Calmas que provocan tormentas
Me petrifico en la puerta. Esta persona no me da buenas vibraciones, parece.... peligroso. Irradia una aura de maldad y desprecio que echarían para atrás a cualquier persona.
Me mira directamente a los ojos pero rompo el contacto visual rápidamente. Los segundos parecen eternos hasta que oigo la voz de Eva detrás del muchacho.
- Oh, ya has vuelto. ¿Cuantas veces te he dicho que cojas llaves y no me hagas perder el tiempo?- me mira con irritación y señala al chico con desprecio- Este, es tu primo.
Un escalofrío recorre mi espalda cuando el susodicho me sonríe abiertamente. Esto me da muy mala espina. Noto como alguien me coge de la mano y me arrastra hacia el interior de la casa, una mueca de pánico se instala en mi rostro al ver quien me lleva. Cuando me doy cuenta estamos en mi habitación nosotros solos. El instinto me dice que debo huir.
- ¿Con que tu eres mi prima? Pareces bastante débil, no entiendo como puedes matar a alguien así.
- Yo no mato a nadie. Además ¿Quién eres?
- ¿Eres tonta? Ya te han dicho que tu primo.
- No me refería a eso. ¿De qué parte de la familia eres?
- Eres bastante lenta ¿eh? Si sé sobre que matas gente... Deduce.
- Deduzco entonces que eres un monstruo.
- Bingo. Bueno más que monstruo, basurero. Me encargo de limpiar los desperdicios que sobran.
- ¡La gente a la que matáis no se lo merece! Eres repugnante.
- Podríamos pasarnos el día discutiendo sobre una moral y una ética que no tenemos durante todo el día, pero no he venido por eso.
- ¿Entonces que quieres?- no puedo pensar con claridad con él aquí, debo salir rápido, me estoy agobiando- ¿Y podemos salir fuera?
- Como gustes.
Sale el primero dándome la oportunidad de analizarle. Su pelo gris no parece para alguien de su edad, la cual debe rondar la mía. Y esos ojos ojos son como los míos al convertirme en ella. ¿Y si él está siendo controlado ahora mismo por un contrato? Igualmente no debo bajar la guardia, sigue pareciendo muy peligroso y su altura no ayuda a pensar lo contrario.
Le sigo de cerca fijándome en cualquier cosa que hace. Siento que si dejo de mirarlo desaparecerá en cualquier momento y eso no me resulta agradable. Debo vigilarlo, podría estar en una misión o algo.
Acabamos en la cocina, donde tampoco hay nadie. ¿Dónde narices se ha metido la gente?
- Dos cosas antes de empezar. 1. Mis ojos son así, no estoy en modo Alfa y 2. Tu familia se ha ido a dar una vuelta por petición mía.
- ¿Cómo-?
- Eres como un libro abierto ¿sabías?
- No, nunca me lo habían dicho.
- Entonces soy especial.- se ríe por lo bajo. Me asquea.
- ¿Podemos ir ya a la razón de tu visita?
- Ah pues, quería avisarte de que te van a matar.- ve mi cara de terror y parece por un momento arrepentido, después se le vuelve a poner esa cara de engreído que tanto me está molestando.- Quería decir que debes dejar de trabajar durante una temporada o vendrá a por ti igual que hizo con mi hermana.
- ¿Vendrá quién?
- Creo que estoy perdiendo mi tiempo contigo, enserio. ¿Viste las noticias no? Pues a la que mataron era mi hermana. Solo nos habíamos visto un par de veces antes de que murirera así que tampoco es que me importe pero me hicieron venir a avisarte.
- ¿Quienes?
- El abuelo y la abuela obviamente. Que por cierto, quieren que te vengas conmigo, partimos mañana.
- ¿Qué? Espera, no. No puedes venir, aparecer y llevarme cuando ni siquiera sé nada de ti. Me niego.
- Dios... agotas mi paciencia, no era una pregunta es una obligación. Los viejos quieren conocerte.
- Pues ni de coña.
