Capítulo 8. Manhattan

4 años atrás, Chuuya estaba bebiendo en un bar junto a algunos compañeros de universidad, reía mientras bebía y fumaba, fue allí cuando vio a Dazai entrar al bar y chasqueo la lengua molesta - ¡hey Dazai! – Hablo uno de sus amigos – ven acá a beber con nosotros

― Buenas tardes chicos – sonrió Dazai - ¿se divierten?

― Oh vamos Dazai, eres el mejor bebedor, únetenos

― Oh – miro a Chuuya ligeramente – sí, supongo que tengo un poco de tiempo – hablo mientras veía como Chuuya se levantaba a contestar un teléfono

― ¡¿Qué?! – grito Chuuya y tomo su chaqueta – debo irme, paga por mi Michizo, te pago después – hablo mientras salía del bar

― Ese cretino me dejo sus bebidas – se quejó el pelirrojo

― Ten – menciono Dazai dándole un billete – pagaré lo de Chuuya, pero debo irme a un curso

― Oh vamos Dazai quédate – decían aquellos chicos y Dazai sonrió

― Lo siento, lo siento, hay que estudiar

Chuuya había llegado a un hospital, corría como loco por los pasillos hasta que llego a la habitación que le habían indicado, agitado, tembloroso, miro a sus padres en el pasillo enfrente de la habitación – ¿co-cómo está? ¿Qué paso?

― Parece... Que sufrió unos casos de bullying – menciono la pelirroja – hijo, te necesita

― Mamá... es-esto... no es justo – dijo Chuuya entre lágrimas – te dije que lo adoptaran, que no lo dejarán solo

― Chuuya, tu madre y yo nos esforzamos por tenerte en la universidad, Atsushi seria...

― ¡Yo trabajaré! – trago saliva – trabajaré para pagar mis cosas, por favor, cuídenlo... - pidió el menor a sus padres

Los padres de Chuuya iban a hablar cuando el doctor salió, leía un expediente – ¿señores Nakajima?

― No, somos Nakahara, pero nos hacemos cargo del niño

― Ya veo – ajusto sus lentes el doctor – el chico tiene varias lesiones, una que otra interna, una lesión profunda en su muñeca izquierda y...

― ¿Y? – pregunto Chuuya desesperado

― Una quemadura de tercer grado

― ¿co-cómo?

― Las investigaciones iniciaron pero no podemos saber más de lo que es obvio, alguien provoco sus quemaduras por la zona afectada. Pueden pasar a verlo, está por despertar

― Gracias doctor – Los Nakahara apenas daban las gracias cuando Chuuya había entrado a la habitación

Allí estaba Atsushi, con vendas en sus mejillas y muñeca, una bata y en camilla, aquella visión profano los ojos de Chuuya y sus lágrimas llegaron a él. Atsushi volteo a verlo y trago saliva – Chuuya – le llamo y el chico tomo la mano del albino, no tenía palabras que decir, Atsushi sonrió ligeramente - ¿co-como te fue en la universidad? – pregunto y Chuuya dejo sus lágrimas salir

― Perdóname Atsushi... ¿Cómo llego a esto? ¿Cómo? ¿Quién?

― Fue... Kumi, Kaito y Nagato – menciono tragando saliva – dijeron que así podrían quitarme lo homosexual

― ¡¿homosexual?! ¿en serio? – dijo molesto

― Chuuya, no tienes que mo-molestarte él ya

― ¡tú no eres homosexual! – grito Chuuya y Atsushi lo miro confundido

― ¿eh?

― A ti te gustaba mucho alguien, la persona del libro, y se fue ¿no?

― S-si... - dijo mirando a otro lado – esa persona era...

―  Seguro al idiota de Kaito o Kumi le gustaba y por eso dijeron eso de ti - interrumpió Chuuya

― Pe-pero el-ellos

― Tranquilo Atsushi, yo te protegeré, está vez de verdad lo haré, no dejaré que nadie vuelva a llamarte homosexual

― Chuuya... yo...

― Confía en mi Atsushi... Yo te protegeré – dijo firme Chuuya, Atsushi trago saliva

― S-si – respondió

Chuuya rebuscaba entre sus cosas, encontrando una chaqueta con un cordero, la tomo entre sus manos, se puso unos lentes negros, tomo un taxi y en cuestión de minutos llego a Ikebukuro, allí uso la chaqueta, llegaba decidido hasta un lúgubre bar – ¡OI! – grito Chuuya – Shizuo, necesito tu ayuda

― Chuuya, habías dejado a los dollars – respondió un rubio de lentes

― La sucursal en Yokohama no funciono – frunció el ceño Chuuya – pero sigo cuidándoles la espalda, yo necesito que cubran la mía

― ¿y bien?

