Capitulo 1. Mojito Cubano
Eran los primeros días después de haber terminado la universidad, se sentía tan aliviado que podía morir y de por sí, iba a morir pues su nuevo trabajo era muy demandante, por lo menos ya no tenía que sufrir el ver la fastidiosa cara del rey de la universidad "Osamu Dazai" como odiaba a ese chico presumido y presuntuoso que tanto le molesto en la escuela media y universidad, todo lo que Chuuya hacía, Dazai era mejor, excepto en deportes, nadie era mejor que Chuuya pero de alguna extraña razón el castaño siempre, siempre iba a los mismos club's que él. Al fin era libre.
Sus pasos lo llevaron hasta su casa donde su pequeño y muy querido amigo y compañero de viviendo Nakajima Atsushi lo esperaba aunque al verlo se sorprendió – ¡Chuuya! – grito alegre el pequeño para abrazar a su amigo
― Hola pequeño – sonrió Chuuya y miro a Atsushi vestido. No era elegante o presumido pero que Atsushi usará jeans junto a una camisa de vestir decía algo - ¿A dónde vas?
― Ah bueno...y-yo... - mencionaba nervioso el albino
― ¿una cita?
― ¿co-como lo supiste? – preguntó el albino y Chuuya solo soltó sus risas
― Se te lee en toda la cara - ¿con quién iras?
― Se llama Lucy, me invito a un nuevo bar – menciono nervioso el albino - ¿quieres venir?
― No, ten tu cita tranquilo
― N-no es una cita, solo saldremos
― Eso es una cita
― Me sentiría más cómodo si vas conmigo – pidió el albino – por favoooooor~ - rogó cantando la letra "R" y así simular un ronroneo, sabía que con eso obtendría su capricho.
― Bien, muy bien, pero no me sentaré con ustedes
― GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
Está vez Chuuya llevaba su amada Harley Davidson y aunque el albino odiaba la velocidad junto a Chuuya siempre se sentía seguro. Y ¿Cómo se habían conocido? Años atrás, en primaria, Atsushi lloraba en el patio de la escuela y Chuuya no pudo dejarlo atrás, se llevaban cuatro años pero no distinguía su amistad sincera y algo loca pues Chuuya amaba la aventura y lo atrevido mientras el albino lo acompañaba en la aventura pero prefería ser reservado, sin mencionar lo cortes del chico, mientras Chuuya amaba insultar y pelear. Una pareja bastante dispareja
Para la secundaria se habían separado por las edades, pero no significaba que Nakahara o Nakajima no se vieran, al contrario siempre estaban uno en casa del otro, cuando llego la universidad, Atsushi se quedaba seguido con Chuuya hasta que el albino logró llegar a la universidad y ambos comenzaron a vivir juntos.
Aparco la motocicleta en aquel nuevo bar, Chuuya lo miro con buena cara, amaba beber alcohol y era fin de semana; Atsushi se quitó el casco y Chuuya aprovecho para "arreglar" su ya peinado loco, Chuuya era aventurero y el día que Atsushi dijo: "quiero un corte loco" Chuuya no desaprovecho para hacer de las tijeras un arte... No contaban que el cabello quedaría un asco pero sinceramente el albino lo amaba y siempre le pedía a Chuuya cortarlo nuevamente.
En la puerta se encontraron con la chica llamada Lucy, Atsushi los presentó y entraron, por petición de la pelirroja, el pelianaranjado se sentó un rato con ellos, pero al avanzar la noche opto por su estrategia de "necesito ir al baño" y aprovecho para quedarse en la barra
― ¿alguna bebida en especial? – pregunto el bartender
― Dame algo alegre, una bebida para celebrar – dijo el pelianaranjado sin quitar la mirada del albino
― ¿Qué celebra hoy? – pregunto el bartender
― Mi hermano menor por fin conseguirá una novia, incluso llegue a pensar que no le gustaban las chicas – sonrió
― En seguida – hablo el bartender
Unos minutos después Chuuya recibió su bebida pero no podía dejar de ver a su amigo, estaba feliz de verlo sonreír pero... había algo que no cuadraba – mmm.... – pensaba Chuuya mirándolos - ¿Por qué hace esas expresiones? – se preguntó así mismo
― Probablemente no está cómodo – hablo el bartender
― ¿Qué sabes? – dijo tomando su bebida aun sin ver al hablador bartender
― Se puede notar incluso en como toma la bebida, su amigo de cabello peculiar no está cómodo
― Si, ¿Por qué será?