Salgo corriendo de casa cabreada. ¿Quién narices se cree para decirme lo que tengo que hacer? Odio a la gente como él. Además no quiero irme ahora que por fin estoy empezando a ser feliz y menos para estar con gente horrible a la que le gusta matar. Es repugnante.
Sigo caminando y sin darme cuenta estoy en el mercado. Podría ir a verle... noto como me sonrojo y sonrío feliz. Me dirijo hacia su tienda y allí está, la única persona que consigue que ponga esta cara. Me acerco sigilosamente y cuando se gira salto sobre su espalda para sorprenderle.
- Pe-..
- Soy yo.- le digo contenta.
- Syb.- me baja de su espalda, se gira y me da un pequeño y corto beso.- ¿Qué haces aquí?
- ¿No puedo venir a verte?- hago un mohín con los labios y sonríe.
- Pues claro que sí. Me alegro de que hayas venido.- Me pongo de puntillas y junto nuestros labios. Descargo toda la tensión acumulada y cuando nos separamos le miro fijamente. Parece avergonzado. Entonces caigo en donde estoy y me pongo roja hasta las orejas.
- Lo-lo siento.
- No pasada nada. Me alegro de que lo ha-
Noto como alguien me coge de la capucha de la chaqueta y me estira hacia atrás. Me giro indignada ante tal gesto y le veo. Él. ¿Por qué está aquí? Le pongo la mejor cara de desprecio que se hacer y le doy la espalda.
- Ignórale, no es nadie importante.
- Tú, nos tenemos que ir. Deja de hacer estupideces, vámonos.- su voz es más fría que antes y una sensación de terror se apodera de mi.
- ¿Quién te crees que eres para hablarle así?- tartamudea al hablarle. Miro al que es mi "primo" y veo odio destilar de sus ojos. Parece más peligroso de lo normal.
- Es m-mi pr-primo. Lo siento por sus modales es un tanto grosero- hago una mueca que intenta imitar una sonrisa.- Venía a avisarte de que me voy en un tiempo, mi abuela se ha puesto enferma y debo ir a cuidarla...- le doy un beso como despedida y me giro rápidamente para que no vea mi cara- Te quiero.
- Syb... ¡Espera!- Me coge de la chaqueta, haciéndome titubear. No quiero irme.
- Debo irme. Nos vemos pronto.- yo también tartamudeo pero antes de que me arrepienta me separo de su agarre y empiezo a caminar. Cojo a mi primo de la mano para que me siga, intento tocarlo lo más mínimo posible, sigue dándome miedo. Su mirada se calma al ver que lo alejo de allí, me siento aliviada, pensaba que le haría algo.
- Syb ¡Te quiero!- oigo que me grita, sonrío, es un idiota.- ¡Y dile a tu abuela que se mejore! Nos vemos...
Aprieto la mano del muchacho y sigo caminando, si me paro sé que iré corriendo hasta donde está Aiden y eso no puedo hacerlo. Me siento abatida, aunque no quiera debo ir a ver a esa gente por su seguridad, jamás dejaré que le hagan daño.
- Bien hecho.-Le dirijo una mida de odio y suelto su mano en cuanto ya no estamos a la vista de Aiden.
- Vete al infierno.
***********************************************
Miro mi habitación por última vez y recuerdo con tristeza esos momentos en los que deseaba salir de aquí sin importar que, me arrepiento siquiera de haberlo pensado.
Bajo las escaleras y veo a mi familia ahí, parecen desolados. Bueno al menos los gemelos, de Eva nunca esperaría eso. Me acerco a ellos y deposito un beso en sus pequeñas frentes, en cuanto a mi tía le doy un ligero abrazo (que no me devuelve, que raro) y me despido con la mano mientras salgo por la puerta de mi antigua casa a la cual no sé ni si volveré.
Caminando por la calles del pueblo me doy cuenta de que lo echaré más en falta de lo que creía, cosa que nunca pensé. Sin embargo ahora mismo daría lo que fuera por quedarme aquí, con estas casa antiguas, con los árboles que ocupan cada centímetro de las aceras, con este aire tan puro y tranquilo, incluso con los niños molestos del vecindario que se dedican únicamente a hacer ruido turbando así la paz del lugar. Porque aquí es donde me crié, el pueblo que conoce y guarda celosamente mis pecados.
