Capítulo 16
El pelirosa ahogo su grito de emoción contra la almohada de su cama. Mientras que Taehyung lo miraba con una ceja alzada, impresionado de manera poco grata por la reacción infantil de su amigo cuando el azabache le contó lo que el tatuador de cabello largo hizo por él ese día.
Al parecer, el hecho de que un hombre esquivo como Agust y un chico terco y llevado a sus ideas como lo era Taehyung, al fin “congeniaban” de forma extraña. Jimin no podía creer que Kim cedía ante la insistencia del mayor, conocía a mucho a Taehyung como para dar por sentado que, si hubiera sido otro, Kim lo manda a freír espárragos dejándolos con el corazón roto, porque sí, Kim tenía un largo historial de hombres a los que los ignoraba y trataba mal.
Jimin alejo la almohada de su cara y miro a Taehyung con mucho interés, estaba dispuesto a oír el relato desde un inicio. Se sentía feliz, pues fue el quién dirigió a Agust a la sala de ensayos, si no hubiera sido por él, nada de eso estaría pasando.
—Y dime, ¿Cuándo se vieron, se besaron, se abrazaron? ¿Qué paso? —pregunto de forma insistente.
—Da igual, solo llego y me llevo, no quería… Odio que me obliguen a hacer cosas que no quiero —dijo refunfuñando y recostándose en la almohada mirando hacia el techo. —¿Por qué quiere saber tanto qué paso?
—Bueno, digamos que cierta persona le dijo donde estabas —respondió con insinuaciones.
El azabache le miro enseguida.
—¿Acaso…? —Miro la sonrisa de oreja a oreja de Jimin. —¡¿Pero por qué lo hiciste?!
—¡No importa porque lo hice! Te ayudé a verlo, ¿no que eso querías?
—Sí, pero… —Taehyung se mordió la lengua.
Bueno, sí, quería ver a Agust, desde esa mañana que se fue a la universidad y tomo por sí mismo la iniciativa de besarlo, quedo deseoso de ver al mayor una vez más para poder terminar lo que aquella mañana quedo interrumpido. No iba a mentir, a Taehyung le había gustado tener sexo con Min dos veces; una en su estudio de tatuajes y otra en la cama de dos plazas que tenía.
Para eso se veía… ¿No? ¿Sexo y ya?
Kim no reclamo más. Saco su teléfono del pantalón y le mando un mensaje a sus padres contándoles que tuvo que ir “por su cuenta” al médico por el dolor de su tobillo y que Jimin paso por él, agregando que llegaría tarde a casa. El que respondió disgustado fue su padre. Su madre solo le mando un soso «Ok».
Entre que leía la respuesta de su hermano vio una notificación de mensaje de nada más y nada menos que de Agust D. de forma inconsciente sus labios se elevaron formando una sonrisa leve, Park lo vio.
—¿Es él?
—S-Sí… Es él.
—¡¿Qué te dijo?! —Se acercó a su amigo para leer el mensaje.
—¡Jimin, cálmate! —dijo apartando el celular de su amigo.
El azabache pudo leer que le mando la foto de unas vitaminas y abajo un mensaje que ponía: Cómprate esas y tómalas. Jimin confundido miro a Taehyung y este aparto la cara y bloqueo el teléfono.
—¿Por qué te mando eso? —pregunto. —Esperaba una invitación a su apartamento o donde sea que viva.
—No es nada, son parte de la receta médica —respondió con desdén.
Por la expresión de Taehyung y lo desinteresado que lo menciono, algo le indicaba que no era tan sencillo.
—¿Qué me estás ocultando?
—Nada, Jimin. No insistas.
—Taehyung… —Uso un tono de reprimenda.
El chico rodó los ojos y tomo la orden médica que su bolso poniéndola sobre la cama. Park la leyó y ponía esta que debía aplicar una dieta con carbohidratos, proteínas y entre otras cosas que le ayuden ganar masa corporal, básicamente un poco más de peso. Jimin lo miro molesto.
—Te dije que dejes de tomar esas pastillas para bajar peso —regaño. —No solo tomabas para el tobillo, también para eso. Odio que mientas y sobre todo detesto que no te cuides.
—Jimin, es mi problema, mi cuerpo y mis decisiones. Sé lo hago.
—No, no tienes idea del daño que te haces. Deja esa mierda y como corresponde o te meteré la comida por las orejas, y sí, has caso y compra esas vitaminas.
—Como quieras… —Rodó sus ojos, quitándole la hoja y guardándola nuevamente.
Jimin se puso de pie de su cama. Estaba decidido prepara algo para comer, una merienda o algo por el estilo. Cuando iba a salir de su habitación se detuvo de golpe al ver que Kim respondía con una diminuta sonrisa.
Las pastillas y las vitaminas le hicieron un poco de eco en su cabeza, sobre todo las pastillas.
—Tae, ¿te preguntó algo?
—Ya estás preguntando —dijo sin apartar la mirada de la pantalla.
—Ja, ja… qué chistoso.
—¿Qué quieres, Jimin?
—¿Tú acaso tomas pastillas anticonceptivas? —pregunto sin pelos en la lengua. —Ya sabes… ¿Las anti bebés?
