
Lorena: ¿Lo habéis escuchado.
Agatha: Si.
Carlos y David se asomaron a la ventana y vieron un coche.
Carlos: Hay un coche aparcado en frente.
Agatha se asomó.
Agatha: Es el mismo de la última vez.
Lorena: ¿Qué hacemos?
David: Lo que teníamos planeado, todos a sus posiciones.
Lorena: Vale.
Cada uno se fue a un sitio. El mismo hombre de la última vez salió del coche.
???: Esta vez si.
El hombre abrió la puerta de la casa con una horquilla y entró. Se dirigió al piso de arriba sigilosamente.
Sara llegó a la calle de la casa y vio el coche aparcado.
Sara: Oh no.
El hombre subió al piso de arriba y entró a la habitación de Lorena y Agatha, las vio tumbadas en sus camas, parecía que estaban dormidas.
???: Aquí estáis.
El hombre fue a coger a Lorena cuando David salió del armario y se le tiró encima.
David: ¡Eres el mismo tío que quiso entrar a la habitación de Samu!
???: ¿¡Vosotros otra vez!? ¡Quítate de encima mocoso!
El hombre tiró a David contra el armario y lo rompió.
David: Agh... .
Lorena y Agatha se levantaron de las camas, el hombre fue a acercarse a ellas pero algo le agarró los pies.
Carlos: ¿A dónde crees que vas?
Carlos salió de debajo de la cama y se enganchó a sus piernas.
???: Sois muy molestos chavales, apartaros de mi camino.
El hombre metió una patada en el estómago a Carlos y lo dejó en el suelo.
???: Dejemos ya las tonterías, tú te vienes conmigo.
Dijo mirando a Lorena.
Lorena: ¿Yo?
Agatha: Déjala.
El hombre empujó a Agatha a un lado y cogió a Lorena como un saco, esta intentó liberarse dándole golpes, pero no surtieron efecto. Después fueron bajando por las escaleras.
Lorena: ¿¡Qué quieres de mí!?
???: ¿No lo sabes? Deberías preguntárselo a tu padre.
Lorena se quedó en shock y dejó de darle golpes.
Lorena: ¿Mi padre?
Agatha cogió un jarrón y desde el piso de arriba se lo tiró al hombre, provocando que soltara a Lorena.
???: ¡Serás...!
Carlos y David se unieron a Agatha y se pusieron a tirarle cosas para que no se acercara a Lorena.
David: ¡Largo de aquí!
???: Esto no va a quedar así.
El hombre se fue corriendo.
Carlos: ¡Y no vuelvas!
Sara estaba alrededor del coche del hombre, le vio salir de la casa corriendo y se escondió. El hombre se metió en el coche y se fue a toda velocidad. Acto seguido Lorena, Agatha, Carlos y David salieron de la casa y vieron a Sara.
Lorena: ¿Sara? ¿Qué haces aquí?
Sara: Pues... .
Todos la miraron.
En el patio
A la mañana siguiente todo el grupo se reunió en el patio para hablar de lo que pasó por la noche.
Elisa: Joder, menos mal que no te llevó con él.
Izana: ¿Por que razón quería llevarte con él.
Lorena: No lo se, dijo algo que me dejó confundida.
Karla: ¿El qué?
Lorena: Cuando le pregunté que quería de mí me dijo que debería preguntárselo a mi padre.
David: Estoy flipando, el mismo tío que quiso acabar con Samu, es el mismo que entró a vuestra casa, y encima tiene algo que ver con vuestro padre.
Alisia: Me apostaría lo que sea a que tiene algo que ver con su marcha.
Carlos miró a Agatha, todo estaba conectado, eso era literalmente lo que le había dicho anoche.
Fran: Yo tengo otra duda, ¿por qué Sara estaba allí?
Sara: Porque... .
Mini: A mí me dijo que quería ayudar de alguna manera a Lorena.
Sara: Cállate.
Carlos: No pasa nada Sara, está bien.
Agatha: Si que ayudo.
Karla: ¿Qué hiciste?
Sara: A ver, coloqué el rastreador de Urf en el coche del hombre este mientras estaba dentro de la casa.
Fran: ¿Estás diciendo que sabemos la posición del enemigo?
Sara: Si.
Opera: Esa ha sido una jugada maestra.
Sara: Gracias., tengo la ubicación en mi móvil.
Lorena: Genial, pues vamos para allá.
Elisa: Espera, no creo que debamos hacer eso.
Lorena: ¿Por qué?
Elisa: No ha pasado ni un día desde que te ha intentado secuestrar, tenemos que esperar un poco.
Izana: Además, no me parece muy buena idea que tú vayas Lore. Eres a la persona que quiere.
Lorena: Me da igual, quiero respuestas.
David: Te entendemos Lore, pero nos ha costado mucho defendernos contra uno, no sabemos que nos vamos a encontrar allí.
Carlos: Eso, deberíamos esperar a mañana para hacer un plan.
Lorena: Joder.
Fran: Bueno, pues ya hablaremos de esto. Me voy a terminar un programa en el que estoy trabajando.
Alisia: Voy contigo.
Karla: Yo también, no tengo nada que hacer.
Sara: Nosotros nos vamos al campeonato de skate. ¿Estás listo David?
David: Claro que si, la voy a romper.
Carlos: Procura no romperte nada, como me entere de que te has hecho algo te reviento.
David: ¿No vas a venir?
Carlos: Tengo que...ir a terminar una cosa para el trabajo de inglés.
David: Ah vale, pensaba que ya lo tenías hecho.
Carlos: Es que... .
Agatha: Es que le vi el trabajo y estaba bastante mal, le voy a ayudar a terminarlo.
Carlos: Claro, es que se le da muy bien el inglés.
Opera: A mí también bro, te ayudo si quieres.
Carlos: No te preocupes.
Elisa: A mí es a la que mejor se le da, ¿quieres que le eche un vistazo?
Carlos: Que no, que ya me ayuda Agatha.
Todos le miraron.
Agatha: Si...me hace ilusión.
Mini: Madre mía que gente más rara.
David: Ya que estás Agatha, revisa el mío también.
Agatha: Ok, adiós
Carlos y Agatha se fueron.
Elisa: Yo me voy al hospital, esperaré a que traigan a David con algún hueso roto.
David: ¡Oye!
Elisa: Es broma, voy a comentarle a Samu lo que ha pasado.
Mini: ¿Puedo ir contigo? Quiero saludarle.
Elisa: Claro.
Mini: Genial, adiós guapos.
Mini y Elisa se fueron.
Opera: Estoy muy perdido con toda la historia que tenéis montada, ¿qué pasa con el padre de Lorena? ¿Quién atropelló a Samu?
Karla le dio un cuaderno a Opera.
Karla: Toma, léetelo. La historia es confusa, pero ahí la tengo explicada. Así te enteras de todo.
Opera: Guay, me pondré al día con esto. Mo voy a comprar una coca cola y a leer tranquilamente tumbado en el parque. Hasta luego.
Opera se fue
Alisia cogió a Lorena y la echó a un lado para hablar.
Alisia: Lore, quería pedirte perdón.
Lorena: ¿Por qué?
Alisia: Algo de mí se siente culpable de la situación que estás viviendo ahora mismo. Si yo no hubiera aparecido tú seguirías con ti vida normal. Además no he estado a tu lado estos días y lo has estado pasando mal, no soy una buena hermana
Lorena: Alisia, no me tienes que pedir perdón. Que hayas aparecido en mi vida es increíble, he recuperado a la hermana que pensaba que había perdido. Y no te preocupes, yo también he estado distante estos días. Me he sumergido en mis cosas y no nos hemos parado a hablar ni un segundo.
Alisia: Bueno, pues dejémoslo en un punto medio, las dos tenemos la culpa.
Lorena: Me parece bien, te quiero hermanita.
Alisia: Y yo, siento que no vayamos a ir hoy en busca del tío ese, te prometo que encontraremos respuestas.
Lorena: Lo se, tranquila.
Lorena y Alisia se abrazaron.
Fran: Alisia, ¿nos vamos?
Karla: Calla, están en momento de hermanas.
Alisia: No te preocupes, ya está. Nos vemos luego.
Lorena: Adiós.
