Capítulo 21
Taehyung oía las voces demasiado lejanas a él como para prestarle la atención necesaria a los profesores que lo elogiaban por su limpia y perfecta presentación hace solo momentos. Habían quedado tan fascinados por la simpleza y elegancia con la que dedicaba cada paso, movimiento, siguiendo como correspondía el ritmo y melodía de la música elegida para la presentación de la universidad.
Su madre hablaba y hablaba de Taehyung como su más grande orgullo, dejando en el pasado la diferencia entre madre e hijo.
Pero, por más alabanzas que le daban, Kim no se concentraba, su mente en estaba en otro plano y el culpable de ello tenia nombre y apellido, y era Min Yoongi. El tatuador que conoció en circunstancias poco convencionales y termino viviendo con él una montaña de emociones mezcladas con el placer. Hace un rato estuvo con el chico, este entre sus piernas y el gimiendo su nombre.
Claro que tras de eso, una discusión apago esa llama, lo triste es que Taehyung se sentía demasiado mal por haberlo corrido de su vida, y del cuarto. No era difícil de comprender tampoco, ambos querían cosas diferentes, tiene metas diferentes, y Taehyung estaba arraigado a ello, que lo cegaba por completo, más ahora que su madre estaba dispuesta a ayudarle a quitar la piedra del camino que era ese matrimonio arreglado.
Cedió a dejar de verlo solo por ello, no era mala persona por querer que, lo poco que le quedaba en Corea, fuera una pesadilla.
—Si sigues así, estaremos dispuesto a que esa beca te beneficie, Taehyung. —La mujer encargada de becar a los jóvenes talentos de la universidad hablaba con Kim sobre su logro de hoy. —¿Joven?
El azabache despabilo cuando oyó su nombre por segunda vez.
—¿Eh? ¿Qué dice? —preguntaba un poco ido. —L-Las luces me hicieron doler un poco la cabeza... —Mintió frotándose la cien para hacer más creíble la situación.
—Me imagino que si, por eso ve a celebrar y descansar. Quiero verte fuerte como roble en las próximas presentaciones, tenemos pensado evento de mayor magnitud en los que te quiero ver a ti y a otros compañeros más —dijo la mujer con gran emoción.
—Lo hare, lo prometo. Ahora, si me permiten, necesito ir al baño.
—Ve, ya me iba de todos modos, debo hacer un reporte de tan... maravillosa presentación.
Taehyung sonrió halagado y se retiró.
Al pasar al baño dejo las flores sobre el lavamanos como si no fueran nada. Se apoyo contra el mármol y se miro al espejo. Estaba sonrojado. Abrió la llave y se refresco con el agua un poco. Se mordió el labio inferior mientras pensaba en que hacer ahora con Agust, era demasiado en que pensar que todo lo agobiaba. No sabia porque dejaba que el tema le afectara tanto si todo era pasajero y sin compromiso. Si era realmente sincero, no quería alejarse del tatuador, él le ayudaba a salir un poco de la realidad que lo azotaba día tras día, con su manera de ser, divertida de tanto en tanto, que le regalaba sonrisa y luego de ese día que pasaron juntos, las cosas tomaron un giro diferente.
La puerta del baño se oyó ser abierta abruptamente, dejando ver a su amigo pelirosa. El chico al ver a Taehyung sonrió en grande y dejo sus flores igual sobre el mármol del lavamanos del baño.
—¡Salió increíble! Los maestro y ejecutivos quedaron encantados. Londres está a la vuelta de la esquina. —Le decía a Taehyung mientras lo abrazaba emocionado.
—Ya verás que sí... —murmuró desganado.
Jimin frunció el ceño extrañado al verlo así. Era raro ver lo desmotivado que estaba, espero semanas para recibir la avalancha de elogios y palabras bonitas por su excelente trabajo en el escenario, ahora lucia totalmente desanimado.
—¿Me dirás que demonios te tiene así? —preguntó cruzándose de brazos.
—Creo que lo arruine toda esta vez, solo eso.
—Ve al punto, ¿Qué arruinaste?
—Arruiné las cosas con Agust, vino a verme y no medí mis palabras...
—¿A-Agust? ¿Vino? —No podía creerlo. Jimin corrió y cerró la puerta con pestillo. —Quiero me digas todo.
Taehyung se sentó en el suelo y Jimin junto a él para escucharlo con toda la atención que requería su amigo.
—No sé por dónde empezar... Vino y fue tan espontaneo, desprevenido, que acabamos teniendo sexo en el vestuario de la sala de ensayo. Acabamos discutiendo y se fue...
—Espera, dices que cuando te fui a buscar... ¿estabas con Agust haciéndolo?
—Si, Jimin, como te cuesta...
—Disculpa, es que es increíble lo que me dices, no me lo esperaba...
