Capítulo XXXIV: Cambio de Carta. ¡Contraevolución!

     No hubo tiempo para que los cuatro muchachos o sus Digimon pudieran reclamar cualquier cosa por las palabras de Juri, pues el ataque de Leomon llegó tan de golpe que no hubo siquiera oportunidad de respirar. El Golpe del Rey Bestia causó una explosión que lanzó a todos a un par de metros más lejos de donde se encontraban. Los poderes de Leomon eran mucho más potentes de lo que todos hubieran imaginado... O deseado.

     Juri sólo sonreía.

     Era una sonrisa abrumadora y adorable a la vez.

     Nene y Tagiru fueron los primeros en levantarse, empuñando en alto los Xros Loaders y tratando de ignorar el dolor que sus cuerpos sentían a causa del impacto. Lelouch se incorporó igualmente, ignorando con toda intención los intentos que Mimi hacía para controlar la hemorragia que el impacto había causado en su nariz.

     —Tenemos que vencer a ese sujeto antes de que fije su atención en los demás —dijo la joven Idol decidida—. Si unimos los tres nuestras fuerzas, podremos vencerlo.

     —Sí —dijo Tagiru—. Es hora de Digievolucionar.

     —No —intervino Lelouch y colocó una mano, a regañadientes, sobre el hombro derecho de Tagiru para detenerlo—. Eso sólo lograría llamar la atención de los demás, distrayéndolos y arriesgándolos a sufrir un ataque sorpresa de Cerberusmon. Lo que tenemos que hacer ahora es actuar con discreción, permitir que ellos se encarguen de la Torre Oscura y hacer lo que esté a nuestro alcance para deshacernos de este enemigo.

     Tagiru, resignado, asintió.

     Sin embargo, no hacía falta que ellos intentaran no llamar la atención. No se encontraban tan lejos de los demás como para que Taiki, Kira y el resto evitaran notar que un nuevo enemigo había aparecido. Katsura y Kira intercambiaron miradas, listas para unirse a la contienda en cuando Taiki autorizara el movimiento. Y habrían acudido en ayuda de Nene y los demás, de no haber sido por aquella risa grave, cavernosa y que helaba la sangre. Todos se giraron con cautela, dándose cuenta de que su verdadero enemigo había aparecido ya. Cerberusmon avanzaba lentamente hacia ellos, soltando gruñidos cada poco. Algo en él causaba que se erizara la piel del más valiente, quizá se debía a la forma tan cínica en la que él sonreía. Taiki fue el primero en encararlo, así como Shoutmon se preparó para lanzar el primer ataque. Dorulumon avanzó a su vez, así como Keramon, Damemon y Cheepmon. Todos ellos parecían estar esperando las órdenes del general del Xros Heart. Yuu, consciente de que sus acciones causarían conflictos con Lelouch, protegió a Nunally con su cuerpo. Bokomon y Neemon se ocultaron en el interior del Xros Loader del chico rubio.

     —Así que quieren ir a ayudar a sus amigos —se burló Cerberusmon—. Hacen bien al preocuparse por ellos. No tienen idea del peligro que corren ellos al estar en contra de Leomon.

     —Vaya, miren con qué clase de cretino nos hemos venido a encontrar —se quejó Katsura cruzándose de brazos—. ¿En realidad vas a darnos ese discurso acerca del peligro que corremos al enfrentarnos contigo?

     El semblante de Cerberusmon se ensombreció cuando la chica pronunció aquellas palabras tan altaneras.

     —No cabe duda, los humanos son seres despreciables que nunca debieron llegar a nuestro mundo —dijo el Digimon maligno con su voz grave y cavernosa—. Creen que los necesitamos, creen que pueden venir al Mundo Digital y permanecer aquí como si fueran bienvenidos.

