Capítulo XXXVIII: El Rugido de JagerDorulumon
Bueno, primero que nada... ¡Amo este capítulo! *Fangirleo intenso* Pero tuve unos cuantos problemas a la hora de pensar cómo subirlo, pues quería asegurarme de crearles a ustedes el mismo efecto que tuve yo mientras lo escribía. Sucede que utilicé más de una canción para este capítulo y poner una sola, porque Wattpad no me permite más, no me es posible. Así pues, les quise poner aquí la lista de las canciones para que las reproduzcan mientras leen, si gustan, y en Multimedia les he dejado la canción del final del capítulo. Deben escucharlas en el orden que pongo aquí, recordando que la canción final, Brave Heart, deben reproducirla desde el momento en el que Akari se levanta para provocar a Lilithmon. Aquí, las canciones: Again, YUI; Break a Spell, Mami Kawada; Daze, GARNiDELiA; Never Give Up, Sonar Pocket; Butter-Fly (Piano Version), Kouji Wada (reproducer desde el momento en el que el dopplegänger lanza lejos a Cutemon); y Brave Heart, Kouji Wada. Eso es todo por ahora, no los detengo más. ¡Espero que disfruten leyendo el capítulo tanto como disfruté al escribirlo!
Caminar sola hacia el castillo fue una de las experiencias más inquietantes para Akari, especialmente por haber estado consciente de que, muy posiblemente, se estaba adentrando en el lugar que se convertiría en su sitio de eterno descanso. Pero la mirada de la chica reflejaba el poco temor que sentía en ese momento. Aferraba el Xros Loader de color naranja con fuerza, sintiéndose un poco insegura al saber que contaba con un mínimo de posibilidades para hacer una DigiXros. No se inmutó siquiera cuando llegó a las puertas del castillo y vio por el rabillo del ojo que Dorulumon salía del Xros Loader para hacerle compañía. Cutemon salió igualmente, posándose sobre la cabeza de Dorulumon. Akari se mantuvo quieta y agachó la mirada durante una fracción de segundo, intentando infundirse un poco de valor. Miró entonces hacia atrás y se dio cuenta de que ninguno de sus amigos se había percatado aún de su ausencia. Eso la hizo sentir satisfecha, pues lo que ella quería era enfrentarse a Lilithmon y abatirla con sus propias manos.
- ¿Estás segura de que estás haciendo lo correcto? -Le preguntó Dorulumon entonces-. Aún puedes retractarte. Cuando hayamos entrado al castillo, no podremos volver a salir.
Ella asintió.
-Tengo que hacer esto -dijo-. Lilithmon quiere enfrentarse a mí. Aunque hace tiempo permití que ella manipulara mi mente y mis sentimientos, hoy estoy dispuesta a hacerla pagar por eso. Casi traicioné al Xros Heart una vez, hoy voy a redimir mis acciones.
-Akari es valiente-kyu -dijo Cutemon-, pero Lilithmon es muy poderosa-kyu. No tenemos la fuerza suficiente para vencerla-kyu.
-Podemos hacerlo -aseguró Akari-. Tenemos que darnos prisa antes de que Taiki se dé cuenta de que no estoy más entre ellos.
- ¿Por qué te empeñas en hacer esto tú sola? -inquirió Dorulumon.
Akari soltó un suspiro antes de responder.
-Porque tengo que hacerlo. En ese tiempo, Lilithmon me manipuló a causa de mis deseos de volver al Mundo Real pues no me sentía parte del Mundo Digital. Fue gracias a Taiki que logré darme cuenta de que, aunque no poseía un Xros Loader, yo también formaba parte del grupo. Taiki fue quien me salvó en esa ocasión, hoy es mi turno de devolverle el favor. Venceré a Lilithmon, no me rendiré y no saldré de ese castillo hasta no haberlo hecho.
Dicho aquello, la chica avanzó hacia la puerta del castillo y colocó una mano sobre ella.
Silencio, nada ocurrió durante los primeros segundos.
-Kyu... -musitó Cutemon angustiado.
