Capítulo 37

Dos días después.

Min se encontraba ordenando el estudio tras recibir a dos clientes de sesiones largas que dejaban buena paga. Tatuaje grande, costo aún mayor, claro que no recibía quejas, la mayoría que iba por tatuajes de otras dimensiones en cuanto a tamaño, conocía que la mano de obra de Agust D era cotizado por un buen precio que nadie se mostraba inconforme, pagaban por calidad y terminaciones, quien mejor que él.

Contó el dinero y reviso la cuenta bancaria de los depósitos que solo eran la tienda, suspiro al ver que necesitaba un poco más para el tema de costear el aborto. Reviso la página web de la clínica, por lo que leyeron junto a Taehyung anoche en la cama, se dieron cuenta de que, si se veía costosa, desde la simple página de internet hasta lo que ofrecía; atención de calidad, médicos, certificados y cuidado excepcionales. Min no tuvo más remedio que aceptar el costo dado por la recepcionista de la clínica que atendió a Taehyung en la mañana.

Con un sabor agrio por el precio, no tuvieron más que aceptar.

Se salió e ingreso a la suya personal, en donde estaba lo que quedo de la herencia.

«Solo en caso de emergencia...»

Tenía hasta el miércoles de la próxima semana, apenas era sábado y debía pensar si sacar o no dinero de aquella cuenta. Sumando y restando, faltaban, a lo menos, cinco clientes a los que tatuar, Chungha tenía para esta semana solo dos. Ya todos se iban de vacaciones, algunos no recibían pagos todavía. Estaba en temporada neutra, es decir, que para ellos era una semana relajada.

«Tendré que hacerlo.»

—Hola... —Taehyung apareció con un par de vasos en la mano, uno de café americano y otro de té, además de una bolsa con una caja marrón dentro de esta.

Min se levantó de la silla y cerro el computador para ir con su novio. Le beso la frente, apenas estar cerca de él.

—Te hacía en la universidad —comentó tomando los vasos y la bolsa dejándola encima del escritorio.

—Mis clases acabaron temprano y me he sentido un poco mal. —Se apoyó en el escritorio abriendo la caja. Dentro había cuatro rollos de canela bastante contundentes. Min frunció el ceño y sonrió.

—¿Y estos? —preguntó abriéndola, recibiendo de este modo todo el aroma y dulzor de los bollos.

—Los compré de paso... —Le dio un mordico grotesco a uno. —No soy fan de las cosas dulce, muchas calorías, carbohidratos...

—Son antojos, Tae. —Interrumpió mirándolo con cariño. —Es normal que desees comer este tipo de cosas que no acostumbras. —Le limpio la comisura con su pulgar y le beso los labios sintiendo todo el sabor a canelas en sus belfos.

Taehyung se aportó un poco y dejo el rollo de canela dentro de la caja. Si era sincero, no le gustaba tener antojos, este par de días han sido tan complicados lleno de dolores, molestias, vómitos, náuseas, problemas para dormir y... antojos sin sentido. Su cuerpo entero lo sentía hinchado, era incómodo para el hacer los ensayos en la universidad.

Lo único que gana es enojarse, rabiar y sentirse mal por la situación que atravesaba ahora. No hacía más que llorar en los baños junto al hombro de Jimin, quien solo lo oía y acariciaba con tal de trasmitirle un poco de calma.

—No me gusta tener antojos —dijo dejando el rollo de canela en la caja. Se notaba cabizbajo. —¿Cuándo iremos a Daegu? —pregunto enseguida.

—En un par de días. Rente un lugar donde quedarnos el tiempo que necesitemos, es un sitio muy cómodo y alejado del bullicio —hablo Min levantando su vaso con café americano y dándole un sorbo largo.

Taehyung chasqueó la lengua y camino para dejarse caer sobre el sofá que había cerca. Dejo su mochila de mala gana en el suelo. Se apoyó en el brazo, frotando su frente con su mano, mostrándose claramente frustrado y enojado. Yoongi torció los labios disgustados por su actitud, dejo el vaso y se dirigió a su novio.

—Ya hablamos ayer y hoy de esto, Taehyung.

—Dijiste que sería lo antes posible, Yoongi. El tiempo es importante para mí, en menos de tres meses me voy a Londres, o eso espero... —Soltó en un murmuro. — Porque, si esto no resulta, estaré en un hospital con contracciones y todos mirándome con lástima. —Se quejaba hablándole a la nada, discutiendo prácticamente solo.

