Capítulo 15
Agust estaba pendiente de su trabajo sin ponerle atención a nada más que a la aguja y a la zona expuesta de la chica, espalda baja, no quería arruinarlo por nada por andar distraído pensando en cierto chico del cual no sabido mucho desde hace ya un par de semanas.
Algo en Agust se removía tan solo suponer que quizás Bogum le hizo algo o muy probablemente estaba ocupado con la universidad.
Aparto sus pensamientos tomando un trozo de papel para quitar el exceso de tinta negra que había en piel lechosa de la muchacha. Al quitarla tomó perspectiva para ver como estaba quedando, a su ojo crítico estaba tal como lo dibujo, orgulloso, acabo con los últimos detalles que eran un par de flores entre líneas curvas. Apagó la máquina y se quitó la mascarilla para dar acabado el tatuaje.
—Bien, estamos listos. Ya sabes qué hacer para cuidarlo.
—¿Me sacarías una foto para verlo? —preguntó la pelirroja entregando su celular.
Agust tomó el teléfono y fotografió el tatuaje para mostrárselo a su clienta ya frecuente. Apenas la muchacha vio el resultado quedo más que satisfecha.
—Jamás decepcionas D.
—Solo trabajo.
La chica se bajo la camiseta y se quedó viendo como el hombre se quitaba los guantes. Pensativa se levantó y se acercó con un caminar coqueto hasta que estuvo encima de Agust contra el escritorio.
—Oye, tranquila…
—Pensaba que quizás podríamos salir hoy a la noche —propuso tocando el hombro de Min.
—No puedo, mañana tengo… —Yoongi se quedó en silencio cuando sintió su celular vibrar en la mesa, bajo la mirada hacia la pantalla, era un mensaje de Taehyung. —Tengo cosas que hacer mañana, pero gracias por la invitación.
La chica se apartó y refunfuño.
—Entonces si te gustan los hombres —dijo colocándose su bolso cruzado.
—¿Cómo sabes eso?
—Chungha me dijo, como sea, gracias por el tatuaje te quedo genial. Nos veremos una próxima vez.
Agust no dijo nada. ¿Desde cuándo Chungha andaba contando sus cosas?
Dejando el tema de lado, atendió el mensaje de Taehyung, este decía que lamentaba no haberle hablado antes, ya que estuvo ocupado con ensayos de la universidad y asunto de sus padres. No sabía que responder si era sincero. Por un momento pensó en Jungkook para pedirle un consejo, sí, a Jungkook.
Camino hacia la otra estancia de la sala, entró y vio que Jeon trabajaba en unos bocetos.
—Estoy ocupado ahora.
—Déjalo, quiero preguntarte algo, JK.
El chico dejo el lápiz de lado.
—¿Qué es lo que perturba la mente de mi jefe? —preguntó en tono bromista recostándose en la silla del escritorio.
—Me habló luego de dos semanas.
—¿Quién?
—Taehyung, el amigo de tu novio —dijo mostrando el celular.
—Jimin no es mi novio, solo somos… amigos con derechos, creo.
—¿Qué mierda es eso Jungkook? ¿Te crees un adolescente que sales con esa idiotez?
—Por lo menos no digo que es “casual” —dijo haciendo comillas con sus dedos. —Pero ya, habla que me aburro.
—Quiero que digas como seguir con esto, somos algo casual, pero tampoco he durado tanto con alguien de esa forma.
Jungkook comenzó a reírse.
—Te gusta, ¿verdad?
—Claro que no, no seas idiota. Apenas lo conozco, tuvimos sexo tres veces, nada más.
—No, no te gusta, solo te pone y atrae cuando lo ves.
Jungkook sabía y conocía demasiado bien a Yoongi como para saber que él era de los pocos que se tomaba en serio las cosas en cuanto a chicos se trataba. Si era uno que le gustaban las cosas de una noche y al otro un adiós, tal vez a los días verse para volver a compartir más que besos, pero él nunca tuvo relaciones duraderas ni nada serio, era un anti compromiso hecho y derecho. Lo que había entre Taehyung y él era mera atracción, pues a Min le gustaban chicos difíciles.
