Capítulo 29

En total era una hora y diez minutos de viaje, lo que significaba una hora y diez, sentado junto a Agust en un avión. Jungkook se encargó de comprar con un poco de anticipación los boletos, comprado los asientos separados. Quedando Min y Kim en una fila, y Jeon y Park en otra.

En aquella hora tendría que intentar que el tiempo fuera ameno, cómodo y sin problemas de comunicación, cuestión que era difícil. Si era sincero ni el mismo comprendía, tras el reencuentro en aquella noche donde ambos acabaron besándose con pasión, ahora no sabían, ni uno de los dos, como iniciar una conversación. Más allá del mensaje de confirmación de asistencia al viaje con Min, no han hablado más. Jimin lo miraba con reproche, y a malas caras, le señalaba que dijera algo.

Min iba, como de costumbre de negro, Taehyung rio en silencio al ver el detalle que sus prendas variaban en aquella gama opaca de colores, aun así, lucían perfectas en él con ese tono de piel de porcelana que tenía el mayor. Estaba apoyado en la pared mirando su teléfono.

Cruzo sus piernas mirando la pantalla que indicaba los vuelos próximos a salir, Taehyung suspiro y trato de animarse mentalmente. Debía reacción, estaba a punto de pasar una semana con el chico que le atraía en todos los sentidos. Le dedico una mirada rápida, y se mordió el labio. Suspiro frustrado.

«¿Por qué es tan difícil?»

Al poco rato que Jungkook y Jimin se pararon a comprar aguas para el viaje, Agust se acercó a Taehyung, sentándose junto a el con las manos en los bolsillos y dando cuenta que estaba perdido mirando la pantalla con los horarios de vuelo. Min pensó que volar le ponía nervioso.

-¿Te dan miedo los aviones? -pregunto cerca de Kim, haciendo que se sobresaltara.

-N-No, he viajado antes en ellos y una hora con diez minutos no es nada -respondió sincero.

-Seguro, eres un chico que ha viajado mucho.

-Ni tanto, un par de veces a Estado Unidos, una vez fui a Europa; es hermoso allí -contó con una sonrisa.

-Sí, algo poco -bromeo. Sacándole una sonrisa al azabache. -¿Hasta cuando seguiremos con este... muro que nos separa? -preguntó, de pronto el tema había cambiado.

-No creas que te ignoro, solo que no sé cómo continuar con esto... No acabamos bien la última vez -respondió haciendo memoria atrás, y volvió al día que fue la presentación.

-Sí, pero te volví a ver cuando menos me lo esperaba, como la mayoría de veces que nos hemos topado por ahí. Solo que nos besamos. -Sonrió ladino. -Espero que se te pase, por esa una hora y diez a mi lado.

-Pase dos noches contigo, una hora de viaje me parece poco -susurro cerca de Min.

-Te recompensaré, pasaremos toda una semana juntos, compartiendo cama y... otras cosas.

-Basta...

-Tú empiezas, como siempre. -Culpo.

Ambos se quedaron mirando por escasos segundos, cuando Agust le tomo la barbilla a Taehyung con delicadeza para acercar sus labios y así unirlos posteriormente. El azabache cedió con facilidad.

"Pasajeros con vuelo a las cuatro y media a la Isla de Jeju, ubicarse en la puerta de embarque número dos."

Kim y Min se separaron al oír la voz de la mujer a través del parlante.

-Prometo que pasaremos una muy buena semana, Agust D.

Kim se levantó tomando su mochila y caminando directo a la puerta. Yoongi no hizo más que sentirse un poco emocionado y contento. Al parecer las cosas podía mejorar un poco tras los horribles sucesos que han ocurrido en su vida estos días. Tomo sus cosas y salió detrás de Kim, con tal de no separarse de él en ni un momento.

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Tras la hora y diez minutos de viaje, cuando el sol estaba tornado, el cielo más anaranjado, dando la señal de que el atardecer ya había llegado, salieron del Aeropuerto Internacional de Jeju. Los cuatro ya tenía sus maletas en mano, Kim y Park se miraron emocionados al estar en un lugar tan bello como lo era la isla. Por supuesto que sacaron un par de fotos al atardecer hermoso que les regalaba la zona. Jungkook, por su parte, esperaba al hombre que le entregaría el vehículo de alquiler para poder pasear por Jeju esa semana.

Fue así como en solo minutos tuvo las llaves en mano, subiendo las maletas y entrando, finalmente, para ir al próximo destino que sería un lugar para comer. Quien iba conduciendo era Min, Kim se sentó de copiloto y la otra pareja iba detrás debatiendo a donde ir.

-En ve de pensar en comer, piensen en donde nos vamos a quedar... No logre encontrar nada, estaba copado -dijo Min deteniendo el auto en luz roja.

-Pero lo tenemos resuelto con Tae -comentó Jimin sacando de su mochila unas llaves con un llavero con el nombre de la residencia. Las movió haciéndolas sonar.

-¿Y eso? -Interrogó Jungkook.