Min frustrado se tomó la cabeza.

—Ya para. —Lo detuvo. —Eres el único que se da malos ánimos con su pesimismo que ahora no sirve, Taehyung. —Le regaño, Kim le miro enojado.

El castaño se recostó en el sillón. Miro a Min con los ojos vidriosos.

—P-Perdóname... Soy un imbécil contigo, cuando no debería.

Agust se acercó y se agachó quedándose frente a frente.

—Haremos que funcione, pero no te pongas a la defensiva. Por favor... —rogó acariciándole las manos. —Porque me estreso y no sé qué hacer cuando estoy atado de manos. —Taehyung asintió. —Mañana a primera hora pediremos una hora en la clínica. ¿Te parece?

—S-Sí, perdón por tenerte bajo presión.

La pareja se sonrió y se besaron por un momento, intentando calmarse y buscar algo de apoyo mutuo. La cuestión era que ambos estaban pasando por una etapa estresante, y eso que apenas pasaron dos días de las noticias que daría vuelta sus vidas, un giro diferente, poniendo a prueba muchas cosas entre ellos; amor, confianza y responsabilidad.

Taehyung se alejó de los labios de Agust y se acercó más para abrazarlo, ocultando su rostro entre la curvatura de su cuello y apoyando la cabeza en su hombro, dejando que el aroma del varonil perfume impregnara sus fosas nasales.

Al cabo de unos minutos, los pasos de una persona se hicieron notar lo suficiente como hacer que los novios se separaran un poco y miraran a la responsable, Chungha. Ella se veía preocupada mientras cargaba en su hombro el bolso de la universidad y en su mano una carpeta del mismo lugar. Min la miro extrañado por la cara que traía en ese momento.

—Lamento interrumpir su nido de amor, pero... hay gente que los busca —dijo apretando sus labios.

—¿Quiénes? —preguntó Taehyung poniéndose de pie.

—Dicen ser tus padres, Tae...

El castaño sintió un balde de agua fría caer sobre su cuerpo. Yoongi se quedó estático, sería la primera vez que conocería al padre de su novio y entablaría una conversación con la madre de este igual. Aún se acuerda de ella, solo que esa vez se ganó miradas poco agradables por parte de la dama.

La muchacha fue corrida por un hombre alto, bien peinado, con presencia que hacía notar. Traje elegante y tono azul marino, venía con la chaqueta abierta dejando a la vista su camisa bien planchada con una corbata colgando. A su lado, se paraba una mujer, bien presentando por lo demás. Los dos marcaron su presencia con miradas despreciables hacia nadie más que Agust D, y para Taehyung ojos cargados de decepción.

«Carajo...»

Cuando este miro a su amiga, la muchacha le hizo un gesto de que estaba en problemas y luego se fue casi que corriendo.

—¿Qué necesitan? —preguntó frívolo y cruzado de brazos.

El padre de su novio, camino dos pasos hacia Yoongi, lo miro de pies a cabeza, con una ceja alzada y chasqueo la lengua.

—Así que... en este sitio de mala muerte estaba mi hijo —dijo con asco mirando el estudio de Agust.

El de tez pálida detestaba que le miraran por encima del hombro su lugar de trabajo. Era su sustento y lo que más le gustaba hacer. ¿Tanto costaba entenderlo?

—Papá... —murmuro Taehyung algo descompensado.

—Supongo que viene a buscarlo.

—Sí, así es. —Miro a su hijo. —Vengo a buscarlo para que regrese a casa y deje la rebeldía que intuyo, que tú se la pegaste.

—No es rebeldía, papá —dijo convencido el menor.

—¿Por qué entonces? —Interrogo. —No voy a permitirte que te emparejes con un tatuador mediocre de barrio, sin aspiraciones y sin estudios.

Yoongi arrugo su frente, mostrándose muy enojado por el atrevimiento del hombre. Taehyung se interpuso entre ambos.

—Papá, detente.

—¡Tú ni siquiera me dirijas la palabra! —Exclamó. —Me levantaste la voz, te fuiste de tu casa y ahora te vengo a encontrar en un lugar como este con un hombre nada que ver contigo. ¡¿Qué pasa por esa cabeza tuya?! —Lo tomo de los hombros y lo zarandeo levemente. —¿Esto quieres para tu vida? —Señalo a Yoongi de pies a cabeza. —¿Un tipo sin aspiraciones que ni siquiera sea capaz de darte una vida digna?