― Mi hermano... - dijo mirando a otro lado – necesito encargarme de unos niños que le molestaban

― No me meto en esos trabajos

― Entonces iré con Izaya

― Bien – dijo molesto el rubio – pero no mataré a nadie

― No es necesario – sonrió Chuuya – solo préstame tu fuerza para darles un buen susto

Después de eso, Chuuya paso todos sus días trabajando y cuidando de Atsushi, sus padre hablaron con el orfanato para que transfirieran a Atsushi, lo cual lograron para su último año, el pequeño albino sin amigos, y solitario se refugió en las bibliotecas, al final, logró entrar a la universidad y Chuuya comprar un buen departamento para ambos. Eran felices juntos.

Actualmente, el bar estaba cerrado, solo los trabajadores de Dazai y Dazai estaban allí, además de dos personas ajenas al personal.

La esperada reunión, Atsushi y Chuuya, en una misma mesa del bar, tenían un par de cocteles "Manhattan" según Dazai, les haría pensar en algo más y convivir como fieles amigos que disfrutan de una improvisada bebida por el éxito de Marilyn Monroe y aunque ambos no entendieron lo que Dazai dijo, si bajo sus nervios, aunque seguían sin hablarse, Atsushi dio el primer paso - ¿co-como te fue en el trabajo? – pregunto el albino y Chuuya lo miro sorprendido, después sonrió relajado y ligeramente sonrojado

― No cambias Atsushi

― ¿e-eh?

― Cuando no sabes que decir... preguntas por mi dia o por como estoy – sonrió Chuuya – es admirable y lindo, pues yo jamás puedo abrir la boca hasta que lo haces por mi

― Chuuya, yo...

― No Atsushi – menciono Chuuya mirando al albino – perdóname, jamás te pregunte como te sentías... - menciono el pelinaranja – solo te vi llorar y yo...

Atsushi tomo la mano de Chuuya y sonrió – eres mi hermano Chuuya, te quiero – ante sus sinceras palabras, Chuuya salto de la mesa sorprendiendo a los empleados del bar, incluido Akutgawa, Dazai sonreía. Chuuya abrazaba con fuerza a Atsushi

― ¡Perdóname Atsushi, la cague de nuevo! – grito Chuuya y Atsushi comenzó a reír – si ese día te hubiera dejado hablar, nada de esto hubiera ocurrido

― Está bien Chuuya – sonrió Atsushi – ese día estabas alterado, yo tampoco podía hablar

― Pero tú estabas en un hospital, debí escucharte – apretaba al albino

― Chu-Chuuya me asfixias – se quejó Atsushi

― Ah, l-lo siento – dijo para soltar al albino y lo miro sonrojado, estaba nervioso – no sé cómo hablarlo – menciono

― Si... yo tampoco – menciono nervioso el albino

― Ahora que lo pienso, son muchas coincidencias – menciono Chuuya – Que Akutagawa fuese tu amigo y se transfiriera también – se quedó pensante – quiero que me cuentes bien, ¿Akutagawa te ayudo? ¿era una chica la del libro o un chico?

― Chu-Chuuya eso

― Es que en serio quiero saber y ooooh – Chuuya reacciono – debemos ir a Ikebukuro

― ¿eh? Hace mucho que no mencionabas Ikebukuro, incluso hoy los recordé ¿Por qué te alejaste de tus amigos?

― No me aleje, es que... pedí un gran favor y ahora, debo arreglarlo antes de que se arme un problema

― Está bien – sonrió Atsushi – muero por ver a los chicos y comer con Simón

― Bien, vayamos el fin de semana – sonrió Chuuya

― ¡Sí! – grito Atsushi alegre

Desde lejos podían ver lo alegres que estaban – parece que todo estará bien ahora – menciono Akutagawa

― Quien sabe, hay algo que aún no me cuadra del todo – menciono y miro a Akutagawa – sigamos alertas

― Si, Dazai-san

Chuuya y Atsushi habían sido los hermanos que siempre habían sido, alegres y acompañándose, no habían visitado a Dazai o a Akutagawa en toda la semana, y el bar para Dazai no era igual, Akutagawa revisaba su celular cada que podía - ¿Cuánto tiempo esperaras? – pregunto Dazai

― No quiero presionarlo

― Durmieron juntos, ¿no significa que son pareja?

― ¿y que hay cuando se fue con el señor Dostoyevski? ¿fueron pareja?

― Eso fue diferente Akutagawa

― ¿en qué sentido?

― Yo estaba intentando desenamorarme de Chuuya

― Y por eso se acostó con él

― ¿estás juzgándome?

― No, solo digo – menciono el azabache y justo su celular sonó, lo miro y suspiro

― Háblale tú – dijo el castaño – tienes razón, tener sexo, no es igual a tener una relación – suspiro profundo

Por su lado, Atsushi se levantaba de entre libros, Chuuya tomaba un café en el mueble detrás de Atsushi. Sonó su celular pero por más que lo busco no lo encontró - ¿Cuántos días lo llevas perdido? – pregunto Chuuya

― No sé – suspiro – no tengo idea si está en un libro o debajo de ellos

― Oye, sigues sin querer ir al bar ¿pasa algo?

― N-no pasa nada... e-es solo que...

― ¿te gusta alguien del bar?