Noto como una fría mano coge la mía, intento retirarla pero me sujeta con más fuerza. Fijo mi mirada en su rostro y cuando gira la cabeza para mirarme solo veo compasión en sus ojos, nada que ver con el monstruo que parecía antes. Por esa razón le permito seguir sosteniendo mi mano, incluso se la aprieto al cruzar el arco de piedra que sirve como entrada y salida del pueblo. Necesito un poco de apoyo, esto es más duro de lo que creía, aun así esto no quiere decir que confíe en él, no después de la mirada que le hizo a Aiden.
- ¿Eres el mismo que conocí o este es tu verdadero yo?
- En ningún momento me he transformado si esa es tu pregunta.
- Entiendo.- se instala un silencio incómodo que sinceramente tampoco quiero romper.
- ¿Estás bien?
- Mejor que nunca. ¿Tardaremos mucho en llegar?
- Depende si quieres dormir o no. Pero un día andando mínimo, seguro.
- No es tanto.- me señala unas montañas para decirme que es por allí por donde pasaremos. trago saliva, no parecen precisamente bajitas.- o sí.
Una leve sonrisa cruza por su rostro durante una fracción de segundo para luego dejar paso a su cara de póker habitual.
- ¿Has pensado en sonreír más? Creo que a las chicas les gustarías, bueno si dejamos de banda que eres un psicópata.- no entiendo porque puedo hablar tan abiertamente con esta persona pero es... agradable, creo.
- No me interesan las chicas.- dice tajantemente- No tengo tiempo que perder con algo tan estúpido.
Sabía que no nos podíamos llevar bien. Le suelto la mano y camino por delante de él, sin esperar una indicación por su parte. Pensaba que al fin podría llevarme bien con otra persona pero veo que no. Me siento irritada y para colmo no sé donde estamos, aunque quisiera huir no podría sin perderme.
Sonrío al mirar al cielo, me recuerda a cuando Aiden y yo vimos las estrellas juntos. Le echo de menos... Sacudo mi cabeza violentamente, no puedo pensar en él si no solo conseguiré deprimirme. Debo centrarme en el viaje, en conocer a esa gente y en intentar llevarme bien con ellos, cosa que veo improbable si todos son como él. Le miro con resignación, tampoco creo que lo haga queriendo, además cuando está callado parece un buen chico.
- Hey, tú. ¿Cuantos años tienes?
- Diecinueve.- parece confundido ya que añade- ¿Tienes alguna razón en especial para preguntarlo?
- Mmmm no. Solo curiosidad. Tenemos edades parecidas, entonces. Aunque si te soy sincera no parece que tengas diecinueve, más bien mi edad. ¿Te lo suelen decir no?
- No entiendo esta charla absurda.- parece enfadado, creo que he tocado un tema prohibido.
Me río mientras me fulmina con la mirada. No esperaba que algo así le pudiera molestar. Tiene la misma cara de siempre pero se le nota enfadado cosa que hace que sonría aún más.
Pero todo eso se va en un abrir y cerrar de ojos. Antes de que me de cuenta estamos rodeados por unas cuantas personas. No me dan buenas vibraciones, van encapuchados lo que provoca que no podamos verles las caras, sin embargo algo me dice que prefiero no ver lo que esconden bajo esas telas.
- ¿Qué queréis?- un murmullo se extiende por los desconocidos.
- Obviamente matarnos.- se agacha a mi altura y me susurra al oído- aunque tranquila ninguno de ellos es el asesino de mi hermana y tampoco creo que estén relacionados. Quédate detrás mío.
Me empuja hacia un lado para después morderse el brazo. Miro con horror la herida que se ha hecho hasta que comprendo lo que intenta hacer. Huele el líquido que fluye y pronto su aura cambia. Se ha vuelto más espesa y oscura, me cuesta respirar a su lado, es parecido a la primera vez que nos vimos.
