Lelouch no se sentía del todo cómodo en aquél lugar. La peor sensación de todas era estar en un sitio del que no sabía absolutamente nada. Maldecía a la incertidumbre a cada paso que daba. Nene, por su parte, estaba en su elemento. Aunque la nostalgia la atacaba cada poco, estar en la Zona Verde de vuelta la hacía sentirse revitalizada. Pronto comenzó a correr por el verde césped y sonrió de oreja a oreja. Para Lelouch, verla sonreír de esa manera fue lo único que le impidió enfurecerse.

     —Nene, ¿crees que aún estén nuestros amigos aquí? —preguntó Sparrowmon.

     —Deberíamos ir a buscarlos —accedió ella, aunque no estaba del todo segura de a qué se refería Sparrowmon cuando mencionó a sus amigos.

     Después de todo, ella aún no olvidaba que se había vuelto parte del Xros Heart mucho después de haber estado en la Zona Verde.

     —Todo está demasiado tranquilo —comentó Lelouch, harto de permanecer en silencio—. Cuando hablabas de este mundo, me imaginaba que tendría más vida.

     —Tienes razón —concedió Nene—. Antes, este sitio estaba lleno de Digimons.

     — ¿Dónde estarán los demás? —preguntó Sparrowmon.

     Nene estaba a punto de proponer algunas teorías, pero se vio interrumpida cuando escucharon aquellas voces a sus espaldas.

     — ¡¡Creo que los encontré!! —dijo la primera.

     — ¡Sí, ella era la compañera de un Sparrowmon! —dijo la segunda.

     Se giraron. Mervamon miró con el entrecejo fruncido a las dos figuras que se acercaron a toda velocidad. Sparrowmon aterrizó y saludó a los recién llegados con una cálida sonrisa.

     — ¿Quiénes son? —preguntó Mervamon.

     La figura humanoide fue quien se presentó primero.

     —Yo soy Bokomon, —señaló a su compañero y añadió—: Él es Neemon.

     —Bokomon y Neemon —repitió Nene, ambos asintieron—. Yo soy Nene Amano.

     — ¡Lo sabía! —Exclamó Bokomon—. ¡Es la compañera de Sparrowmon!

     —Y ese brillo en su ojo debe ser el poder que mencionaron Tagiru y Nunally —secundó Bokomon.

     ¿Poder?

     Nene y Lelouch intercambiaron miradas.

     — ¿Has dicho Nunally? —intervino el muchacho acalorado—. ¿Han visto a mi hermana?

     — ¿Nunally está aquí? —preguntó Sparrowmon.

     — ¿Por qué han aparecido Lelouch y Nunally en nuestro mundo? —Dijo Mervamon con recelo—. Ellos no poseen un Xros Loader, no tienen motivos para estar aquí.

     —Sí, hemos visto a Nunally —dijo Bokomon—. Karminmon se ha quedado con ella y con Tagiru Akashi, nos han enviado a buscarlos. —Miró a Lelouch y añadió—: Tu hermana está preocupada por ti.

     —Tengo que encontrarla pronto —dijo Lelouch con la fría voz de Zero—. ¿Pueden llevarme con ella?

     —Espera —intervino Nene y detuvo las palabras del muchacho colocando una mano sobre su hombro para luego mirar a los recién llegados y decir—: Mervamon ha dado con un punto importante. ¿Qué estamos haciendo aquí?

     Experimentó un cambio de voz similar al que le había ocurrido aquel día en Britannia, el mismo que utilizó para anunciar que se había vuelto parte de los Caballeros Negros. Tragó saliva y mantuvo la mirada firme en sus dos nuevos amigos, esperando la respuesta.

     —Díselo —dijo Neemon con tranquilidad.

     Bokomon respondió tirando del elástico de sus pantalones, provocando así las risas de los presentes. Lelouch se incluyó, con una risa tenue.

     —Karminmon se los explicará todo cuando nos hayamos reunido —dijo Bokomon.

     Nene no quiso conformarse con esa respuesta.

     —No iremos a ningún lado con ustedes hasta que nos den respuestas —decidió Nene, Lelouch la fulminó con la mirada.

     —Ellos saben dónde está mi hermana, deberíamos seguirlos —reclamó el chico.

     —La última vez que quisiste ir con tu hermana, tuve que verte morir —le recordó ella con severidad.

     Lelouch guardó silencio sin esforzarse por ocultar su ira. Era como si los papeles se hubieran invertido, pues tuvo una sensación de Deja Vú. ¿Acaso él también se había comportado de esa manera cuando ella recién había llegado a Britannia? Pues claro que lo había hecho, y no era nada agradable por lo que podía ver.

     —En verdad tienen que venir con nosotros —insistió Bokomon—. Si Ella los ve aquí…

     — ¿Ella? —preguntó Mervamon.

     — ¿Quién es Ella? —secundó Sparrowmon.

     Pero antes de que Bokomon pudiera responder, la veloz mente de Nene comenzó a atar cabos.

     No le costó mucho reconstruir los eventos sucedidos antes de aparecer en la Zona Verde.

     Recordaba bien su presentación durante aquella ceremonia, cuando cantó su más grande éxito: Stand Up! Recordó también la euforia del público y la embelezada mirada de Lelouch, así como la sonrisa que el muchacho esbozaba cada vez que la escuchaba cantar. Pero entonces algo ocurrió. Y luego, la batalla contra ese Jokermon. La aparición de aquellas chicas misteriosas que usaban una forma distinta para evolucionar a sus compañeros. Y fue de esa manera que dio con el primer punto importante.

     Jokermon la había llamado por su nombre.

     Siguió atando los cabos sueltos, haciendo hincapié en el repentino conocimiento que Lelouch parecía tener por la DigiXros. Y entonces, el recuerdo llegó a ella como un puñetazo hecho con una mano de hierro.

     Aquella chica de ojos azules.

     —Tiene algo que ver con una chica rubia de ojos azules, ¿cierto?

     Lelouch separó los labios para responder, pero Bokomon le robó la palabra.

     —Su nombre es Clarisse —dijo—. Clarisse Okada.

     —Entonces es cierto, ella está de vuelta.

     Cuando aquella voz se unió a la conversación, Nene quiso hacer otra pregunta. Lo habría hecho, de no ser por los estridentes gritos que soltaron Bokomon y Neemon al lanzarse a los brazos de las tres chicas recién llegadas.

     — ¡Kira! ¡Kira! —decía Neemon.

     — ¡Al fin! ¡La heredera de Tai Yagami está de vuelta!

     Algo en el interior de Nene se removió en ese instante.

     Tai Yagami.

     ¿De dónde conocía ese nombre?