Mientras más duros de cabeza eran, mejor. No entendía eso, pero no era quién para juzgarlo.
—Solo llámalo si quieres acostarte con él o ve buscarlo, llévalo a alguna parte y luego a tu apartamento, al otro día, adiós.
—Siento que solo decirlo sería extraño.
—Entonces no sé, mándale un mensaje y ya… No entiendo por qué quieres hacerlo si llevan del carajo.
—No nos llevamos mal —negó.
—¡Por favor! Esa noche, antes de presentarte, se miraban con odio —dijo JK recordado aquella noche en el pub.
—A veces me saca de quicio.
—¿Ves?
—Yo digo que no te involucres tanto.
Los dos hombres se sobresaltaron al ver a Chunhga parada en medio de la sala. La chica acostumbraba en aparecer de la nada cuando menos se lo esperaban.
—El otro día te dije que esos chicos, como él, no traen nada bueno —habló la chica sentándose en la silla donde Jungkook tatuaba.
—Eso algo casual Chungha.
—Sea casual o no, seguramente quedaras plantado.
—¿Gracias?
—De nada —dijo sonriente la muchacha. —Ahora ve a dejarme a la universidad o llegaré tarde.
—¿Disculpa? Soy tu jefe, no tu empleado. No cofundas nuestros roles.
Chungha lo ignoró y se puso de pie para tomar su mochila.
—Me lo agradecerás pronto, jefe —dijo haciendo énfasis en la última palabra.
—Insolente que eres.
—Ya muévete o te doy cinco citas para mañana, Agust D —amenazó desde fuera de la sala.
Agust no le quedo más opción que ir detrás de ella para llevarla a la universidad. No le molestaba, al contrario, Chungha era una gran amiga y personas, además hacía buen trabajo, era bromas entre los tres que siempre han manejado desde que comenzaron en Daegu con el negocio de los tatuajes. Así como llevó a Jungkook a su último año de universidad, así lo haría con Chungha.
Al subirse al auto, la chica vio en la alfombra del auto un sobre de un preservativo. Lo tomó curiosa y rio.
—¿Te reuniste con él o no? —preguntó mostrándole en envoltorio.
—¡Dame eso! —Se lo arrebato de las manos para guardarlo en su bolsillo y después botarlo. —Eres terrible.
—¿No fue con el tal Taehyung? —repitió. —El silencio otorga, te viste con alguien durante estos días.
—Mira, no hay compromiso y no le debo nada, no veo el problema, además estaba ebrio —explicó.
—¿Y con quién fue? ¿Alguien nuevo u otro que ya viste antes?
—No me acuerdo, Chungha, fue… fue el sábado. —Hizo memoria, definitivamente no se acordaba y eso que fue solo hace dos días.
—Solo no seas un tonto y no la cagues, por favor.
—Como digas.
El viaje continuo unos diez minutos hasta que llegaron a la entrada de la universidad en donde su amiga iba. Al verla, se le hizo familiar. No era exactamente el mismo lado, pero por el color y los edificios, era igual que a la de esa vez que vino a dejar a Taehyung.
Espero a que la chica terminara de alistarse y tomara su mochila para él bajarse, así ver mejor el entorno tan conocido.
Al ver que la chica se bajó. Antes de salir del vehículo se percató que a lo lejos estaba Jimin, es “amigo con derecho” de Jungkook. Estaba conversando animadamente con otra persona que no conocía de nada. Avanzo el auto para quedar un poco más cerca y tocarle la bocina, claro que Jimin no respondió al instante, toco un par de veces más hasta que el pelirosa se volteó.
Al ver que era el tatuador sonrió gustosamente. Eso significaba solo una cosa.