Alisia, Karla y Fran se fueron a la habitación de este último, los demás se fueron al gimnasio, allí se iba a llevar a cabo el campeonato.
En el gimnasio
Lorena, David, Sara e Izana llegaron al gimnasio y vieron lo que habían montado para el campeonato.
Izana: Está guay.
Sara y David se pusieron los cascos y las protecciones.
David: Gracias por venir a vernos chicas.
Lorena: Yo me voy a tener que ir, lo siento.
Sara: ¿A dónde?
Lorena: A hacer una cosa, pero antes necesito hablar contigo Sara.
Sara: Vale.
Sara y Lorena se echaron a un lado.
Izana: ¿Qué la querrá decir?
David: Ni idea.
Izana: Bueno, yo me voy a comprar unas palomitas para comer mientras os veo.
Izana se fue
Sara y Lorena estaban hablando.
Lorena: Sara, necesito que me digas la ubicación que te marca el rastreador.
Sara: ¿Qué? ¿Para qué? Espero que no estés pensando en hacer lo que estoy pensando que quieres hacer.
Lorena: Sara, confía en mí. Necesito la ubicación.
Sara: No, no puedo dejar que vayas a ese sitio. Eso es lo que quiere que hagas el tío ese.
Lorena: Me da igual, no se va a esperar que vaya, le pillaré por sorpresa.
Sara: Ni hablar, además ahora mismo ninguno estamos disponibles, y no vas a ir tú sola.
Lorena: Sara, no puedo esperar, necesito respuestas.
Sara: Lo siento, además no la tengo aquí, está en mi cuarto.
Lorena se acercó mucho a Sara.
Lorena: Sara, necesito la ubicación por favor, no sabes por lo que estoy pasando ahora mismo. Si de verdad me quieres dámela por favor.
Sara se quedó mirándola a los ojos fijamente.
Sara: No te la voy a dar, precisamente porque te quiero y no quiero que te pase nada.
Lorena: Sara.
Sara: ¡Qué no!
Todo el mundo escuchó el grito y las miró, David se acercó rápidamente a ellas.
David: Chiquis, tranquilas, intentar llamar un poco menos la atención.
Sara: Perdón, pero es que Lorena no para de insistirme en que la de la ubicación del tío este para que vaya, y no pienso hacerlo.
David: Lore.
Lorena: David, necesito ir, necesito respuestas sobre lo de mi padre.
David: Y las tendrás, te lo prometo. Te juro que en cuanto termine el campeonato nosotros mismos iremos contigo a la ubicación.
Lorena miró a Sara y a David.
Lorena: Vale, gracias. Nos vemos luego.
Lorena se fue
Sara: David, ¿estás seguro?
David: Si, luego lo hablamos con los demás.
Sara: Ok, como quieras.
David: Por cierto Sara, has hecho muy bien en no dársela.
Sara: Gracias, me ha costado.
David: Lo se.
Izana llegó con las palomitas.
Izana: ¿Y Lore?
David: Se ha ido.
Sara: Tenía que hacer una cosa.
Izana: Vaya. Bueno venga, quiero que comiencen las ostias.
Todo el mundo se sentó en la grada y Jim dio inicio al evento.
Jim: Buenas tardes a todos, la academia Kadic tiene el honor de daros la bienvenida al gran campeonato de skate, yo soy un experto en el tema.
Izana: ¿Si?
Jim: Si, de hecho fui campeón de un concurso así en los años setenta.
Sara: Ya, pero seguro que prefieres no hablar del tema.
Jim: En realidad me encantaría, pero no hay tiempo. Venga, ¡qué comience el campeonato!
Ahmed fue el primero en subir a la rampa, al bajar se pegó una ostia contra el suelo.
Ahmed: Mierda... .
Varios alumnos fueron pasando por ahí con el mismo resultado. Llegó el turno de Sara, se deslizó por la rampa e hizo un par de trucos impresionantes. Todos la aplaudieron.
Jim: Genial Sara.
Sara: Gracias.
Jim: Tu turno David.
David: Madre mía.
Sara: Tú puedes, como yo te he enseñado.
David: Vale.
David se deslizó por la rampa e hizo un par de giros sin caerse, realizó un truco final y volvió abajo.
Todos aplaudieron.
Izana: Genial David, pensaba que te ibas a matar.
David: Gracias por la confianza.
???: Oye David, ha estado genial.
David se giró y vio a Alejandra.
David: ¡Alejandra!
David se cayó del skate de los nervios.
Izana: Ahí está la caída que esperaba.
David: ¿Cómo estás?
Alejandra: Muy bien.
Sara e Izana se miraron entre ellas.
En la habitación de Fran
Fran, Alisia y Karla terminaron el programa que Fran había hecho, lo comprobaron y el resultado fue positivo.
Fran: ¡Vamos!
Karla: ¿Para qué es este programa?
Fran: En teoría, gracias a este programa deberíamos encontrar a vuestra madre en Lyoko.
Alisia: ¿¡Qué!? ¡Es genial! Vamos a probarlo ahora mismo.
Los tres salieron de la habitación y se cruzaron con Michel.
Michel: Hola gente.
Fran: Michel, ¿qué haces aquí?
Michel: Menuda pregunta, si ya lo sabes. Me dijiste que me ayudarías con el trabajo de física.
Fran: Ostia, se me había olvidado. Es que ahora no me viene muy bien.
Michel: Bro, no me jodas. Necesito ayuda urgentemente, no seas perro.
Karla: Fran, tienes que ayudarle, se lo has prometido.
Michel: Esa es.
Alisia: No te preocupes, nos vamos nosotras y te llamo cuando pruebe el programa.
Fran: Está bien, pasa Michel.
Michel: ¡Vamos!
Michel entró a la habitación y Alisia y Karla salieron.
Por otro lado, Lorena entró a la habitación de Sara y Mini, buscó por todo el cuarto hasta que encontró el aparato que marcaba la ubicación del hombre misterioso.
Lorena: Aquí está, gracias Sara por decirme que la tenías en tu cuarto.
Lorena se fue
En el hospital
Mini y Elisa llegaron al hospital y vieron a la enfermera que trataba a Samu.
Elisa: Buenas, ¿cómo está Samu?
Enfermera: Mejor, ha aguantado muy bien el ataque de la sustancia dañina.
Mini: Pobrecito, está aguantando de todo.
Enfermera: Pues si, me pregunto como habrá aparecido esa sustancia dentro de su organismo,
Elisa: ¿No la ha podido generar su cuerpo solo?
Enfermera: No, eso es imposible. Nuestros organismos no producen ese tipo de sustancias.
Mini: A lo mejor ha sido por el tratamiento o algo.
Enfermera: No puede ser, esa sustancia solo se adquiere si alguien te la inyecta.
Mini: ¿Alguien le metió una sustancia mortal a Samu?
Enfermera: Eso parece.
Justo en ese momento Elisa recordó que cuando fue a pasar a la habitación de Samu se cruzó con un enfermero que le dijo que le había dado un último tratamiento.
Enfermera: Me cuesta pensar quien pudo ser, la persona que entró después de mí a ver a Samu fuiste tú Elisa.
Elisa: Un momento, no es verdad.
Mini: ¿Qué?
Elisa: Cuando fui a ver a Samu me cruce con un enfermero que salía de la habitación de Samu, me dijo que le estaba dando un último tratamiento.
Enfermera: Eso no debería ser así, la recuperación ya estaba terminada.
Mini: ¿Y si le preguntamos a Samu a ver qué pasó?
Elisa: Lo veo bien.
Enfermera: Vale, vamos.
Las tres entraron a la habitación de Samu.
Samu: Ey chicas, me alegro de veros.
Mini: ¡Samu! Que alegría.
Mini abrazó a Samu.
Samu: Cuidado, aún estoy recuperándome.
Elisa: ¿Estás mejor?
Samu: Si, aunque la sustancia esa casi me mata. Últimamente estoy cerca de la muerte.
Enfermera: De eso queríamos hablar Samu. ¿Quién fue la persona que entró después de mí y antes de Elisa?
Samu: Un enfermero.
Mini: ¿Y qué hizo?
Samu: Me dio una dosis de suero para la recuperación, era de última hora.
Enfermera: Pues te mintió.