Akari miró entonces en todas direcciones, tratando de encontrar alguna manera de acceder al interior del castillo. Ocurrió en ese momento, cuando la puerta se abrió de par en par frente a sus ojos. Tomó un profundo respiro y entró, lentamente y reflejando toda su determinación en la expresión de su rostro. Dorulumon y Cutemon la siguieron, pues sus fieles compañeros eran incapaces de abandonarla en ese momento. Estando dentro de los jardines del castillo, Akari tuvo que detenerse para dejarse llevar, un poco al menos, por el temor. El interior del castillo estaba destruido, totalmente, con todas las flores secas y los Digimon que antes habían habitado allí dentro, o quizá en toda la Zona, yacían muertos en el suelo. Los Datos emanaban lentamente de sus cuerpos y ellos no se movían, mucho menos respiraban. Akari intentó ignorar aquella visión tan inquietante y siguió avanzando, mirando fijamente a la mujer que la miraba a su vez desde uno de los balcones que daba acceso, también, a la Torre Oscura. La chica pelirroja no se fijó en que la puerta del castillo, y todo su exterior en general, se había cubierto por una gruesa capa de hielo sólido. Sintió el frío recorriendo su cuerpo, pero poco o nada le importó. Lo único que quería en ese momento era hacer que Lilithmon borrara esa sonrisa cruel que esbozaba en ese momento.
Akari se detuvo en seco cuando llegó a la mitad de los jardines. Escuchó la risa de Lilithmon, así como pronto pudo escuchar su voz.
-Sabía que vendrías -dijo la mujer-. No podías dejar pasar la oportunidad, ¿no es así? -Akari sostuvo su mirada con firmeza y valentía, era un gesto que ella había aprendido bien del general del Xros Heart-. Supongo que has venido sola, pues no has querido decirles a tus amigos lo que está ocurriendo. ¿Me equivoco? -Silencio-. Eso ha sido lo mejor que pudiste haber hecho. No querrás que Taiki Kudou pierda la cordura al verte morir, ¿o sí?
-Déjate de habladurías -le espetó Akari-. Estoy aquí para enfrentarme a ti solamente.
Lilithmon rió de nuevo.
-Si es eso lo que realmente quieres, tendrás que hacer algo antes -dijo la mujer despreocupada, aunque la malicia brotaba a mares de cada una de sus palabras-. Tendrás que vencer a mi secuaz en una batalla.
-Bien -accedió Akari, con esa determinación que no dejaba lugar a dudas ante el hecho de que ella pertenecía al Xros Heart.
Lilithmon rió por tercera vez y Akari vio que una de las puertas que tenía al frente se abría de par en par, dejando salir a aquella aparición que heló la sangre de Akari. Lilithmon seguía riendo por lo bajo, impaciente ante la hora de poner sus manos sobre el cuello de Akari. Con todo, le parecía fascinante la idea de ver a ambas luchar. Akari se impidió a sí misma retroceder cuando el ser que era idéntico a ella se dejó ver. Era como mirarse a sí misma a través de un espejo. La aparición aferraba con fuerza un Xros Loader similar al de Akari, a excepción de esos pocos detalles de color negro que lo adornaban. A su lado derecho se encontraba un Dorulumon que despedía cierto aire sombrío, además de que su pelaje era de colores pertenecientes a la escala de grises. Al lado izquierdo de la aparición se encontraba también un Cutemon de color negro. Ambos Digimon poseían brillantes ojos rojos que reflejaban toda la maldad y la oscuridad que invadían sus corazones.
Akari cerró con fuerza los puños, sin importarle que el Xros Loader comenzara a herir su piel a la hora de aplicar tanta fuerza para sujetarlo, y dejó ir sus temores con un profundo suspiro.
-Dorulumon -llamó la chica-, encárgate de esto.
Dorulumon asintió y se agazapó para atacar.
El Dorulumon oscuro imitó aquél movimiento.
Akari y el dopplegänger levantaron a su vez los Xros Loaders, haciendo los mismos movimientos como si una de ellas fuera un mimo imitador. Se miraron fijamente a los ojos durante una fracción de segundo. La adrenalina recorrió el torrente sanguíneo de Akari, dándole la fuerza que necesitaba para resistir a ese combate. Ambos Dorulumon saltaron para atacarse el uno al otro, ensordeciendo a ambas chicas con sus rugidos.
Akari no mudó su expresión firme y su mirada de determinación.
Haría honor al nombre del Xros Heart, venciendo a Lilithmon sin ayuda de nadie más.
Fue gracias a Bokomon que todos pudieron tener una primera visión del interior del castillo, pues él se encargó de dibujar un mapa sobre la tierra. Por supuesto, Taiki no lo necesitaba. Él conocía a la perfección todos los rincones de ese lugar. Eran Lelouch y Kira quienes analizaban todas las puertas, ventanas y posibles entradas que estaban dibujadas en el mapa. Sus mentes trabajaban tan velozmente que era impresionante.
