Capítulo XX: ¡Liberemos a la Zona Verde!

     Las ansias por entrar en acción carcomían por dentro a Kira. Tanto fue así que no tuvo más remedio que exigir que un par de Digimons le mostraran un mapa de la Zona Verde. Carecían de él, por supuesto, así que a Bokomon se le encomendó la tarea de dibujar un mapa a escala sobre una de las paredes de la guarida. Fue difícil trabajar en ello, pues Neemon no se cansaba de corregir cada pequeño detalle a pesar de que cada vez que lo hacía se convertía en acreedor de un golpe con el elástico de sus pantaloncillos. Kira observaba con los brazos cruzados, esperando impacientemente el momento en el que pudiera llamar al resto del improvisado ejército para poder hacer los planes. Una ola de euforia la recorría por dentro, se sentía más completa que nunca al poder ejercer de nuevo su rol como la líder del grupo. Cheepmon, quien se mantenía suspendido a un lado de ella, estaba igualmente emocionado.

     La atención de Kira se fijó en Nene cuando la joven Idol apareció en su campo de visión. La chica castaña se notaba visiblemente enfurecida, para Kira fue evidente la respuesta cuando vio entrar a ese atractivo muchacho moreno detrás de la Idol. Kira rió por lo bajo y tuvo que cubrir su sonrisa con una mano para evitar que Nene lo notara.

     — ¿Qué te parece tan gracioso? —le preguntó Cheepmon con ese dejo de inocencia tan propio de los suyos.

     —Parece que hay problemas en el paraíso —canturreó Kira.

     Cheepmon siguió mirándola con un dejo de confusión.

     Kira dirigió una última mirada hacia el mapa que Bokomon aún no terminaba de dibujar, le hizo una seña a Cheepmon para que siguiera sus pasos y así, sin más, se acercó hacia donde Nene se había quedado sentada. La Idol esbozaba esa mueca de pocos amigos, hacía uso de la actitud fría que había aprendido a utilizar en Britannia. Una versión femenina de la expresión indiferente e intimidante de Zero. Kira se colocó a un lado de ella y miró por el rabillo del ojo el Geass de Nene. Ese brillo tan enigmático le robó la atención por un breve instante a la chica de las gafas de aviador. Cuando consiguió dejarlo en el olvido, dio un chasquido con la lengua y habló.

     — ¿Duele?

     Nene la miró furtivamente durante un momento, pues pensó por un instante que Kira había formulado aquella pregunta refiriéndose a su evidente enfado. Kira rió de nuevo.

     —Lo que tienes en el ojo —explicó—. ¿Te duele?

     Nene se mostró aliviada.

     —Al principio era como si alguien me hubiera lanzado ácido en el ojo —respondió encogiéndose de hombros—. Ha dejado de doler, pero en ocasiones se siente un picor como si tuviera alguna alergia.

     — ¿Para qué funciona?

     —Quien sea que lo vea, obedecerá ciegamente mis órdenes.

     — ¿Y el ojo de tu novio tiene los mismos poderes?

     —El poder se llama Geass. Y sí, él posee la misma habilidad.

     Kira asintió y el silencio reinó durante un breve instante.

     Recibieron ambas con gusto a una pareja de Digimons, Jijimon y Babamon, que repartían pequeños cuencos llenos a reventar de DigiNoir. Kira miró las botanas como si fuera la primera vez que lo hacía, Nene se llevó un puñado de ellos a la boca como si se tratara de algunos dulces.

     — ¿Esto es comestible? —preguntó Kira y tomó un puñado de DigiNoir para observarlo más de cerca.

     —Te gustará —aseguró Nene tras comer el segundo puñado.

     Kira fue osada y probó las pequeñas botanas, descubriendo que tenían un sabor similar al de las hojuelas de maíz.

     — ¿Qué está haciendo Bokomon? —Preguntó la joven Idol—. ¿Qué está dibujando?

     —Es un mapa de la Zona Verde —explicó Kira—. Lo necesitaremos para hacer nuestros planes.

     — ¿Tienes ya alguna de idea sobre cuándo atacar?