Samu: ¿Qué?
Elisa: Ese enfermero intentó matarte.
Samu: Joder.
Enfermera: Elisa, ven conmigo. Voy a llamar a la policía y me vas a decir a que enfermero viste.
Elisa: Vale.
Mini: Yo me quedo con Samu.
Samu: Atrapar a ese cabrón.
Elisa y la enfermera se fueron.
En casa de Miguel
Agatha y Carlos llegaron a la entrada de la casa de Miguel.
Carlos: ¿Es aquí?
Agatha: Si.
Carlos: Pues si que esta apartada de la ciudad esta casa.
Agatha: Ya, bueno voy a entrar.
Carlos: ¿Entro contigo?
Agatha: Mejor no, prometí que no le diría esto a nadie.
Carlos: Vale, si pasa algo ya sabes donde estoy.
Agatha: Ok, ahora vuelvo.
Agatha entró a la casa de Miguel y llamó a la puerta, Miguel no tardó mucho en abrir.
Miguel: Anda Agatha, ¿Qué haces aquí?
Agatha: Tengo que hablar con Jorge, es importante.
Miguel: ¿Qué ha pasado?
Agatha: Pues algo que creo que Jorge tiene que saber para que me dé explicaciones.
Miguel: Vale, tranquila. Pasa.
Agatha entró y Miguel la llevó al teléfono, marcó el número de Jorge y le dio el teléfono a Agatha. Contestó una mujer.
Mujer: ¿Si?
Agatha: ¿Jorge?
Mujer: No soy Jorge.
Agatha: Perdone, ¿Quién es usted?
Rebeca: Me llamo Rebeca Martínez.
Agatha: ¿Me podría pasar a Jorge por favor?
Rebeca: No conozco a ningún Jorge.
Agatha: ¿Cómo? La última vez que llamé a este teléfono me respondió él.
Rebeca: Este móvil lo compré hace una semana en una subasta de empeños.
Agatha: No puede ser.
Rebeca: ¿Te puedo ayudar en algo más?
Agatha: No, perdón por molestar.
Agatha colgó.
Michel: ¿Cómo ha ido?
Agatha: No era Jorge, ¿Sabes quién es una tal Rebeca Martínez?
Miguel: No, nunca había oído ese nombre.
Agatha: Miguel, ¿Ahora cómo me comunico con Jorge?
Miguel: No se, esto me pilla de sorpresa como a ti.
Agatha: Esa respuesta no me vale, tienes que hacer algo. Estamos en peligro y posiblemente es por su culpa.
Miguel: ¿A qué te refieres? ¿Qué ha pasado Agatha?
Agatha: Nada, no debería haberme fiado de Jorge y no debería haberle ocultado nada a Lorena.
Agatha se fue
Miguel: Agatha espera.
Miguel salió detrás de Agatha afuera de la casa y la agarró.
Miguel: Tienes que explicarme que pasa.
Agatha: Suéltame.
Agatha empujó a Miguel y Carlos se acercó.
Carlos: Eh tío, tranquilo.
Miguel: ¿Tú quién eres?
Carlos: Carlos.
Agatha: Es un amigo.
Miguel: ¿Le has contado esto?
Agatha: Si, y me da igual lo que pienses, también se lo voy a decir a Lorena.
Miguel: Agatha relájate, tienes que confiar en mí.
Agatha: ¿Por qué? Jorge dijo que confiara en él, que se iba por un buen motivo y para alejar a Lorena del peligro, pero parece que está más cerca de él que antes.
Miguel: Si no me dices que ha pasado no puedo ayudar.
Agatha: ¿Quién sabe si ayudarías? Eres amigo de Jorge, no me fío.
Carlos: Deberíamos irnos.
Miguel: Vale, Agatha, cuando estés más calmada ya sabes donde estoy.
Agatha le miró.
Agatha: Vámonos Carlos.
Carlos y Agatha salieron de la parcela.
En el gimnasio
Izana y Sara estaban detrás de Alejandra y David hablando mientras veían a otros participantes patinar.
Sara: Pensaba que Alejandra no estaba aquí.
Izana: Yo también, pero bueno, mejor para David.
Sara: Ya, tiene la misma cara mirando a Alejandra que tú cuando miras a Alex.
Izana: ¿¡Qué dices!?
Sara: La verdad, se te pone una cara de enamorada que no puedes con ella.
Izana: Madre mía que vergüenza.
Sara: ¿Cuándo le vas a pedir salir?
Izana: Me da miedo que me rechace, que me lo pida él.
Sara: Izana, llevas esperando mucho tiempo, deberías atreverte de una vez.
Izana se quedó pensando.
Izana: No se, es difícil. ¿Tú cómo vas con Lorena?
Sara: Pues ni idea, no hemos hablado mucho del tema últimamente.
Izana: Normal, ahora tiene un montón de cosas encima.
Sara: Ya, lo se, por eso no le doy importancia.
Izana: Mejor.
David estaba sentado con Alejandra.
David: Me alegro mucho de verte, pero ¿Qué haces por aquí? Se supone que te habías mudado lejos.
Alejandra: Ya, pero mis padres han venido al barrio y he decidido pasar a saludar.
David: Que guay.
Alejandra: Si, voy a por algo de beber, ahora vengo.
Alejandra se fue.
Sara: Vaya casualidad eh David.
David: Pues si.
Izana: ¿Te sigue gustando?
David: A ver, no, cuando se fue perdí el interés.
Sara: ¿Y ahora?
David: Ahora está de paso.
Izana: Eso no es una respuesta.
David: Pues ahora tampoco, solo es una buena amiga.
Sara: No se yo.
Izana: Me cuesta creerlo.
David: Creer lo que queráis.
Jim: ¡Sara, te toca!
Sara: Voy.
Jim: David después vas tú, ve preparándote.
David: Vale.
En la ciudad
Carlos y Agatha regresaron rápidamente a la ciudad, Agatha estaba un poco alterada.
Carlos: Agatha espera.
Agatha siguió caminando.
Carlos: Agatha.
Agatha se paró.
Agatha: ¿Qué?
Carlos: Para un momento, estás muy alterada, tienes que calmarte.
Agatha: No puedo.
Carlos: ¿Qué ha pasado ahí dentro? En mi puedes confiar.
Agatha suspiró.
Agatha: Jorge no estaba, el número al que se suponía que tenía que llamar en caso de que ocurriera algo lo tiene otra persona.
Carlos: ¿Entonces no puedes hablar con Jorge?
Agatha: No, no se cómo. Y ahora con lo que ha pasado es más necesario que nunca. Un tío entra a casa hablando de él y ni siquiera nos da explicaciones. Va a por su hija y no está aquí para ayudarla y encima... .
Carlos abrazó a Agatha.
Carlos: Todo saldrá bien, tranquila.
Agatha: Gracias... , perdón por todo esto.
Carlos: No tienes que disculparte, para eso están los amigos, para ayudarse. La de veces que nos has ayudado tú a nosotros, en especial a Lorena, y ahora estás intentando volver a hacerlo.
Agatha: Ya, pero no estoy consiguiendo nada.
Carlos: Pero estás haciendo lo más que puedes para hacerlo, yo también quiero ayudar a mi amiga, por eso estoy aquí.
Agatha: Lorena tiene buenos amigos.
Carlos: Tú también.
Agatha: Gracias.
Carlos: No hay de que. Bueno, ¿Qué hacemos ahora?
Agatha: Necesito contarle de una vez a Lorena lo que está pasando.
Carlos: Pues llámala.
Agatha: Si, buena idea.
Agatha llamó a Lorena, esta llegó a la ubicación que le marcaba el rastreador. Le había llevado a un edificio que parecía abandonado.
Lorena cogió el teléfono.
Lorena: Dime Agatha.
Agatha: Lorena, necesito hablar contigo, es importante.
Lorena: Vale, pero ahora no puedo, estoy haciendo una cosa.
Agatha: ¿No estás en el campeonato de skate?
Lorena: No.
Agatha: ¿Y dónde estás?
Lorena: Mira te lo voy a contar, pero me digas nada. He seguido la ubicación del hombre que entró a casa y me ha llevado a un edificio un poco apartado de la ciudad.
Agatha: ¿¡Qué!? Lorena vete de ahí ahora mismo.