     Cerberusmon tuvo que acallar su voz cuando la técnica del Canto Sónico de Cheepmon se impactó contra su rostro. El aturdimiento causado por aquellas ondas de sonido duró solamente un par de segundos, tras los cuales Cerberusmon lanzó su primer ataque. Dio un salto para propinarle al emplumado ser un golpe con sus afiladas garras. Las heridas se abrieron en el rostro de Cheepmon y él cayó hacia atrás, detonando así el caos. Cheepmon se recuperó del ataque y miró a Kira con un aire de complicidad, ella asintió y realizó el ritual de la Digievolución. Cheepmon se convirtió en LadyDevimon y atacó, implacable. Su primer ataque fue una bofetada que logró hacer que Cerberusmon inclinara el rostro hacia un lado. LadyDevimon se levantó entonces en los aires y realizó un movimiento circular con sus manos, exclamando:

     — ¡Onda de la Oscuridad!

     Una ráfaga de murciélagos apareció tras su invocación, rodeando a Cerberusmon y atacándole a punta de rasguños y mordidas. Él se deshizo de ellos al instante y se agazapó para luego saltar sobre LadyDevimon y dominarla contra el suelo. Aquello duró solamente un par de segundos, pues ella encontró dentro de sí la fuerza para resistirse al ataque. Consiguió doblegar las fuerzas de Cerberusmon y se lo sacó de encima para luego transformar su brazo derecho en una lanza y exclamar:

     — ¡Lanza de la Oscuridad!

     Saltó a su vez, con las intenciones de perforar el cuerpo de Cerberusmon con su lanza mortal. Él esquivó la técnica y atacó de nuevo, acribillando a LadyDevimon con golpes de sus garras que lograron abrir heridas sangrantes en el cuerpo de la mujer. Ella, resistiendo el dolor causado por el ataque de su enemigo, se separó de él y lo lanzó contra un muro de roca para así ganar tiempo y lanzar su siguiente técnica. De nuevo, invocó a la onda de murciélagos que no pudieron causarle daño alguno a Cerberusmon, pues él no permaneció aturdido el tiempo suficiente como para que alguien pudiese tomarlo por sorpresa. Él saltó de nuevo sobre ella y se prendió del costado izquierdo de la mujer con ayuda de sus afilados colmillos, cayendo ambos al suelo. Al escuchar los gritos que LadyDevimon soltaba a causa de la sensación de que Cerberusmon estaba por arrancar una parte de su cuerpo con un simple mordisco, Yuu y Karminmon entraron en acción. Yuu utilizó la Luz de la Súper Evolución para exclamar a voz en cuello:

     — ¡Damemon, Chou Shinka!

     — ¡Chou Shinka! ¡Tswarmon!

     Tswarmon corrió en auxilio de LadyDevimon y utilizó la Digi-Ninpou que consistía en cambiar un cuerpo por un muñeco de paja. De esa manera, consiguió sacar a LadyDevimon del peligro. Al mismo tiempo, Karminmon corrió hacia Cerberusmon y exclamó:

     — ¡Karmin Sword!

     El golpe de la espada de fuego de la guerrera Digimon dejó a Cerberusmon fuera de combate durante un momento, mostrando así una quemadura en todo su costado.

     Él rió con cinismo, mostrando que sus heridas comenzaban a regenerarse.

     Taiki presionó con más fuerza su Xros Loader, sintiendo que todos sus posibles planes se derrumbaban. ¿Cómo vencer a un Digimon cuyo cuerpo podía regenerarse tan fácilmente?

     — ¡Golpe del Rey Bestia!

     — ¡Random Lasser!

     Sparrowmon, a pesar de su gran tamaño, poseía la agilidad suficiente para escapar de todos los ataques de Leomon. Debía esforzarse por esquivarlos, además, pues quería evitar a toda costa que Nene y Lelouch, que iban sobre su lomo, resultaran heridos durante la batalla. Juri no hacía más que esbozar su macabra sonrisa, era casi como no estuviera allí realmente. Lilimon se había unido también a la contienda, dejando de lado a Gumdramon pues su evolución era demasiado grande como para tenerlo todo controlado.

