Capítulo 3

El de cabellos negro salió del baño dejando atrás lo ocurrido como si nada hubiera pasado. Chasqueo la lengua contra el paladar al darse cuenta que se gasto el último cigarro que le quedaba con un chico que no conocía y que solo chocó de hombros con él, que de hecho, le había dolido bastante.

Al regresar a donde estaba todo el alboroto, fue de cara a la barra mientras que la música volvía a llenar su cabeza. Se sentó en el taburete y golpe la madera con su palma captando la atención del hombre que la atendía.

-Un wiskhy con hielo. Ya sabes como gusta -sonrió.

-¿Por qué no mejor una botella, D? Siempre son dos hielo y el vaso hasta la mitad -dijo el hombre mientras servía el vaso.

-Es viernes deja borrarme la mente una vez a la semana.

-Acabas de llegar a Seúl y ya andas de borracho.

-Me estoy dando la bienvenida yo solo -respondió con una sonrisa.

El hombre rió junto al chico, luego le paso el vaso viendo como el muchacho se lo veía hasta dejarlo casi vacío.

El tipo bebía con calma mientras escuchaba ya cansado de la musica fuerte que le taladraba la cabeza, era probable que se terminaría yendo de allí antes de las tres de la mañana. Desde que llegó a Seúl, un mes exactamente, va de bar en bar los viernes buscando uno que se acomode a sus gustos y preferencias, pero no este en específico no le gustó del todo. Mucho universitario, hijos e hijas de papi, algunos que se le insinuba, lo típico.

Creyó que se terminaría en paz su vaso, pero se equivocó cuando vio una cabellera igual que la suya que acercarse a sentarse a su lado sin decir nada. Giró su cabeza y se dio cuenta de que era el chico al que ayudó a escapar de las garras de un ebrio.

-¿Te volvió a molestar? -preguntó llevándose el vaso a sus labios.

-¿Qué fue eso? ¿Que quieres a cambio? -preguntó directo.

El tipo soltó una risa nasal.

-¿Qué es lo que quiero? -Miró al muchacho. -Que te disculpes por llamarme idiota cuando chocamos y que agradezcas.

Taehyung soltó una carcajada.

-¿Disculparme? ¿Contigo? -inquirió. A lo cual el tipo asintió. -Olvídalo, tú tuviste la culpa y por lo del baño, yo me sé cuidar solo.

Soltó una carcajada y miró fijamente al chico.

-Vaya manera de agradecer que te salve el trasero. -Dio un sorbo largo a su vaso. -Como sea, me voy.

Dejó el vaso vacío y con un par de billetes debajo. Taehyung vio como su "salvador" se retiraba del lugar mientras iba caminando entre la gente.

Era inexplicable lo necesitado que estaba por querer hablarle al hombre que se iba desapareciendo entre las personas. Extrañamente, Kim sintió las ganas de no detener la conversación ahí, lo pensl bien antes de actuar. Decidido de lo que haría se levantó de la silla olvidando a todos allí, a Jimin y Hoseok más que nada, ya hablaría con ellos, pues estaban en su propio mundo pasándola bien.

Camino entre la gente empujándola sin querer. Al ver la puerta se apresuró antes de perder al sujeto que lo ayudó en baño a quitarse de encima al molesto de Minjae.

Una vez en la calle buscó desesperado una melena oscura. Entre los demás que iban llegando al bar, otras que se iban, buscaba al chico. Cuando lo vio por fin, este estaba al otro lado de la calle, se percató que subía a un Hyundai Elantra de color grafito. El chico apenas abrío la puerta cruzó la calle teniendo cuidado.

-¡Oye tú! -gritó tratando de llamar su atención. -¡Espera!

El contrario, al oír la voz de Kim, se giró sobre sus talones, colocando una mirada fría, pero bastante curiosa mientras el chico se le acercaba.

-¿Se te perdió el chófer chico? -preguntó de manera grosera apoyándose en la puerta.

-¿Qué? -preguntó confundido. -Yo no... ¿Por qué...?

-Tú ropa, tú forma de hablar, tú postura, todo apunta a que eres de Gangnam.

-¿Así que juzgas un libro por su portada? -interrogó cruzándose de brazos.

-Solo adivino y ya chico -explicó. -Si no tienes nada que decir o quizás agradecer, me voy.

Taehyung suspiró pensativo.

-Espera... Lo siento -dijo jugueteando con su camisa. -Gracias por ayudarme -dijo con poco interés.

-Vaya agradecimientode mierda... -suspiró el azabache. -¿Fumas? -ofreció.

-Lo odio, me molesta el olor a cigarrillo, es repugnante.

-Eso es no entonces.

Encendió el cigarrillo que sacó de la guantera del auto cuando aoenas había salido del bar y comenzó calar el humo hasta soltarlo lejos de Taehyung.

-¿Tienes quién te deje en casa chico?

-Soy Taehyung, no chico -habló molesto, ya que le generó irritación escuchar que le decía chico.

-Perdón, ¿tienes quién te deje en casa, Taehyung? -corrigió su pregunta.