—Sabes que no las necesito, además… las veces que me he acostado con Agust él usa condón.
—Ya, pero… Nunca están de más.
—Jimin, no tomaré pastillas anticonceptivas porque primero, la carga hormonal es horrible —explico levantando un dedo de sus manos—, y dos, soy despistado, seguramente se me olvidara. —Levanto otro dedo.
—Contigo no se puede… —dijo rendido saliendo del cuarto.
—¡Contigo tampoco se puede! —grito el azabache en defensa propia.
Mientras esperaba que Jimin volviera, se quedó estático mirando el techo. Recordó esa mañana que Agust tenía la intención de hacerlo de nuevo y este no se había puesto nada, pero no significo nada, pues no tenía los típicos malestares que avisaban que algo se formaba dentro de su cuerpo, aun así, pensó en las palabras de Jimin.
Prevenirlo, tampoco estaban de sobra. Tenía planes y en ni uno figuraba un bebé.
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Sonrió ampliamente al ver como la mujer que atendía en su casa le dejaba un vaso de jugo de naranja sobre la encimera. Kim estaba en su computadora repasando algunos apuntes de clase y viendo algunos videos de los ensayos que Hoseok, amablemente, le envió para que se pusiera al día y así el lunes no llegar perdido al ensayo. Solo quedaba una semana para la presentación y necesitaba hacerlo lo mejor posible.
Su pie sano afortunadamente, su madre lo había llevado a la cita médica que tenía agendada. Y ella le dio el alta a su tobillo, recomendándole al chico tener más cuidado.
Entre todo eso, Agust no le hablo más, ni él tampoco. Las cosas estaban raras, luego de llevarlo pensó que quizás le seguiría hablando tras agradecerle por el dato de las vitaminas que, por cierto, también consumía cada mañana y extrañamente, para él, se sentía mejor.
Kim bufo cerrando su computadora. Se mordió el labio y pensó en algo que quizás nunca ante en su vida hizo.
Guardo todas sus cosas en su cuarto para antes de poder salir se dio una retocada en su cuarto colocado, un poco de ese perfume que tanto le gustaba a él. Se puso bálsamo labial y salió de su cuarto bajando rápido sus escaleras.
—¿A dónde vas? —pregunto de manera ruda su padre que apareció de la nada desde su oficina.
—A casa de Jimin, es por algo de la universidad —dijo poniendo una mentira de por medio.
—Ya veo… —Miro el reloj sobre su muñeca, el hombre. —No iras a ni un lado. Es casi hora de cenar y Bogum vendrá con sus padres esta noche.
—Papá, ¿Qué parte de que es para universidad no te quedo clara? —pregunto hostil.
—Me estás mintiendo —afirmo. El hombre se acercó a su hijo acorralando a su hijo contra el sofá, haciendo que este cayera sentando. —Bogum me dijo algo que me hizo ruido, ¿sabes? —Lo miro desde su posición cruzándose de brazos.
—¿Q-Que fue lo que te dijo? —Sintió miedo por la mirada de su padre.
—Me dijo que te vio con un amigo de la universidad llegando tarde, y ese amigo no era el chico Park, era otro. —Obviamente, se refería a Agust. Taehyung sintió su cuerpo sudar. —También menciono que no le daba buena espina, que tenía cara de un chico de malas costumbres. Quien sea, aléjate y mete con gente de tu nivel.
—¿Me vas a decir con quien juntarme ahora? —interrogó poniéndose de pie enfrentando a su padre. —Y solo porque Bogum te lo dijo… ¿Si yo te digo que Bogum solo viene para que acueste con él? ¿Me creerías, papá?
El señor Kim apretó los labios al oír a su hijo. No le gustaba el tono con el que se dirigía ante él, una figura que imponía autoridad en su casa.
—Será tu esposo, hijo. Eso sucederá tarde o temprano.
Eso había sido la respuesta que necesitaba para tomar sus cosas y dirigirse a la puerta.
—Eres el peor padre del mundo. —Escupió sin miedo, dejando a su padre totalmente helado. —Sé que traes algo con la familia de Bogum, por eso insiste con esta idiotez de un matrimonio que no me beneficia en nada a mí.
Taehyung dio un portazo sobresaltando a su padre.
En ese instante apareció la madre del chico vestida con un traje de color negro totalmente elegante, ceñido a su cuerpo y unos tacones del mismo color con la punta de color dorado; cabello lacio y labios carmesí. Ella no entendía qué pasaba, solo miro a su esposo buscando respuestas.
—¿Acaso volvió a huir?
—Sí, tu hijo no tiene ni una clase de control.
La mujer frunció el ceño.
—¿Te dijo algo? —pregunto cruzándose de brazos.
—Dijo que Bogum venía a casa para ver si Taehyung lo dejaba acostarse con él. Me parece una estupidez.
—Supongo yo que sí le creíste a Taehyung.
—No. Lo hace para salir huyendo como lo ha venido haciendo de hace semanas.
La mujer negó decepcionada. Su esposo rompió muchos límites, pero este era el colmo.