-Podemos derribar la puerta del castillo -decía Kira en ese momento-. Un ataque lo suficientemente potente podría bastar, incluso, para dejar inservible el sistema de vigilancia.
-No -dijeron Lelouch y Taiki a la vez, para el chico de los ojos color púrpura no fue nada agradable haber demostrado que pensaba lo mismo que el general.
-Debemos evitar usar las mismas tácticas que hemos utilizado antes -continuó Lelouch-. Si permitimos que todos nuestros movimientos sean similares, pronto seremos predecibles para todos los enemigos. Esta vez tendremos que infiltrarnos discretamente, entrar sin ser vistos y atacar desde dentro.
-Necesitaremos también una distracción -secundó Taiki-. De esa manera, la atención de los vasallos de Lilithmon se centrará en eso y nosotros ganaremos tiempo para entrar.
-Algunos de nosotros tendrán que quedarse afuera -asintió Kiriha, Taiki y Lelouch asintieron a la par-. Si esa tal Lilithmon se da cuenta de que ninguno de nosotros está en el exterior del castillo, sabrá que hemos entrado.
-Solamente entraremos quienes poseemos Digimon pequeños, que puedan moverse fácilmente adentro -dijo Taiki, Lelouch asintió de nuevo-. El resto permanecerá afuera.
-Su objetivo será distraer a Lilithmon únicamente -dijo Lelouch, fue Taiki quien asintió en ese momento-. Nosotros nos encargaremos del resto.
-Aún falta decidir quién cuidará de Nunally y Miyu -intervino Nene, ambos chicos asintieron.
-Ambas tendrán permanecer afuera -dijo Kira.
-Quienes sean los encargados de crear la distracción, tendrán también la tarea de protegerlas a toda costa -acordó Taiki, Lelouch asintió.
-En ese caso, sólo no queda decidir quiénes de nosotros entrarán y quiénes permanecerán afuera -dijo Katsura.
-Yo puedo permanecer afuera -aportó Tagiru-. Arresterdramon se encargará de la distracción.
- ¡Así es! -exclamó Gumdramon, escuchándose bastante motivado.
-Bien, Yuu y Kiriha se quedarán contigo -dijo Taiki.
Los tres chicos asintieron.
-Será una buena idea vigilar los cielos también -dijo Kira y miró a Katsura para añadir-: Katsura, tú e Infermon se encargarán de estar allí arriba.
-También yo tengo que estar en el cielo -intervino Lelouch-. Debo asegurarme de mirar todo lo que hay en el campo de batalla.
-Tú y yo estaremos sobre Sparrowmon -dijo Nene.
-A ti te necesitaremos dentro del castillo, Nene -intervino Taiki-. Mervamon y tú deben estar con nosotros allí.
-Ve -le dijo Lelouch a la joven Idol, interviniendo antes de que ella pudiera negarse-. Sparrowmon y yo estaremos bien, te lo aseguro. Tú sólo debes preocuparte por vencer a Lilithmon
Ella asintió, insegura.
-No hemos decidido qué hacer con Akari -dijo entonces Kiriha-. Ella debería permanecer afuera, con nosotros.
-Sí -asintió Taiki y se giró para buscar a la chica, diciendo-: Akari, tú estarás...
Su voz se apagó cuando se dio cuenta de que Akari no se encontraba con el grupo. Se levantó de golpe y miró en todas direcciones, sólo para descubrir que ella no estaba ahí.
-Akari... -musitó el chico.
Su mirada se fijó entonces en el castillo, que podía verse entre el follaje, y lo supo sin necesidad de pensarlo. Permitió que la impotencia, y la ira contra sí mismo, se apoderara de él al comprender lo que había pasado.
-Está... Está en el castillo...
Akari tuvo que resistir para evitar ser lanzada hacia atrás a causa de la fuerza del impacto que provocó la colisión de las técnicas de los dos Dorulumon. Al disiparse la nube de humo, se dio cuenta de que el Dorulumon enemigo había sometido ya al otro, gracias a una fuerte mordida que asestó en su pata delantera del lado derecho. El Dorulumon de Akari, sin embargo, no era tan fácil de vencer. Consiguió recuperarse lo suficiente para mantener el equilibrio y atacó con su taladro, impactando de lleno el cuello de su enemigo. Creó entonces un tornado con el taladro, utilizándolo para sacar del camino a su contrincante. El otro sujeto volvió y se abalanzó sobre Dorulumon, embistiéndolo con fuerza. Dorulumon se desplomó en el suelo durante un par de segundos y, al darse cuenta de que Akari corría hacia él, negó con la cabeza y volvió a levantarse. Se colocó en posición y utilizó su taladro para perforar la tierra, causando así que el suelo se desestabilizara. Aprovechó la confusión para correr de nuevo y apuñaló al Dorulumon enemigo con el taladro, haciéndolo soltar un chillido de dolor. Akari no tuvo tiempo de sonreír, satisfecha, pues el enemigo consiguió recuperar sus energías gracias a la intervención del Cutemon malvado.
