Capitulo 2. Bloody Mary


Habían pasado tres meses desde su encuentro en el bar, Chuuya se había atiborrado de trabajo y grandiosamente Atsushi había comenzado a tener muchos proyectos ¿Por qué? Bueno, la universidad le había reconocido como un buen escritor y diseñador en su área, Atsushi era el mejor de su clase por lo cual su tarea y libros se amontonaba en todo el apartamento.

Aquella noche, Nakahara no quería llegar a casa, Atsushi le había avisado que había pedido una pizza y tenía un six de cervezas para él, pero estaba agotado. No quería seguir caminando, y, aunque pronto terminaría el proyecto, necesitaba un descanso, odiosamente había llegado al "Balcón del Lago" era el nombre del bar de Dazai, odiaba admitirlo pero era un buen lugar.

Entró al lugar sin problemas y se sentó en la barra rogando porque Dazai no estuviera, no le había visto desde la última vez que estuvo en el balcón con él. Saco su celular de su saco y le mando mensaje a Atsushi

"En cuanto termines ven por mi"

"¿Sucedió algo?"
"¡¿Dónde estás?!

"Todo bien, vine al Balcón del lago un rato"

"Bien" 🤟😏🍸

"¿Qué significa esos emoji's?"

"Nada en especial"
"iré en un rato, disfruta tus bebidas"

― ¿Algo en especial? – escucho la voz y esta vez la reconoció. Dazai nuevamente

― Estoy cansado – hablo Chuuya y vaya que se notaba en sus ojos, sus bolsas negras eran enormes y su rostro pálido le daba más que desear

― Te recomiendo Bloody Mary – menciono Dazai

― Solo sírveme algo – dijo recostándose en la barra

― Dazai-san – había llegado el azabache – Kunikida-san le llama

― Bien, gracias – sonrió el castaño a Chuuya – prepararé tu Bloody Mary en lo que veo a Kunikida

― Yo puedo prepararlo – hablo el azabache y Dazai pico la nariz de esté

― No, no puedes – sonrió el castaño llevándose algunos ingrediente a la oficina

― ¿Qué pasa con ese tipo? – preguntó Chuuya mirando la puerta de la oficina

― Dazai-san solo te atiende a ti – hablo el azabache e hizo sonrojar al pelianaranjado. Debía tomar una estrategia y salir de esa conversación...

― ¿sigues molesto con Atsushi? – pregunto Chuuya y el azabache se quedó callado – tomaré eso como un sí. Atsushi no te quitará a ninguna chica – suspiro – está ocupado trabajando

― ¿trabaja?

― Estudia, trabaja, vive conmigo – hablo el ojos de zafiro - ustedes nunca han hablado ¿no?

― No, el... -miro a otro lado - me evita hace tres meses – hablo el azabache

― ¿Por qué?

― ¿no le contó?

― No, dime por que

― Yo... Hace tres meses, cuando fue a dejarme a mi departamento, bueno, yo...

― CHUUUYA~ - grito cantando Dazai y provocándole una molestia enorme a Chuuya

― ¡¿Qué quieres bastardo?! – dijo pero Dazai extendió la bebida

― Su Bloody Mary está servido mi fiel bebedor invitado

― ¡¿ah?! – grito una vez más Chuuya y suspiro – como sea – tomo aquella copa y bebió – es bueno... - Akutagawa salió de aquella escena al ver la mirada de su jefe y Dazai se acercó a Chuuya

― Gracias – sonrió el castaño y se sentó a su lado

― ¿Qué no estás trabajando?

― Soy el dueño, decido cuando y con quien trabajo

― Ya veo... - suspiro Chuuya

― Te extrañe – hablo el castaño

― Yo no

― ¿Por qué?

― Tengo trabajo bastardo – suspiro profundo – ni siquiera debería estar aquí, solo... me quede sin gasolina – mintió – Atsushi ya viene por mi

― Entiendo... - suspiro el castaño

― ¿Por qué interrumpiste a Akutagawa?

― Cosas así, debería contártelas Atsushi-kun ¿no crees?

