Capítulo 4

El azabache intentaba seguir el ritmo lo mejor que su cuerpo le permitía, pero estaba siendo completamente inútil. Su mente y cuerpo estaban desconectados, eso le provocaba un claro mal humor consigo mismo.

Jimin le miraba con atención, pues al ver a Taehyung así le preocupaba que pudiera doblarse un tobillo y caer mal. La verdad no comprendía la razón por la cual Kim andaba tan desconcentrado, siempre en lo lunes llegaba con todas las pilas puestas y listo para dar todo de sí, sobre todo hoy que era el último ensayo antes de la evaluación.

Mientras que el azabache seguía haciendo lo mejor que daban su cuerpo y pies, iba mirando de reojo al espejo y siguiendo a sus compañeros, porque Taehyung por más que necesitara ayuda para guiarse jamás lo reconocería mucho menos la pediría, eso acabaría con el ego haciéndolo lucir débil.

Su desconcentración tenía una muy buena dedicación que le costaba reconocer y negaba miles de veces en su agitada mente. Vino un pequeño flash de aquella noche del viernes en el auto de aquel tipo de cabello largo, oscuro como la noche, pálidos, con un tono apelado y aroma a tabaco que lo abrazo en aquel auto.

«¿Quién diablos te pone así?»

«Ese tipo te pone así Taehyung.»

Pensaba no solo de como lo ayudo, sino ese beso lleno de deseo y hambre que le había dado. Se sentía molesto por haberse dejado besar por un extraño que sabía perfectamente que algo iba a querer a cambio por haberlo ayudado en el baño. Era claro, pero aun así acepto que lo fuera a dejar cerca de su casa y aprovechará el momento exacto para besarlo.

Demasiado descarado hasta para él, en pocas palabras eso fue lo que traía al joven tan mosqueado.

Pero era innegable que la ferocidad de aquel beso dejo a Taehyung con ganas de más. A pesar de aroma a tabaco que traía el chico, y por su propia parte, lo ebrio que estaba esa noche. Así que tratar de convencerse así mismo que no le gusto sería hipócrita.

La manera de acercarse a su cuerpo para abrirle la puerta, ese pequeño momento en que se miraron y luego cuando Agust le devoro como si fueran los únicos en el mundo, fue algo que hizo que Kim se sintiera raramente emocionado.

Pero no podía seguir pensando en algo como eso, tenía mejores cosas por hacer que pensar en hombres que se atrevió a besarle, además solo estaba ebrio y ya, no hubo más. Solo fue por una noche que las emociones se apoderaron de él y era por eso que suponía así.

«Ya basta Taehyung, enfócate.»

Justo cuando iba a dejar de lado los pensamientos, oyó la voz de maestro avisar que la clase se había acabado y que los esperaba para la evaluación.

Refunfuño molesto y fue hasta donde estaba su bolso para tomar sus cosas y salir de una buena vez de esa sala que lo tenía ahogado.

Park se le acercó y se percató que el rostro de Taehyung estaba como si fuera papel.

-¿Estás bien? -preguntó tomando sus cosas igualmente. -Te veo algo distraído.

-N-Nada, estoy bien... Debo ir a ducharme, me siento asqueroso.

-Tae...

-¡Joven Kim! -llamó el profesor. -Quiero hablar con usted.

El azabache se tomó el atrevimiento de ignorarlo y tomar sus cosas para salir, pero el maestro no se lo permitió. Fue hasta la puerta y se paró delante del chico.

-Le estoy hablando joven.

-Necesito darme ducha profesor, ahora no estoy de ánimos -respondió hostil.

-Me di cuenta, y es por eso que no haré el cambio en las posiciones -sentenció el maestro, provoca do que la cara de Taehyung cambiará drásticamente. -Iba a considerarlo hoy, pero veo que no está en sus cinco sentidos. Su posición seguirá siendo la misma, eso era lo que quería informarle.

El rostro de Taehyung era un poema. No estaba conforme con la noticia de su profesor, había trabajado toda la semana para lograr otra posición en la coreografía, una mejor que la tenía predestinada. El chico tiró al suelo el bolso para darle las razones suficientes a su maestro para convencerlo, Taehyung no se rendía tan fácil.

-No lo voy a aceptar -dijo rotundamente.