― Quizá mi compañero que tiene la mirada fija en tu amigo, tiene mucho trabajo aquí pero es la primera vez que lo miro interesado en alguien
― ¡¿Ha?! – grito molesto y busco al otro lado de la barra - ¿Quién?
― El chico de cabello negro y puntas blancas, ceño fruncido y mala cara, algo idiota – dijo el bartender y Chuuya lo vio
― No tengo idea quien es – volteo a ver (¡por fin!) al bartender - ¿Cómo se-? ¡¿DAZAI?!
― Oh – lo miro sonriente – dime Chuuya
― ¿Qué carajos haces aquí? ¿y mi bartender?
― Yo he sido tu bartender
― ¡¿HA?! – Chuuya volvía a gritar, a tales gritos un señor Rubio de lentes salió de la nada a acercarse a Chuuya
― Disculpe caballero ¿tiene alguna molestia? – pregunto el rubio
― ¿Qué? No, digo – señalo a Dazai - ¿Qué hace este idiota suicida sabelotodo aquí?
― También me lo pregunto
― Kunikida-kuuuun eso fue cruel – dijo Dazai viendo cómo se retiraba el rubio una vez más
― Chuuya – escucho la voz de su pequeño amigo, quizá había gritado mucho - ¿otra vez estas en problemas?
― ¿Qué? No, Atsushi está vez yo no he hecho ningún problema
― Oh – cantó Dazai – así que te llamas Atsushi-kun – sonrió Dazai
― ¿eh? – le miro – sí, es un gusto...
― Dazai, Osamu Dazai – sonrió el castaño
― Es decir: bastardo de mierda, momia emplumada, papel higiénico, retrete con papel, suicida idiota, mujeriego – decía Chuuya
― Oh entiendo – dijo Atsushi pero sonrió al castaño –un placer conocerlo al fin
― Así que Chuuya hablaba de mi – mencionó Dazai
― Eeeeeh... si – dijo el albino dudoso
― Atsushi –le llamo y el albino lo miro. - ¿y Lucy?
― Ah bueno, e-es que pues... - volvía a hablar nervioso
― ¿quieres una bebida? – sonrió Dazai – se dé algo que te animará
― O te envenenará
― Uummh... quisiera la bebida – pidió Atsushi y Chuuya se acomodó en su asiento
― Siéntate y cuéntame – Atsushi se acomodó mientras Dazai preparaba la bebida
― La verdad Lucy me agrada mucho pero fue muy raro hablar con ella además...
― ¿además?
― Hay un chico en mi facultad que está aquí
― ¿Quién es?
― Está aquí, trabajando, su nombre es Akutagawa, es mayor que yo y no ha dejado de verme, habían rumores que él se acercó a Lucy el mismo día que me invito a salir
― ¿enserio? - preguntaron los dos mayores
― Cállate bastardo – dijo Chuuya mirando a Dazai y volvió a ver a Atsushi – ¿llevas una semana en la universidad y ya tienes conflictos amorosos con un superior?
― Y-yo no hice ningún conflicto y
― Ten, bébelo – interrumpido Dazai y Chuuya lo miro mal
― Gra-gracias – respondió el albino y tomo la bebida – n- no tiene alcohol – dijo sorprendido el albino
― Claro que sí, pero veo que eres joven aun, se llama Mojito cubano, está hecho de ron pero las hierva buena no te deja sentirlo – sonrió el castaño
― Así que sabes de bebidas – hablo el ojiazul
― Se muchas cosas – sonrió el castaño mientras Atsushi llego al fondo del baso
― ¡Está muy bueno! - sonrió el albino más relajado
― Atsushi no bebas así, te marearas
― S-si – respondió el albino
― Y si me permiten, Akutagawa suele ser un perro rabioso pero es muy fiel – hablo Dazai y miro a Atsushi– lo conozco desde hace años – con ello el albino miro a otro lado.
― ¿Qué rayos bastardo? – se quejó Chuuya
― Solo digo – sonrió Dazai – por cierto, ya casi termina el turno de Akutagawa ¿podrían llevarlo a casa?
