Capítulo 7. Nuvo nude

― Ry...Ryunosuke – le llamo el albino agotado – pa-para – le pidió

― Solo te he besado, sé que quieres llegar a más – menciono besando la mano de Atsushi – reconozco tu cuerpo como si fuese la primera vez

― Sa-sabes lo mal que te escuchaste – menciono el albino – mi cuerpo a cambiado, tengo cicatrices feas y – Atsuhi fue callado por el que estaba encima para sentir como el azabache mordía su pezón – aagh

― Lo vez – sonrió triunfante – Jinko ¿Cuánto tiempo seguirás con esto? – menciono bajando su mirada para ver su quemadura – ¿es por la quemadura?

― N-no la veas – menciono mirando a otro lado – es fea...

― No lo es – menciono acariciándole – la amo tanto como a ti, cada parte de ti – hablo mientras besaba aquella cicatriz, Atsushi se sonrojo, no podía resistirlo, el azabache siempre sabia a donde ir pero no podía rendirse, no ante él.

― Ya te lo dije, no pienso salir contigo – menciono intentando zafarse pero el agarre del mayor era más fuerte – tú fuiste quien me abandonaste

― Te lo dije, no fue mi intención

― Pero lo hiciste, me dejaste, ni una llamada, mensaje, algo – menciono molesto – tenías mi número, mi correo... - miro a otro lado – tenías todo de mi...

― Jinko, entiende, entiende que no quería dejarte - tomo sus mejillas - ¿alguna vez te hice daño? Una que no fuera relativa a la escuela, entre nosotros, siempre estuve contigo y sí, me alejaron, mi hermana me llevo a otro lugar pero seguí buscándote... por favor Jinko

― No, yo... simplemente no voy a creerte, mi mente está clara

― Tu mente puede estar clara... pero tu cuerpo y corazón no

― ¿Qué intentas decir?

Akutagawa sonrió, ya de por si tenía al menor medio desnudo debajo de él, apretó fuerte las muñecas de Atsushi dejándoles arriba de su cabeza, con su mano libre, llevo su acto. Bajo descaradamente por el cuerpo del albino, hasta llegar a su pantalón – que tu cuerpo y tu corazón desea que esté tendro tuyo

― ¿Qué? n-no, ni se te ocurra, no

― Tendremos que encargarnos de esto – menciono rozando con su dedo el miembro del albino

― ¡T-tu! no toques, de-déjame – pidió jadeante

― Me pides no tocarte y mira cómo estás – menciono orgulloso

Akutagawa acerco su rostro al del chico, Atsushi estaba sonrojado e impaciente, movía sus pies en algún tipo de acto de súplica – Por favor... Ryunosuke.... – pidió una última vez, Akutagawa lo beso.

Beso al chico como solo el sabia besarle, comenzó con un rose romántico, de sus parpados cerrados y dejándose llevar por el sabor, solo esperando a que Atsushi tuviera falta de aire, lo cual, paso. Ryunosuke aprovecho ello para entrar y no, Atsushi no se negó, arremetió y jugo con su lengua como si fuesen amantes de años. Así fue como Akutagawa logro pasar sus manos por el torso de piel suave de Atsushi, el albino estaba completamente a su merced, el beso continuo acelerándoles, aún más en cuanto a las caricias del azabache para el albino. Está vez, fue Atsushi quien bajo sus manos hasta la puntas de la camisa del azabache y claro está, se la quitó. Se miraron a los ojos un momento, pues el quitar la camisa del mayor hizo que separaran su beso unos instantes, Atsushi sonrió, Akutagawa sonrió, rieron un momento, y fue cuando Akutagawa se fue encima de Atsushi en un abrazo, un nuevo beso comenzó.