-No quiero entrar en guerra con usted, es buen alumno, responsable y admirable, pero es un ser humano que, como todos, comete errores.

-¡¿Acaso no sabe todo lo que trabajé?! -increpó. -¡No, no tiene ni la más mínima idea!

-Tae... -Jimin le tocó el brazo para que se detuviera.

El profesor suspiró y miró a Taehyung sin darle más importancia.

-Ese es problema suyo y usted mismo se saboteó. Con permiso.

El hombre mayor le dio completamente la espalda al joven azabache para retirarse de la sala de ensayo, dejando a un Taehyung más que molesto, echo una furia. El muchacho agarró su bolso con enojo y salió por la misma puerta, dejando a Jimin atrás, quien estaba preocupado por su amigo.

Kim Taehyung, enojado, no era nada bueno.

La mayoría de las veces andaba con un humor de perros, eso era cuando andaba "normal", ahora la situación era más que diferente. Taehyung estaba furioso que echaba humos por la cabeza, así que era el triple de peor que el día a día y Jimin la mayoría de veces lo mandaba a tomar vientos cuando andaba así, prefería seguir su día bien que amargarse por culpa de su bipolar amigo, pero esta vez era algo diferente veía que Taehyung no estaba del todo concentrado.

Iba caminando lo más rápido posible que sus piernas cansadas le permitían, lo peor era cuando Kim caminaba enojado; rápido, cabeza agacha y hablando entre diente. Sí, daba miedo.

El azabache por andar caminando de manera atarantada no se percató de la persona que se había cruzado en el pasillo. Sin querer lo choco quedando estampado contra su pecho, alzo la morada y era otra vez Minjae quien lucia neutral.

-Ah... Hola, perdón... -dijo el chico.

-Ten cuidado para la otra -habló molesto.

Minjae antes de dejar que se fuera le tomó de la muñeca y lo detuvo.

-¡Suélame! -gritó. -No estoy de ánimo Minjae.

-Solo quería disculparme por lo que paso en baño del bar, es que... me gustas mucho Tae.

-¡Ya para con eso! ¡Me da igual gustarte, no me interesas, eres hostigante e irrespetuoso!

Park se estaba tratando de aguantar la risa. No sabía si decir que para o qué, pero ver a Mi aje con cara de cachorro asustado y Taehyung como uno que ladraba sin parar le causaba bastante gracia.

-Eres hiriente, no sé como conseguiste novio...

Taehyung lo miró confundido y Jimin con sorpresa.

-¿De qué...?

-El tipo que... que me golpeo, ¿no es tu novio?

-¡Claro que no! ¡Ni lo conozco!

-Ya... perdona, no volverá a pasar... -Minjae bajo la mirada avergonzada. -Adiós...

Kim quito su muñeca con fuerza para salir del agarre del chico.

El amigo de Taehyung se acercó, tenía no una sino muchas preguntas al respeto de lo último que Minjae había contado. Al parecer se perdió de todo por andar pasándola bien, si era algo de Taehyung claro que le interesaba, en la vida de eran pocas las cosas interesantes que pasaban, esto era algo impactante para Jimin, a ese nivel de exageración.

-¿De qué hablaba el idiota? -preguntó mirando a Taehyung fijamente.

-Jimin... ahora no.

-¿Me perdí de algo el viernes?

-No...

Taehyung para evitar el interrogatorio del chico comenzó a caminar nuevamente para ir a la cafetería y comprarse algún té o algo que le hiciera calmarse un poco.

-Kim Taehyung, será mejor que me digas que fue lo que paso y por qué Minjae habla de un novio. -Park se había parado en frente de Taehyung para que dejara de caminar, luego lo miró fijamente.

El chico suspiró y se acomodó el bolso para cruzar los brazos. Tal parecía que estaba obligado a contarle todo a Jimin.

-Un tipo golpeó a Minjae porque el idiota quería que yo me acostara con él. La cosa es que... el sujeto ese me llevo a casa después y me besó, ¡pero lo aparte! ¡¿Quién se creía para besarme?!

El pelirosa lo miraba muy sorprendido.

-¿Te dejó su número?

-¿Es lo único qué te interesa? -pregunto ofendido.

-Por favor Taehyung, tu vida es aburrida, créeme que esto es como esas historia cliché y es interesante que te haya pasado.

