2. Decepciones
Olivia:
Las fotografías grupales acaban y mamá se acerca a recibirme con un ramo de tulipanes rosas, me abraza mientras mis ojos buscan a mi novio en medio de este.
Nos separamos y pregunto por el.—¿Y Aaron?
—Fue al baño, quizás.—Escanea rápidamente el lugar con la mirada y yo ya empiezo a dirigirme a la puerta.—¿Olivia?
Felicitan a mamá y asi me deja ir, salgo del salón de presentaciones y corro en tacones, giro mi cabeza a ambos lados y entonces lo veo en la puerta de la entrada, pero no esta solo.
Hay una chica con el.
Respira.
Vuelvo a mirar el salón, aun nadie a abandonado el lugar más que yo, asi que cierro la puerta cuando noto como el le acaricia el brazo a ella como consuelo, termino enfurecida y me acerco a ambos llamando su atención.
Ella huye cuando me ve.
—No hagas una escena.
—Control es lo que no tienes.
—Solo es una fan, me reconoció y quise ser amable.—Se acerca a mi y toma mi rostro.—Solo te quiero a ti.
Aparto su mano y la bajo.
—No me toques, no despues de ella.
Un flash me hace poner los ojos en la calle y Aaron reacciona al mismo tiempo, entonces observo a una pareja. Un chico de cabello negro, chaqueta negra y pantalones oscuros, mientras su pareja posa frente a la academia.
No parecen ser de aqui, al menos no he visto a nadie con su apariencia dentro de ninguno de los códigos.
Ignoro a la pareja, mientras Aaron parece querer echarlos.
—No voy a discutir esto ahora.—Menciono y vuelve a poner su atención en mi.—Voy a regresar a tomarme las fotos y te sugiero que hagas lo mismo.
Me alejo de el y sus pasos no tardan en seguirme, regreso a que sigan tomando las fotos y cuando volteo a verlo, otra vez esta coqueteando con otra chica.
Hago lo mismo que siempre, finjo una sonrisa para la cámara.
Cassandra:
Repaso las líneas para la audición, pero no me concentro. Tomo el teléfono y le escribo un mensaje a Dusty:
"¿Ya aterrizaste?" El mensaje no le llega y ahi obtengo mi respuesta.
La puerta de la casa se abre y mis padres ingresan, bajo el libreto y los saludo desde el mueble.
—¿Tan tarde, cariño?—Preguntan al verme despierta.
—Lo mismo digo.
Ambos visten igual que siempre, que es difícil saber si estan de gala o no. Papá se coloca detrás de mi madre para quitarle el abrigo y descubro su vestido verdoso.
—Decidí llevar a tu madre a la opera.
—¿Violín o teatro?—Pregunta mamá con los ojos en el libreto.
—Teatro.—Contesto.
—No descuides el violín.
—Con el examen tan cerca, no lo hare.
—Esa es mi niña.—Me besa la mejilla y papá es el primero en subir las escaleras.
—No te desveles mucho.—Lo oigo decir.
—¡No lo hare, papá!
Me quedo a solas con mamá.
—¿Dusty ya llego?
Abro mucho los ojos.
—¿Por qué la sorpresa?
—Porque desde el inicio ambos se opusieron.—Le recuerdo.
—Aun nos oponemos, pero es importante para ti. No quiero que no puedas dormir por esto.
—Sigue en el vuelo.
—Ya veo.
No finjas que no estas feliz de que se fue.
Ella sube las escaleras, pero vuelve a asomarse.—Cassandra.
—¿Si, mamá?
—Siempre vamos a querer tu bienestar y un romance ahora.—Niega.—No lo desperdicies por chico. Tienes un talento que te llevaras lejos...
—Con o sin el llegare lejos.—Contesto.—Descansa, mamá.
Emily:
Bajo de la balanza y me siento frente a mi tocador, mi cuerpo desnudo se refleja sobre el espejo y mis manos se ubican sobre mi rostro.
Deslizo los dedos sobre mis pómulos y bajo por mi cuello hasta la clavícula, acaricio el hueso y muevo la cabeza hacia el otro lado.
Esta vez obtendré un mejor puntaje.
Camille:
Observo los nuevos conjuntos para mi clase sobre mi cama, entre tutus, leotardos y mallas. Tampoco podían faltar mis nuevas puntas, en cuanto a lo demás...
Mamá se emociono demasiado y pidió de más en Ali express.
—Aqui vamos.
Cojo las puntas y me siento sobre el suelo, donde empiezo a desarmarlas y adecuarlas a mi. Me las coloco bien y me pongo en posición al acabar, estiro los brazos y consigo ponerme de puntillas, pero prefiero mis pies sobre el suelo otra vez.
Y mis manos sobre las baquetas de una bateria.
—Camille, tu rop...
Mamá ingresa a mi habitación trayendo consigo mis leotardos limpios.
—Mírate, te ves exactamente como yo... ¿Cómo te sientes?
—Me acostumbro.
—Finalmente te dieron tus puntas ¿No estas emocionada?
Mi hermana pasa por el pasillo y se nos queda viendo, niega y hago lo mismo.
—Mañana empieza una nueva etapa para ti.
Hurra por eso.
Astrid:
—Hola guapo. Me extrañaste.
Le sonrio y no hay ninguna sola expresión en su rostro, mierda.
—Burker...
Empieza a irse y maldigo.