― ¿tú sabes que paso?

― No, pero lo deduzco – sonrió el castaño y miro hacia la puerta – ya llegaron por ti - Chuuya volteo y sonrio alver al albino saludarle desde la entrada delbar

― Uh, si – respondió Chuuya levantándose. Lo que no contaban era el extenso cansancio de Chuuya, justo al levantarse había caído desmayado

La luz pesada y cegadora despertaba a Chuuya de malas, miro a Atsushi acostado a su lado mientras dormía y se sintió mal por tenerlo así, no paso mucho para captar otro bulto de su lado izquierdo, era Dazai durmiendo también. A la habitación entraba Akutagawa y en serio Chuuya ya no sabía que pasaba - ¿Qué sucedió? – preguntó Chuuya

― Tuvo un colapso por estrés, el alcohol le había relajado demasiado. Dazai-san está aquí por ser dueño del bar, Jinko no quiso separarse de usted y, bueno.... Yo, solo vengo en representación del bar

― Creí que ese era Dazai

― Solo trato de ayudar

― Aja – se cruzó de brazos - ¿Quién chingados es "Jinko"?

― Lo siento, quise decir, Nakajima

― ¿Por qué lo llamaste "Jinko"?

― Le gustan los tigres - sonrió melancolico - así le decía de cariño en secundaria

― ¿Cómo sabes sus gustos si no se hablan?

― Chuuya – le llamo de la nada el albino para abrazarlo – por fin despertaste

― Oi, Atsushi – se quejó el pelinaranja – te he dicho que no me abraces tan fuerte

― Déjalo, por fin despiertas, no reaccionaste en todo un día – hablo el castaño estirándose

― Bastardo, lárgate ya – se quejó el pelinaranja

― Ya que Chuuya despertó podemos irnos – hablo Dazai

― Dazai-san se hizo cargo del dinero del hospital Chuuya – hablo el albino

― ¿En serio? – lo miro serio – gracias, te lo pagaré

― Está bien, paso en mi bar, es mi deber – respondió sonriente

― Nakajima – le llamo el azabache y Atsushi apretó las sabanas. A Chuuya no le gustaba esa acción

― Dime

― ¿podemos hablar?

― Bueno... yo... - Atsushi estaba nervioso y Chuuya vio cómo se sonrojo

― ¿Qué fue lo que paso entre ustedes? – preguntó Chuuya haciendo más incómodo el momento. Akutagawa ya estaba cansado así que miro serio a Chuuya

― El día que llego Nakajima al bar no lo deje de ver por qué estaba molesto.

― Continua

― Conocí a Nakajima en la escuela media, tuvimos un proyecto donde juntaron a los de tercer año con los de primero

― Lo recuerdo

― Habían rumores de que era homosexual

― Lo sé – dijo acariciando el cabello del albino – pero no lo es – dijo sonriente. Dazai miro a Chuuya sorprendido, Atsushi miro a otro lado y Akutagawa suspiro molesto

― Solo quería hablar de eso – mintió Akutagawa y salió del cuarto

― ¿eh? ¿era todo? – miro a Atsushi - ¿te hizo sentir mal por el pasado? ¿era de los que te molestaban?

― N-no – hablo nervioso el albino – Chuuya ya vístete y vamos a casa

― Entonces yo me retiro también – sonrió Dazai – espero los veamos en el bar pronto

― Claro, iré a pagarte, bastardo

― Déjalo así – sonrió Dazai saliendo de la habitación

― ¿y mi sombrero? – pregunto Chuuya

― Voy – sonrió el albino yendo por el sombrero de Chuuya

Para el pelinaranja no había diferencia, no importaba que el bastardo de Dazai se le hubiese confesado para él hombre con hombre no iba y mucho menos después de lo que Atsushi paso en la secundaria, se alegraba de que Atsushi no tuviera nada que ver con ese chico una vez más. Con ello volvieron a casa...



Continuará...

¿ustedes que creen que esté ocultando Atsushi? 

¡Gracias por leer!

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