—¡Yo menos! —respondió exasperado. —¡Jimin, por favor! Esto no es para emocionarse, me siento fatal y todo porque mi madre me pillo con el fuera de casa. Lo aparte y yo... yo...
—¿No querías hacerlo?
—No... No quería. Carajo... —Se cubrió la cara y ahogó un suspiro pesado. —¿Qué me esta pasando, Jimin? ¡¿Qué mierda es lo que me pasa?!
El azabache está realmente frustrado por no ser capaz de comprender su propio corazón, mente y sentimientos. Jimin al verlo así, lo abrazo.
—Tae, ¿puedo decirte algo sin que te enojes? —preguntó Jimin. Taehyung asintió. —Creo que te gusta.
El joven se apartó. No, definitivamente no. Apenas lo conocía, semanas solamente, no era posible que le gustará un chico diferente y rebelde como Agust.
—No, claro que no. No lo conozco, solo hemos tenido sexo y nada más. —Negaba la idea.
—Primero; lo conoces, no es un desconocido luego de... de ya sabes, follar. Segundo; hablo de gustar, no estás enamorado, obvio no. Solo te siente atraído por el Taehyung que decirte manera si puede afectarte ser así con él.
El azabache resoplo.
—Me molesta estar así, me irrita...
—Si ya sé. Ahora, ¿Qué te ofreció tu madre por dejar de hablarle a Agust? —interrogo.
—Luego que me encontrara con el en su auto, me dijo que me alejara de él, que no es indicado para mí y todo eso. También que, si dejaba de verlo, hablaría con papá para cancelar lo del matrimonio con Bogum.
Park abrió sus ojos como plato. Con razón su madre estaba aquí, jamás la vio en algo que tuviera que ver con la carrera de danza de Taehyung, y como no, si estuviera en el lugar de él hubiera hecho lo mismo.
Prácticamente, Kim Taehyung vendió su alma al diablo.
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El timbre resonó en su apartamento. Medianoche maulló como loco y corrió hacia las puertas sentándose junto a ella. Min quien apenas salió de la ducha con la toalla envuelta en la cintura corrió para ver de quien se trataba. Volvieron a tocar el timbre y este refunfuño.
Al abrir la puerta se topo con su otro amante concurrente. Youngjo, esta tenía una botella de champan en su mano, este lo suficientemente helado. Sonrio y se mordió el labio al ver al mayor casi desnudo, con l torso descubierto y con una toalla hasta los muslos cubriéndose la parte inferior de su cuerpo.
Yoongi se rasco la nuca. La verdad, pocas ganas tenia de visitas.
—Llegue justo a tiempo —dijo con voz seductora sin dejar de mirar su torso.
—No es un buen momento...
—¿Acaso está el hijito de papi del otro día?
Yoongi rodo los ojos.
—Vete, no tengo tiempo para esto.
El muchacho hizo fuerza para evitar que Yoongi le estampara la puerta en la cara, odiaba cuando hacia es el mayor. El chico entro al apartamento y cerro la puerta dejando que esta se bloqueara automáticamente. Se quedo de pie frente a Agust esperando que cediera a querer pasar una noche con buena compañía y un poco de champan. Lo atrajo a su cuerpo colocando su dedo en la toalla. Ambos quedaron con los rostros cercas mezclando sus respiraciones.
—No te hagas de rogar, tú no eres así. Y dudo que dejaras que me lleve este chardone a mi casa para mi solo. —Agitaba la botella para ver si con el alcohol se tentaba un poco.
Agust se aparto y camino hasta el sofá buscando si de casualidad dejo algo para cubrirse, pero para su mala suerte no fue así. Fue tarde cuando Youngjo se sentó en su sofá con las piernas cruzadas. Destapo la botella y le dio un sorbo, sin copa. Min resoplo molesto.
—Dije, que te fueras —dicto severo.
—Ay por favor... ¿De cuando con ese humor de perros? ¿Qué te hicieron?
—Nada, así soy y te jodes si te molesta. Vete de aquí, ahora.
Youngjo se levanto chocando son los labios de mayor para besarlo desenfrenadamente. Devorando sus belfos con mordidas sutiles y lamidas que humedecían la boca. Min se resistió, pero cuando el muchacho levanto su rodilla un poco y le rozo su miembro, comenzó a dejarse llevar poco a poco. El rubio bajo hasta cuello dejando marcas rojizas en la curvatura, el tatuador no estaba mucho de ánimos si era sincero, solo quería descansar y dormir hasta el otro día.
Lo que paso con Taehyung sí le había afectado un poco.
Su lujuria se disipo de su cuerpo antes de Youngjo le desatara la toalla. Yoongi lo tomo de los brazos y lo aparto. Tomo la botella y se la dio en sus manos.
—No, ya vete. Mañana tengo demasiadas citas y quiero dormir. —Lo llevo hasta la puerta, la abrió y dejo en el pasillo.
—¿Acaso es una maldita broma? —Cuestiono ofendido el chico.