Lorena: No, necesito respuestas.
Agatha: Lore... .
Lorena colgó.
Agatha: No puede ser.
Carlos: ¿Qué pasa?
Agatha: Lorena ha ido detrás del hombre que entró a casa.
Carlos: ¿Cómo?
Agatha: No lo se, pero tenemos que hacer algo.
Carlos: Espera.
Carlos llamó a Sara, pero no contestó porque estaba patinando, de mismo modo pasó con David.
Carlos: Mierda, no lo cogen. Sara es la que tiene la ubicación.
Agatha: Tenemos que pensar en algo.
Carlos: Un momento, a lo mejor Mini también tiene la ubicación de Urf.
Agatha: No perdemos nada al intentarlo.
En el hospital
Mini y Samu estaban en la habitación de este último. Samu le estaba contando como fue la noche en la que sucedió el atropello.
Mini: Ala, que mal que Fran y tú discutierais.
Samu: Ya, ahora ya no me importa. No quiero estar mal con mi amigo.
Mini: Él tampoco, se sintió fatal cuando se enteró de lo que te pasó.
Samu: ¿Si?
Mini: Si, se sentía culpable.
Samu: Pues no es culpa suya, es culpa de los cabrones que quisieron matarme.
Mini: Ya, no entiendo que tienen contra nosotros.
Samu: Ni yo, pero debe ser algo importante. Está claro que el enfermero que me metió ese suero tiene algo que ver con los que me atropellaron.
Mini: Claramente, sino no tiene sentido que quisiera hacerte daño.
De repente sonó el móvil de Mini, era Carlos. Mini lo puso en manos libres.
Mini: Hola, ¿qué pasa?
Carlos: Mini, ¿tú tienes en tu móvil la aplicación para rastrear a Urf?
Mini: Si, Sara me la dio por si acaso.
Carlos: Vale, ¿entonces tú también tienes la ubicación del hombre no?
Mini: Si, ¿por qué lo preguntas?
Carlos: Porque necesito que me la pases.
Mini: ¿Para qué?
Carlos: Lorena ha ido allí sola y debe estar en peligro. Agatha y yo vamos a ir con ella.
Samu: ¿¡Qué!? ¿¡Es tonta o qué la pasa!? Esa gente es peligrosa.
Carlos: ¿Samu? Me alegro de oírte bro.
Samu: Gracias, pero eso no es lo importante. No podéis ir, es peligroso.
Carlos: Da igual, tenemos que ayudar a Lore.
Mini: ¿Entonces qué hago?
Carlos: Pasa la ubicación.
Samu: No lo hagas.
Carlos: Mini, piensa en Lore.
Mini se lo pensó.
Mini: Está bien.
Mini le pasó la ubicación a Carlos.
Mini: Ya la tienes.
Carlos: Gracias Mini.
Carlos colgó.
Samu: Ahora ellos también están en problemas.
En la fábrica
Alisia y Karla estaban en la sala del super ordenador probando el programa.
Alisia: Oye Karla, ¿al final lo de Carlos?
Karla: Ah si, se me olvidó decírtelo. Creo que solo le veo como un amigo.
Alisia: Anda, pues vaya. Bueno por lo menos ya te has aclarado.
Karla: Pues si, no creo que mi vida necesite ajora mismo una relación.
Alisia: La verdad que no es necesaria.
De repente saltó una alarma en el ordenador.
Alisia: Oh no.
Fran y Michel estaban estudiando en la habitación cuando sonó una llamada de Alisia a Fran.
Fran: ¿Qué ocurre Alisia?
Alisia: Nada bueno, XANA ha lanzado un ataque contra el núcleo de Lyoko.
Fran: Ok, avisa a los demás, iré en cuanto pueda.
Fran colgó.
Fran: Michel, démonos prisa.
Michel: No me rayes bro, tengo que aprobar este examen.
Fran: Vale... .
En el gimnasio
Izana estaba con Alejandra viendo a Sara y David patinar.
Alejandra: No lo hacen nada mal.
Izana: La verdad que no, David me está sorprendiendo.
Alejandra: Es que es un chico que si se propone algo lo consigue.
Izana: Ya, claro... .
De repente le sonó el teléfono a Izana, era Karla.
Izana: Dime Karla.
Karla: XANA ataca el núcleo de Lyoko, venir en seguida.
Izana: Ok, aviso a Sara y David y vamos para allá.
Izana colgó y justo en ese momento llegó el director Delmas con el padre de Izana, Ernesto.
Delmas: Izana, hay alguien que quiere verte.
Ernesto: Hola hija.
Izana: ¿Papa? ¿Qué haces aquí?
Ernesto: Estoy preocupado por tus notas, creo que tenemos que hablar.
Izana: Lo siento papá, pero hoy me viene muy mal.
Ernesto: Me da igual.
Izana: Es que no esperaba verte y... .
Ernesto: Y yo no esperaba unas notas tan malas como las tuyas. Ven conmigo, el señor Delmas nos deja usar su despacho.
Izana: Vale, un momento.
Izana se acercó a Alejandra.
Izana: Alejandra, ¿puedes darle a David y a Sara un mensaje?
Alejandra: Claro.
Izana: Diles que vayan donde ellos saben en cuanto puedan.
Alejandra: Vale.
Izana: Gracias.
Izana se fue con su padre.
En el hospital
Elisa volvió a la habitación donde estaban Samu y Mini, vio como estaban discutiendo.
Elisa: ¿Qué os pasa?
Samu: Pues que la ha cagado.
Mini: No es verdad.
Elisa: ¿Qué has hecho?
Samu: Carlos ha llamado diciendo que Lorena ha ido detrás del hombre ese y que está en problemas. Mini les ha pasado la ubicación para que vayan a ayudarla, pero es peligroso para ellos también.
Mini: No podía dejar a Lore sola.
Elisa: Madre mía, Lorena no sabe lo que hace.
Samu: Tenemos que ir a ayudarles, rápido.
Elisa: Tú no estás en muy buen estado para moverte.
Samu: Da igual.
Elisa: No lo da.
Mini: Oye Elisa, ¿qué ha pasado con el enfermero?
Elisa: La enfermera ha reunido a todo el equipo de la planta en una sala, cuando llegue la policía me avisará para ir a identificar al culpable.
Samu: Está bien, si tú tienes que quedarte hazlo, pero déjame ir con Carlos y Agatha.
Elisa: No, tú te quedas. No me voy a arriesgar a que te hagas más daño. Iré yo en cuanto pueda.
La enfermera entró.
Enfermara: Ya está Elisa, ven conmigo.
Elisa: Ok.
Samu: Enfermera, ¿puedo irme ya?
Enfermera: No Samu, aún no. Déjame que solucione este asunto y ya vemos cuando puedes salir.
Samu: Joder.
Enfermera: Vámonos.
La enfermera salió del cuarto.
Elisa: Mini, que no vaya a ningún lado.
Elisa fue con la enfermera y Mini miró a Samu. A Elisa le llegó una llamada de Alisia, pero no pudo cogerla porque tenía que ir con la enfermera.
En la ciudad
Lorena estaba apunto de entrar al edifico cuando recibió una llamada de Alisia, decidió no coger el teléfono.
Lorena: Lo siento Alisia.
Lorena entró al edificio.
Mientras tanto Agatha y Carlos iban corriendo por la ciudad hacia la posición de Lorena. A Carlos le llegó una llamada de Karla.
Carlos: ¿Qué pasa?
Karla: Tenemos una emergencia, venir a la fábrica.
Carlos: Ahora no vamos a poder.
Karla: ¿Por qué?
Carlos: Estamos yendo a por Lorena, está metida en un lío.
Karla: ¿¡Qué!?
Karla miró a Alisia.
Carlos: Ha ido en busca del hombre misterioso, en cuanto la recojamos iremos para allá.
Carlos colgó.
Karla no sabía si decirle a Alisia lo que le había contado Carlos.
Alisia: Karla, ¿qué pasa? ¿por qué me has mirado así?
Karla: A ver, no te pongas nerviosa.
Alisia: Suéltalo ya.
Karla: Lorena ha ido a por el hombre que entró en su casa.
Alisia: ¿¡Qué!?