-Bueno, olvídalo -ordenó. -Ya no preguntes más del tema porque dudo volver a verlo.

-La vida da vueltas Tae, quien sabe...

-¡Que no! ¡Basta! -habló alterado. -Ha sido un día horrible.

-Ya, perdón... ¡Espera! -Park lo miró nuevamente. -¿Andabas distraído por qué te acordaste del beso? -preguntó moviendo sus cejas. -¿Te gustó, fue rudo o suave?

-¡Park Jimin!

-¡Perdón!

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-Olvídalo Jimin, no iré.

-¡Por favor, Tae! -rogó y junto sus manos. -Solo es acompañarme y nada más. Te lo juro.

-No, tengo que ensayar mañana es el examen, y si repruebo o saco baja calificación mis padres me crucifican, y yo no me lo perdonaré.

Jimin rodó los ojos al escuchar como Taehyung metía por tercera vez el tema del examen, no podía culparlo tampoco porque desde que el maestro le negó rotundamente el cambio de posición, Kim anduvo toda la semana de un humor que a Park le daban ganas de dejarlo solo. Habla y una y otra vez del tema que ya lo tenía hasta la coronilla, pero era su amigo, no quería ni podía dejar que Taehyung se desanimara y rindiera mal.

-Solo es un tatuaje pequeña que me haré, no vamos a tardar tanto.

-¿Por qué a las nueve de la noche? ¿No podía ser a las cuatro de la tarde? -preguntó.

-El tipo es muy cotizado, me dijeron que vino de Daegu para tatuar, o sea que es bueno. Vale la pena el tiempo y el precio -explicó Jimin mientras se miraba un poco al espejo.

El azabache no quería ir por la razón de que quería ir bien descansado para mañana, ha estado ensayando y ensayando toda esa semana, echarlo a perdonar por algo así sería un error fatal para él que odiaba tener bajo rendimiento sabiendo que siempre destacaba como uno de los mejores. No haría más que humillarse ante sus compañeros y dañar su ego.

Pero ver a Jimin como le rogaba tantas veces ir le hacía pensarlo un poco.

-No te lo pediré más. Me voy.

Jimin tomó su bolso que iba cruzado. Dentro echo su teléfono y billetera, sin nada más que meter se dirigió a la puerta del cuarto de su amigo para salir e irse a su cita con el tatuador.

Taehyung se mordió el labio mientras miraba como Park se iba. Ya sin poder soportarlo, se levantó de la cama de un salto. Si no iba la culpa, no lo dejaría dormir.

-Bien, iré contigo.

Jimin se volteó y chilló de felicidad ante la respuesta de su amigo.

-¡Pero que sea rápido!

-El arte lleva su tiempo Tae.

-Solo es un tatuaje -dijo sin mayor importancia.

-Cuando lo veas no dirás lo mismo y quien sabe... quizás nos hagamos uno de amistad.

-Olvídalo, no me haré uno.

-Eres como un anciano amargado, pero aun así te tengo algo de cariño -dijo de broma y guiñando un ojo.

-Ja, ja, ja... Yo te quiero un poco.

Ambos rieron y salieron juntos de la habitación para ir a la nueva y loca propuesta de Jimin.

Durante ese largo camino en taxi, Taehyung no dejaba de pensar en quien sería ese tatuador tan cotizado que decía Jimin, además iba algo asustado porque ya iban bastante lejos de donde acostumbraban a pasear, caminar o ir a comer, prácticamente estaban llegando a la zona más habituada por la gente de una clase más baja que la de Kim, suena clasista, pero no sabía de que otra forma decirlo el joven.

Trataba de adivinar por qué tan lejos el local o sea lo que sea en donde hacían los tatuajes. Tenía una teoría vaga y creía que podía ser por el hecho de que aquel arte corporal no era bien mirado en Corea, sabía que vivía gente aún conservadora que opinaba que los tatuajes son para delincuentes o gente que no es de bien. Kim la única persona que vio con un tatuaje era el tal Agust, ese que tenía el dibujo de tinta negra en la muñeca.

«¿Otra vez pensando en él Tae?»

Kim se frotó la frente con una mano.

Ya estaba cansado de ese tema y su cabeza lo continuaba torturando.