—¿Qué te trae por aquí? —preguntó el chico apoyándose en la puerta.
—Y-Yo solo vine a dejar a una amiga.
—¿Seguro que no buscas a mi amigo, a Taehyung?
—¡No, no! Yo solo pasaba…
—Si como no —interrumpió bufando. —Está en la facultad de arte y danza, sala diez segundo piso, primera puerta hacia la derecha. Estacionamientos de visitas están doblando la esquina. No llegues tarde. —Guiño el ojo a Agust. —Ah, otra cosa, está un poco molesto hoy, creo que sus padres andan como locos.
Yoongi se quedó sin habla ante toda la información que Jimin le acaba de dar respecto a Taehyung. Antes de poner en marcha el auto, vio la pantalla del celular encenderse, lo levanto y era Taehyung de nuevo, diciendo que si podía ir al estudio esta tarde. Sonrió y lo dejo sobre el asiento.
Ya sabía como hacer para verlo.
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Se tragó la última pastilla del frasco. Lanzó en envase dentro del bolso que usaba en sus ensayos para llevar la ropa y lo cerró bruscamente. Al ponerse de pie, sintió otra vez ese horrible dolor en el tobillo. Levantó el chándal y vio que estaba medio rojizo con tonos violáceos, también un poco inflamado.
Desde ese día que se lo doblo, no ha ido a un médico, ni quiere perder tiempo para los ensayos, tampoco fallarle por segunda vez a Hoseok que era estricto con cada ensayo; puntualidad, compromiso y profesionalidad era lo que pedía el chico.
Taehyung ignoró el dolor nuevamente para elongar sus piernas en piso, abriéndolas y tocando la punta de sus tenis con sus manos. Al parar de contar se miró al espejo frente de él que abarcaba toda la pared, estaba horrible, despeinado, sudoroso y con la ropa desordenada. Ofuscado se puso de pie y tomo el teléfono, era segundo mensaje que mandaba y Agust no respondía, quizás se arrepintió de haberle propuesto ser algo casual. Dejo el teléfono junto al bolso y continuo.
Mientras que terminaba el calentamiento, oyó la puerta ser abierta y cerrada enseguida.
—Ya me iba maestra, solo estaba… —Al darse la vuelta se encontró con Agust. Kim se puso nervioso de solo verlo. —¿Cómo entraste?
—No fue difícil, me hice pasar por alumno, no sabía si venir o no.
—No debiste, te van a correr, ahora vete que estoy ocupado —dijo el azabache.
—¿Me echas luego de mandarme mensajes con disculpas y pedir ir a mi trabajo? No tiene sentido —habló el mayor acercándose por la espalda y tomándolo de la cintura para apegarse a su cuerpo. —Pero da igual, ya nos estamos viendo.
—Ahora mismo me encuentro ocupado, y te dije que más tarde si podía ir.
—¿Y si te digo que no? —preguntó dándolo vuelta para tenerlo cara a cara. —¿Si te digo que vayas a mi apartamento?
—Suena bien, creo…
—Claro que sí, nos divertimos como la otra noche. —Le propuso hablándole al oído.
Taehyung se removió ansioso.
—Debes irte ahora, nos vemos después.
Agust lo tomó de la cintura para besarle la boca. Kim se resistió al comienzo, pero luego se dejó llevar. Sintiendo las manos frías, recorrer su espalda y apretando sus glúteos, robándole un gemido bajo. Por más quisiera, podía entrar alguien y atraparlos invictos.
—P-Para, dije que no. —Taehyung se apartó y al hacerlo su pie lo engañó haciéndolo caer sentando sobre una banca.
Yoongi lo miró confundido.
—¿Te paso algo? —preguntó preocupado.
—S-Solo es mi tobillo, pero nada más.
—Déjame verlo.
Taehyung se resistió, pero aun así tenía al tatuador revisando su tobillo. Puso mala cara al ver las condiciones.