― ¡¿Qué?! ¿Por qué? ¿desde cuándo tú y yo nos hablamos bastardo? – se quejó Chuuya
― Bueno, es que se quedará toda la noche a acompañarme, tiene tareas – dijo Dazai
― Bueno, es cierto que llega tarde – menciono Atsushi
― ¡¿Ha?! – grito Chuuya una vez más – solo traigo un casco Atsushi, lo sabes
― ¿Crees que puedas llevarlo Atsushi-kun? Yo me quedaré cuidando a Chuuya – sonrió Dazai
― ¡¿Qué?! – volvió a gritar Chuuya – ni lo sueñes
― Sí, claro – sonrió Atsushi – soy el conductor designado igual
― ¡¿Qué?! ¡OYE! ¡ATSUSHI!
― No tardaré mucho – sonrió el albino – y ya tengo tus llaves – Chuuya estaba furioso y miro a Dazai
― Tu hijo de pu-
― Dazai-san – le llamo el azabache, quien llegaba – mi turno termino, ¿desea algo del super?
― No, está vez estoy compartiendo con mi ex compañero – sonrió Dazai – así que Atsushi-kun será muy amable de llevarte al departamento
― ¿qu.? – pregunto Akutagawa mientras veía al albino y frunció el ceño – no pienso irme de aquí, él no sabe dónde vivo y es un menor, además
― Te lo estoy diciendo yo, Akutagawa, tiene licencia – hablo serio Dazai – además ya sabe la dirección – agrego Dazai
― Ok – dijo molesto el azabache y miro al albino – vámonos
― S-si – respondió temeroso el albino mientras seguía al azabache
En cuanto se fueron, Chuuya dejo de ver a Dazai, no pudo darse cuenta que el castaño se había marchado, tras unos minutos de silencio, Dazai apareció nuevamente, vestido de civil y frente a Chuuya
― Chuuya ¿gustas ir al balcón? – pregunto el castaño
― No
― ¿Por qué no? – preguntó
― Por qué no y punto
― Pero ¿por qué no?
― Me enferman las vendas y los balcones, son pésima combinación, y, es exclusivo... – dijo volviendo a beber
― Yo... quisiera compartir contigo un vino ¿no puedo?
― ¿Cuál?
― Petrus
― Vamos
El balcón, un hermoso lugar del bar, tenía vista hacia un lindo rio, no por cualquier cosa era el lugar con mayor popularidad en ese entonces, pero el balcón con vista al rio y bajo un cerezo era muy exclusivo, aunque habían más balcones, solo el del cerezo era el más exclusivo. Se dejó sentar en uno de los muebles suaves y de piso, miro las estrellas y se sitio mareado
― Ya has bebido mucho – hablo Dazai
― Solo esperaré a Atsushi para volver
― No creo que Atsushi-kun vuelva, Akutagawa esperaba una oportunidad así hace un tiempo
― ¿oportunidad? – preguntó Chuuya alzando su ceja y Dazai dejo salir una pequeña y tierna carcajada
― Te llevaré a tu casa Chuuya
― Lo último que quiero es ayuda tuya y – miro el lugar una vez más - ¿Cómo entramos aquí? Creí que solo los millonarios entraban a este balcón
― Es por que... Esté bar es mío
― Además de todo eres adinerado – se quejó el pelinaranja – agh como te odio – dejo salir
― ¿me odias?
― Si, un odio profundo y desmesurado
― No puedo creerlo, siempre pensé en hacer cosas de tu agrado – hablo el castaño
― ¿Qué idioteces dices?
― Bueno, tienes razón al decir que tengo mucho, tengo inteligencia, dinero y o sea, mírame – dijo señalándose a sí mismo - soy demasiado atractivo – sonrió el castaño – solo fui a la universidad que tú porque quería seguir viéndote, pero desde la graduación no contestabas mis llamadas y creí que no volvería a verte
― ¿sigues hablando de mí? – pregunto el pelinaranja confundido
― Si, de ti, Nakahara Chuuya... - lo miro directo a los ojos – Te he seguido desde el primer día que te conocí. Tu... siempre me has gustado
Chuuya se quedó quieto al ver la seriedad en elrostro de Dazai, sus piernas cruzadas y su pose segura, sus ojos llenos deesperanza y la cálida brisa, en ese momento Chuuya lo supo, la borrachera se lehabía bajado por completo y aun así todo daba vueltas, todo era... Tranquilo.
¡Hola! habla la chica que pensaba tomarse un descanso.... ¡ja, jajaja!
Espero les guste esté nuevo Fanfic, se que parece Soukoku y... si será muy a Soukoku pero el protagonismo lo lleva el AkuAtsu
¡Gracias por leer!
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