Capítulo XXXV: ¿Eso ha sido...? ¿Estallido Solar...?

La canción que les dejo en Multimedia es la que debe reproducirse, básicamente, durante toda la batalla. Si no pueden ver el video, los invito a buscar la canción aparte para que consigan el mismo efecto: Daze, de GARNiDELiA. Ya que no pude poner más de una canción en Multimedia, los invito a buscar también Fire (el opening de Digimon Frontier) versión piano para reproducir en el momento donde Kira ve aparecer al ser alado. Eso es todo por ahora, ¡disfruten el capítulo!


     Fueron momentos de gran expectación cuando Kiriha entró en el campo de batalla, sin demostrar las emociones que en ese momento estaban embargándole. ZeekGreymon igualmente esperó, mientras Juri se ocupaba de pensar en cómo vencer a semejante Digimon tan enorme. La señal para atacar llegó por parte de  Kiriha, quien hizo aparecer su fría sonrisa para indicarle a ZeekGreymon que había llegado el momento. La Zeek Flame se hizo presente y SkullLeomon tuvo que bloquear el ataque lanzando a su vez una versión un tanto siniestra del Golpe del Rey Bestia. ZeekGreymon, a pesar de su tamaño, era una constante amenaza para SkullLeomon. El Digimon hecho de huesos no era tan ágil como para burlar a un Digimon como su contrincante, que atacaba constantemente sin darle tiempo siquiera de respirar. ZeekGreymon consiguió tomar a SkullLeomon por el cuello para estrellarlo una y otra vez contra el suelo árido. SkullLeomon consiguió liberarse y atacó de nuevo, embistiendo a ZeekGreymon con toda la fuerza de la que fue capaz. Con dificultades logró desestabilizarlo, logrando únicamente que ZeekGreymon se enfureciera y atacara de nuevo con la Zeek Flame. SkullLeomon saltó para esquivar el ataque y cayó en picada sobre ZeekGreymon, golpeando su rostro con aquellos talones huesudos. La expresión de Kiriha se endureció.

     — ¡Kiriha, mira eso!

     Fue Tagiru quien alertó al chico rubio de lo que Juri estaba por hacer. Todos vieron la manera en la que ella sacó una simple carta de uno de sus bolsillos y, tranquilamente, la deslizó a través de la ranura de su Digivice diciendo con esa voz vacía:

     —Cambio de carta. Súper Velocidad.

     ZeekGreymon no pudo ver a SkullLeomon llegar cuando su ataque lo golpeó en el centro de la espalda. Al girarse para disparar su cañón en contra de su enemigo, SkullLeomon había desaparecido ya.

     —Mierda... —dijo Kiriha entre dientes.

     No importaba cuánto intentara ZeekGreymon, SkullLeomon se había hecho mucho más veloz de lo que debía ser. Nene, al darse cuenta de que ZeekGreymon se encontraba en desventaja, encontró la fuerza dentro de sí para levantarse. Ella caminó, lentamente y tambaleándose, hasta llegar a situarse a un lado de Kiriha. Lelouch sólo pudo mirarla con el seño fruncido, sintiéndose traicionado a pesar de saber que Nene sólo buscaba obtener la victoria por encima de aquél enemigo.

     —Esa chica controla a su Digimon mediante esas cartas —informó, Kiriha asintió en silencio—. Necesitamos encontrar una manera de hacer que SkullLeomon baje su velocidad, así como debemos impedir que ella siga utilizando ese aparato.

     — ¡Cuenten conmigo!

     Nene y Kiriha sonrieron cuando Tagiru se acercó a ellos, empuñando su Xros Loader.

     — ¿Tienes un plan? —preguntó Kiriha al enérgico muchacho.

     Tagiru asintió.

     —En ese caso, yo me encargaré de destruir ese aparato —aseguró Nene—. Sparrowmon y Mervamon aún deben reponer sus energías, de manera que no podrán participar en esta batalla. Pero estoy segura de que no los necesitaré para hacer lo que tengo en mente.

     —Bien —accedió Kiriha, sólo preguntándose en qué momento Nene había cambiado tanto.

     Eso, y preguntándose también: ¿tan extravagante se había vuelto el estilo de Nene, que ahora también usaba lentillas de diseños exóticos como aquella que usaba en su ojo derecho?

     — ¡Mimi! —Exclamó Nene—. ¡Encárgate de cuidar a Lelouch y a los demás! ¡Terminaremos pronto con esto!

     Mimi asintió.

     Lelouch sólo permitió que su expresión se endureciera aún más.