Lilithmon seguía riendo por lo bajo.
- ¡Cutemon, ayuda a Dorulumon! -ordenó Akari.
- ¡Sí-kyu!
Cutemon fue lo suficientemente ágil como para burlar las técnicas que el Dorulumon oscuro utilizó en su contra. Se posó entonces a un lado de Dorulumon y mientras éste atacaba, Cutemon utilizó su Kizunaol para curar cada pequeña herida que encontraba.
El dopplegänger sonrió con malicia al darse cuenta de que Akari apretaba los dientes con fuerza.
Akari, por su parte, no pudo evitar mirar hacia atrás durante un breve segundo. Se reprimió a sí misma al instante, pues no podía darse el lujo de imaginar que Taiki llegaría pronto para ayudarla. Negó con la cabeza e intentó volver a centrarse en la batalla, sólo para llevarse una sorpresa al ver al dopplegänger frente a ella. Pronto sintió el puño de aquella siniestra aparición impactándose contra su mejilla. Cayó de espaldas al suelo y vio que la aparición se preparaba para combatir a puño limpio. Temerosa, Akari se levantó y se preparó igualmente para atacar.
Por supuesto, ella y la aparición sabían que Akari no podría ganar en ese enfrentamiento.
Taiki y Kiriha fueron los primeros en llegar a las puertas del castillo, cuyo exterior aún estaba congelado. El general del Xros Heart se detuvo en seco y posó una mano sobre el hielo, descubriendo que era tan duro como el diamante. Negó con la cabeza y miró a su alrededor, buscando alguna manera de entrar al castillo. Mimi acudió con él entonces, un poco agitada al haber corrido una distancia tan grande, y dijo al mismo tiempo que señalaba el cielo con un dedo.
-Lo único que ha sido congelado son las paredes. Aún podemos entrar por aire.
-Eso es lo que Lilithmon busca -se negó Kiriha-. Tenemos que destruir este hielo, es la única manera de entrar.
- ¡Yo me encargaré de eso! -exclamó Shoutmon entonces.
El Digimon King utilizó su técnica del Hard Rock Damashii, que no consiguió siquiera dejar una mínima marca sobre el hielo. Gumdramon intentó entonces, pero su Fire Vortex tampoco pudo lograr nada. Karminmon, con la Karmin Sword, igualmente fue incapaz de derretirlo siquiera un poco. El Random Lasser de Sparrowmon se evaporó en cuando hizo contacto con el hielo. La fuerza de las llamas de Greymon tampoco resultaron ser de ayuda. Keramon, Cheepmon, Palmon y Damemon tenían las manos atadas eran igual, o quizá un poco más, de inútiles en ese momento.
Sucumbiendo a la desesperación, Taiki comenzó a golpear con sus puños el hielo. Uno, dos, tres golpes. La sangre del general se quedó impregnada en la gélida pared de color azul y él sólo pudo gritar con toda la ira que fue capaz de liberar en ese momento, dejando mucho más de esa emoción tan corrosiva en su interior.
- ¡¡Akari!! -Exclamó cuando asestó la siguiente serie de golpes-. ¡¡Akari, responde!!
Tagiru corrió hacia él entonces, liberándose quizá un poco bruscamente del agarre de Nunally pues ella había estado sujetando su mano, y comenzó a atacar la pared de hielo a punta de patadas.
Nada funcionó.
- ¡Tengo que entrar! -Exclamaba Taiki desesperado-. ¡¡Tengo que verla!!
El sonido de una explosión que salió del interior del castillo hizo que Taiki retrocediera.
Sus pupilas se contrajeron, su corazón se aceleró y su respiración se agitó tanto que parecía estar al borde de un ataque.
- ¡¡Akari!! -Exclamó de nuevo-. ¡¡Akari, resiste!!