Se lanza hacia ellos y parte por la mitad a dos en un instante. ¿Con que ha hecho eso? Me fijo en sus manos, pero en ellas no hay ningún arman. Espera... no puede ser. Doy unos pasos hacia atrás horrorizada, los ha cortado con su propia fuerza. Me dejo caer al suelo mientras veo la carnicería que tengo delante.
Parece que puede él solo con todos, sin embargo no paran de aparecer uno tras otro, ¿de dónde están saliendo? Yo no puedo aguantar mucho rato seguido en modo Alfa y no creo que él sea distinto a mi.
Sus piernas flaquean en la última estocada que da, se queda clavado en el cuerpo en el que acaba de aterrizar y por mucho que intenta sacar su brazo del estómago del encapuchado no puede. Entonces veo como uno de ellos se acerca rápidamente a él por la espalda, lleva un cuchillo. Quiero gritarle que tenga cuidado pero no puedo, en su lugar mis piernas se mueven solas aproximándome a él.
Si no vas más rápido morirá. Eres tú, ayúdame, debes salvarle. Ese es tu trabajo, ya puedes agradecerme que te haya hecho levantar de ahí. A veces me sorprende lo patética que eres. Esperaba más de ti. Dios, ¡cállate! me importa bien poco lo que pienses o dejes de pensar de mi, solo quiero salvarle. ¿Aunque sea un monstruo? A saber a cuanta gente ha matado. Y si él muere tu puedes volver. ¿Estás segura de que quieres salvarlo? No pienso dejarle morir así. Aunque se lo merezca, aunque quiera volver a casa, no puedo solo quedarme mirando como lo matan delante mío. Y si tu no me ayudas, lo haré yo. Así me gusta. Y ahora déjame divertirme a mi, insolente.
Estiro las piernas y sonrío. Por fin diversión. Cojo a mi preciado amigo de la bota y giro en espiral cortando así los cuellos de esos pobres estúpidos. Me río a carcajadas mientras veo como la sangre sale de sus cuerpos para no volver.
A lo lejos veo a mi última presa. Corro a su encuentro, sin embargo algo pasa por mi lado a una velocidad impresionante y cuando miro el cuerpo ya está descuartizado y hecho trizas. Me acerco para examinarlo de cerca.
Joder, pateo los trozos del suelo enfadada. Esto no es gente, son simples marionetas rellenas de sangre, esto debe de ser una broma. Yo no gasto energía por algo tan aburrido como esto. No sé en que estaba pensando al prestarle mi ayuda.
- Y tú el de allí. Si no puedes siquiera ganar contra estos insectos no digas que la protegerás. Eres igual de patético que ella.
Las piernas me flaquean y caigo al suelo. Estoy cubierta de sangre. Las arcadas aparecen como de costumbre debilitándome pero me niego a ceder y me levanto. Puede que solo fueran muñecas pero la sangre ha venido de algún sitio. Y lo más importante ¿quién nos ha tendido esta trampa? Nadie podía saber que pasaríamos por aquí.
- Eran solo los títeres de unos ladrones, seguramente.- otra vez ha vuelto a hacer eso. No soy tan predecible.
- ¿Sabes si hay algún sitio para lavarnos cerca?
- Me temo que no. Deberemos seguir así hasta que lleguemos.
¿Enserio? Genial. Seguro que debes estar disfrutándolo ¿eh? Contéstame. No me ignores, sé que estás ahí.
Tras unos momentos de hablar conmigo misma en mi mente me doy cuenta de que me está ignorando. Si no quería ayudar que no lo hubiera hecho. Creo que nunca conseguiré comprender a ninguno de los dos.
HI, HI!! He vuelto, siento haber tardado tanto pero es que la diosa de la inspiración no llegaba. Espero que hayáis disfrutado de este capítulo, me ha costado escribirlo ya que no estoy en mi mejor momento que se diga pero aún así creo que no está tan mal, creo u.u Intentaré no tardar tanto con el siguiente, gomenasai :( Y bueno, con esto y un cortado este capítulo se ha acabado :3333 Hasta pronto ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top