     —Hagámoslo —dijo Kiriha.

     Y el plan de los tres viejos amigos dio comienzo.

     Tagiru levantó su Xros Loader y exclamó:

     — ¡Reload, FlyWizardmon!

     Soltando su desquiciada carcajada, FlyWizardmon salió del Xros Loader y se dirigió a toda velocidad hacia SkullLeomon, al mismo tiempo que Tagiru exclamaba:

     — ¡FlyWizardmon, encárgate de drenar toda la energía de ese Digimon!

     Nene, dejando su Xros Loader en su bolsillo, avanzó entonces hacia Juri. Sin mediar palabras con ella, y notando que un leve atisbo del miedo se reflejaba en los ojos de la pequeña, Nene tomó con fuerza la muñeca de Juri y flexionó el brazo de la pequeña hacia atrás, en un ángulo doloroso e imposible, en un vano intento de hacerla soltar el Xros Loader. Juri, sin embargo, respondió a la agresión propinando un fuerte puñetazo en la barbilla de Nene.

     Al ver a la joven Idol caer al suelo y escupir sangre, Lelouch y Kiriha sintieron que sus corazones daban un vuelco.

     — ¡Tormenta de Tinieblas!

     — ¡Heavy Metal Vulcan!

     — ¡Granada del Infierno!

     Las técnicas de Devidramon, OmegaShoutmon e Infermon lograron levantar una gigantesca nube de humo y escombros. Al disiparse ésta, Taiki y Kira maldijeron en voz baja cuando Cerberusmon surgió, con su cuerpo regenerado y sin rastro alguno del daño causado por aquellas técnicas.

     —No importa cuántas veces ataquemos, Cerberusmon siempre termina por regenerarse —musitó Yuu.

     —Necesitamos un plan diferente —dijo Akari y llamó la atención de Taiki tomándolo por el brazo derecho—. Taiki, hace falta lanzar un ataque lo suficientemente potente para que él no pueda regenerarse.

     Taiki asintió, sólo pensando en cuál podría ser semejante técnica.

     —Yo me encargaré de ese sujeto —dijo Katsura y avanzó hacia adelante para colocarse al frente del grupo—. Diaboromon posee la fuerza suficiente.

     —Los poderes de Diaboromon son demasiado destructivos —se negó Kira—. Si no consigues derrotar a Cerberusmon con el primer golpe, podrías destruir la Zona entera.

     —Podemos sacarle provecho a esos poderes —dijo Taiki dándole un leve golpe a sus gafas de aviador con un par de dedos—. Destruiremos a Cerberusmon y a la Torre Oscura de un solo golpe. Kira —dijo, mirando a la chica—, ve con Devidramon hacia la Torre Oscura y haz que Cerberusmon te siga.

     Kira asintió.

     —Katsura —continuó el general—, Diaboromon y tú esperen mi señal. De ustedes dependerá el destino de la Zona Magma.

     —Pan comido —dijo Katsura con un guiño.

     —El resto, espere aquí —dijo Taiki decidido—. OmegaShoutmon y yo permaneceremos cerca de ellas. Ustedes, vayan a ayudar a Nene y Tagiru.

     Todos asintieron y el grupo se dispersó. Kira corrió y dio un salto para montarse sobre el lomo de Devidramon. Estando montada en su Digimon, acarició brevemente el elástico de sus gafas para infundirse valor y exclamó:

     — ¡Oye, maldito perro sarnoso! ¡¿Por qué no me persigues?! ¡¿Es que acaso tienes miedo?!

     Para rematar su provocación, Devidramon disparó su Tormenta de Tinieblas. Su disparo fue a impactarse directamente en la espalda de Cerberusmon, causando que el Digimon de tres cabezas se sumiera en un acceso de ira. Kira le dedicó aquella sonrisa que había heredado del gran héroe del Digimundo y así, sin borrar ese gesto, se alejó en compañía de Devidramon, exclamando:

     — ¡Atrápame si puedes, Cerberusmon!

     Y Cerberusmon la siguió a toda velocidad.

     Taiki y Katsura sonrieron.

     Cerberusmon había caído en la trampa.

     Nene había conseguido dominar a Juri, colocándose a horcajadas sobre la pequeña y tomándola con fuerza por las muñecas. Juri forcejeaba para liberarse, pero no podía hacer mucho gracias a su cuerpo frágil y pequeño. Fue la oscuridad de su corazón lo que le dio la fuerza para deshacerse de Nene, cambiando de posiciones. Al sentir el puñetazo de Juri, Nene inclinó el rostro hacia el lado derecho y llevó sus dos manos hacia el rostro de su contrincante para intentar cegarla mediante la presión de sus dedos pulgares. Juri, soltando un grito, se levantó y cubrió sus ojos con sus nudillos. Nene se sintió un tanto perturbada cuando Juri le mostró que la sangre que escapaba por sus lagrimales.