—¡Cierre la boca de una vez! —Vocifero. —Está en mi lugar de trabajo, señor Kim, y si quiere venir a humillarme con que no tengo estudio y que soy un tipo mediocre, se puede ir yendo porque no tengo el tiempo y la paciencia de tratar con gente estirada y mal educada. ¿Me oyó?

El castaño tomo al tatuador del brazo para que no hiciera algo de lo que arrepentirse. Le miro y lo alejo un poco.

Kim se carcajeó y vio a su mujer que permanecía callada con sus brazos cruzados, negando repetidas veces con su cabeza, dejando en claro su decepción. Taehyung, al estar rodeado de tantos problemas, ver a sus padres ahí, hacía que su cabeza diera miles de vueltas y doliera como nadie se imaginaba.

Dejo a Agust junto al escritorio y le tomo el rostro para hacer que lo mirase.

—Basta, déjame esto a mí... —Le susurró.

Min apartó la mirada, y en eso que aleja la vista, el señor Kim aprovecha el descuido y agarra a Taehyung del brazo con rudeza haciendo que tambaleara y casi cayera de rodillas al suelo, su madre se quedó sorprendida al ver la escena. Kim se asustó que no le dio tiempo de reaccionar para alejarse. Su padre tenía la mano pesada y le apretaba el brazo con tal fuerza que le dolía.

Min le dio un empujón brusco para alejarlo de Taehyung, sin embargo, no parecía ceder.

—¡Suéltelo! —Le grito en la cara, luchando con tal de apartarlo de su novio.

—¡Aléjate de mi hijo pobre infeliz!

—¡Ya déjame, papá! ¡Basta, me lastimas!

Su madre apartaba a Min para que dejara a Taehyung irse con su padre, que estaba caminando hacia el pasillo para salir, claro que Yoongi peleaba con la mujer para que él quitara las manos de encima.

El padre miraba a su hijo con una rabia enorme, la decepción era igual. Jamás espero algo así de él, lo educo de un modo que no tuviera que mezclarse con otro tipo de gente. Lo zarandeo hasta que lo llevo a recepción, en donde lo enderezo para encararlo, tomándole las muñecas y parándolo delante de él.

—Te vienes ahora a tu casa o te juro por Dios que soy capaz de cancelarte la beca, Taehyung. Te bajo del avión a la fuerza y te obligo a estudiar finanzas para te hagas cargo de lo que te corresponde. —Amenazo.

—No... No quiero, no voy a volver... —murmuraba negando con la cabeza.

—¡Camina!

—¡Dije que no! —Se zafó del agarre del mayor, quedando contra el mesón.

Min apareció con su madre, al cual le tenía la mano agarrada a su novio.

—¿Qué te hizo este bastardo? —preguntó acorralándolo. —¿Te enamoraste? ¿Te encamaste con él? ¡Dime! —grito con cólera.

Taehyung bajo la mirada apretando sus ojos dejando que las lágrimas cayeran. Si tenía que hacerlo para que lo dejaran en paz, era capaz de decir la verdad de todo.

Levanto la mirada desafiando a su padre.

—E-Estoy... —Su padre no dejaba de verlo con ira. —Estoy en cinta, papá.

El silencio reinó en la recepción. El tatuador por fin había sido soltado, dejándolo ir con Taehyung para protegerlo de la próxima reacción que podría repercutir sobre su hijo. El hombre se le había desfigurado la cara por completo, su madre camino hasta él buscándole la cara, pero Taehyung no hizo otra cosa más que seguir mirando el piso.

—¿Cómo se ocurre decir algo como eso? —interrogó su madre. —Ah... no es broma... —susurró mirando los ojos de su hijo que nunca mentían. Su mirada era la mayor fuente de verdad que su hijo tenía. A veces lo apreciaba, en momento como estos, no.

El señor Kim se restregó la cara. Vio a su hijo, luego a Yoongi que se notaba con la respiración agitada.

—¿Londres? ¿La danza? —Río sin poder ser capaz de creer lo que oyó. —Olvídate de poner un pie fuera de Corea. A ese avión no te vas a subir, nunca. —Sentencio.