     —Tenemos que atacar lo más pronto posible.

     —Devimon no parece representar un obstáculo demasiado grande.

     —Todo se basa en nuestra estrategia. Tenemos que demostrarles a Devimon a los demás secuaces de Clarisse que no vamos a permitir que sigan afectando este mundo.

     —Aún queda el tema de la brecha dimensional. Tenemos que buscar también una forma de repararla.

     —Estoy segura de que todo lo que debemos hacer es vencer a Clarisse. Cuando ella haya sido derrotada, la brecha dimensional se reparará.

     —Si mi hermano está aquí, ¿qué posibilidades habrá de que los demás miembros de su equipo vengan a ayudarnos?

     — ¿Qué?

     — ¿Crees que vengan también los otros miembros del Xros Heart que existe en su dimensión?

     Ese tema parecía realmente angustiar a Nene, Kira lo supo por la manera en la que la joven Idol agachaba la mirada a la hora de mencionarlo. Obedeciendo a un impulso, Kira le dio una palmada en la espalda a su interlocutora.

     —Si eso pasa, recibiremos la mejor de las ayudas. ¿No crees que en este momento necesitaremos la ayuda de alguno de los All Stars?

     — ¿De los qué?

     —Los All Stars. Ya sabes: Omegamon, Imperialdramon, Gallantmon Crimson Mode, Susanoomon, ShineGreymon Burst Mode, Shoutmon X7 Superior Mode y Arresterdramon.

     No tuvo problemas a la hora de mencionar todos aquellos nombres, aunque un ligero temblor en su voz se hizo presente a la hora de mencionar a Susanoomon. Un tic nervioso se apoderó de ella y tuvo que llevar una mano a la parte trasera de su oreja izquierda para acariciar con un par de dedos el elástico de sus gafas.

     —Los Héroes Legendarios —razonó Nene y asintió—. ¿Los has visto? —Kira asintió y evitó entrar en detalles—. Yo también. Ellos nos ayudaron a salvar nuestro mundo del terrible Quartzmon.

     —Lucharon con nosotros para salvar al Digimundo de los Dark Tamers —compartió Kira—. Ellos… Ellos se sacrificaron por nosotros, ¿sabes?

     — ¿En verdad?

     —Sí… Vimos morir a muchos de nuestros amigos, ¿sabes?

     —Lo entiendo… También yo los vi morir.

     —Estas gafas —dijo Kira sacándose las gafas de aviador para mostrárselas a Nene, ella las miró con las cejas arqueadas cuando su mente comenzó con la labor de reconocimiento— le pertenecían a Takuya Kanbara. El dueño de los DigiSpirits Humano y Bestia del Fuego.

     —Un chico que podía Digievolucionar por sí mismo, ¿cierto?

     —Así es.

     — ¿Él murió?

     Kira se limitó a asentir con la cabeza.

     —Ya que has preguntado acerca del Xros Heart, yo tengo otra pregunta para ti —dijo Kira para cambiar el tema, aunque estaba consciente de que estaba por caer nuevamente en la mención de su amor platónico.

     —Dispara.

     — ¿Crees que sea posible que los poseedores de los DigiSpirits de otra dimensión vengan con nosotros?

     — ¿Otros poseedores?

     —Kouichi Kimura, Kouji Minamoto, Zoe Orimoto, J. P Shibayama, Tommy Himmi y…

     — ¿Y…?

     —Y Takuya Kanbara.

     Enjugó discretamente una lágrima solitaria y pestañeó un par de veces, Nene prefirió fingir que nunca vio aquella reacción y se encogió de hombros.

     —Supongo que sólo nos queda esperar —dijo la joven Idol—. Quizá aparezcan para ayudarnos.

     —Sí… Tienes razón…

     Para Nene fue más que evidente la razón por la cual Kira actuaba de esa manera cuando el nombre de Takuya Kanbara salía a colación. La certeza la obligó a mirar en la dirección donde Lelouch intentaba ayudar a que Nunally pudiera mantenerse erguida durante más de dos minutos continuos. Nene soltó un suspiro y deseó para sus adentros, a pesar de seguir enfada con él, nunca tener que pronunciar el nombre de Lelouch Lamperouge con tanta tristeza como hacía Kira con el nombre de Takuya.