     Mervamon, luego de que Sparrowmon lograra distraer a Leomon, atacó con un golpe de la Olympia que dejó a Leomon en el suelo durante un par de segundos. Sparrowmon se preparó entonces para disparar de nuevo, pero Lilimon se lo impidió con una señal de la mano. Todos vieron a Leomon intentando levantarse, hasta que finalmente lo consiguió. Juri, entonces, dio un par de pasos al frente y aplaudió durante un minuto entero. Todas y cada una de sus actitudes lograban erizar la piel.

     —Fantástico —dijo Juri con su voz vacía—. Ustedes en realidad son muy poderosos.

     Todos se mantuvieron quietos. Algo en la actitud de Juri les hacía permanecer estáticos, incapaces de hacer el más mínimo movimiento. Vieron entonces que Juri sacaba un pequeño aparato de su bolsillo. Un Digivice de color amarillo. De su otro bolsillo, sacó un objeto un tanto más delgado y de color negro. Una carta. Nene, sobre el lomo de Sparrowmon, apretó los dientes con fuerza al sentir que un mal presentimiento se apoderaba de ella.

     —Leomon, creo que ya es hora de encargarnos de lo que el señor Cerberusmon nos ha enviado a hacer —dijo la pequeña y pasó la carta a través de la ranura que había en su Digivice, diciendo tranquilamente—: Cambio de carta. Drenado de energías de FlyWizardmon.

     Los efectos de la carta no se hicieron esperar.

     De los puños de Leomon salió una potente ráfaga de fuego que rodeó los cuerpos de Sparrowmon, Lilimon, Mervamon y Gumdramon. Tagiru retrocedió al escuchar los gritos de sus amigos, a sabiendas de lo que esa técnica era capaz de hacer. Lo que no lograba entender era: ¿Cómo podía Leomon utilizar la técnica de FlyWizardmon? ¿Lo que Juri había hecho con aquella carta era similar a una DigiXros?

     Cuando las llamas se disiparon, Sparrowmon se desplomó en el suelo con las energías totalmente drenadas de su cuerpo. Al estar sobre el lomo de él, Nene y Lelouch también se vieron afectados por la técnica de Leomon. Nene se arrastraba, totalmente debilitada, y Lelouch hacía un tremendo esfuerzo por no demostrar lo cansado que realmente se sentía. Sparrowmon no poseía las fuerzas suficientes para levantarse de nuevo, le costaba incluso levantar su rostro para mirar de frente a su enemigo. Lilimon, sintiendo que su cuerpo estaba hecho de pesado plomo, se había desplomado también en el suelo. El orgullo de Mervamon fue lo que le impidió desmayarse, se encontraba de rodillas y su único soporte era la Olympia que había clavado en el suelo para poder apoyarse en ella. Gumdramon no dejaba de proferir maldiciones en contra de Leomon, al mismo tiempo que intentaba levantarse para seguir luchando. Todos ellos habían quedado totalmente fuera de combate, Mimi y Tagiru estaban indefensos. Tagiru se sentía incapaz de vencer a Leomon con los otros Digimon que poseía en su Xros Loader, pues su entera confianza estaba en Gumdramon y él no podía siquiera ponerse en pie.

     Juri rió de nuevo.

     —Leomon, encárgate también de esos dos que siguen de pie —ordenó la pequeña.

     Nene, sin embargo, logró levantar el rostro y miró a Leomon con auténtica ira, exclamando:

     —No... ¡No te atrevas a tocarlos...!

     Sintió el calor abrazador en su ojo derecho cuando el Geass se activó. Leomon, al haber visto aquél símbolo brillante, se detuvo en seco y su cuerpo entero fue rodeado por electricidad estática. Juri miró los efectos del Geass y su semblante se entristeció cuando, por un breve instante, la imagen de Leomon se distorsionó como si fuera una figura holográfica a punto de desaparecer. Nene no pudo ver los efectos del poder de su Geass en Leomon, pues el dolor fue tal que ella sólo pudo gritar y cubrir sus dos ojos con las manos. Su respiración se agitó y por un momento tuvo la impresión de que un par de gotas de sangre emanaban de su ojo derecho. Lelouch colocó ambas manos sobre los hombros de la joven Idol, en un vano intento de brindarle un poco de apoyo.

