Capítulo 17: Antiguos compañeros de clase
Director Delmas:— dentro de unos días habrá un torneo de diferentes actividades con la escuela Belmonte, empezad a pensar en que queréis participar antes de mañana por la tarde, ahora volved a vuestros dormitorios
Todos los alumnos empezaron a hablar en grupos mientras volvían a sus dormitorios, Matteo era abrazado por Odd. Fue en ese instante, que Alfonso comentó todo lo que sabían de la academia Belmonte.
Alfonso:— En lo que a mí respecta, todos ellos vienen de la academia Belmonte, nuestra antigua escuela antes de venir aquí
Cuando fueron al patio de la academia, varios alumnos de la academia Belmonte empezaron a hablar y gritar.
X:— mira a quienes nos encontramos✨
X:— ¡¡son Della Robbia, Conte y Prieto!!
Matteo:— déjennos en paz...💦*jugando con un pin para el cabello*
X:— o si no queremos, ¿que nos vais a hacer? No sois más que débiles
Odd:— por lo menos nosotros tenemos amigos en quiénes confiar, vosotros en cambio, os hace mucha falta encontrarlos
El grupo de alumnos se puso rojo del enfado, los demás nunca habían visto a Odd tan a la defensiva, era algo que nunca se lo hubiesen imaginado.
X:— ¡¡¡suerte que te fuiste de Italia estúpido homosexual!!!
Matteo y Alfonso temblaban fuertemente, Odd salió corriendo, Jeremy, Yumi, Aelita, Anna, Eva, Drew, Céline, Ulrich, William, Noah y Adam fueron tras él, mientras más lo llamaban, más rápido corría el joven de mechón morado.
William:— ¿Lo habéis encontrado?
Drew:— No, corre muy rápido para nosotros*quitándose el sudor de la frente con un pañuelo*
Un ruido como si algo hubiera chocado con algo duro y blando se escuchó; Alfonso los encontró detrás de unos matorrales, Matteo tranquilizaba a Odd con una bolsa enorme de dulces italianos, ambos hablaban y comían.
Odd:— Y si vuelve a ocurrir algo así o más fuerte?
Las voces de los demás se escucharon detrás de los tres.
Yumi:— No te preocupes, vienes y nos dices o nos llamas
Ulrich:— Estamos con vosotros
Jeremy:— No estáis solos en esto, todos somos una familia
Noah y Alfonso sonrieron mientras ayudaban a sus parejas a levantarse del suelo sin resultado, Odd y Matteo se entestaron a seguir allí, en el suelo. Alfonso entendió y cogió la bolsa de dulces, sacudiéndola delante de ambos.
Alfonso:— si no os levantáis, destruiré esta bolsa de deliciosos dulces italianos
Las expresiones de ambos omegas era de pura indignación, los dos tenían las mejillas infladas como adorables ardillas.
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