—No... N-No puedes hacerme eso...

—¿Embarazado de este tal por cuál? ¿Tan bajo caíste? —Cuestiono a su hijo. La madre alejó a su esposo poco a poco. —Dile a tu amiga que gracias que por decirnos donde estaba nuestro hijo... —Se arregló la chaqueta luego de haber forcejeado con su hijo. —Y tú...

Apunto a Yoongi con el dedo índice. Luego gruño y en eso, empuña su mano y la estrella contra la mejilla derecha de Min haciéndolo girar la cara contra Taehyung, quien le tomo el rostro para revisarle.

El castaño estaba furioso con sus padres que no llegaron a hacer más que daño.

Lo único que a Agust le importo fue aquello que dijo el hombre.

Amiga.

Estaba más que claro que quien fue la que abrió la boca fue su madre, que aún daba problemas dentro de su vida. Pero ya no se molestaría más, su única preocupación era su pareja, que ahora debía sentirse mil veces peor.

—Lárgate, papá... ¡Vete de aquí! —Levanto la voz. —Gracias por darme más ganas de irme de aquí.

—Ya dije que no... —Amenazo.

—¡Tú no eres la maldita ley, me voy a ir para no verlos nunca más!

Sus padres lo miraron con desilusión por última vez. Claro que la que más culpa sentía y arrepentimiento era la madre del joven. Que miraba a su hijo con el alma rota y de seguro le hubiera gustado recibir un poco de apoyo con ahora esto de su embarazo, pero su esposo era un hombre difícil, estaba hirviendo en rabia más al saber que aquel chico dejo en estado a Taehyung, algo difícil de digerir igualmente.

Al darse cuenta que Taehyung estaba más pendiente de su pareja. No hubo más que hacer que irse de allí y llegar a lamentarse en silencio.

⊰᯽⊱┈──╌❊ - ❊╌──┈⊰᯽⊱

—¡¿Mañana?! —pregunto sorprendido Jeon.

—Las cosas se complicaron... —murmuro Min cerrando el primer bolso. —Además, Taehyung me lo pidió.

—No puedo creer que su padre se haya atrevido a tanto —comento Jimin metiendo la ropa de Taehyung en la maleta pequeña que tenía en el hogar de Yoongi, la misma con la que llego a quedarse tras la primera discusión con sus progenitores. —Le dije que mi padre se iba a encargar de mandarnos a Londres.

Min asintió con una sonrisa. Gracias a Park, su novio se había quedado más tranquilo.

—Tu madre tiene la culpa de lo que paso hoy en el estudio. No puede dejarte en paz —murmuro Jungkook recargándose en el sofá. —¿Le dirás que... que Tae está en cinta?

—No. Ni hoy ni nunca. —Negó dejándose caer en el sillón junto a su amigo —No quiero seguir lidiando con ella, es un caso más perdido. —Si tan solo hubieran visto la cara de ese hombre, por él me hubiera matado si Tae no estaba ahí.

—Su padre cruzo la línea, Taehyung estaba alterado más ahora que está esperando un... —Miro a Yoongi. —Está embarazado, solo quiero que sea feliz y que podamos irnos juntos como lo hemos planeado hace meses. —Camino de un lado hacia otro. —Solo quiero saber sí... si están seguro de hacerlo. Un aborto es una carga emocional grande, para los dos. Supongo que lo hablaron...

—Dos días completos hablamos del tema, Jimin. —Interrumpió Yoongi. —Yo no estoy listo para tener un hijo, mucho menos Taehyung que tiene planes enormes con su vida, no puede y no estoy listo. No soy nadie para obligarlo.

El rubio se sentó junto al tatuador.

—Gracias.

El pelinegro lo miro.

—¿Por?

—Por hacer feliz a Tae. —Se encogió de hombros.

—No lo he hecho feliz esta semana.

—¿Pero y en Jeju? —interrogó. —Antes de ir igual, aunque se hayan tenido sus diferencias, sin embargo, le diste un cambio radical a su vida. Se ha atrevido a más, a ser feliz, sobre todo. Me preocupaba que muriera amargado.

Los tres rieron.

—Les deseo suerte y espero que vuelvan bien.

—Gracias Jimin.

⊰᯽⊱┈──╌❊ - ❊╌──┈⊰᯽⊱

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top