Lorena estaba investigando el edificio, todo estaba muy oscuro. Sacó la linterna del móvil para ver mejor.
Lorena: Que mal rollo.
Lorena escuchó voces que venían de una sala que había al final del pasillo, decidió acercarse. Cuando llegó a la puerta se asomó por la ventanilla que había y vio a dos hombres, uno de ellos era el que entró la noche anterior.
Lorena escuchó la conversación que estaban teniendo.
Hombre 1: Mira que eres inútil Rick, han podido contigo unos chavales. Y encima el chaval del hospital ha sobrevivido.
Rick: Cállate Santos, ya podrías haberlo hecho tú.
Santos: El jefe te lo encargó a ti.
Rick: Porque sabe que yo soy el más competente.
Santos: ¿Si? ¿Y dónde está la hija de Jorge?
Lorena: ¿De qué conoce mi padre a estos tíos?
???: Interesante pregunta.
Lorena se giró y un hombre le puso un saco en la cabeza.
En el hospital
Samu estaba tratando de convencer a Mini de que le ayudara a salir.
Samu: Mini, tenemos que ir a ayudarlos.
Mini: No, Elisa me ha dicho que no te deje salir.
Samu: Ya se lo que ha dicho, pero no es lo mejor. Piensa en tus amigos.
Mini: Joe me estáis haciendo un lío, no se que hacer.
Samu: Lo que tú creas que es mejor.
Mini miró a Samu.
Mini: Creo que me estás haciendo el lío, pero te voy a hacer caso.
Samu: ¡Esa es!
Mini: ¿Cómo salimos?
Samu: Acerca esa silla de ruedas y pilla las muletas.
Mini: ¿Para qué quieres las muletas?
Samu: Me han atropellado, me cuesta caminar.
Mini: Ah es verdad.
Mini ayudó a Samu a sentarse en la silla y una vez que lo hizo Mini le sacó de la habitación.
Mini: Ponte esto para que no te vean.
Mini le puso a Samu una manta por encima.
Samu: Buena idea.
Mini bajó a Samu a la planta baja.
Mini: No me van a dejar salir contigo así.
Samu: Distrae a la recepcionista
Mini: Ok.
Mini se acercó a la recepcionista.
Mini: Disculpe, ve a mi abuela, es la que está allí.
Mini señaló a Samu.
Mini: Necesita toallitas limpias, se ha cagado encima.
Recepcionista: Típico, a las de su edad les pasa con frecuencia. Ahora te las traigo.
La recepcionista se fue.
Samu: ¡Ahora Mini!
Mini arrastró la silla de Samu y lograron salir del hospital con éxito.
En el parque
Opera estaba leyendo tranquilamente lo que le había dado Karla cuando llegó Redu.
Redu: Pero mira quien está aquí, ¿qué haces aquí solo?
Opera: A ti que más te da.
Redu: Eh tranquilo, no se quien te crees para hablarme así.
Redu vio el cuaderno que tenía Opera y se lo quitó.
Redu: ¿Qué estás leyendo?
Opera: Dámelo.
Opera fue a quitarle el cuaderno a Redu, pero este le empujó y le tiró al suelo.
Redu: No me digas lo que tengo que hacer.
Opera se levantó del suelo.
Opera: Dámelo por las buenas.
Redu: Uy por las buenas, ¿me vas a pegar? No tienes a Samu ni a los gemelos para defenderte.
Opera fue a hacia Redu y este le pegó un puñetazo en la cara que lo volvió a mandar al suelo.
Redu: Que patético.
Redu le tiró el cuaderno.
Redu: Toma tu estúpido cuaderno.
Redu se fue y Opera se quedó frustrado y rabioso.
Opera: ¡Joder! ¡Estoy hasta los huevos de los que se crean superiores!
De repente le llegó un mensaje de Alisia diciendo que fuera a la fábrica. Opera se levantó y se fue.
En el gimnasio
Sara y David pasaron de ronda y volvieron a la grada, se sentaron con Alejandra.
David: Buah lo estoy petando, me estoy sorprendiendo a mi mismo.
Alejandra: Me alegro.
Sara: Oye Alejandra, ¿a dónde se ha ido Izana?
Alejandra: No lo se.
David: ¿Se ha ido sin decir nada?
Alejandra: Eso parece.
Sara: Que raro.
David: Ya ves, no le pega hacer eso.
Alejandra: No os rayéis, ya volverá.
Sara: Si, no creo que sea nada importante, sino hubiera dejado un mensaje.
David: Ya, aún así me sorprende.
Alejandra: No le des más vueltas, tienes que concentrarte para la siguiente ronda.
David: Es verdad.
Sara: Vamos a por todas.
Mientras tanto Carlos y Agatha habían llegado a la entrada del edificio.
Carlos: Es aquí.
Agatha: Que siniestro.
Carlos: Típico lugar donde se esconde el super villano.
Agatha: Si tú lo dices, vamos a dentro.
Carlos: Vale.
Carlos y Agatha entraron al edificio.
En la fábrica
Opera llegó a la sala del super ordenador, Alisia y Karla le contaron lo que estaba pasando.
Alisia: Si los monstruos de XANA destruyen la esfera Lyoko desaparecerá, sin Lyoko no podemos luchar contra XANA.
Opera: Vale, pues no hay tiempo que perder.
Opera estaba más serio de lo normal.
Karla: ¿Te pasa algo?
Opera: No.
Karla: Tienes un moratón en la cara, ¿te han pegado?
Opera: No, me he chocado con un árbol cuando venía. Deja ya las preguntas.
Karla: Vale, tranquilo.
Opera: Vámonos a Lyoko.
Alisia: Tenemos que esperar a los demás.
Opera: No hay tiempo, ellos pueden ir luego. Además, para eso me habéis reclutado ¿no?
Alisia y Karla miraron a Opera.
En la habitación de Fran
Fran y Michel seguían estudiando.
Michel: Creo que ya estoy empezando a entender las cosas.
Fran: A buenas horas.
Michel: Mejor tarde que nunca bro.
Fran: Ya, pero también mejor pronto que tarde.
Michel: Ese dicho te lo acabas de inventar.
Fran: Ya, pero tiene sentido.
Michel: Da igual, no existe. A mí no me hagas el lío.
Fran: Que más da si existe o no, no te distraigas y sigue estudiando.
Michel: Vale, no te pongas nervioso. Encima que te corrijo un dicho que está mal.
Fran se puso la mano en la cara, justo después recibió una llamada de Alisia.
Alisia: Fran, estamos con Opera en la fábrica, los demás no vienen. Opera dice que vayamos yendo nosotros.
Fran: Tiene razón, salvar Lyoko es la máxima prioridad. Id vosotros, yo iré en cuanto pueda para transmitir al resto.
Alisia: Vale, pero no tardes mucho.
Alisia colgó.
Fran: Michel, voy al baño. Sigue estudiando.
Michel: Vale.
Fran salió de la habitación.
Michel: A mí no me la cuelas bro, esto huele raro.
Michel fue detrás de Fran sin que se diera cuenta.
En la fábrica
Alisia terminó la llamada.
Opera: ¿Y bien?
Alisia: Vámonos.
Opera: Genial.
Opera bajó corriendo a la sala de los escáneres.
Alisia: Karla, ¿podrías encargarte del proceso de virtualización?
Karla: Si, no te preocupes. Ten cuidado con Opera.
Alisia: ¿Por qué¿?
Karla: Le noto raro, como furioso. No quiero que haga ninguna estupidez.
Alisia: Tranquila, estaré alerta.
Karla: Vale, suerte.
Alisia: Gracias.
Alisia bajó a la sala de los escáneres.
En Lyoko
Karla virtualizó a Alisia y a Opera en el sector 5, aparecieron en la sala inicial.
Opera: Mola mi traje, se parece al de un personaje de anime que me gusta.
Opera lanzó un rayo rosa contra la pared.
Opera: Guay, lanzo rayos, ¿tú que super poder tienes?
Alisia: Esto no es un juego, te recuerdo que tenemos una misión muy importante.
Opera: Vale vale. ¿Dónde están los monstruos?
Alisia: Sígueme, solo tenemos unos minutos para activar una llave que nos abre la cámara del núcleo de Lyoko.