     Con todo, consiguió acercarse de nuevo a la pequeña y volvió a dominarla, tomando el brazo derecho de Juri y tirando de él hacia atrás. Consiguió tomar entonces el Digivice de Juri, así como un par de cartas que consiguió hurgando en los bolsillos de la pequeña. Nene sonrió satisfecha y exclamó, girándose para mirar a ZeekGreymon:

     — ¡Pase largo, ZeekGreymon!

     Y lanzó el Digivice, que se destruyó cuando un disparo del cañón de ZeekGreymon lo impactó de lleno. Juri retrocedió aterrada y llevó ambas manos a su pecho, a la altura de su corazón, dejando que el temor se apoderara de su cuerpo.

     Nene pensó en acercarse a la pequeña, pero no pudo hacerlo pues en ese momento escuchó la voz de Dorulumon exclamando:

     — ¡Dorulu Checkmate!

     Nene cubrió su rostro para evitar que la nube de polvo le afectara. Al disiparse, vio a Juri en el suelo. La pequeña intentaba levantarse y Dorulumon, con Akari en su lomo, se contoneó intentando parecer intimidante.

     — ¡Akari! —exclamó Nene esbozando una gran sonrisa, y sintiendo una punzada de dolor en su corazón al igual que ocurría cada vez que ella siquiera pensaba en ese nombre.

     La chica pelirroja sonrió.

     FlyWizardmon no tuvo problemas para atrapar a SkullLeomon en uno de esos torbellinos de fuego que drenaban las energías. Al terminar de hacer su trabajo, SkullLeomon cayó de bruces en el suelo sin poder moverse siquiera. Tagiru celebró entonces, levantando el brazo derecho con aire victorioso.

     — ¡Tswarmon, sujétalo!

     Kiriha no quiso hacer evidente su sonrisa cuando vio aparecer a Yuu, pues en ese momento prefería mantener su fachada fría e indiferente.

     Tswarmon utilizó su Digi-Ninpou de las telarañas electrificadas para hacer que SkullLeomon estuviese en la posición correcta para recibir el golpe. ZeekGreymon, sin esperar órdenes, disparó su cañón y la explosión dejó a todos cegados por un momento.

     Al disiparse aquella intensa luz, sólo pudieron ver la nube de Datos que comenzaba a disiparse, situada en el punto donde SkullLeomon había estado.

     Kiriha, satisfecho, giró sobre sí mismo y se dirigió al sitio donde Juri aún intentaba levantarse. El muchacho estaba más que dispuesto a enfrentar a Juri, eso podía saberse tan sólo al ver el brillo asesino que se reflejaba en sus ojos. Sin embargo, se detuvo en seco cuando vio a Juri agachar la mirada y aquellas lágrimas, combinadas con la sangre, comenzaron a caer al suelo árido. Akari intentó acudir con ella para mostrarle consuelo, pero Kiriha lo impidió levantando una mano para hacerla desistir.

     —Levántate —ordenó Kiriha con frialdad.

     La única respuesta que obtuvo por parte de Juri fue un sollozo. De alguna manera, Juri encontró dentro de sí las fuerzas para levantarse y se alejó del lugar, corriendo a toda velocidad y dejando una estela de lágrimas a su paso. Todos intercambiaron miradas entonces, compartiendo el mismo pensamiento: ninguno de ellos quería perseguir a aquella niña tan siniestra.

     Nene entonces miró a Kiriha. Se cruzó de brazos y él frunció el entrecejo, confundido.

     —Eres lento —se quejó ella y sintió que estaba viviendo un Deja Vú—. ¿Acaso intentas impresionarme?

     Kiriha, sonrojado, comenzó a balbucear cosas sin sentido. Nene solamente rió con calidez.

     — ¡Hermano!

     Nunally llamó la atención de todos cuando acudió con su hermano. Lelouch se levantó entonces, aún afectado por el drenado de energías, y envolvió a su hermana en un fuerte abrazo. Nene se sintió aliviada al ver que la pequeña Nunally estaba en una pieza.

     — ¿A dónde han ido los demás? —preguntó Mimi entonces, pues parecía ser la única que había notado la ausencia de tres miembros del equipo.