—Siempre he actuado a tu favor, Joong-gil —dijo su mujer mirando a la cara. —Pero esta vez no.
—¿Te echarás apara atrás con el matrimonio?
—Sabes mejor que nadie que no estuve de acuerdo al cien por ciento. Tal vez y solo tal vez, me mostré interesada, pero ver como nuestro hijo huye de Bogum y ahora te confía algo tan preocupante… me hace dudar si es lo correcto.
La madre de Kim, se dirigió a su cuarto tratando de comunicar a su hijo, pero ella por más que trataba y trataba. No tenía ni una respuesta por parte de su hijo.
Por primera vez en todo este tiempo se sentía culpable.
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Kim entró al lobby del edificio donde vivía Agust. De mera suerte recordó donde vivía, tampoco es que fuera difícil, era cerca de su estudio —el cual estaba a oscuras— así que llego caminando sin problema alguno. Se acercó al mesón de conserje que recibía a los propietarios y visitas, este era un señor de edad algo avanzada que se mostraba amigable.
Trato de mostrar una sonrisa amable a pesar de todo lo ocurrido con su padre.
El chico paso de largo, pero el conserje confundido le dio un llamado de atención.
—¿A quién va a ver, joven? —pregunto amablemente.
—Voy al cuatrocientos nueve… Creí que…
El hombre arrugó la frente, trato de recordar a quien vivía ahí, hasta que, tal como si la luz divina cayera sobre él, recordó al chico que vivía allí.
—Viene a ver al joven Min —dijo
—Si el mismo, pensé que me recordaría.
—Bueno jovencito, por el trabajo que tiene recibe a muchas amigas y amigos —hablo con inocencia el anciano.
«¿Amigos y amigas?»
Eso hizo eco en la mente de Taehyung.
—¿Puedo subir o…?
—Claro, pero creo que tiene vista hoy. Subió con un chico, hace un buen rato.
—O-Ok… gracias.
Sin mucho más que poder agregar, el chico subió por el ascensor que se encontraba desocupado, presionó el botón del número cuatro y espero de manera paciente el sonido que indicaba que ya había llegado al piso deseado. Taehyung se bajó y camino directo al departamento de Yoongi.
Al ver la placa que ponía el número de apartamento, Kim tomo aire profundo, se arregló el cabello y toco la puerta un par de veces. Tardo unos minutos hasta que oyó el sonido de la cerradura. La puerta se abrió dejando ver a Agust con el cabello húmedo, peinado hacia atrás y solo con un pantalón de chándal puesto, su parte superior del cuerpo estaba descubierta dejando ver su plano abdomen y pectorales blanquecinos. Kim se mordió el labio, no se espera una bienvenida así.
—Hola —dijo con tono seductor el azabache y apoyando su cadera en el marco de a puerta.
—¿Tae-Taehyung? —Se sorprendió. —¿Qué haces aquí?
—Creo que te debo algo, tal vez… —El chico lo empujo adentro del apartamento, cerrándola puerta y finalmente acorralándolo contra la pared del recibidor. —¿Un agradecimiento? —Se acercó a sus labios. Agust aún no procesaba bien ver a Kim ahí.
Posteriormente, el chico beso sus labios con hambre, Yoongi se resistió al ver beso, pero sentir el aroma y el tacto del chico sobre su espalda lo hizo caer rendido. Kim sonrió satisfecho al ver la reacción del hombre. Se apartó y lo llevo al sofá que recordaba de aquella noche, pues llegaron y se sentaron en el sillón para devorarse un momento los labios, lo que paso después fue todo en la cama.
Kim se montó sobre Agust, pero este le sostuvo de los hombros, apartándolo un poco.
—Oye, tranquilo… no te espera aquí. En lo absoluto —dijo nervioso.
—Creí que sería justo venir a darte as gracias por llevarme al médico, ya que no te gusta mi manera de agradecer.
—Y está bien, créeme que sí, pero ahora… ahora me pillas en un mal momento…
Taehyung ladeó la cabeza mostrando confusión. Se sentó sobre la pelvis del mayor, este se mordió los labios al sentir la presión de los glúteos de Kim sobre su miembro semi erecto.
—¿Por qué?
—E-Es que…
—Me tomaré una cerveza y me iré…
El azabache vio como un chico de cabello rubio y aún húmedo, rasgos finos y bastante pequeño, no más en metro sesenta y nueve se aparecía en la sala de estar. El chico miró con desprecio a Taehyung y este hizo igual, mirándolo de pies a cabeza. Min se sentía contra la espada y la pared.
—¿Quién es este? —pregunto el rubio de forma déspota.
La tensión era tanta entre Taehyung y el chico de identidad desconocida que Yoongi, si fuera por él, saldría corriendo en cualquier momento.
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Primera nota de está historia y es para disculparme con las actualizaciones. Por si ya se han fijado, normalmente son entre domingos y lunes, fijamente. Si ven que hay semana que no subo es por la semana de exámenes que tengo. Este mes a sido horrible, estoy hasta el cuello de cosas y trato de tenerles capítulos aquí. Gracias por el apoyo y sus comentarios, me gusta leer sus opiniones o acotaciones ♥︎.
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