El nuevo beso era más demandante por parte de ambos, respirar ya era parte del pasado, las caricias y roses de sus pieles aumentaron, Atsushi tomo las mejillas del azabache para morder ligeramente sus labios – hey – le reclamo el azabache – si vas a morder, tendré que morderte yo también

― Te estoy esperando – menciono el albino

Akutagawa se acomodó entre las piernas de Atsushi y esté respondió abrazando su cadera con sus piernas – vaya, lo recuerdas – menciono burlón en albino

― Aprendí bien con mi senpai – menciono Atsushi sonriente

― Pequeño afortunado – menciono Akutagawa para volverlo a besar

Atsushi había abrazado el cuello de Akutagawa, su beso era más profundo pero también más relajado, se permitían respirar y es lo que más buscaba Akutagawa, pues para su siguiente movimiento necesitaba a Atsushi relajado, lo miro fijamente, era idéntico a cuando estaban en secundaria, su piel sudorosa la cual acaricio gentilmente, sus labios remojados y en busca de aire, sus mejillas ligeramente sonrojadas, ese tono rojo en particular tan llamativo en el rostro de Atsushi, y sus ojos, sus ojos eran lo más bello y más complaciente para el de ojos grises, aquella extraña y única combinación de colores que le hacía enloquecer, seguían normales, era una mirada tierna y demandante, pronto aquel color dorado se expandiría, y el azabache estaba en primera fila para ver como lo hacían.

Separo sus labios un momento, necesitaba hablar con el pequeño - ¿tienes lo necesario?

― E-en mi ca-cajonera – menciono el albino mirando al lado de su cama, si, estaban en el suelo. Miro a Akutagawa - ¿tienes condones?

El azabache sonrió ligeramente mientras se levantaba y con ello cargaba a Atsushi para llevarlo a la cama – o-oye te pregunte algo

― Jamás cargo con ellos, porque no los necesito – menciono para besar la frente del albino – hasta que volví a encontrarte

― Pe-pervertido – dijo algo molesto

Akutagawa volvió a acomodarse entre las piernas del albino, busco un frasco en la cajonera de Atsushi, abrió el primer condón, lo uso primero en sus dedos mientras llenaba del líquido al albino – pareces acostumbrado a él – menciono el azabache y Atsushi miro a otro lado

― Lo ocupo constantemente – menciono sorprendiendo al azabache – obviamente lo hago yo mismo

Akutagawa sonrió dejando entrar uno de sus dedos un poco brusco haciendo al albino quejarse – eso es por haberme asustado – dijo serio

― I-idiota

Akutagawa comenzó a mover su dedo dentro mientras jugaba con los pezones del albino, ah, como le encantaban los pezones del menor. Su mano libre la ocupaba, para acariciar suave y lento el miembro del albino, y Atsushi mientras le regalaba unos gemidos dignos de un chico. Dejo entrar el segundo dedo, provocando a Atsushi curvear su espalda, mientras sentía el éxtasis llegar – mira que rápido terminaste – hablo ligeramente burlón y muy orgulloso

― Ca-cállate – pidió el albino avergonzado, su respiración mejoraba, justo cuando lo vio más relajado, el azabache abrió sus dos dedos dentro del albino, sus dedos de tijeras expandían los adentros del albino y también, provocaba más gemidos – Ry-Ryu, ma-más lento – pidió

Akutagawa sonrió, beso al albino quien rápidamente volvió a aceptarlo, con su mano izquierda aprovecho para acariciar el puente que formaba su espalda, provocando a Atsushi ligeras cosquillas en el proceso, bajo hasta sus glúteos donde los tomo y acaricio, hizo lo mismo con sus piernas – voy a entrar – menciono – acomódate – ordeno el azabache

Atsushi lo miro, era difícil acomodarse si tenía dos dedos dentro, subió sus piernas ligeramente adolorido hasta la cadera del azabache donde lo abrazo. Akutagawa sonrió por el esfuerzo y los gemidos extras, acomodo su miembro justo frente a la entrada del albino – e-el co-condón – pidió el albino

― Vamos ¿no lo quieres todo?

― Ryu-Ryunosuke e-eso

― Lo extrañas ¿no? – menciono provocándole con su miembro – si no le dejas entrar no entrará en mucho tiempo

― Ca-cállate, no hagas eso ¿e-eres un ni-niño o qué? Co-condón dije – dicto el albino

― Eso no es divertido Jinko – él azabache le acariciaba sus glúteos

― N-no em-empieces en un momen mmgh – Atsushi no termino cuando el azabache soplo justo en la punta de su miembro, provocando que gimiera aún más – en-entra, entra – pidió desesperado