-Los padres de Jimin tiene una casa aquí, así que como ellos andan de viaje le dejaron las llaves a él. No se preocupen por alojamiento -respondió Kim en lugar de su mejor amigo que seguía con las llaves en la mano.

-Ves, te dije que te quedes con el que tiene dinero, JK -bromeo Agust mirándolo por espejo retrovisor.

-Cierra la boca, no soy interesado -dijo un poco ofendido.

-No tengo problemas con mantener a alguien, menos si eres tú -hablo Jimin sacándole unas cuantas risas a los demás. Jungkook sonrió y le beso la mejilla.

Los dos del frente rodaron sus ojos la vez, luego rieron. Kim, sin que Yoongi se diera cuanta, paso su mano con discreción hasta el muslo del mayor, el de cabello largo lo miro y sonrió gustoso. Con agilidad condujo un poco con sola la mano izquierda para lograr acariciar un poco la del chico azabache. Se sentía cómodos con la compañía del otro.

Anduvieron casi veinte minutos buscando un lugar para comer hasta que encontraron uno cerca de un muelle de Jeju. Allí estacionaron y se bajaron para entrar.

El ambiente era reconfortante, hogareño y cálido. Se sentaron en una mesa de cuatro y pidieron para comer y por supuesto, beber. Las botellas de soju y latas de cervezas no tardaron en llenar un poco la mesada, entre la comida que habían disfrutado, dejando los platos vacíos casi limpios, y la parrilla ya sin carne en ella.

Las horas pasaron entre conversaciones sin nada que tuviera que ver con la rutina, solo temas banales y anécdotas que merecían ser puestas en la mesa. Jamás, habían compartido de esa manera con alguien más, ni uno de los cuatro que no fueran sus amigos. Yoongi y Jungkook, o Taehyung y Jimin. Estar juntos hacía que las cosas fueran mejor y llevaderas, ojalá fuera toda la semana así.

Quien pago la cuenta fue Kim, sin rechistar ni quejas. Dejaron el restaurante sacándole una sonrisa a la dueña.

Caminaron hasta el auto para que Jeon tomara el volante esta vez.

-Creo que voy a explotar. Comí demasiado. -Se quejó Jimin tocando su estómago. Luego rio.

-Sí, y bebiste bastante.

-¡No! ¡Eso sí que no te lo permitiré, Jeon! -Exclamó poniéndole la mano en la boca. -Soy un bebedor responsable.

Taehyung reía al ver a Jimin.

No era necesario decir que estaban ambos bastante ebrios, mientras que Min y Jeon estaba dentro de la lucidez y conciencia necesaria como para ayudarlo a caminar. En lo poco que el rubio hablaba le entendieron las indicaciones hasta la casa de su familia, llegando al fin a una hermosa casa estilo moderno. Todos se bajaron con sus maletas y mochilas.

Los dos sonrieron. Era mejor verlos distraerse de la universidad y problemas, pasándola bien aquí, con quienes se sentía seguros.

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El tatuador abrió la puerta como pudo, llevando al menor cargado en sus brazos, quien solo reía al sentir los movimientos bruscos de él. El azabache al entrar a la habitación se sentó en la cama y luego se dejó caer de espaldas.

-Todos se me da vueltas... -murmuro riéndose un poco.

-Eso pasa cuando bebes como camionero. -Yoongi abrió la cama. -Así que vamos a dormir, para que mañana no tengas una fea resaca. ¿Te parece?

-¿Me estás dando órdenes? -dijo Kim tratando de modular bien. No se movió ni un solo centímetro. Taehyung se subió a la cama quedando sentado. Min lo observo bien, estaba con la camisa caía de un hombro, despeinado y con la mirada entre cansada y colorada por el alcohol. -Una cosa que no sabes, es que odio a los que me dan órdenes. -El menor se lanzó sobre sus hombros.

Min bajo la mirada a la mano del azabache y esta iba directo a su pantalón. Min retrocedió un poco.

-Vamos a relajarnos un poco, ¿quieres? -Lo tomo de los brazos y lo tumbo con delicadeza en la cama. -Es hora de que descanses, en serio lo digo. Estás horrible de ebrio.

-¿No vamos a tener sexo hoy? -pregunto un poco enojado.

Yoongi al ver como se enojaba rio con divertido.

-Tenemos una semana para ponernos al día -dijo besando la frente del chico.

-¿Crees que te espere más de un mes para esto? -Volvió a reclamar. -Dormir, dices... -bufo con la boca, revoloteando un mechón que caía por su frente. -¿Qué paso con el tatuador sexy, libertino y que le gusta un buen revolcón?

Min negó con la cabeza.

-Estás borracho ahora, pero espero que recuerdes esto... -Se acercó a su rostro. -Tú, Taehyung, no eres un revolcón más para mí, eres más que solo eso.

-¿E-En serio? -preguntó sollozando.

-¡¿Vas a llorar?! -El chico se cubrió el rostro. -No era para que lloraras, era para que supieras...