― No, bueno si, es complicado

― Cuéntame, - sonrió Chuuya – hasta ahora solo sé que el quien te dio el libro era un chico y que lo amaste profundamente, hasta la fecha lo haces pero sigues sin decirme quien es

― Ese es el problema... yo sigo enamorado de él – menciono Atsushi

― ¿No me digas que te gusta Dazai y por eso no quieres ir?

― N-no, no es...

― ¿y el rubio que se parece a Shizuo? – pregunto y Atsushi soltó unas risas

― Si se parece a Shizu-san – menciono divertido – no... yo...

― ¿el pelirrojo que entro hace poco?

― Chuuya déjame hablar

― Si, perdón

― Es... - trago saliva – Akutagawa

― ¡¿te gusta Akutagawa?!

― No, Chuuya ¡no!

― ¿entonces quién te gusta?

― No, o sea ¡aaaaagh! – menciono algo desesperado

― ¿me callo?

― ¡Por favor! – pidió Atsushi y respiro profundo – el chico del libro es Akutagawa

― ¿eh? – Chuuya lo miro sorprendido - ¿tu primer amor es Akutagawa?

― Si

― Vaya que cagada hice, es que no fue cagada, fue

― Ya entendí

― Espera, Akutagawa pudo decirme algo

― No iba a hacerlo

― Cuando fui al hospital...

― Aja

― ¿Qué paso entre ustedes 3 meses atrás de eso?

― Na-nada

― ¿Qué paso en el departamento de Akutagawa?

― Discutimos

― Aja

― Nos... besamos

― Aja

― Aash casi tengo sexo con él

― ¡Atsushi!

― ¡No me regañes! – se cruzó de brazos – además... Akutagawa fue mi primera vez

― Espera... tú ya

― Si –lo miro – fue en la escuela

― Atsushi eso no se hace

― Chuuya deja de regañarme

― ¿es que como lo haces en la escuela? – se quejó - ¿por eso paso lo que paso?

― No, la verdad es que siempre fuimos cuidadosos, pero como siempre estábamos juntos y él era mayor que yo...

― Oh, comprendo – Chuuya acaricio la cabeza de Atsushi - ¿Y? ¿ahora por qué no quieres verlo?

― Es que...

― Dime, dime

― Es que... El domingo que te fuiste y te dije todo

― Si, si, dime

― Él y yo

― ¿se besaron?

― Bueno... si

― ¿por eso no quieres verlo?

― Volví a hacerlo con él, ¡tuve relaciones con Akutagawa!

― Nakajima Atsushi yo no te eduque así

― Tu no me educaste

― ¿Así le hablas a tu hermano mayor? Te lavaré esa boca que – Chuuya reacciono – oye

― ¿mmm?

― ¿Cómo tienes sexo con alguien de tu sexo? ¿le hiciste una mamada hasta la muerte o?

― Chuuya para ya de preguntar – dijo el albino fastidiado y muy sonrojado

― Vamos al baño

― ¿Qué? ¿Por qué?

― Te lavaré bien esa boca

― Chuuya para

Ambos chicos peleaban en el piso del departamento, Chuuya insistía en lavarle la boca en Atsushi, no era una pelea real, jugaban entre ellos, una que otra risa, además, Atsushi le explicaba a Chuuya como había sido su relación, como había extrañado a Akutagawa y como creía haber sido abandonado, Chuuya seguía con el chiste de lavarle la boca, eso hizo al albino explicarle al pelinaranja, la verdad es que no lo resistió, le daba vergüenza, así que juntos investigaron en Internet como tener sexo con un hombre, a lo que el pelinaranja se sonrojo. - ¿no te duele? – pregunto

― Cuando éramos pequeños, la primera vez me dolió mucho – menciono en el piso – después me acostumbre – menciono sonrojado

― Creo que nunca habíamos tenido una plática sobre sexo – menciono Chuuya – creo ahora entender mejor por qué – suspiro

― Chuuya, ¿lo has hecho?

― Si, con una chica llamada Misaki, pero de ella fue mucho tiempo atrás

― Recuerdo a Misaki, la castaña de la que te enamoraste

― Si – sonrió Chuuya y suspiro – las cosas cambian ¿no Atsushi?

― Lo sé... - sonrió a Chuuya – Misaki era parecida a Dazai-san – menciono Atsushi alegre

― ¿no quieres ir al bar?

― No, ve tu a ver a Dazai-san – se quejo molesto

― ¿sigues nervioso?

― No sé qué decirle... - menciono algo mortificado Atsushi – tuvimos relaciones... pero... no es como si lo hubiéramos hablado ¿regresamos? ¿fue un sexo y ya? No lo sé... tengo miedo de escucharlo

― Entonces vamos – dijo Chuuya levantándose

― Pe-pero

― Confía en mi – sonrió Chuuya – vamos, yo lo golpeo si solo te uso

Atsushi sonrió amplio y alegre – sí, vamos – dijo levantándose.

Ambos tomaron su chaqueta, las llaves y salieron de su departamento, pues para Chuuya todo se podía arreglar hablando, y si no, existían los golpes también 

...

Ahora Chuuya sabe la verdad y ama más que nunca  a Atsushi ¿que pasará ahora?

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top