Opera: Mola, esto es mejor que el Valorant.
El pasadizo se abrió y ambos avanzaron por él.
Karla: La cuenta atrás se ha activado, daros prisa.
Alisia y Opera llegaron a una sala bastante amplia y vacía.
Opera: Esto parece un plató de cine.
Alisia: Allí está la llave.
Alisia señaló a la pared del fondo de la sala.
Opera: Voy yo.
Alisia: Espera... .
Opera corrió por en medio de la sala, frenó cuando se elevó una columna enfrente suya.
Un agujero se abrió en el suelo y empezaron a salir gusanos.
Opera: Gusanos, que guay. Activa la llave, yo me ocupo de ellos.
Alisia: Cuidado, son muy duros.
Opera: Mejor, yo también lo soy.
Alisia: Madre mía.
En la academia
Izana estaba con su padre en el despacho del director Delmas.
Ernesto: No logro comprender porque sacas siempre unas notas tan bajas.
Izana: Es que no consigo concentrarme nunca.
Ernesto: ¿Por qué?
Izana: No se, ¿no te acuerdas de ti cuando tenías mi edad?
Ernesto: Si, a tu edad ponía todo de mí para sacar adelante el curso, y lo conseguí.
Izana: Yo también pongo todo de mí.
Ernesto: No lo parece.
Izana suspiró desesperadamente.
En el hospital
Elisa y la enfermera se reunieron con el resto del equipo médico y la policía en una sala.
Enferma: Oigan, podrían decirnos que hacemos todos aquí y porque ha venido la policía, además que pinta esta chica aquí.
Enfermera: Cálmese, ahora les explico. Como todos sabrán hace un tiempo nos llegó un joven llamado Samuel, había sido atropellado y gravemente herido, consiguió sobrevivir, pero quedó en coma.
Enfermero: Ya sabemos quien es Samuel, ¿a qué viene esto?
Enfermera: Le pediría por favor que me dejara continuar.
El enfermero se calló.
Enfermera: Bien, sigo. Hace poco despertó, le hice las pruebas correspondientes y todo estaba en orden, o eso pensaba. No mucho más tarde sufrió un ataque por una sustancia que le había sido inyectada en el cuerpo, esa sustancia era mortal, por suerte pudimos actuar a tiempo.
Todo se sorprendieron.
Enfermero: Creo que esto no tiene ningún sentido.
Elisa: Puede callarse de una vez.
Enfermero: ¿Pero quién te crees niña?
Policía: Deje hablar a la enfermera, como vuelva a interrumpir le detendremos.
Enfermero: Está bien.
Enfermera: Según lo que nos ha contado Samu un enfermero entró a su habitación después mí y le inyectó un suero. Esto coincide con lo que vio Elisa, al ir a ver a su amigo pilló a un enfermero saliendo de su habitación. Obviamente ese enfermero es el que intentó matar a Samue. Elisa, dinos quien es.
Elisa: Ese.
Elisa señaló al enfermero que no había parado de interrumpir a la enfermera.
Enfermero: Esto es una equivocación, está mintiendo.
Elisa: No, Samu te vio también.
Enfermera: Así que es usted, no debería sorprenderme. Antes de que ocurriera el ataque usted me pidió ocuparse de Samu para darle un tratamiento especial, ¿ese tratamiento era la muerte?
Enfermero: No no, todo esto tiene una explicación. Yo no quería matarle.
Elisa: Pero le inyectó la sustancia.
Policía: Queda detenido.
La policía le esposó.
Enfermero: Puedo explicarlo, ¡suélteme!
La policía se lo llevó.
Enfermera: Gracias Elisa, buen trabajo.
Elisa: No ha sido de nada, espero que reciba su merecido.
Enfermera: La ley le pondrá en su lugar, ya puedes volver con tus amigos. Yo llamaré a los padres de Samu para que rellenen la hoja de salida. de su hijo.
Elisa: Ok, ha sido un placer.
Enfermera: Lo mismo digo.
La enfermera se fue
En Lyoko
Alisia estaba intentando avanzar hasta la llave sorteando las columnas que se elevaban. Opera lanzó un rayo con cada mano y eliminó a dos gusanos, apareció uno detrás suya, fue a dispararle, pero Opera se teletransportó detrás suya y lo eliminó de un rayo.
Opera: Soy la bomba.
Aparecieron cinco gusanos más delante suya. Opera creó cuatro clones y los cinco lanzaron un rayo que eliminó a todos los gusanos.
Opera: ¿Qué más puedo hacer?
Karla: Rápido Alisia, quedan diez segundos.
Alisia uso una de las columnas para impulsarse y saltó hacia la llave para activarla.
Alisia: Bien.
Se abrió un camino.
Alisia: Vamos Opera, déjales.
Opera seguía matando gusanos.
Opera: Solo un par más. Aquí me siento super poderoso, no hay nadie que pueda humillarme o hacer que me achante.
De repente una pared se elevó entre Alisia y Opera y les separó.
Alisia: ¡No Opera!
Fran llegó a la sala del super ordenador.
Karla: Ya era hora.
Fran: He tardado lo menos que he podido.
Fran se sentó en la silla.
Fran: Alisia, ¿qué está pasando? ¿Dónde están los demás?
Alisia: Yo que se.
Karla: Aún no han llegado.
Opera: Ey Fran, acaba de aparecer una criatura muy rara.
La Scyphozoa había aparecido en el lado de Opera.
Opera: Es como una medusa gigante.
Fran: Oh no, Alisia, tienes que llegar hasta Opera.
Alisia: Voy.
Alisia fue corriendo por el camino que se había abierto para ver si conseguía dar la vuelta y llegar a donde estaba Opera.
Michel llegó a la sala del super ordenador.
Michel: ¿Qué es esto?
Karla: ¿Qué haces tú aquí?
Fran: No me lo creo, me ha seguido.
Michel: Si, a que baño más raro vas tú. ¿Dónde estamos?
Fran: No es la primera vez que estás aquí.
Michel: Lo dudo, me acordaría.
Karla: Créeme que no.
Fran: Mierda, la Scyphozoa está con Opera y los demás no llegan.
Michel: ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Opera?
Karla: En Lyoko, un mundo virtual.
Michel: Que pasada.
A Fran se le ocurrió una idea.
Fran: ¿Y si va Michel? De todas formas él era uno de los dos candidatos a unirse al equipo.
Karla: ¿Estás seguro?
Michel: Yo me apunto a lo que sea.
Fran: Genial, baja a la sala de inferior y métete en uno de los escáneres.
Michel: Vale.
Michel se fue.
Mientras tanto Opera estaba con la Scyphozoa.
Opera: Tranquila, no voy a hacerte daño. Creo que podemos llegar a un trato.
La Scyphozoa se quedó mirando a Opera.
En la ciudad
Samu y Mini llegaron a la entrada del edificio donde estaban Carlos, Agatha y Lorena.
Mini: Ya hemos llegado.
Samu: Vale, a dentro.
Mini: Es que...me da un poco de miedito.
Samu: Ufff está bien.
Samu cogió las muletas.
Samu: Llama a la policía, yo voy a entrar.
Mini: Vale.
Samu entró al edificio.
Lorena despertó, estaba atada a una camilla con una máscara de gas en la boca.
Lorena: ¿Dónde estoy?
Santos: Donde queríamos.
Rick: Si me hubieras dicho que ibas a venir tú sola no me hubiera molestado en ir a buscarte a tu casa.
Los dos se rieron.
???: Callaros imbéciles.
Los dos dejaron de reírse.
Santos: Perdón señor.
Lorena: ¿Quién eres tú?
John: Me llamo John Wick, soy un viejo conocido de tu padre.
Lorena: ¿De qué conoces tú a mí padre?
John: De asuntos privados, no me sorprende que te haya ocultado mi existencia.
Lorena: ¿Qué queréis de mí?
John: Al que queremos es a tu padre, tú solo eres una ayuda.
Lorena: Se que lleváis un tiempo detrás mía y de mis amigos, vosotros fuisteis quienes atropellasteis a Samu.
Santos: El chaval era solo un aviso de que estuvierais quietos, pero no hicisteis ni caso.
Rick: Estáis jugando con fuerzas que no manejáis.