Kim se soltó y se acomodó en la cama.

-Tu igual eres algo más para mí, lamento haberte basureado en la universidad... No merecías eso, me gustas mucho. ¿Me perdonas, por favor?

-Te perdoné hace días, pero está bien, te perdona otra vez. -Le acarició el rostro y se pasó por encima de Kim para acomodarse en la cama. Estiro sus brazos y Kim se acomodó en su pecho abrazándolo para así dormir. -Si me vomitas, te tiro de la cama, ¿oíste?

Kim asintió.

Min se quedó mirando el techo por un momento hasta que sintió a Kim respirar pausado, lo miro y estaba durmiendo bastante profundo. Su cuerpo estaba relajado, con su brazo sobre su pecho. Con su mano que tenía debajo del cuerpo de Taehyung le acaricio el cabello con parsimonia, dejando que la sedosidad de cada hembra tocara su piel.

Podía perfectamente acostumbrarse a eso, pasar las noches con el chico que le gustaba sin dobles intenciones detrás. Taehyung era más que solo un revolcón de los suyos, ya paso esa etapa. Quizás por lo dolido que estaba salió y volvió a ver a Youngjo, pero fue solo días, luego que paso el mes, no salió, no vio a nadie, solo se centró en trabajo y más trabajo. Además de que los problemas le quitaban las motivaciones de hacer algo.

Esa noche, que se topó con Taehyung en la calle, actuó como una soga para sacarlo de la mala racha por la que pasaba.

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Se tocó la cabeza con ambas manos. Era como si le hubiera caído un bloque de concreto enorme que lo noqueo sobre la cama. Al sentarse se percató que estaba vestido con la misma ropa que anduvo todo el día de ayer, olía alcohol y comida, en pocas palabras, se sentía asqueroso.

Al levantarse, tambaleo un poco. Busco su maleta con la molesta luz del cuarto hasta que dio con ella, abrió el cierre y saco ropa para ese día más sus útiles de aseo personal. Se levantó afirmándose de la cómoda.

-No puede ser... Me siento fatal. -Se quejó apoyándose en la cómoda, casi sollozando.

-Debiste acostarte cuando te dije. -La voz de Yoongi se oyó en toda la habitación. Taehyung se dio la vuelta y le llego a dar vergüenza verse tan poco aseado, mientras que Min traía el cabello húmedo y ropa diferente. Hasta olía a perfume. -Parece que no habrá más alcohol en tu cuerpo por ahora.

-Quítame la botella de la mano para la otra.

-Lo haré. -Aseguro con una sonrisa. -Jungkook y Jimin salieron hace rato, yo prepararé desayuno para los dos. ¿Quieres?

-Por favor, sí.

Min al verlo dirigirse al baño rio. Primera vez que veía a Taehyung con esa resaca de ese nivel, las otras veces, amanecía completamente intacto, como si no hubiera bebido absolutamente nada.

Mientras tanto, Kim se daba una ducha larga, lavándose el cabello, restregándose el cuerpo y lavándose la cara. Cuando salió, se miró al espejo, luciendo un poco más aseado que en la mañana, se cepilló los dientes y salió a vestirse quedando presentable. Se dio una última mirada al espejo y se dirigió al pasillo para bajar.

Al llegar al primer piso, vio como Min ponía la mesa. Llego por las espaldas y sin dudarlo lo rodeo con sus brazos.

-¿Y eso?

-Lamento si hice alguna estupidez estando ebrio -dijo apenado.

-No hiciste nada malo.

-¿Seguro?

-Sí, solo preguntaste si íbamos a tener sexo, casi lloras y dormiste como un tronco toda la noche; estuvo pasable. -Rio.

-¡Dios! ¿En serio te pregunté algo así? ¡Qué vergüenza! -Se cubrió el rostro que ya estaba teñido de un tono rojizo. -Estuvo fuera de lugar de mi parte.

-Oye, todos estando ebrios hemos hecho o dicho cosas, lo tuyo no es nada -dijo quitándole peso al asunto.

-¿Pero no lo hicimos? ¿Verdad? -preguntó subiendo la mirada.

-No. Dormimos.

Taehyung asintió mordiéndose los labios.

-¿Ósea que nos portamos bien? -Interrogó cambiando el tono a uno más coqueto.

-Sí, bueno, estabas casi en coma etílico, no podría...

-¿Recuerdas que te dije que sería una muy buena semana? -Interrumpió Taehyung.

-Fue ayer, así qué imposible olvidarlo, además... hiciste volar mi imaginación -susurró cerca de los labios del menor.

Kim lo acorraló contra la mesa de vidrio, corriéndola un poco y haciendo temblar el par de cubiertos puesto al igual que los vasos de cristal. Tomo el rostro de Min entre sus manos y lo coloco cerca de su cara.

-Déjame recompensarte... Hagamos de esta una buena semana.

El único ruido que resonó en sus oídos fue el de la cremallera del pantalón ser bajada, acompañado de la lujuriosa imagen del azabache adorrillado ante de él.

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