—No, cuando digo que te vayas, te vas y punto. Adiós.
La puerta se cerro de un portazo. Min se apoyo en ella y restregó su cara, estaba frustrado. En serio que lidiaba con muchas cosas.
Luego de la discusión con Taehyung y ese ultimo encuentro que iban a tener. Su mente se bloqueo por un instante, no planeaba para nada tener relaciones con el chico, solo se dio... Ver a Kim le cruzaba los cables y no tenia porque era así, no se comprendía ni el mismo sus sentimientos y eso le daba demasiada rabia hasta el punto de enojarse consigo mismo.
Su entorno se paralizaba cuando besaba la boca de ese chico con perfume de coco y jazmín. Cuando sus cuerpos simplemente se rozaban todo desaparecía. Claro que este último momento a solas no fue como los anteriores que quedaba realmente a gusto, fue raro y poco satisfactorio, sabia que era porque no lo vería más, dejándolo con un mal sabor de boca.
En fin, debía continuar y borrar todo rastro de las últimas semanas que convivio con el chico; noches, salidas, aquel día juntos, todo ello era un lapso de tiempo que se salió de su rutina. Además, nada bueno iba a salir de ello y tenia que admitir que su amiga tenía razón.
Aun así, el nombre del chico aun hacia eco en su mente.
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—¿Cuándo empezarías con las sesiones?
—Esta semana, es difícil, pero si quieres te hago un espacio en la agenda para el viernes en la noche o el sábado en la mañana —dijo Agust metiendo el boceto en la carpeta de los tatuajes que debía hacer esa semana.
—Mmm... No podré esos días, de todas formas, no estoy apurada y tú, tienes alta demanda —bromeo la chica colgándose su bolso.
—Si, bueno... Trato de buscarme el tiempo para todos. Y si no puedes, dejémoslo para el lunes, la agenda se reinicia, le diré a Chungha que te ponga de las primeras.
—Eso si que suena a privilegio —sonrió la rubia—, pero acepto. Lunes a la hora que sea, estaré aquí, confió mi hombro en el mejor.
—Ella te llamará para decirte la hora.
—Bien, adiós y gracias por esto.
Agust se despidió de ella al igual que Jungkook. Ambos estaban agotados tras un largo día trabajando. la chica de la recepción se iba temprano, pues esta semana estaba en periodo de exámenes y necesitaba estudiar, aun así, ella se hacia el tiempo de ayudar y los chicos le agradecían enormemente su esfuerzo.
Yoongi se quito los guantes y dejo su espacio ordenado para irse. Todo lo hacia bajo la mirada de JK que lo observaba fijamente desde el arco que daba hacia el enfrente de su espacio e trabajo. El chico del brazo tatuado se sentó en la silla del escritorio mirando como el de tez pálida se movía ágilmente por su espacio.
—¿Qué tanto me miras? ¿Te gusto acaso? —preguntó sarcástico botando una caja de mascarillas negras.
—Dios, no. Claro que no —renegó—, solo quiero pregúntate algo, pero no sé cómo.
—Solo habla y ya. No te pongas misterioso.
Jungkook se acomodó mejor y se preparo para lanzar su bomba.
—¿Qué demonios paso con Taehyung?
Agust se detuvo en seco. Miro la bolsa de basura y metió algunas hojas viejas y bocetos que ya no le servía con ímpetu y molestia.
—¿No tienes otras cosas mejor que preguntar? —Interrogó.
—Jimin tiene razón entonces... —murmuro.
—¿Razón en qué?
—Jimin me contó un poco, y dijo que el tema entre ustedes estaba tenso —contaba—, me dijo igual que Taehyung salió frustrado de su presentación, que fuiste a buscarlo para hablar y acabaron cogiendo. Suena... Complicado.
—Tú y tu novio son unos chismosos —acuso.
—No es mi novio —reitero.
—Bueno lo que sean, son igual de metiches.
Jeon rodo los ojos. Con Yoongi era complicado hablar.
—Oye, pero ya dime. ¿No quieres desahogarte? —Min negó con la cabeza llenando más la bolsa. —¿Seguro? Se notaba de todas formas que, Taehyung te importaba un poco...
—Jamás me intereso. —Afirmo frívolamente. —Fuimos algo casual de poco tiempo y ya. Nada más, no hay porque seguir dándole vuelta al asunto. ¿Me molesto que fuera tan desagradable para decirlo? Sí, eso fue lo que molesto.
—Te conozco bastante como para saber que eso, de verdad, no es lo que te tiene así.
Agust D lanzo la bolsa a un lado y miro a Jungkook exigiendo una respuesta.
—Entonces, dime. ¿Qué me tiene así? —Exigió.
Jungkook no lo dejo de mirar en ni un momento.
—A ti te gusta Taehyung. Te tiene la cabeza hecha un lio y no lo puedes negar.
Yoongi se quedó en completo silencio.
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