Verdades que aniquilan ilusiones

Llega el Sábado después de tres días horribles entre pesadillas y alucinaciones. No he dormido nada y no puedo aguantarme del cansancio. Le he cogido pánico a tener los ojos abiertos pero también a tenerlos cerrados. 

Pero hoy desde que me he levantado no he tenido pesadillas ni la visión de ningún muerto así que estoy un poco más animada. Aunque tampoco confío mucho en que no vayan a volver en cualquier momento. 

Pronto serán las ocho y estoy muy nerviosa. Me he puesto mis pantalones más nuevos, un jersey y un abrigo, por suerte ninguno de estos tiene manchas de sangre, algo raro en mi ropa. Ando de arriba para abajo, no puedo esperar a que llegue. Tengo ganas de salir de esta cárcel de cuatro paredes a la que llamo casa y disfrutar del gélido invierno, quiero que golpee mi cara y me devuelva a cuando mis padres seguían vivos y éramos felices. Pero eso no es posible, le sigo dando vueltas a temas que me martirizan y que no tienen sentido. Debo mirar hacia adelante, hacia un futuro y sobrevivir.

Además ahora tengo un motivo para sonreír, un motivo para ser feliz, por lo tanto debo dejar de ser tan deprimente. Porque mientras pueda tengo que disfrutar a su lado.

El timbre suena y mis nervios están a flor de piel, no puedo pensar en nada inteligente que decir. Aunque tampoco entiendo porque debo hacerlo. Supongo que quiero impresionar a mi amigo ya que últimamente no está viendo lo mejor de mi. 

- Hola Syb.- Me sonríe de oreja a oreja y me pongo contenta de inmediato, cualquier otro sentimiento desaparece. Mi corazón empieza a palpitar más rápido y una calidez me invade.

- Hola Ai. 

Nos quedamos mirando sin saber bien que decir hasta que él se aproxima y me coje de la mano. Sale corriendo por la puerta sin darme tiempo si quiera a reaccionar y entonces me veo riendo, gritando y sintiendo que el mundo es nuestro y que solo existimos nosotros dos. 

Después de un rato corriendo nos paramos, estamos en medio de la nada. Giro sobre mi misma y quedo fascinada. Desde el pueblo no se pueden ver estas estrellas tan claramente. Dejo escapar una exclamación y él me mira con un brillo en los ojos que no logro identificar. Se acerca a mi y me abraza por detrás.

- ¿Es precioso verdad? Pero aún hay más.- La emoción que siento crece cuando me dice esas palabras.- Pero tienes que cerrar los ojos ¿vale? 

- Vale.- Le obedezco y espero a que me avise.

- Tenemos que caminar un poco, casi nada tranquila.

Le sigo, cogida de su mano, la cual no he soltado en ningún momento. Camino confiada, sé que con él no tengo que preocuparme de nada. De repente, se para y abro los ojos. 

Lo que veo no se puede comparar a nada. Una lluvia de estrellas. Es precioso.

- No tengo palabras, es magnífico.

- Espera que hay más.

Una estrella mucho más grande que las demás pasa por delante nuestro, no creo que haya nada tan bonito como ella.

- ¿Qué estrella es esa?- Ante mi pregunta empieza a reírse y me sonrojo por la vergüenza.

- Eso mi querida Syb era el cometa Halley, pasa cada setenta y seis años aproximadamente, pero esa fecha puede oscilar. Me enteré que pasaba hoy.- su sonrisa se expande al hablar sobre ello- y quería mostrártelo, creo que ha valido la pena. 

Estoy sin aliento, se ha preocupado tanto por sacarme una sonrisa, no puedo describir la inmensidad de mi gratitud. Estoy tan feliz de haberle conocido.

- Eres increíble, muchas gracias.

Cuando digo estas palabras acerca su cara a la mía y me besa con ternura, casi con delicadeza. Al principio no entiendo lo que está pasando pero continúo con el beso. Mi corazón va a cien por hora pero cuando se separa de mi siento un vacío. Quiero sentir el contacto de nuestros labios otra vez.

- Lo siento por eso. No he podido evitarlo.

- N-no pasa nada.- Me cuesta articular las palabras y las fuerzo a salir.

- ¿Seguro? Es que puede que pienses que ha sido muy precipitado y no quiero fastidiar nada y...

Le agarro del abrigo y le estiro para abajo juntándonos en un beso otra vez. 

- He dicho que está bien.- Sonreímos aún con nuestros labios juntos y no puedo medir la felicidad que siento en este momento. Todo es tan perfecto.