Nene, luchando contra sus propios demonios para evitar que el disparo de Cornelia volviera a resonar en su cabeza, se acercó al general y colocó una mano sobre el hombro del muchacho para llamar su atención. Lelouch se llevó una gran sorpresa al ver que Taiki se giraba y miraba a Nene con un aire desesperadamente pacífico. No hubo puñetazos, no hubo amenazas de muerte. Sólo en ese momento Lelouch pudo comprender que ese Taiki Kudou no era su enemigo.
-Taiki, debes tranquilizarte -dijo Nene con firmeza-. Kiriha tiene razón, la única manera de entrar es destruyendo la pared de hielo.
-Podemos usar a Diaboromon -intervino Katsura colocándose a un lado de la joven Idol-. Su Cañón Catástrofe posee la fuerza suficiente para destruir ese muro.
-Pero sus poderes son demasiado destructivos -intervino Yuu-. Akari está adentro, debemos tener cuidado de cada uno de nuestros propios movimientos. Podríamos herirla o ponerla en riesgo si atacamos sin antes detenernos a pensar.
-El Prism Garret de Arresterdramon podría sernos útil -secundó Tagiru.
-Necesitamos pensar en algo lo más rápido posible -terció Mimi-. Mientras más tiempo pase Akari allí dentro, más peligro correrá. Cada segundo es vital para salvarla.
-No podemos darle la espalda -dijo Kiriha.
Taiki lo miró y asintió.
La ira del general del Xros Heart era lo único que se reflejaba en sus ojos, que incluso en ese momento irradiaban la luz del valor y la lealtad que tanto lo caracterizaban.
En ese momento, la voz del 17° príncipe del sacro imperio de Britannia se hizo escuchar. No sólo eso, sino que posó su mano derecha sobre la espalda de Taiki para llamar la atención del muchacho. Y aunque fue la voz de Zero quien dijo aquellas palabras, Nene, Tagiru y Nunally supieron que era Lelouch quien intentaba comunicarse con Taiki.
-Déjamelo a mí, Taiki -dijo-. Yo me encargaré de abrir las puertas de este castillo.
Nene pestañeó un par de veces, impactada, al escuchar que Lelouch había pronunciado el nombre de pila de Taiki.
El general asintió y respondió.
-Confío en ti.
Lelouch fue quien asintió entonces y avanzó hacia el frente para valorar la situación con una velocidad tal que era como si de nuevo se encontrara ideando estrategias desde el interior del Gawain. No tardó más de un minuto en descubrir la forma de destruir el muro de hielo. En ese momento, la maliciosa sonrisa de Zero se reflejó en su rostro.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Akari cuando la fuerza de otra colisión de ataques logró lanzarla a casi cinco metros de distancia. Nunca se imaginó que recibir los residuos del ataque de un Digimon pudiese doler tanto. Se levantó, tambaleándose, y limpió un poco la sangre que corría por su barbilla. Corrió entonces, soltando un grito de guerra, e intentó abofetear al dopplegänger con toda la fuerza que pudo reunir. La aparición, sin embargo, tomó el brazo de Akari y lo giró en una posición imposible para cualquier ser humano. Akari sintió sus huesos crujir, así que tuvo que aplicar sus fuerzas para evitar que el dopplegänger terminara por romper por completo su brazo. Pudo liberarse luego de embestir a la aparición y atacó con la mano libre, causando un par de rasguños sangrantes en la mejilla de su contrincante. Otra explosión ocurrió entonces cuando los taladros de ambos Dorulumon se impactaron el uno con el otro. La aparición aprovechó el momento de distracción para golpear de nuevo a Akari, dejándola fuera de combate durante un par de segundos. Akari, al recuperarse, tenía ya al dopplegänger a horcajadas sobre ella e intentaba estrangular a la pobre chica.
Lilithmon reía con la misma ilusión, macabra ilusión, de una niña en Navidad.
Akari, resintiendo ya la falta de oxígeno, consiguió musitar el nombre de su amigo Digimon.
-Do-Dorulumon...
Dorulumon acudió al llamado al instante. Ver a Akari en semejante riesgo fue suficiente para que él pudiera lanzar un tornado con su taladro, cien veces más potente, que logró sacar a su contrincante del campo de batalla el tiempo suficiente para que él, el Dorulumon de Akari, pudiese acudir en auxilio de su amiga humana. Akari, semiinconsciente, pudo distinguir que las pequeñas manos de Cutemon se cerraban sobre el brazo derecho del dopplegänger. La aparición liberó a Akari para tomar a Cutemon por las orejas y lanzarlo tan lejos como le fue posible. Lo último que Akari pudo escuchar de Cutemon fue el prolongado kyu que él soltó mientras se impactaba contra el muro que lo empujó a la inconsciencia.