     El enamoramiento es una emoción misteriosa, pensó la Idol, posible de sentir pero imposible de ocultar.

     — ¡¡Está listo!! —Exclamó Bokomon—. ¡¡He terminado!!

     Kira terminó de vaciar el cuenco de DigiNoir, sacudió las manos para deshacerse de las migas y dio una palmada para reavivar sus propios ánimos.

     —Andando —le dijo a Nene y le dedicó un guiño.

     La joven Idol sonrió y la siguió, sintiendo que había encontrado a una excelente cómplice.

     El mapa que Bokomon dibujó era simple y hecho con garabatos, aunque bastante claro y conciso. Todas las pequeñas casas que conformaban la aldea se señalaban con triángulos dispuestos alrededor de lo que parecía ser una torre. Lelouch encontró en aquel garabato un familiar parecido con una pieza de ajedrez. Sin quererlo, su mente comenzó a trabajar en una posible estrategia. Por último, el mapa mostraba el escondite donde todos se habían ocultado, Bokomon lo había señalado con una versión en miniatura del emblema del Valor.

     Karminmon fue quien comenzó a explicar.

     —Nosotros estamos aquí —señaló la guerrera con un dedo que dirigió hacia la marca del emblema del Valor—. Nuestro objetivo es atacar la torre.

     —Cada una de las Zonas del Digimundo ha sido conquistada por un Digimon maligno que se refugia en sitios como ese —dijo Bokomon—. Se les llama Las Torres Oscuras.

     —Para liberar a la Zona Verde de los poderes de Devimon, debemos derribar la Torre Oscura donde se oculta.

     — ¿En ese sitio hay vigilancia? —Preguntó Nene, sin quererlo ya se había colocado a un lado de Lelouch—. ¿Algún Digimon cuida las entradas?

     —Existe sólo una entrada —explicó Karminmon—. Es vigilada por un Ogremon y un Fugamon.

     —Parece sencillo —dijo Tagiru—. ¿Alguien sabe lo que hay dentro?

     —Nadie ha podido entrar —dijo Bokomon—. Los vigilantes se encuentran en Modo Absorbido.

     — ¿Modo Absorbido? —preguntó Lelouch.

     Nene sonrió al darse cuenta de que él había prestado atención a la explicación, el interés por participar y liderar la batalla brillaba en ambos ojos de Lelouch. Ella le tomó de la mano con fuerza y él le devolvió el apretón sin borrar su expresión fría.

     —Son más poderosos que un Ogremon y un Fugamon en condiciones normales —resumió Karminmon—. Ambos poseen la fuerza de cien Digimons de su clase. Además, existen un par de Devidramons en Modo Absorbido que vigilan los cielos.

     — ¿Dónde se encuentra Devimon? —preguntó Yuu.

     —En la cima de la torre —respondió Karminmon.

     Kira fue la primera en comenzar la lluvia de ideas.

     —Tenemos que separarnos —dijo.

     —Iremos en distintos grupos pequeños —secundó Nene—. Atacaremos la torre desde el cielo y la tierra, para así distraer a los vigilantes. Otro grupo pequeño de nosotros entrará a la torre.

     —Quiero saber quién de todos los humanos aquí presentes posee un Digimon que sea capaz de volar.

     Para todos fue sorpresivo cuando Lelouch se convirtió en la voz de mando. Katsura lo miró con una ceja arqueada, no estaba dispuesta a obedecerle a ese chico que evidentemente tenía delirios de grandeza. Sin embargo, Kira respondió en representación de sus amigas.

     —Cheepmon puede Digievolucionar en Digimons voladores —respondió—. Miyu posee a Biyomon, cuyas evoluciones también puede volar.

     —Arresterdramon también puede hacerlo —aportó Tagiru.

     —Infermon tiene esa capacidad —dijo Katsura con indiferencia.