-No, sé llegar. Puedo irme como vine, solo.

El hombre rodó lo ojos.

«Vaya carácter.»

Jamás se topo con una chica o un chico de una actitud tan difícil como la de Taehyung. Aun así, no podía permitir que se pusiera en riego, sumándole que el tipo del baño rodavia andaba por ahí a la espera de él.

-Déjame llevarte, no me molesta. Es tarde y te puede pasar algo -insistió botando todo el humo de su boca.

Kim se apartó un poco y con su mano dispersó la humareda que casi llega a su cara. Realmente odiaba ese olor, era difícil de quitar de la ropa. El hombre rió al ver su manera de alejarse.

-No, olvídalo, no te conozco ni sé como te llamas.

-Agust -respondió. -Puedes llamarme Agust. ¿Ahora aceptas o no? Se me acaba la paciencia.

Taehyung miró a su alrededor y si había mucha gente que salía en mal estado del bar, muchos autos, gente en moto, típico viernes por la noche. Además sintió una fría brisa que el hizo tener escalofríos en su cuerpo, estaba algo desabrigado para la hora que era. Miró el auto del tipo y algo de calefacción no le vendría mal.

-Bien, ve a dejarme.

Min sonrió ladino botando el cigarrillo al suelo y pisandolo como su pie para apagarlo.

-Vamos.

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Kim iba mirando por la ventana mientras que la baja música sonaba en la radio del vehículo. Era cómodo solo el asiento, porque en otros aspectos no lo era. El aroma a nicotina estaba en todo el auto, atrás en el asiento había una mochila y un abrigo. Se sentía extraño y algo de desconfiado todavía, de vez en cuando miraba al tal Agust y este simplemente mantenia su vista en la carretera.

Vaya noche estaba teniendo.

-¿Puedes dejar de mirarme como si te fuera a hacer algo? -preguntó algo ya molesto.

-Apenas sé quien eres, ¿que quieres haga? -preguntó exaltado. -¿Qué mantengamos una conversación o que sea tu amigo?

El hombre negó con su cabeza. La actitud del chico era algo molesta.

-¿Eres así siempre? -interrogó.

-Solo con los tipos que se ofrecen a llevarme, y eso no pasa seguido.

-¿Repeles a los hombre o algo así?

-A los hombres como tú, sí.

Agust reía por la respuesta de Taehyung, pero el muchacho se mantiene serio en el asiento.

-Y ese tipo, ¿quien era?

-Un idiota de la universidad, es molesto.

-Espero que luego de esta noche no te vaya a hostigar de nuevo.

-Ojalá que sea así, odio a tipos como él -dijo entre dientes.

-Vaya... pensé que eras de los les gustaba que lo cortejen, tienes un cierto toque.

Kim le miró confundido.

-¿Toque?

Agust se mordió el labio y sonrió ladino.

-Me refiero a que eres sexy -respondió haciendo que Taehyung lo mirará. -Buenas piernas, el trasero sobre todo... -bromeó devorando a Kim con la mirada.

«¿Era una maldita broma?»

-Eso estuvo fuera de lugar. No me gusta que se me acerquen sin tener una buena razón, hablas como si fuera un chico fácil -dijo ofendido. -Eres pésimo para coquetear.

-Te equivocas, cuando coqueteo soy más descarado. Te diría otro tipo de cosas Taehyung... -Comenzó a reír viéndole la cara al chico. -Es broma.

Kim sintió sus mejillas arder.

-No me agradan esas bromas...

-Bien, no diré nada más.

-Me parece perfecto.

Extrañamente se había sonrojado por el comentario del chico que iba conduciendo. Vio su sonrisa y tal parece que le había causado gracia su reacción.

No volvieron a conversar, solo dejaron que la música fuera la única bulla que se oyera. Kim bajó un poco el vidrio del auto para que ese molesto olor se fuera.

Estaba cruzado de brazos y sus piernas juntas. Por un instante volvio a mirar a Agust, analizándolo parte por parte. Primero su perfil que era llamativo, no iba a mentir. Sus orejas eran decorados por algumos aros, y así fue hasta que su atencion se dirigió hacia algo que había en su muñeca derecha. Intento mirarlo mejor y se dio cuenta que era un tatuaje; notas musicales que iban de su muñeca hasta un poco más arriba.

Curioso buscó algún otro tatuaje a la vista, pero no tuvo suerte.

-¿Por dónde dijiste que era? -preguntó el pelinegro haciendo que Taehyung reaccionara.

-Dobla a la izquierda y luego subes, yo te diré donde debes parar.

El hombre encendió el intermitente y dobló siguiendo las indicaciones de Taehyung.

Volvió a mirar el dibujo de su muñeca y se atrevió a preguntar por él.

-¿Dónde te lo hiciste? -Señaló el tatuaje.

-Me lo hice yo hace un tiempo -respondió sin más.

-¿Tú? ¿En serio? -preguntó. -No te creo -dijo incrédulo.