-Cu-Cutemon... -musitó Akari.
El dopplegänger entonces se enfrascó en un enfrentamiento con Dorulumon. El Digimon de Akari intentó perforar el estómago de la aparición con el taladro de su cola, pero le fue imposible hacerlo cuando su propio enemigo volvió y mordió con saña su costado izquierdo. Akari, horrorizada, vio cómo el dopplegänger se levantaba para ordenarle a su Dorulumon que acabara con el Digimon de Akari. El Digimon oscuro obedeció en el acto, atacando de nuevo con su taladro para dejar a Dorulumon totalmente fuera de combate, con el cuerpo lleno de heridas sangrantes y un par de Datos desprendiéndose de su cuerpo. Dorulumon intentó levantarse, su fuerza de voluntad era inquebrantable, pero sus energías ya se habían drenado y su cuerpo dolía tanto que incluso respirar le causaba una tortura infernalmente insoportable. Dejó caer su cabeza sobre el suelo y soltó un lastimero gemido, compartiendo con Akari una mirada de impotencia en la que él intentaba comunicarle lo arrepentido que estaba por no haber sido capaz de protegerla. El Dorulumon oscuro atacó de nuevo al Dorulumon de Akari, cuyos gritos y quejas de dolor causaban que el corazón de Akari se partiera en mil pedazos.
-Do-Dorulumon... -musitó ella.
- ¡Co-corre, Akari! -exclamó Dorulumon en uno de los breves segundos de descanso que su contrincante le dio en el lapsus entre uno y otro ataque.
Pero Akari no podía moverse, no podía reaccionar. Lo único que sentía era el correr de las lágrimas por sus mejillas. Escuchó de nuevo la risa de Lilithmon y supo al instante que había caído en una trampa de la que le sería imposible salir con vida.
El plan de Lelouch fue impresionante y efectivo. Gracias a los poderes en conjunto de Karminmon, con su espada de fuego, y Mervamon, con la Olympia, consiguieron abrir una grieta en el muro de hielo. Ambas golpeaban en el centro de la grieta para que ésta fuera creciendo más y más. Lelouch era quien les indicaba el momento en el que debían asestar el golpe. Nene aún estaba impactada.
Cuando la grieta fue lo suficientemente grande, Lelouch levantó una mano para hacer que los ataques de Karminmon y Mervamon se detuvieran. Miró entonces a Katsura y, con la voz de Zero, dijo:
-Necesito a Infermon.
Nene arqueó las cejas en ese momento y pestañeó un par de veces, pues le parecía impresionante el hecho de que Lelouch hubiera memorizado ya los nombres de todos los Digimon de sus nuevos compañeros.
Keramon, bastante motivado para ayudar en el plan, Digievolucionó en Infermon con ayuda de Katsura.
-Sujeta los extremos de la grieta con tus manos -le ordenó Zero a Infermon-. Tira de ellos con todas tus fuerzas.
-A la orden -dijo Infermon.
Las manos de Infermon sujetaron con fuerza los bordes de la grieta y él, aplicando toda su fuerza, pudo comenzar a desprender el hielo. Zero sonrió complacido.
-Impresionante... -musitó Taiki.
Nene entonces sonrió igualmente. Miró al general del Xros Heart y dijo, como su hubiera pasado su vida entera sintiéndose orgullosa de Lelouch:
-Sí. Zero es impresionante.
El Dorulumon maligno había centrado ya su atención en Akari, haciéndola sufrir de maneras inimaginables. La pobre chica no comprendía cómo era que había resistido a todos los golpes de ese Dorulumon, pues parecía ser que una persona común y corriente habría muerto casi al instante. De alguna manera, consiguió levantarse de nuevo y levantó su Xros Loader para recargar a los PawnChessmonz. Dorulumon atacó entonces con su taladro, perforando un poco la mano de Akari y haciéndola soltar el Xros Loader, que cayó a sus pies con la pantalla un poco quebrada. Ella tuvo la oportunidad de cerrar los ojos a tiempo, cuando el tornado de Dorulumon la impactó y ella cayó al suelo, sin energías y sin ánimos de seguir luchando. Escuchó entonces su propia voz, saliendo de la garganta del dopplegänger, que decía esas palabras que tan herida le hacían sentir.