     —Taiki, Kira y Katsura han ido a dar el golpe final para destruir a Cerberusmon —informó Akari.

     —No podemos permitir que ellos se enfrenten solos a ese sujeto —dijo Kiriha.

     —Tienes razón —dijo Mimi—. Será mejor que vayamos todos, podrían necesitar nuestra ayuda.

     Nene asintió y se dirigió hacia el sitio donde Sparrowmon ya estaba comenzando a levantarse. Intentó ignorar la fría y endurecida expresión de Zero, aunque estaba plenamente consciente de que, una vez superado el obstáculo de la Zona Magma, tendría que resolver algunos asuntos con Lelouch.

     Comenzando por el hecho de la presencia de Kiriha y el repentino interés de Nene hacia él.

     Devidramon se detuvo en seco cuando estuvo lo suficientemente cerca de la Torre Oscura. Giró entonces sobre sí mismo y disparó su Tormenta de Tinieblas para continuar con las provocaciones. Kira soltó un grito agudo cuando vio a Cerberusmon saltar para propinarle un par de fuertes zarpazos a Devidramon, los cuales consiguieron derribarlo. Cerberusmon lanzó una ráfaga de fuego que Devidramon tuvo que bloquear con ayuda de la Tormenta de Tinieblas, causando una colisión que levantó algunos escombros. Kira se sujetó con más fuerza al lomo de su Digimon y miró a Cerberusmon con todo el desprecio del que fue capaz. Sus gafas centellearon, aunque ella fue incapaz de verlo, y sintió que una potente oleada de fuego se apoderaba de su interior. Devidramon, contagiado por el valor de Kira, embistió a Cerberusmon para hacer que el enemigo se estrellara contra la Torre Oscura. Tras un par de segundos, Cerberusmon volvió a la carga con esa ráfaga de fuego que consiguió arrasar con todo lo que había alrededor de la torre. Devidramon, desde el aire, atacó de nuevo haciendo aparecer una potente corriente de aire mediante sus aleteos. Cerberusmon saltó de nuevo, clavando sus garras en el costado de Devidramon. El Digimon de Kira cayó de nuevo y ella fue a dar al suelo, golpeando el lado derecho de su cabeza con una gigantesca roca. Sintió la sangre brotar de la herida, pero igualmente se levantó y sujetó con fuerza su DigiLector, enteramente lista para el siguiente asalto.

     Cerberusmon no daba tregua, así como tampoco se dejaba pillar tan fácilmente. Sus garras, sus colmillos y sus ráfagas de fuego eran lanzadas con tal potencia que todo el territorio circundante pronto terminó totalmente destruido. Tras un par de golpes más, Devidramon cayó al suelo. Estaba parcialmente inconsciente y de su cuerpo emanaban un par de Datos que comenzaron a levantarse en los cielos. Cerberusmon fijó su atención en Kira, quien mordía su labio inferior en un vano intento de no sucumbir ante la desesperación a causa del estado en el que se encontraba su compañero Digimon. No vio llegar el ataque, tan sólo sintió que las afiladas fauces de Cerberusmon apresaban su brazo derecho, haciendo que ella soltara el DigiLector. Cerró los ojos, sin dejar de gritar y sintiendo la sangre brotar de sus heridas, cuando escuchó a lo lejos la voz de Katsura, exclamando:

     — ¡Ahora, Diaboromon!

     — ¡Cañón Catástrofe!

     Kira abrió los ojos al escuchar aquello y sintió que sus pupilas se contraían al darse cuenta de que ella se encontraba en la línea de fuego. Valientemente, se preparó para recibir el impacto. Si con eso conseguía derrotar a Cerberusmon, entonces no habría problema alguno al sacrificarse.

     — ¡Kira, sal de ahí!

     Se quedó helada en ese momento.

     Al principio creyó que aquella voz le pertenecía a Katsura, pues a lo lejos consiguió ver que su amiga corría a toda velocidad para intentar advertirle que el ataque de Diaboromon estaba por destruirla. Al punto, su confundida mente le indicó que la voz le pertenecía a un muchacho. Miró hacia el punto donde Taiki y OmegaShoutmon estaban acercándose, pero supo inmediatamente que esa no era la voz de un muchacho.

     Era la voz de alguien más, alguien que no formaba parte del equipo.

     Alguien que en esos momentos también se encontraba cerca de allí.

     Alguien que, ella sabía, tenía que estar muerto.