- Hay algo que quiero dejar en claro. No somos amigos. Bueno me explicaré mejor, no quiero que seas mi amiga.- ve mi cara de terror y pronto rectifica- Quiero decir quiero que... aaagh me da vergüenza decirlo. Quiero que tú...

- No te estoy entendiendo la verdad.- una sonrisa pícara me delata pero le dejo que siga sufriendo.

- Ya sabes... Dios Syb te odio, ¿lo sabes no?- Me río pero aún no intervengo- Quiero que... seas mi... No entiendo porque me cuesta tanto. Parezco idiota.

- Solo un poco, pero acepto tu "propuesta".- imito unas comillas para seguir burlándome de él.- Aunque la próxima vez deberás decírmelo apropiadamente.

- Eres la mejor.- me abraza y sé que no hay ningún sitio más en el que desee estar.

Nos tumbamos en la hierba de la pradera y seguimos viendo las estrellas. Me apoyo en su pecho y él me rodea con el brazo para tenerme más cerca. 

No se oye ni un solo ruido provinente de la ciudad, solo estamos él y yo. A la leganía aún así, se distinguen las luces de las casas del pueblo, pero alrededor nuestro no hay nada, solo un campo infinito de un verde intenso. Las vistas son maravillosas, sin embargo mis ojos se cierran por el cansancio acumulado una vez la situación se ha calmado.

- Syb, despierta, despierta. ¡Despierta! Nos hemos quedado dormidos- alguien me está zarandeando, que molesto.- Después dices que a mi me cuesta levantarme...

Miro mi entorno y me estremezco. El césped que ayer era verde ahora es rojo del color de la sangre. El cielo sigue negro, pero no hay ninguna estrella brillando solo hay una enorme luna roja. Todo empieza a dar vueltas y entonces aparece ella, la chica de mi sueño... Cordelia. Intento decirle a Aiden que se aparte que corra, pero no puedo. No consigo articular ni una palabra y no entiende mis gestos. Parpadeo y cuando me doy cuenta ella ha desaparecido, o eso pensaba. Está detrás de él y le esta clavando un cuchillo en el estómago. Quiero chillar pero no puedo. Empieza a retorcérselo y cae al suelo mientras un líquido carmesí desciende por su boca. Se derrumba delante mío y no puedo siquiera moverme. 

- ¿Eres tan patética que le dejarás morir? ¿De verdad? Pobre infeliz... Se cree que podrá tener una vida de cuento de hadas  contigo.

- Aléjate de él.- Al fin puedo hablar.- ¡He dicho que te alejes!

- Normalmente no eres así de agresiva. Un poco desagradable sí, pero nunca acabas de exteriorizar tu ira. ¿Por qué te importa tanto este mosquito insignificante?.

Se agacha a su lado y le pasa la hoja del cuchillo por el brazo dejando a su paso un riachuelo de sangre que se desliza hasta el suelo.

- ¿Por qué has venido? ¿Qué te he hecho?

- Como dijo tu tía, haces las preguntas incorrectas. Yo no he venido ahora, ya que siempre he estado contigo.

Empiezo a atar cabos en mi cabeza y lo entiendo. Ella es yo, ella es por quien me intercambio, ella es el monstruo que habita en mi interior. Y ahora la tengo cara a cara.

- ¿Por qué has decidido presentarte ante mi?

- ¡Al fin! Eso esperaba de mi descendiente. Escúchame bien. Estás teniendo estás alucinaciones porque te afecta demasiado lo que haces. Sé que no dejarás de hacerlo y bla bla bla. Por mi perfecto, sabes que disfruto viendo esas escenas, son de lo más excitantes.- Se relame y todo rastro de cordura desaparece de su rostro.- Pero si sigues así morirás, y con ello mi diversión. Así que para compensarlo cuando tengas pesadillas te sustituiré. Nunca se sabe en que momento pasará. Tampoco podré hacerlo siempre. Y no me hago responsable de lo que pase mientras no estés.- Me guiña el ojo y vuelve a parecer una persona normal. Pero sus palabras tienen un tono amenazante que me desconcierta.- Y por último, deberías despertar o tu novio se asustará, estás gritando.

- He intentado despertarme desde que le has apuñalado pero no puedo.

- Dios no sabes hacer nada sola. Déjame darte una mano. Siempre he querido ver como es tu cuerpo despedazado.

Saca su cuchillo de Aiden y corre en mi dirección.

Me despierto de golpe y miro a mi alrededor, todo ha vuelto a la normalidad y Aiden esta perfectamente. Le abrazo hasta que noto como se despereza debajo mío. Me ha mentido, no estaba gritando.