Akutagawa sonrió para él, Atsushi seguía siendo el mismo. Entro en el albino, provocando con ello que el albino comenzará a sentir los espasmos, era estrecho, le costaba trabajo entrar, Atsushi se había quedado con su boca abierta a causa del dolor, el mayor se recostó encima del albino para poder entrar más, quedando en su hombro, aprovecho para besar su cuello, Atsushi soltó las sabanas y le abrazo, causándole rasguños en los hombros del mayor. Termino de entrar, llegando hasta el fondo, se miraron a los ojos mientras respiraban agitados, Akutagawa sonrió, Atsushi no podía – me comenzaré a mover – menciono y el albino apretó su hombro

― Es-es-espera so-solo un po-poco más – pidió el albino adolorido

― Claro Jinko – menciono para besarlo, su beso era tierno, y no se quedó en sus labios, recorrió su mejilla y frente, beso su nariz y su barbilla - ¿mejor? – pregunto y el albino asintió

El azabache comenzó a moverse, primero lento y fue subiendo la velocidad, con ello hizo a Atsushi quejarse más y gemir más. Poco a poco las embestidas eran más fuertes, duras, agiles, los gemidos de Atsushi habían crecido junto con sus ganas de terminar, Atsushi aprovechaba su tiempo, no era tonto, mientras el azabache lo embestía entre besaba al mayor, cada beso más especial que el anterior, sus labios, su nariz, su cuello u hombros ¿su plan? Distraerlo, complacerlo, recordarle que era suyo. Sus besos pasaron a ser mordidos, las cuales aunque Akutagawa disfrutaba estaban sacándole de control, comenzó a ir más duro, llego justo al punto de Atsushi, con ello, el albino se volvió un manojo de nada, apenas podía moverse y sus gemidos eran casi gritos, dejo sus marcas en el cuello, hombros y pecho del albino. – Ry-Ryu – le llamo agotado y casi sin aliento, acababa de terminar. Akutagawa dejo sus manos a los costados de Atsushi, llego al éxtasis para llenar al menor en sus adentros, sus movimientos se pausaron y sus gemidos se sincronizaron, Atsushi volvió a tomar sus mejillas, sonrió al azabache – Ryunosuke... no has cambiado en nada.... – menciono el albino alegre

― Y tu mucho menos mi tierno tigre – tomo la mano de Atsushi y la beso – te amo, te amo igual o más que el primer día – declaro y el albino sonrió

― Yo también te sigo amando Ryu – sonrió Atsushi

Ambos chicos se acurrucaron en la cama del albino, quedándose dormidos, sin saber que a varias calles en un particular bar. Dazai y Chuuya bailaban al son de un tango.

...

A la mañana siguiente, Chuuya fue despertado por una alarma a su lado, se levantó algo nervioso al verse perdido, no sabía dónde estaba, fue cuando se concentró mejor, era el bar de Dazai, le llego el olor de comida y lo siguió - ¿Dazai? – pregunto al encontrar la cocina y al castaño en ella

― Vaya si te despiertas con una sola alarma – sonrió Dazai – puse varias

― ¿Por qué?

― Tienes que ir al trabajo hoy ¿no?

― S-si

― Bueno, anoche quedaste muy borracho con un trago de forever dragon, así que te deje dormir aquí – menciono mientras servia algo de arroz – en la segunda planta hay un baño, lávate y ven a desayunar

― Es-espera, no puedo, debo ir a casa y – trago saliva – Atsushi...

― Estará bien, en mi armario tengo un viejo traje de la secundaria que seguro te queda

― Maldito bastardo ni en las mañanas te calmas ¿verdad? – dijo molesto y Dazai sonrió

― Ocúpalo, lo necesitas, más tarde podrás ver a Atsushi-kun

― Bien – dijo molesto, suspiro antes de subir a las escaleras, no volteo, se quedó de espaldas – Dazai... - arreglo su garganta – Osamu

― ¿mmm? – sonrió Dazai – dime

― Gracias... - menciono Chuuya cálidamente

― ¿Qué? No puedo escucharte

― ¡Gracias! – grito

― Sigo sin escucharte – dijo Dazai y Chuuya se voltio para verlo y se sorprendió al encontrarlo frente a él, alto y sonriente – ahora será más fácil escucharte – menciono, Chuuya se ruborizo y trago saliva. La nostalgia le invadió, bajo la cabeza y abrazo a Dazai, sorprendió mucho al más alto

― Gracias... - volvió a decir en aquel abrazo, lo soltó antes de que Dazai pudiera hacer algo y subió las escaleras

― Chuuya... - suspiro Dazai y sonrió – gracias a ti

Dazai termino de preparar el desayuno y fue cuando Chuuya bajo, usaba un traje azul oscuro, el saco lo llevaba desabotonado – te odio, me queda – se quejó el pelinaranja y Dazai sonrió

― Puedes conservarlo, a mí no me quedará ya más

― Ma-maldito idiota y...