-Levántate, inútil. Al menos déjame matarte mientras me miras a los ojos. No eres nada, no perteneces aquí, y nadie te necesita. ¿Qué caso tiene seguir luchando?
Nadie te necesita...
Nadie te necesita...
Akari cerró los ojos, apresurando así la salida de sus lágrimas, y sollozó en voz baja.
Lilithmon sonrió con malicia, aunque ese gesto se borró cuando escuchó aquél sonido ensordecedor que provenía de la entrada al castillo.
-Mierda... -soltó entre dientes.
El Xros Heart, y sus nuevos amigos, entraron al castillo una vez que Infermon pudo deshacerse del muro de hielo. Taiki era quien encabezaba al grupo, corriendo a toda velocidad para reunirse con Akari. Lilithmon exclamó entonces, enfurecida:
- ¡¡No te acerques, Kudou!! ¡¡Ella es mía!!
Fue gracias a Lelouch que Taiki se salvó de morir con el cuerpo perforado por los proyectiles puntiagudos de hielo que comenzaron a caer del cielo. Lelouch tomó a Taiki por el brazo derecho para hacerlo retroceder cuando el proyectil se dirigía hacia él. Uno a uno, los proyectiles siguieron cayendo y bloquearon el paso al Xros Heart. Akari no quiso levantar la mirada, sin importar la insistencia con la que Taiki exclamaba su nombre. Sólo supo que el dopplegänger se posaba a un lado de ella y chasqueaba los dedos para hacer que el Dorulumon maligno preparara su taladro. Escuchó el sonido y cerró los ojos con más fuerza, esperando el impacto que le arrebataría la vida.
Nadie te necesita...
Nadie te necesita...
-Quiero irme porque nadie me necesita...
-No digas que nadie te necesita, ¡yo te necesito!
En su mente escuchó la voz de Taiki en aquella ocasión, era eso lo último que quería escuchar antes de que sus ojos se cerraran para siempre. Sollozó de nuevo, dándose cuenta de que en realidad era tan inútil como ella se sentía. No había podido vencer al dopplegänger, ¿para qué permanecer en ese mundo, entonces?
-No digas que nadie te necesita, ¡yo te necesito!
La voz de Taiki seguía resonando en su cabeza, parecía que una parte de su subconsciente estaba intentando darle una razón para levantarse y seguir luchando... Pero ella no quería hacerlo.
-No digas que nadie te necesita, ¡yo te necesito!
-Taiki... -musitó la pobre chica-. Perdóname...
- ¡¡Akari!!
Ella levantó finalmente el rostro cuando escuchó la voz de su amado. El general la miraba por entre el hielo que le bloqueaba el paso. Él no lloraba, no como lo hacía ella, pero sí esbozaba la misma expresión que en aquél día. Una expresión firme que le daba toda la credibilidad necesaria, aunque un chico tan sincero como él no necesitaba buscar que nadie creyera en sus palabras. Cuando sus miradas se cruzaron, Akari sintió que el fuego comenzaba a arder de nuevo en su interior.
- ¡Akari, levántate! -Suplicó Taiki-. ¡Sólo tú puedes vencer a Lilithmon!
-Taiki...
- ¡Yo confío en ti! -Continuó el general del Xros Heart, él deseaba poder tener a Akari entre sus brazos para darle cierto énfasis a sus palabras-. ¡Akari, tienes que seguir luchando! ¡Eres la única que puede hacerlo! ¡Te necesitamos, Akari! ¡¡Yo te necesito!!
Yo te necesito...
-Quiero irme porque nadie me necesita...
-No digas que nadie te necesita, ¡yo te necesito!
-Yo... -musitó Akari-. Yo también te necesito...
La luz que emanó entonces del Xros Loader naranja logró cegar por un momento a Akari. La chica tomó el aparato entre sus manos, sólo para descubrir que la rotura de la pantalla estaba cerrándose por sí misma. Y en la pantalla había un símbolo, un símbolo que Kira y Katsura habrían reconocido bien de haber podido verlo.
Era una intervención de uno de los Tres Grandes Ángeles.
Ophanimon.
- ¿Qué es esto...? -musitó Akari.
Lilithmon estaba al borde de un ataque de ira, totalmente dispuesta a decapitar a Akari con sus cuchillas.