- Creo que nos quedamos dormidos.- Me sonríe y deposita un pequeño beso en mis labios, se lo devuelvo.

Miro al cielo, el sol está bastante alto para ser de madrugada. ¿Qué hora es? Saco un reloj de mi bolsillo izquierdo y lo miro horrorizada.

- Mierda, mierda, mierda.- no puede ser que haya pasado tanto tiempo. Espera, tampoco nadie me espera así que, que más dará. Me tranquilizo.

-¿Qué pasa?

- ¿Que qué pasa? Son las dos del mediodía.- le digo sonriendo.

- ¿Qué? Mierda... me van a matar.

- Más te vale correr.- Le suelto mientras me río a carcajadas.

- ¿Y tú?

- No tengo prisa. Me quedaré un rato aquí.- Me da un último beso de despedida y sale despedido hacia el pueblo.

Cuando ya no puedo divisarlo mi sonrisa se desvanece.

Cordelia... No se parece a ese monstruo que usa mi cuerpo para matar. Es su voz pero... hay algo en mi que me hace confiar en ella. Sus palabras eran de una verdadera psicópata, sin embargo parecía preocupada por mi...

No, no y no. Ella es un monstruo y por mucho que no quiera creerlo lo es. Solo hay que recordar como apuñalo a Aiden en mi sueño. Y además... en el otro que tuve también aparecía. Era ella, de eso estoy segura. La chica que he visto hace poco y la que ví cuando empezaron las pesadillas es la misma. Debe estar mostrándose simpática conmigo porque me necesita, no debo perder de vista lo que es realmente. 

Ahora que lo pienso... Esa gente a la que mató, dijeron algo de que la acogieron como su hija... aún así acabó con ellos como si no le importaran. ¿De verdad tiene tanta sangre fría?

Eso es, ten eso en mente y recuerda ella es quien mata a toda esa gente. No debes sentir empatía por ella. Parece ridículo que me tenga que recordar esto a estas alturas.

Pero... tengo curiosidad. Quiero saber sobre ella. Sobre lo que nos une. Y eso solo me lo puede responder Eva o... alguien de mi familia. Aunque a estos últimos no los conozco de nada, no tenemos por costumbre quedar para comer todos los domingos precisamente. 

Es la primera vez que quiero saber más de ellos. Aunque solo sea para saber que me pasa a mi, creo que debería conocerlos. Puede que sean gente normal como yo que tiene que trabajar por obligación. 

Intento creerme mis propias palabras pero no sé a quien quiero engañar. Seguramente esa gente adora matar y no tiene ningún problema en transformarse, puede que incluso maten siendo ellos mismos. 

Suspiro. Que manera de alegrarme el día a mi misma... A veces me adoro. Debería estar saltando de alegría y estoy aquí amargándome. Aunque, ¿está bien lo que estoy haciendo? Ese chico no sabe nada de mi o de mi "profesión", con el odio que ví en sus ojos dudo que quisiera estar conmigo si lo supiera.

Genial, Sybannah, eres el alma de la fiesta. Ahora ya para rematarlo piensa en tus padres, en cuanto te odia todo el mundo o... ¡Ah si! en la gente a la que ves muerta y que tu has asesinado.

Dios... vale, se acabó. No quiero martirizarme más. Y aún voy a acabar deprimiéndome nada más levantarme.

Después de dar vueltas por todo el pueblo llego a mi casa sobre las tres. Rebusco entre los bolsillos de mi chaqueta y pantalón, nada. Ni rastro de mis llaves, tendré que picar al timbre y Eva saldrá diciéndome que no le haga perder el tiempo y que dejé de estorbarla, que es mi problema por ser tan olvidadiza. Aprieto el botón de la perdición y espero a que me abrán con cara de malas pulgas.

- Lo sie...

Estoy apunto de disculparme de antemano para ahorrarme el sermón cuando me fijo en que no es mi tía quien me ha abierto la puerta, si no que es un desconocido. 

- ¿Quién eres tú?

Pues hasta aquí el capítulo de hoy, no soy muy dada a expresar sentimientos así que no sé si habrá quedado bien la escena entre ellos... Pero bueno es lo que hay, mi cabecilla no da para más :D Pasan muchas cosas en este capítulo y espero que no se haga muy pesado o que haya pasado todo demasiado rápido u.u Dicho esto, espero que os haya gustado e,e Este también es más larguito, estos días estoy más inspirada (? Bueno me despido chicos bai bai y arigatto :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top