― Es de muy buena marca – agrego – quédatelo, insisto

― Como sea, lo devolveré, así como cada favor que has hecho – insistió sentándose frente al plato

― Desayuna – sonrió aún más Dazai

― ¿Por qué estás tan sonriente? – pregunto curioso

― Si lo digo seguro que no comes y comienzas a gritar

― Dilo – dijo mientras comía algo de arroz

― Es como si viviéramos juntos – menciono y Chuuya tocio ligeramente llenando su mano de arroz

― O-oye

― Está bien – sonrió Dazai – es lindo la ilusión

― S-si parece que viviéramos juntos – menciono Chuuya sin mirarlo. Dazai lo miro y sus ojos brillaron

― ¡Chuuya!

― Cállate bastardo – dijo comiendo algo de huevo frito y miro la hora – debo apurarme – menciono con la boca llena

― Tu trabajo queda cerca ¿Por qué te apuras?

― Los lunes reviso el inventario – menciono llevándose grandes bocados de comida – necesito terminar pronto y ser el primero en llegar

― Puedo llevarte

― ¿en serio? – pregunto mientras tenía un buen pedazo de arroz en la boca y Dazai comenzó a reír

― Si, así que come bien y tranquilo. No tardaremos ni dos minutos en llegar a tu trabajo

Chuuya trago aliviado la comida – aaah ~de verdad conviene vivir cerca del trabajo – menciono Chuuy y ahora fue Dazai el ruborizado.

Ambos chicos desayunaron tranquilos, hablaron de cosas tribales y algo de economía mientras tanto, Dazai preparo algo de café para el trabajo de Chuuya - oye el café no era necesario

― Te hará falta después de la bebida de anoche

― Bueno – sonrió Chuuya – tu eres el experto

― Gracias, lo soy – menciono Dazai

Ambos fueron al estacionamiento del bar, Dazai y Chuuya entraron al vehículo, aunque Dazai condujo, Chuuya se dio cuenta que el castaño no era tan bueno en ese ámbito, dejo al pelinaranja en el estacionamiento de su trabajo, Chuuya se quitó el cinturón y lo miro – para la próxima, conduzco por ti – mencionaba Chuuya, - si no te gusta pudiste decirme

― Está bien, quería hacerlo por ti – menciono Dazai

― Bien – sonrió Chuuya – si puedes dale una vuelta a Atsushi, tiene clases hasta las 11:00

― Bien, pasaré a ver si ya salió de su cueva

― Gracias Osamu

Dazai espero a ver a que Chuuya entrará a su edificio, se sentía reconfortado. Tomo su celular, marco rápidamente y lo colgó en su oreja, sonó y sonó – deben seguir durmiendo – suspiro Dazai – ni modos Akutagawa, Chuuya me pidió algo – dijo burlón.

Dazai siguió conduciendo, llego hasta el edificio de Chuuya, saludo al departamento, toco pero nada, sonrió al saber que tenía llave, pues si, Chuuya las había dejado. Abrió y entró, notando todo seguía igual, fue entre saltos como colegiala hasta la habitación de Atsushi, toco la puerta pero nada, sonrió tan amplio y tan maléfico, definitivamente iba a hacerlo.

Abrió la puerta, tomo su celular, tomo una foto, y una selfie también. Guardo su celular y puso sus manos entre su boca - ¡DESPIERTEN! – grito

― ¡aaaggh! – gritaron ambos. Mientras se tapaban con las sabanas

Se sonrojaron, Akutagawa miro a Dazai y Atsushi también - ¿Dazai-san? – pregunto Akutagawa

― Yo que ustedes hubiera cerrado con seguro aunque tuvieran casa sola, si Chuuya

― ¿Chu-Chuuya vi-vi-vio? – pregunto Atsushi temblando ligeramente

― No, está en el trabajo Atsushi-kun – menciono y Atsushi suspiro

― Que suerte...