-Me da igual si me crees o no -dijo fríamente.

El chico miró la calle y estaba por llegar a su casa. No encontraba la hora de bajarse de ese auto que lo ahogaba, estaba nervioso y sus manos temblaban bastante mientras que las mantenía juntas.

Agust lo miró por el rabillo del ojo y no sabía que hacer para que no se sintiera incómodo, pero ya le daba igual, despues de esto no lo volvería a ver otra vez. Ya hizo su buena acción del día en lo que llevaba en la ciudad.

Un par de minutos después Taehyung se quitó el cinturón.

-Bajaré aquí, yo subo lo que queda.

El chico miró emobservo el barrio desde tu lugar, y como bien dedujo, si que era de esos lugares donde vivían las familia ricas con algún empresarios importante como cabecilla o algo por estilo. Eran casas imensas, patios delanteros cerrados por un gran portón, y como no, autos de lujo.

-Fue un gusto Taehyung, espero no volver a verte nunca más -se despidió.

Taehyung bufó.

-Espero lo mismo Agust, gracias de nuevo, supongo.

Iba a abrir la puerta bajarse, pero esta no abría. Sintio un poco de desesperación.

-Perdón, le tengo seguro de niños. -Agust dijo mientras quitaba el seguro presionado un botón.

-Idiota...

El chico se carcajeo al ver la expresion de terror de Taehyung.

Agust lo miró por encima y sí, efectivamente, Taehyung era sexy. No lo dijo en broma antes, apenas lo vio afuera del bar, parado cerca suyo con sus brazos curzado, recto y con sus piernas bien juntas supo que era ese tipo de chico elegante que derrochaba sensualidad.

Era de su misma estarura, cabello oscuro, piel canela que se mostraba gracias a su camisa abierta arriba. Los pantalones que traía le hacía resaltar sus curvas y las piernas. Por último; esos labios que tenía un balsamo labial con pigmento, que le rogaban ser besado, aquello lo supo porque de inmediato, porque el chico aun no se bajaba y movía sus labios nervioso pasando la lengua sobre estos.

Agust se acercó a él y se apegó "sin quierer" para abrir la puerta.

Fue ahí, cuando un aroma sutil a coco con una mezcla a jazmín llegó a su nariz. Olía realmente delicioso, claro que algo de nicotina en su ropa, pero prevalecía ese aroma tan llamativo.

-Hueles a coco -dijo mirandolo a los ojos.

Taehyung paso saliva nervioso.

-Y tú a cigarrillo -habló de regreso, siendo lo único que se le ocurrió.

Sus mejillas estaban encendidas, no supo cuando ni porque, pero se acercó a la boca de Agust sintiendo otro poco más la respiracion calmada del hombre, él por su parte, respiraba agitado, el pecho le subía y bajaba.

-Me voy...

Antes de que pudiera bajarse, sintió un fuerte agarre en su muñeca que lo llevo de regreso con Agust. Este último, plantó un beso en los labios de Taehyung con fuerza provocando que gimiera de dolor, para si luego darle paso a su lengua.

Los besos de Agust eran fuertes, embriagantes y sin pudor alguno.

Quería apartarse, pero era como si de un imán se tratase; cada uno con fuerzas contrarias. Estaba siendo adictivo besar la boca del hombre que acababa de conocer. Sentía el gusto del cigarro en su boca, pero le dio igual, en el momento que puso sus mano en la nuca del hombre y profundizo el beso aun más. La mano de Agust viajo hasta la pierna del chico para darle un apretón que provocó completa exitación en Taehyung.

Era difícil no sentir deseo cuando ese hombre de cabello largo y atado le devoraba la boca con tantas ganas.

Cuando la mano del joven comenzó a subir Taehyung reaccionó del trance en el que estaba y lo apartó con un empujón en el pecho.

-No tenía que pasar eso... Aléjate antes que te golpeé -amenazó con sus mejillas sonrojadas.

-Solo fue un beso -dijo Agust, restando importancia.

-Tú mano decía lo contrario. -Apartó la mano pálida del muchacho con brusquedad.

-Se manda sola -bromeó.

Taehyung rodó sus ojos y abrió la puerta del auto.

-Idiota... Espero no volver a verte nunca más -recalcó.

Apenas se había bajado cerro la puerta del vehículo con un portazo, Agust frunció el ceño algo molesto. Lo peor que le podían hacer a su auto era cerrarlo de manera brusca. Bajó el vidrio de donde venía el muchacho y se asomó.

-¡Te quedo abierta! -gritó.

Taehyung simplemente lo miró con desprecio y avanzó sin más.

Agust se recostó en su asiento viendo como el chico iba subiendo hasta que lo vio entrar a un casa igual de grande que las demas, con un gran portón. Intuyó que era donde el muchacho vivía.

Se tocó los labios con el pulgar intentando memorizar el dulce sabor de aquellos labios, con gusto a vodka, pero lo que más deseaba era que ese delicioso aroma a coco que quedo impregnado en su auto jamás se fuera.

Seúl le iba a gustar después de todo.

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