John: Callaros ya, activarle el gas a la chica para que se duerma. Yo iré a llamar a mi contacto para conseguir un avión privado e irnos del país.
Santos: ¿Por qué señor?
John: Piensa un poco, si esta chica nos ha encontrado alguien más puede hacerlo. Sus amigos deben estar buscándola. Además, el enfermero al que sobornasteis puede cantar en cualquier momento, más la investigación que se abrirá cuando el chico diga que no fue un accidente su atropello.
Rick: Si, y a eso súmale que cuando vean que la chica no vuelve a casa lo primero que pensaran es en el tío que entró en su casa para secuestrarla. En el hospital hay testigos que me vieron, y a lo mejor nos ha pillado alguna cámara cuando entramos a su casa.
John: ¿Te ha quedado claro?
Santos: Cristalino señor.
John: Perfecto.
John Wick salió de la sala y los otros dos activaron el gas para que Lorena se durmiera.
Lorena: Esperar... .
Santos: Dulces sueños.
Rick: Vale, ¿juegas unas cartas?
Santos: Vale.
Se pusieron a jugar una partida de cartas. Carlos y Agatha estaban fuera viendo por la ventanilla de la puerta. Habían escuchado toda la conversación y también habían visto irse a John.
Carlos: ¿Qué hacemos?
Agatha: Hay que sacar a Lorena de ahí.
Carlos: Ya me dirás tú como.
Agatha: Déjame pensar...ya se.
Agatha le contó el plan a Carlos. Acto seguido abrieron un poco la puerta y Agatha entró a la sala, fue agachada hacia la camilla donde estaba Lorena sin que la vieran.
Agatha: Ya estoy aquí Lore.
Agatha le quitó la máscara a Lorena.
Lorena: Agatha...sal de aquí.
Rick vio a Agatha.
Rick: ¡Eh tú!
Agatha: Oh no.
Carlos entró y dio una patada a la mesa para ponerla en medio y evitar que los hombres pasaran.
Carlos: ¡Correr Agatha!
Agatha desató a Lorena y la ayudó a levantarse.
Santos: ¡No os vayáis!
Agatha y Lorena salieron de la sala. Los hombres apartaron la mesa y fueron corriendo hacia ellos, Carlos cogió una silla, salió de la sala y atrancó la puerta con la silla para que los hombres no salieran.
Rick: ¡Malditos!
Santos: ¡Os vais a enterar!
Carlos: Ahí os quedáis.
Agatha: Vámonos ya.
Carlos y Agatha cogieron a Lorena, uno de cada braza y fueron caminando.
En Lyoko
Opera le tocó la cabeza a la Scyphozoa.
Opera: Así me gusta.
De repente un corte de aire pasó por en medio cortándole un par de tentáculos a la Scyphozoa.
Opera: ¿Qué?
Opera vio a Michel en la sala.
Michel: Llegó la ayuda bro. ¿Has visto mii traje? ¿Y la espada tan tocha que tengo?
Michel: No te preocupes Opera, vamos a contar en trozos a ese calamar.
Opera: No espera.
Michel se lanzó sobre la Scyphozoa y esta le golpeó con el tentáculo.
Michel: Esa no la he visto venir.
La Scyphozoa le tiró la espada a Michel hacia un lado.
Michel: Que mal. Ayúdame tío.
Opera: No lo entiendes.
Alisia iba de camino hacia la sala.
Fran: Chicos, salir de ahí.
Michel: Espera Fran, Opera... .
De repente la Scyphozoa atrapó a Michel.
Fran: No puede ser, la Scyphozoa tiene a Michel.
Karla: ¿Por qué Opera no le ayuda?
Fran: No lo se, Opera haz algo.
Opera no respondió, se quedó mirando.
Fran: No se porque no hace nada, está quieto. Alisia, XANA ha poseído a Michel mediante la Scyphozoa.
Alisia: Ya llego.
Alisia llegó a la sala y vio a la Scyphozoa yéndose. Después miró a Michel en el suelo y se acercó a él.
Alisia: Michel, ¿estás bien?
Opera: Ya no hablas con Michel, sino con XANA.
Alisia se giró y vio a Opera.
Alisia: ¿Qué?
Michel atacó a Alisia con su espada, la cortó por la mitad haciendo que quedara desvirtualizada.
Opera: Bien, vámonos.
En el edificio
Carlos y Agatha iban llevando a Lorena por el pasillo cuando se cruzaron de frente con John.
John: ¿A dónde creéis que vais?
Carlos: Fuera de aquí, apártate.
John: Creo que no chico, dejar a Lorena y podréis iros.
Agatha: Ni hablar.
John: No os lo estaba pidiendo.
John sacó una pistola.
John: Hacerlo por las buenas.
Carlos y Agatha se miraron y después vieron a Lorena que estaba medio inconsciente.
Carlos: Hemos dicho que no.
Agatha: Deje a Lorena en paz de una vez.
John: Vaya, no sois muy listos.
El hombre disparó pero justo en ese momento alguien le golpeó por detrás desviando el tiro. Samu le atacó con la muleta por la espalda.
Samu: Esto por atropellarme.
Carlos: ¡Samu!
Carlos dio un abrazo a Samu, Agatha también se lo dio.
Samu: ¿Está bien Lorena?
Agatha: Si, solo un poco dormida.
Carlos cogió la pistola. El hombre se levantó.
John: Parece que ha habido un giro dramático de los acontecimientos, pero tiene solución.
Rick y Santos aparecieron detrás de John.
John: No podréis dispararnos a los tres a la vez, además, dudo que seáis capaces de matar.
Carlos: Es verdad.
Samu: Si, pero no va a ser necesario.
Escucharon coches de policía que se estaban acercando.
Samu: La policía ya está aquí.
Agatha: Repito lo de antes, dejar a Lorena en paz de una vez.
Rick: Señor, ¿qué hacemos?
Santos: No quiero ir a prisión.
John: Vámonos por la otra entrada, rápido. Estoy seguro de que nos volveremos a ver.
Samu: Ya se verá.
Los tres se fueron
Carlos: ¿Les dejamos ir?
Agatha: Ahora eso no importa.
Carlos: Tienes razón. Ostia, tenemos que ir a la fábrica.
Agatha: Es verdad.
Samu: Iros, yo me quedo aquí con Lorena y Mini, les explicaremos todo a la poli.
Carlos: Gracias bro.
Agatha: Hasta luego.
Samu: Adiós y suerte.
Agatha y Carlos se fueron corriendo.
En el despacho del director
Izana y su padre seguían hablando.
Ernesto: Me preocupan mucho tus amigos Izana, no creo que sean buena influencia.
Izana: ¿Qué? ni siquiera les conoces. Parece que tampoco me conoces a mí, si lo hicieras sabrías que me esfuerzo mucho.
Ernesto: Si te conozco hija, se lo que te conviene.
Izana: ¿Y qué me conviene?
Ernesto: Que respetes los estudios, te recuerdo que te pagamos este instituto, y no es que sea precisamente barato.
De repente sonó el teléfono de Izana, era Fran.
Izana: ¿Si Fran?
Fran: Tienes que venir a la fábrica pero ya.
Izana: Ok, ya voy.
Izana colgó.
Izana: Adiós papá, me marcho.
Ernesto: No he terminado de hablar.
Izana: Pues yo si de escuchar.
Izana salió del despacho y al salir de jefatura se encontró con Alex.
Alex: Anda hola Izana, ¿qué hacías en jefatura?
Izana: Nada, mi padre me estaba echando la bronca por las notas.
Alex: Vaya, no te preocupes, demuéstrale que tú puedes.
Izana: Eso intento, bueno, me tengo que ir.
Alex: Ok, nos vemos.
Izana: Adiós.
Izana fue a irse, pero se acordó de lo que le dijo Sara, no tenía que esperar más a que Alex le pidiera salir, debía atreverse ella.
Izana: Alex espera.
Alex: ¿Si?
Izana: Hay algo que quiero decirte desde hace mucho.
Alex: Cuéntame.
Izana: Tú...a ver...es que... .
Izana respiró profundamente.
Izana: Me gustas desde hace mucho y quería saber si saldrías conmigo.
Se hizo el silencio y Alex se quedó mirando a Izana.