― Atsushi-kun, deben hablar

― No quiero

― Jinko, será bueno si hablan, ustedes son unidos – menciono el azabache y el albino bajo su cabeza

― También sería bueno si se visten – menciono Dazai burlón

― ¡Dazai-san usted entro sin avisar! – grito Atsushi

― Nnnnnnop. Toque – sonrió aún más

― Bie-bien hablare con Chuuya – dijo cruzándose de brazos y suspiro – necesito vestirme

― Los espero afuera ¿desayunaron?

― No

― Prepararé algo

Atsushi suspiro al ver a Dazai salir de su habitación, Akutagawa acomodo su cabello y beso su cuello – debes hablar con él, lo quieres

― Tengo miedo... no quiero que... no me quiera más

― Dudo que eso pase – sonrió Akutagawa y tomo la mano del albino – estaré para ti

Después de un baño juntos, el cual Dazai notó por más que quisieron ocultarlo, y ya vestidos, fueron a desayunar con Dazai – Atsushi-kun, tienes clases ¿verdad? – pregunto mientras el albino comia un pan tostado

― Si, a las 11:00 – dijo comiéndose el pan – pero no iré ahorita, Chuuya tiene junta a las 10 y a las 12 para la planeación de estrategias y organización de nuevos proyectos

― ¿Cómo sabes tanto de Chuuya? – pregunto Dazai

― Bueno, siempre he estado a su lado, incluso cuando andaba con una pandilla

― ¿anduvo en pandillas? – pregunto Dazai y Atsushi asintió

― Tenía como ocho años cuando los vi, Chuuya se angustio mucho pero era divertido, es decir, todos esos chicos grandes y fuertes terminaban jugando conmigo – sonreía Atsushi – cierto... ¿Qué habrá sido de ellos?

― ¿siguió frecuentándolos?

― Si, hasta que tuvo unos 20 años – pensó un momento – ahora que lo pienso, tengo muchísimo sin verlos, la última vez fue cuando estuve hospitalizado

― Jinko, no te juntes con maleantes – se quejó Akutagawa terminando de desayunar

― Eran buenos conmigo, nos protegieron de muchas cosas que han pasado en estos años

― Sería interesante averiguar de ellos – dijo Dazai. Atsushi se levantó para levantar los platos y limpiarlos

― Como sea, no los he visto – decía Atsushi – pero eran buenos amigos de Chuuya, de cierta forma míos también – mencionaba mientras dejaba todo en el lava bajillas y sonrió – si, son muy buenos amigos, Chuuya entrenaba con ellos y – dio entre risas – yo me la pasaba jugando con ellos

― ¿así algo más? – dijo el azabache celoso

― Te llevo a la universidad – dijo Dazai

― Claro

― Vamos Jinko, Dazai-san y yo iremos al bar – menciono besando la frente del albino – y no te juntes con maleantes

― ¿Por qué van al bar tan temprano? – pregunto Atsushi - ¿no tienes clases? – pregunto al azabache

― Akutagawa-kun completo sus créditos, y está haciendo prácticas en mi bar – sonrió Dazai – prácticamente solo va a una o dos clases a la semana

― Soy independiente de mi hermana – dicto el azabache – puedes confiar que me quedaré a tu lado Jinko – menciono orgulloso y el albino miro a otro lado sonrojado

― Va-vámonos – menciono nervioso

Y si, Atsushi fue dejado en la universidad, mientras Dazai llevo a Akutagawa al bar – va a investigar ¿no? Dazai-san, por eso trabajo para usted y nada más

― Por supuesto – sonrió Dazai – dudo que sea simple coincidencia

― Yo solo... quiero que Jinko esté a mi lado

― Déjamelo todo a mí – menciono Dazai – te hice una promesa hace años, él será tuyo.

― Dazai-san

― ¿si?

― ¿y si descubre algo que no quiere saber?

― Bueno, lo averiguaremos a su tiempo, ¿no crees?

― Si... 


Continuara...

¡Gracias por leer!

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