Codicioso

Soy contradictorio. También sé que soy posesivo y avaro.

Así como me conoces, unos momentos sonriente y tranquilo, puedo ser tan explosivo ante quienes me irritan y crear un caos que a muchos hace temer. Pero eres curioso y extraño, ¿sabes? No te inmutas ante mis reacciones, sigues sonriendo aun con mis amenazas a la existencia entera y el surgimiento de mis armas que sin dudar cargan para atacar.

Sí, soy contradictorio, pero eres contradictorio tú también: siempre sereno, animado y sonriente, con cierta frialdad y aura de juzgar con dureza a todo el mundo. Pero, sorpresivamente, tan distinto cuando estamos juntos: me sonríes diferente, con suavidad y dulzura, te doblegas a mis caricias y mis besos.

¿Qué tendré yo? O bueno, qué no tengo. También destaco en humildad, por cierto.

Soy posesivo, creo que te has dado cuenta. Me molesta que sonrías a alguien que no sea yo, pero no te detengo, sé que así eres tú. Y mi codicia por tu ser se aplaca ante tus palabras de amor, que son exclusivamente mías.

Soy avaro. Te cobro cada acto que tenemos juntos. Nada es barato, mi amado rayo de colores.

Los abrazos te los cobro en salidas juntos, paseando entre flores brillantes que iluminan nuestro sendero. Las tomadas de la mano mientras caminamos te las cobro en cenas, a la luz de las estrellas. Las caricias coquetas y atrevidas te las cobro en roces en nuestra intimidad, enérgica, desenfrenada.

Codicio cada parte tuya, cada rincón que he recorrido cientos de veces pero que gusto de recorrer miles más. Una exploración en busca de oro que no detendré jamás.

Soy contradictorio: la dulzura de mis tratos y la fuerza con la que te hago mío. Tú también lo eres: la parsimonia de tus gestos y los agudos alaridos de placer que sueltas sin tapujos.

Soy posesivo: añoro poseer cada fragmento tuyo, disfruto de manera inigualable cuando te entregas a mí, sin miedo. Y tú también lo eres: Tus gestos de disgusto cuando estoy muy cerca de otros, cuando me nombras en nuestro acto de desborde de emociones y representación de nuestro claro mensaje: nos pertenecemos, no seremos de nadie más. Ambos desbordando de ese sentimiento que nos embriaga y acarreamos en nuestra codicia.

Soy avaro: todo tu amor es mío. Eres avaro: todo mi amor es tuyo. Pero, aunque te ame, exijo me devuelvas todo cuanto te doy.

Devuélveme cada sonrisa con tus gestos alegres.

Devuélveme cada palabra de amor con esas frases llenas de cariño que sólo tú sabes hacer.

Devuélveme cada abrazo con el calor de tu tacto.

Devuélveme cada caricia con roces deseosos, llenos de nuestro amor.

Opino te cobro en justas proporciones, aunque sospecho es muy fácil para ti pagarme, así que aumentaré la cuota.

Devuélveme cada beso con otro más, te cobraré en intereses los "te amo".

Recuérdalo: soy codicioso. Puede que la cuota aumente. Y seguiré dándote cuanto tengo para seguirte cobrando.

Nos daremos todo nuestro amor, una vida juntos será nuestro pago.

500 Palabras.

Publicado - 07 de agosto 2017.

Última edición - 05 de agosto 2018.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top