Alex: Yo...siento lo mismo que tú. Claro que me encantaría salir contigo.
Izana se puso super contenta.
Izana: Es...genial.
Izana y Alex se abrazaron, al separarse Alex besó a Izana el los labios y esta se sonrojo.
Alex: Bueno, tenías que irte. Luego nos vemos.
Izana: Vale, adiós.
Izana se fue corriendo más contenta que nunca.
En el hospital
Elisa fue a la habitación de Samu, pero vio que no estaban ni él ni Mini.
Elisa: No me lo puedo creer.
Elisa recibió una llamada de Fran.
Fran: Elisa, date prisa. Ven a la fábrica.
Elisa: Vale voy.
Elisa salió corriendo del hospital.
En el gimnasio
David y Sara estaban sentados en la grada cuando Sara recibió una llamada de Izana. Sara lo puso en manos libres.
Izana: ¿Por qué no estáis en la fábrica?
Sara: ¿Por qué deberíamos estar?
David: Estamos en la final del campeonato.
Izana: ¿No os lo ha dicho Alejandra?
David: ¿Decirnos qué?
Izana: Veo que no, venir a la fábrica cuanto antes.
Izana colgó y Alejandre volvió del baño.
Alejandra: Hola.
David: Alejandra, no nos has dado el mensaje de Izana y era muy importante.
Alejandra: ¿Qué mensaje?
Sara: No te hagas la tonta, Izana nos lo ha contado.
Alejandra: Joder.
David: ¿Por qué lo has hecho?
Alejandra: Es que hacia mucho que no nos veíamos y quería pasar un rato contigo. Me voy esta noche.
David: Lo siento Ale, pero eso no es excusa.
Sara: Vámonos David, tenemos que hacer algo.
Alejandra: ¿Prefieres hacer lo que tengas que hacer antes que estar conmigo?
David: En este momento si, los amigos no hace lo que tú has hecho.
David y Sara se fueron.
En Lyoko
Opera y Michel reunieron a un ejército de gusanos alrededor del núcleo.
Opera: Preparaos.
Fran: No me lo puedo creer.
Todo el grupo llegó a la sala del super ordenador.
David: Ya estamos aquí Fran.
Fran: Menos mal, rápido a los escáneres. Os explicaré todo por el camino.
Izana: Ok.
Sara se quedó en la sala del super ordenador y los demás bajaron a los escáneres.
Elisa: Carlos, Agatha, ¿y Lorena?
Agatha: A salvo, con Samu y Mini.
David: ¿Qué ha pasado?
Carlos: Una larga historia, ya os contaremos.
Fran virtualizó al equipo en la sala inicial del sector 5, acto seguido avanzaron por el pasadizo que se abrió.
El ejército de gusanos disparó láseres al núcleo, Michel un corte de aire con su espada y Opera un rayo. Entre todos rompieron la primera berrera del núcleo.
Fran: Hemos perdido el primer escudo.
El equipo subió al ascensor y salió al exterior del sector.
Karla: ¿Qué pasa si cae el segundo?
Alisia: Lyoko desaparecerá para siempre.
Fran: Y Michel y Opera también.
Sara: Ostia.
El equipo llegó a la sala del núcleo.
Opera: ¡Fuego!
Todos atacaron al núcleo y destruyeron la segunda barrera.
David: ¡Opera, Michel!
Opera miró hacia abajo y vio a los guerreros.
Opera: Michel, encárgate.
Michel: Si señor.
Michel saltó hacia abajo y cayó frente al equipo, agrietó el suelo donde aterrizó.
Carlos: Ese no es Michel.
David: Ya, tiene cara de enfadado.
Izana: La misma que tenía mi padre antes.
Alisia: Si perdemos Lyoko también perderemos a nuestro padre.
Fran: Es verdad.
De repente saltó un archivo en la pantalla.
Alisia: Ese es el programa que he activado al principio.
Karla: ¿Él de tu padre?
Alisia: Si.
Fran: Increíble, has encontrado a María.
Alisia: Rápido, materialízala.
Mientras tanto la batalla en la sala del núcleo continuaba.
Elisa: Carlos y yo nos ocuparemos de Michel, vosotros ir a por Opera y a por los gusanos.
Izana, Agatha y David fueron por las escaleras. Michel se lanzó sobre Elisa, pero esta se cubrió con sus cuchillos. Michel hizo un giro y cortó por la mitad a Elisa, quedando desvirtualizada.
Opera vio como Izana, David y Agatha estaban subiendo. Se acercó a ellos y lanzó un rayo a Agatha, provocando que quedara desvirtualizada. David disparó flechas a los gusanos mientras que Izana lanzó un corte de aire a Opera, este lo absorbió y se le devolvió a Izana.
Izana: Sabía que no era buena idea meterte en el equipo.
Izana fue desvirtualizada.
Michel atacó a Carlos e iniciaron una pelea de espadas.
Carlos: Tu espada es más grande, pero yo tengo dos.
Michel: Importa más la calidad que la cantidad.
Michel dio una patada a Carlos y le tiró al suelo, fue a clavarle la espada pero este esquivó.
Carlos: Bro, este no eres tú.
Michel: Yo soy XANA.
Michel atacó a Carlos, pero este le esquivó.
Carlos: Bro, te salvaremos, te lo juro.
Michel aprovechó que Carlos se ablandó para clavarle la espada y desvirtualizarlo.
David fue a disparar una flecha a Opera, pero este le destruyó el arco de un rayo.
David: Bro, ¿qué se supone que estás haciendo?
Opera: David, aquí soy poderoso. En la tierra lo único que hago es recibir humillaciones.
David: Bro, no puedes hacer esto. Confiamos en ti, yo te apoyé. No nos puedes traicionar, y menos obligar a Michel a esto.
Opera: Yo no quiero hacer nada de eso. Únete a mí, aquí podemos gobernar junto a XANA.
David: ¿Y traicionar a la gente que quiero? No gracias, además paso de ser un esbirro de XANA.
Opera: Me da mucha pena que digas eso, enserio. Dile a tu hermano que os echaré de menos y que gracias por todo.
Opera se teletransportó detrás de David y le clavó el puño en el estómago.
Opera: Adiós amigo.
David fue desvirtualizado.
Sara: Ya nada puede detenerles.
Fran: Van a destruir Lyoko.
Opera y Michel volvieron con los gusanos.
Opera voló hasta ponerse frente el núcleo. Lanzó un gran rayo contra él que provocó que explotara. Lyoko desapareció.
Alisia: No puede ser.
Fran: No he podido materializar a tiempo a María Scurtu.
Karla: Lo hemos perdido todo.
Sara: Si, también a Michel y a Opera.
En la Ermita
El grupo se reunió con Lorena, Mini y Samu en la Ermita, les contaron lo que había pasado.
Samu: No puede ser verdad, menuda sucia rata el Opera, es un traidor.
Izana: Ya, lo peor es que él ha querido que pasara, pero Michel ha desaparecido contra su voluntad.
Fran: Ya no tenemos forma de luchar contra XANA.
Elisa: Ahora el mundo entero está en peligro.
David: ¿Cómo podemos saber lo que va a pasar?
Agatha: No podemos.
Carlos: Me niego a pensar que Michel y Opera han...muerto, no puede ser.
Mini: A Opera que le den, se lo ha buscado.
Sara: Tienes tu parte de razón, pero entiéndeles, ellos eran muy amigos.
Karla: Debe ser más duro aún, les ha traicionado.
David: Si, le he tenido de frente y le he visto una cara que no parecía él.
Samu: Lo siento tíos.
Alisia: Yo tenía ganas de volver a ver a mamá.
Lorena: Yo también Alisia, y más ahora que papá no está, pero no pasa nada, hay que ser fuertes.
Fran: Lo siento chicas, he hecho todo lo que he podido.
Lorena: Lo sabemos.
Alisia: No tienes que disculparte de nada.
De repente saltó un aviso en el portátil de Fran, este miró a ver que era.
Fran: Esto es increíble.
Sara: ¿Qué pasa?
Fran: He recibido in mensaje en clave, un mensaje enviado por correo electrónico.
Alisia: ¿Quién lo manda?
Fran: María Scurtu.
Todos se sorprendieron
FIN DEL CAPÍTULO
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