     —Tenemos también a Sparrowmon —aportó Nene, Lelouch asintió aunque no hizo falta que ella mencionara a su Digimon pues él lo conocía lo suficientemente bien.

     — ¿Alguien posee un Digimon que sea capaz de atacar por tierra y que sepa usar el camuflaje? —preguntó el chico de nuevo.

     —Tswarmon, la Digievolución de Damemon —respondió Yuu.

     — ¡Así es-dame! —intervino Damemon.

     Lelouch asintió de nuevo.

     —Por último, ¿alguien posee un Digimon que no sea demasiado grande como para entrar a la torre sin necesidad de destruir muros?

     —Karminmon sería perfecta para ese trabajo —dijo Kira.

     —Cualquiera de mis Digimon puede ayudar con eso —dijo Tagiru.

     —Además, tenemos a Mervamon —dijo Nene.

     Lelouch asintió de nuevo.

     —Este es el plan —dijo haciendo uso de la voz de Zero—. Tal y como han dicho Nene y Yagami, vamos a separarnos en grupos pequeños. Un escuadrón atacará la torre desde tierra. Yuu, tú lo liderarás —dijo mirando al chico rubio a pesar de que la idea no le agradaba del todo, Yuu asintió—. En el cielo habrá otro escuadrón. Lung y Biyomon elegirán a sus compañeros cuando haya terminado de hablar, ellas serán las líderes del escuadrón que ataque por los aires. —Miyu asintió—. Yagami será la líder de otro escuadrón que ataque por los aires, serás tú la encargada de sobrevolar la mitad de la torre. —Kira asintió y Cheepmon agitó sus alas para dar a conocer que estaba de acuerdo con el plan—. Por último, el escuadrón restante entrará a la torre. Nene, Tagiru, Shinyuga, Karminmon y yo.

     —Espera un momento —dijo Nene confundida—. ¿Vas a entrar con nosotros? ¿No preferirías quedarte afuera para observarlo todo desde fuera.

     —Si lo hago, tendría que pedirte que te quedes conmigo para no ponerte en riesgo —respondió Zero—. Pero si te pido que observes, sé que no lo harás. No vas a arriesgarte tú sola en ese caso, entraremos los dos juntos.

     Nene le dedicó una sonrisa de complicidad y susurró una declaración de amor que él respondió con la media sonrisa de Zero. El chico dio un par de pasos hacia el frente y continuó.

     —Nuestra misión es acabar con ese tal Devimon lo antes posible, así que necesitaremos que todos estén en constante contacto con los demás para advertirles de posibles fallas en el plan, así como de emboscadas que algunos alcancen a detectar antes que otros.

     — ¿Cómo nos comunicaremos? —preguntó Tagiru.

     —Cada uno de ustedes llevará a un Monitormon —aportó Nene—. De esa manera podremos…

     — ¡¡Aguarden!! —Intervino Bokomon—. ¡¡No los necesitamos, tenemos esto!!

     Sólo hasta ese momento se dieron cuenta de que Bokomon había salido brevemente del sitio para luego volver con cientos de pequeños aparatos en sus diminutas manos. Se trataba de pequeños comunicadores de color rojo que Nene reconoció al instante.

     —Eso… Eso le pertenecía al Xros Heart… —musitó, Lelouch la miró durante un breve instante.

     —Estaban ocultos bajo tierra —explicó Bokomon—. Esto nos servirá.

     Lelouch asintió y tomó uno de los comunicadores para examinarlo. El hombre frío y sediento de poder apareció durante un breve segundo cuando esa maliciosa sonrisa se reflejó en su rostro. Miró al resto y dijo:

     —Utilizaremos nombres clave para comunicarnos. Yagami será E1, Lung será E2, Yuu Amano será E3, Shinyuga será D1, Tagiru será D2, Karminmon será D3, Nene será E4 y yo seré Zero. ¿Han entendido? —Todos asintieron—. Partiremos mañana, a la media noche. Vamos a liberar a la Zona Verde de ese Digimon Maligno. Todos nosotros seremos un mismo equipo.

     Nene sonrió satisfecha y con un dejo de nostalgia.

     El gran Zero estaba de vuelta.

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