     — ¿Qué está pasando? —exigió saber Mimi, confundida.

     Tagiru, sin querer decirlo en voz alta, se dio cuenta de que en los ojos de Juri comenzaba a reflejarse un poco de angustia a causa de la reacción que tuvo Leomon al recibir el impacto del Geass. Pero, fuera lo que fuese, ella pronto lo dejó a un lado. Juri miró entonces a Nene, inexpresiva, y habló de nuevo.

     —Tu poder debe ser entregado al señor Cerberusmon.

     —Si quieres hacerle daño, tendrás que pasar antes sobre mi cadáver.

     Aquella voz logró hacer que algo en el interior de Lelouch hiciera despertar todas aquellas emociones negativas que alguna vez había sentido por el Xros Heart. Nene reconoció el timbre de aquella voz al instante, el efecto de aquellas palabras fue tal que ella descubrió su rostro para mirar con sus propios ojos al recién llegado. Los sentimientos chocaron en su corazón: la felicidad por haberlo visto aparecer, y la culpa por estar frente a frente a él. Tagiru, por otra parte, se sintió la mar de contento al verlo. El semblante de Lelouch se ensombreció y, de nuevo, sintió la necesidad de sentirse seguro al tener un arma oculta bajo sus ropas. Mimi sonrió igualmente, pues recordaba a la perfección haberse encontrado con ese muchacho en alguna ocasión.

     — ¿Quién eres tú? —exigió saber Juri, un atisbo de duda se reflejó en su voz fría.

     Leomon se preparó entonces para atacar, pero una técnica llegó antes. La Zeek Flame se impactó contra su cuerpo, dejándolo fuera de combate. ZeekGreymon surgió entonces, colocándose detrás del chico rubio que seguía avanzando hacia el campo de batalla. Los ojos de Nene se cruzaron con aquellos fríos ojos azules, dentro de los cuales se notaba un leve atisbo del alivio que le provocaba a él saber que la joven Idol estaba ilesa. Leomon se levantó, trastabillando, y Juri tomó entonces una decisión apresurada.

     —No me importa quién seas, tengo que cumplir con las órdenes del señor Cerberusmon.

     El chico rubio no se inmutó siquiera cuando la pequeña deslizó una segunda carta a través de la ranura de su Digivice, diciendo aún con esa voz tan carente de emoción alguna:

     —Cambio de carta. Contraevolución.

     Todos, excepto el chico rubio, se sintieron impresionados y perturbados al ver que Leomon Digievolucionaba en un ser que conservaba las mismas características físicas que él, excepto por el insignificante detalle de que su evolución estaba fabricada solamente con huesos. Juri esbozó de nuevo esa sonrisa fría y el muchacho rubio devolvió el gesto, levantando un poco su Xros Loader y diciendo con ese tono de voz que tanto le caracterizaba.

     —Bien. Seré yo quien te destruya entonces.

     Juri entonces soltó una risa fría y respondió.

     —Al señor Cerberusmon le encantará que lo le obsequie tu cabeza.

     Los dos enemigos se miraron fijamente durante un minuto entero.

     Nene sonrió satisfecha al darse cuenta de que su viejo amigo, y antiguo amor, estaba dispuesto a luchar contra aquella niña siniestra. Y Lelouch, aunque nunca habría querido admitirlo, sólo se sentía tremendamente enfurecido y se dejó embargar por sus instintos asesinos cuando en su mente apareció la muy acertada idea de que en esa ocasión, Kiriha Aonuma se convertiría en el protector de Nene. Su orgullo se resquebrajó entonces. ¿Se había convertido en un ser tan inútil, que otros tenían que proteger a la chica que él amaba más que a su propia vida?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top