—Carajo.
Burker tampoco me impide ingresar, asi que uso la puerta de siempre y mientras me dirijo a ella observo el jardín, donde no encuentro rastros de mi hermana, peor si veo al novio con una copa de vino en la mano celebrando sonriente, se nota lo obsesionado que esta por Jessica y me alegra que encontrara a alguien asi.
Ingreso a la cocina y en efecto, ahi la encuentro, cortando las partes no visibles del pastel que por alguna razón no esta en el jardín.
Niego y me acerco por detrás tocando sus hombros, ella retrocede y choca conmigo, empujando el pastel.
—¡Mierd!
Logro rescatarlo de milagro y mi hermana se lleva las manos a la boca, volteando en mi dirección.
—Casi te quedas sin past...
Empieza a gritar, ella se ve increíble. Vestido de encaje con flores blancas y guantes largos, el velo que cubre la parte de atras también lleva flores.
—¡Estas aqui!
Me abraza y comienza a saltar, se aparta de mi.
—Y casi destruyes mi pastel ¡Pero estas aqui!—Vuelve a saltar haciéndome reir.
—¡Jessica!
—Mierda.—Pronuncia ella y mi atención se pone en la puerta.
Es mamá, con su humor de mierda como siempre.
Jessica se aparta de mi mientras los ojos de mi progenitora me recorren de pies a cabezas, supongo que una chaqueta negra, jeen oscuros y unas botas negras no son lo adecuado para una boda.
—Tengo un vestido en mi closet.—Me asegura ella.
—No pienso quedarme tanto.
—¿Por qué no?—Pregunta mamá.—¿No somos lo suficientemente importante para que te tomes el tiempo de pasarlo con nosotros?
—No voy a hablar de esto contigo.
—Mamá..—La llama Jessica.
—Jessica, tu marido y tus invitados esperan. Llegaron los hermanos de tu padre también.
Trago saliva.—Como dije, me retiro.
—Hazlo, desaparece 2 años más.
—Mamá.—Mi hermana se mete.
—No lo repetiré, regresa a la boda.
Observo y asiento en su dirección, no es por ella que lo hace, sino por mi y finalmente nos quedamos solas.
Mamá vuelve a reparar mi atuendo.
—Desapareces 2 años y luego vienes vestida asi a la boda de tu hermana.
—No vine por ti, sino por ella. A ella no le incomoda.
—No tienes decencia.
Sonrio.
—¿Te parece gracioso? Lo sabia, por algo no debía buscarte.—Espeta.—¿Dónde estabas? ¿Estuviste drogándote? Mientras yo estuve aqui angustiada y ni un "Te extrañe, mamá", me dices.
—No hare esto.—Contesto de nuevo y empiezo a irme.
—Bien, pero a mi no me pidas nada.
Me detengo y me vuelvo hacia ella.—Lo que queria de ti ...—Sonrio y niego, saliendo de ahi sin decir nada.
Tomo el mismo camino con el que entre y vuelvo a encontrar a Burke en la entrada, vuelve a mirarme y otro fastidioso dolor me estruja el pecho.
—¡Burke...!—Voy hacia el, sintiendo las lagrimas en mis ojos.
—¿Qué hace aqui?—Me interrumpe.—Señorita Amstrong.
La frialdad de su voz me detiene.
—¿Señorita Amstrong? Me llamas Astrid.. ¿Qué-
—Ya no.—Me interrumpe.—No quiero suponer que la vere seguido por aqui y tampoco es de mi agrado, pero si será asi.. ahora seremos , Astrid Amstrong, la hija del jefe, heredera de la familia y Burker .—Se dice asi mismo.—El chofer.
El dolor en mi pecho se intensifica, pero no lo muestro.
—No vas a verme aqui.—Camino hacia la moto, la cual enciendo y vuelvo a escucharlo al tomar el casco.
—Es cierto. No puede tener un lugar fijo.
Me vuelvo hacia el.
—Ni con los lugares, ni con las personas. Por más que uno este y demuestre lo comprometido en dárselo.
Dejo el casco en su lugar.
—¿Señorita Amstrong y el chofer? Si quieres que eso seamos, háblame con propiedad.
El se tensa.
—¿Qué paso ahora?—Pregunto parándome delante suyo.—No pareces muy seguro de lo que quieres.
—¿Me hablas de seguridad?—Se burla.—Tu sobre todo...
Miro sus labios.
—Yo si se que es lo que quiero.—Contesto y acabo con el espacio.
Tomo su rostro y estampo mis labios contra los suyos.
Podrá estar molesto, pero sigue amándome con la misma intensidad de siempre y la prueba es ese beso.
Burke me atrae hacia el y empuja nuestros cuerpos contra la puerta del coche, su peso se apoya sobre el mío y sus labios no dejan de moverse a mi ritmo, en cuanto a sus manos duras bajan tocándome los pechos, los cuales aplasta y llega hasta mi trasero empujando nuestras caderas, mientras mis manos se deslizan sobre su traje.
Hoy esta tan atractivo como siempre y el como ese traje se ajusta a su fisico siempre me ha vuelto loca.
Jadeo sobre sus labios y pronuncia mi nombre. No, hace más que eso..
—Mi Astrid...
Sonrio y vuelvo a devorarle la boca.
Regrese por una sola cosa y no me ire sin ello.
Nos leemos.
>>Yiemir.
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