La luz del Xros Loader se volvió mucho más intensa y en la mano derecha de Akari, la misma que estaba herida, apareció un aro de luz de color dorado. Taiki, Kiriha, Tagiru, Nene y Yuu lo reconocieron al instante. La calidez que emanaba de la luz le pareció a Mimi tan familiar que incluso ella supo lo que estaba ocurriendo. Akari levantó su mano para poder ver el resplandor un poco más de cerca. Era una luz cálida, brillante, pero que no cegaba y no causaba ningún mal.
- ¡¡Es la Luz de la Súper Evolución!!
Akari y los demás miraron a Bokomon cuando él dijo eso, dando saltos para llamar la atención.
- ¿La Luz de la Súper Evolución? -Preguntó Akari-. ¿Es decir que... ¿Dorulumon...?
- ¡¡Hazlo, Akari!!
Akari miró a Taiki al escuchar su voz. La determinación del general del Xros Heart se arraigó en el interior de la chica, dándole las fuerzas para levantarse.
-Sí... -dijo para sí misma-. Puedo hacerlo... No debo temerle a Lilithmon... Si creo en mí misma, ya no queda más por qué temer... -Se levantó entonces y miró hacia Lilithmon, quien estaba a punto de bajar para enfrentar a la chica por sí misma-. ¡Mis amigos me necesitan y tú no volverás a manipularme! ¡Yo te venceré, Lilithmon! -Hizo entonces que la Luz de la Súper Evolución hiciera contacto con su Xros Loader y exclamó, a voz en cuello-: ¡Dorulumon, Chou Shinka!
Dorulumon pudo sentir cuando la luz rodeó su cuerpo, otorgándole fuerzas renovadas y una paz infinita que él pudo sentirse durante un minuto en el Nirvana.
La Luz sagrada del Digivice, pensó Mimi.
-¡Chou Shinka...! -Sintió que sus heridas sanaban, así como escuchaba la risa de Akari en su mente y se sentía mil veces más motivado para protegerla. Gritó al sentir que su cuerpo cambiaba y, al apagarse la luz, atacó con su lanza al Dorulumon oscuro al mismo tiempo que exclamaba-. ¡... JagerDorulumon!
El Dorulumon oscuro sucumbió ante los poderes de JagerDorulumon y estalló en una nube de Datos, así como el dopplegänger fue abatido mediante un rayo de energía que disparó desde su escudo. Se posó entonces detrás de Akari, permitiendo que el viento hiciera ondear su capa. El Xros Heart y sus nuevos amigos estallaron en vítores. Lelouch esbozó una auténtica sonrisa al ver que Akari estaba nuevamente en pie, no pudo evitar sentir ya un gran cariño y una gran confianza hacia ella al ver la expresión tan firme que ella esbozaba.
Akari Hinomoto posee todas las cualidades de una líder, pensó Kira impresionada.
Taiki jamás se había sentido tan orgulloso de quien, en otro tiempo, había sido solamente su mejor amiga.
Lilithmon bajó entonces, de un salto, y se preparó para atacar mediante sus propios medios. Akari, sin quererlo, lanzó la mayor de las provocaciones al permitir que Lilithmon viera esa expresión en su rostro. La expresión de alguien que había sido influenciada por el general del Xros Heart.
-Maldita humana... -dijo Lilithmon enfurecida-. Será mejor que no pienses siquiera que con ayuda de tu Digimon Digievolucionado podrás vencerme...
-Solamente sabes hablar -la retó Akari con osadía-. Atácame ahora si tienes las agallas.
Todos quienes estaban detrás de la barrera de hielo sonrieron, pues las palabras y la actitud de Akari lograron hacer que ellos evocaran recuerdos de otros tiempos y otros DigiDestinados.
Kiriha, Tagiru y Yuu pensaron en Taiki.
Taiki pensó en Tagiru.
Katsura pensó en Kira.
Mimi pensó en Tai.
Karminmon pensó en los Siete Héroes Legendarios.
Bokomon y Neemon pensaron en Takuya.
Nene pensó en Zero.
Lelouch pensó en Nene.
Kira pensó en su padre, Tai.
JagerDorulumon y Lilithmon atacaron a la vez. Él, con ayuda de su lanza y soltando un rugido. Ella, lanzando una potente onda de energía oscura y soltando un grito de guerra.
Akari sintió que alguien más estaba sosteniendo el Xros Loader con ella, igual que ella había hecho antes al ver aparecer a Shoutmon X4K. Era casi como si pudiera sentir la mano de Taiki con la suya, pues era él el único que podía infundirle el valor necesario como para que ella estuviese en pie, totalmente lista para el segundo round.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top