     Infinita fue su sorpresa al ver que aquella figura se posaba frente a ella, tomando a Cerberusmon por el cuello para lanzarlo lejos. No podía distinguir su figura, pues él se encontraba a contraluz gracias al resplandor causado por el ataque de Diaboromon. Él extendió sus alas y adoptó la posición indicada para exclamar el nombre de su ataque.

     Un ataque que removió algo en el interior de Kira.

     — ¡Estallido Solar!

     Su técnica consiguió empujar a Cerberusmon hacia el Cañón Catástrofe, así como sirvió para contener el ataque de Diaboromon. La colisión causó una explosión mil veces más potente que logró iluminar la extensión entera de la Zona Magma. La onda expansiva derribó la Torre Oscura y Taiki tuvo que tomar a Kira en brazos para ayudarla a salir de allí antes de morir aplastada por la fuerza del impacto. Consiguieron alejarse lo suficiente de aquél sitio, sintiendo que el suelo comenzaba a temblar con violencia bajo sus pies. Diaboromon volvió a tomar la forma de Keramon y Devidramon, sin energías, se introdujo a sí mismo en el DigiLector de Kira. Keramon fue quien volvió para recoger el pequeño aparato de color anaranjado, antes de que éste también fuera destruido.

     — ¿Qué está pasando? —exigió saber Katsura y tuvo que cubrir su cabeza para evitar que una roca voladora destrozara su cráneo.

     Taiki, sin habla, sólo pudo mirar alrededor.

     La Zona Magma, afectada por la potencia de la colisión del Cañón Catástrofe con el Estallido Solar, estaba destruyéndose.

     — ¡Taiki, tenemos que salir de aquí! —exclamó OmegaShoutmon acalorado.

     Taiki asintió y dejó a Kira en el suelo, aunque la pobre chica no podía mantener el equilibrio gracias a la impresión causada por aquella figura alada que había salvado su vida. El general del Xros Heart, escuchando las voces de sus amigos que se acercaban a ellos a toda velocidad, levantó el Xros Loader y exclamó:

     — ¡Transferencia de Zona!

     El portal se abrió ante sus ojos, desestabilizando mucho más la Zona Magma. El fuerte crujir de la tierra y la lava que comenzaba a surgir de las grietas que se habrían en el suelo les dijo que no quedaba mucho tiempo.

     — ¡De prisa, todos al portal! —exclamó Taiki.

     Y así lo hicieron. Taiki esperó al final para asegurarse de que todos hubieran entrado. Fue necesario que Katsura tirara del brazo derecho de Kira para hacerla avanzar, pero ella no podía dejar de mirar hacia el punto donde la colisión había tenido lugar. Cuando Taiki le dio un par de empujones para hacerla entrar en el portal, la chica sintió que una lágrima corría por su mejilla y sólo pudo musitar:

     —Ese... ¿Ese era...? ¿Aldamon...?

     La implosión de la Zona Magma causó que todas las pantallas del centro de comando de Clarisse dejaran de transmitir imágenes. Todo lo que se escuchaba era ruido blanco y todo lo que podía verse era un fondo de color negro. Ella no sabía cómo reaccionar. ¿Debía alegrarse por haber presenciado la destrucción de la Zona Magma, o debía sentirse enfurecida al saber que sus enemigos habían podido escapar?

     Piedmon, por otro lado, soltó una fría carcajada.

     —Uno menos —dijo el siniestro payaso—. Ellos en realidad son poderosos. Será interesante enfrentarlos cuando hayan llegado aquí.

     Clarisse se dejó llevar por la ira y la frustración.

     — ¡Gizamon! —exclamó y el pequeño ser que controlaba las pantallas se dejó invadir por los escalofríos que recorrían su espalda—. ¡Transfiere ahora los datos de Lilythmon y a sus súbditos a la Zona Lago! ¡Trae de vuelta a DarkKnightmon! ¡Hazlo ya!

     Gizamon obedeció en el acto.

     Juri Katou y Sora Takenouchi habían fallado, la oscuridad que poseía a sus corazones no había servido de absolutamente nada para asegurar la victoria de Clarisse. Sin embargo, la chica rubia de los fríos ojos azules estaba más que segura de que su siguiente plan de acción era infalible.

     Era hora de poner un poco más de empeño.

     ¿Y qué mejor manera de destruir a los DigiDestinados, que atacando desde dentro?

     ¿Qué podía ser mejor que obligarles a enfrentar a sus propios demonios, causando así que ellos mismos acabaran con sus propias vidas?

     Una siniestra sonrisa se dibujó en su rostro.

     Era un plan infalible.

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