-Aquí es.

La voz de Jimin lo trajo de regreso a la realidad. El pelirosa pagó el taxi y ambos se bajaron del vehículo que lo dejó en una calle bastante estrecha llena de locales de comida, ropa urbana, lavandería, bares pequeños y discotecas que tenían música a todo dar y eso que apenas jueves por noche.

Era un barrio parecido a Itaewon, pero un poco más tranquilo.

-Es un poco más allá -dijo Jimin mirando el celular.

El azabache asintió y le siguió el paso al chico.

Pasaron por entremedio de la gente e iba mirando lo pintoresco de la calle. No era nada igual a donde él vivía, allí solo era gente que entraba a tiendas de ropa exclusiva, cafés, librerías, tiendas de electrónica y así. En éste lugar sentaban en el piso a beber o a conversar, mientras que los gritos de hombre y mujeres saliendo de bares llenaban sus oídos. Había más vida si podía decirse así.

Sin darse cuenta se detuvieron enfrente de un local que tenía un cartel de rojo flúor en lo alto. Vio de reojo a su amigo y este tenía una gran sonrisa.

-Estoy muy emocionado, ¿y tú?

Taehyung lo miró sin ni una emoción en el rostro.

-No me respondas -dijo Jimin apartando los ojos. -Te guste o no, viniste y me tienes que acompañar en cada momento.

-¿Por si te desmaya o te da una infección, dices tú?

-Eres terrible, de verdad.

El azabache rodó sus ojos y volvió a seguir a Jimin quien se adelantó y entro al local. Observó cada detalle dentro, era algo de estilo industrial, minimalista, con toque de negro, blanco y grises. En frente había un gran mesón con una chica sentada mirando su celular, detrás de ella había una pared con varios dibujos haciendo un tipo de collage grande que decoraba la pared. Eran dibujos... hermoso ante los ojos de Taehyung, trazos finos, gruesos, técnicas con el grafito del lápiz otro con color, grandes y pequeños. Estaba sorprendido.

Park se acercó al mesón primero.

-Hola, tengo una cita hoy para un tatuaje.

-Claro, dime tu hombre y con quien tendrás la sesión. -La chica dejó de lado el móvil lista para teclear en el computador.

-Park Jimin y el tatuaje me lo hará... ¿Agust D? Creo que así era.

Taehyung se quedó de piedra. ¿Acaso escuchó bien? ¿Agust? No puede haber tantos tipos con ese apodo tan... particular.

-Sí, Agust se llama, bueno... es su apodo. -Ella tecleaba mientras le hablaba a Jimin. -Ya la confirmé, ahora está terminando una sesión, pero pueden pasar.

Sí, es Agust, ¿pero el mismo que lo besó u otro?

Ahora la duda no lo dejaba tranquilo.

Jimin asintió y agradeció la atención de la muchacha para ir por un pasillo largo, ancho y con las paredes decoradas con cuadros, algunas decoraciones de madera y plantas. Si alguien entrara no creería que fuera un local de tatuajes. Aun así, la decoración era lo menos para el azabache, su mente iba ocupada en otra cosa más importante.

Cuando llegaron, había dos grandes sala, una de cada lado que en vez de puerta era espacios abiertos conectados entre sí. Taehyung miró hacia derecha y vio a un chico de espalda ancha con el cabello no tan largo, con uno de sus brazos completamente tatuado y con ese mismo estaba trabajando sobre el muslo de una chica de cabello rojizo que reía mientras el muchacho trabajaba.

No era él. La contextura física era muy diferente.

Miró ahora para la izquierda y allí vio a un hombre tal como el que recordaba. Pelo tomado, esta vez una chaqueta negra con detalles morados, pantalón negro ancho con tenis blancos. ¿Podría ser él?

Por un momento se enderezó y levantó de la silla en la que estaba para ir a buscar algo de papel absorbente y ahí se dio cuenta de que era efectivamente era el mismo tipo del bar.

Agust era el que iba a tatuar a Jimin.

-Hola, ando buscando a Agust, ¿quién de los dos es?

El chico de la derecha señalo a la izquierda y los dos amigos vieron al tipo que paraba la máquina para tatuar y alzaba la mirada. Kim trató de apartarla, pero Agust sonrió al verlo otra vez.

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