—Creo que ya tengo otro panorama para ti —dijo tocando el tobillo con cuidado. —Te llevaré a un hospital, esto se ve horrible.
—No, gracias, no iré a ni un lado. Eso me atrasará.
—Es tu salud, Taehyung, y con el pie caminas, ¿acaso quieres andar cojo? —preguntó entre regaños al menor. —Vamos, luego te llevaré a tu casa.
Taehyung menos quería eso. Desde que volvió, sus padres se han encargado de hacerle la vida a cuadritos, metiendo a Bogum en la casa cada día a cenar, el chico que le insistía en la idea del matrimonio y más que los padres de este lo criticaba hasta por respirar. Estaba agotado.
—Bien, llévame al hospital, pero luego déjame en casa de Jimin, por favor.
—Muy bien, eres obediente.
Taehyung sonrió tímido.
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La doctora le entrego la receta médica a Agust, pues era el acompañante del joven que se presentó por dolor de tobillo. El mayor leyó las indicaciones, al ver que indicaba reposo por una semana completa sabía que a Taehyung le daría un ataque.
—Es un esguince maltratado; tomaste pastilla sin una receta médica y sin dosis correctas, además no lo dejaste descansar debidamente —explicaba la doctora mientras se acercaba a la camilla de Taehyung—, para eso tomaras antiinflamatorios y un gel tópico para el dolor, más reposo de una semana.
—¿Qué? ¡No! —Taehyung se sentó rápido. —No puedo tener reposo, estoy en un período importante en la universidad.
La mujer suspiró.
—Joven, su tobillo está dañado al igual que los ligamentos, así que si no quiere tener una rotura definitiva, repose y siga la receta, por favor —repitió encarecidamente. —Para un chico como usted es fundamental sus pies… así como sus dietas.
—¿De qué está hablando ahora? —preguntó Agust acercándose.
—Taehyung no tiene una dieta correcta y balanceada, es normal y dañino entre estudiantes de danza. —Agregó leyendo la hoja con los datos de Kim. —Eso sería, reposo y una dieta correcta, te daré una cita en mi consulta en una semana más.
—Gracias, doctora. —Agradeció el mayor con una sonrisa.
Taehyung por su bufó molesto. Se bajó de la camilla con ahora tobillo vendado.
—Te dije que era mala idea venir. —Le dijo con tono molesto a Yoongi.
—Ya oíste, si sigues así te vas a romper los ligamentos, haz caso y sigue las indicaciones, no es difícil.
—Bien... ¿Me puedes sacar aquí?
Ahí estaba otra vez, el mismo chico de carácter pesado y que todo le causaba molestias. Agust lo ayudo a caminar por el pasillo hasta llegar a la sala en donde se encontraba la salida del hospital, Kim cojeaba un poco ahora, ya que la doctora le reviso y toco el tobillo para descartar alguna fractura. No había nada peor que no poder hacer los ensayo e ir a sus clases, ahora debía estar en reposo y eso significaba que el aburrimiento lo iba a consumir lentamente.
El camino fue indicado por Kim, Agust solo siguió órdenes.
Fue inevitable durante el camino preguntarse por qué Taehyung prefería la casa de Jimin antes que la suya propia. Así que simplemente preguntó.
—¿Por qué no quieres que te deje en tu casa allá en Gangnam? —preguntó.
—¿La verdad?
—Sí, claro.
—Las cosas están horrible; no soportó las discusiones casi diarias desde que no fui a esa estúpida cena, Bogum va cada noche a verme. ¿Lo peor? Es que quiere que me acueste con él, a eso va, y a convencer a mis padres de adelantar el matrimonio. Creo que son esas las razones suficientes por las que no quiero ir a mi casa —contó cada unas de las razones de manera desanimada.
Agust puso atención a la parte que el tal Bogum iba a ver si es que Taehyung cedía a acostarse con él, algo en él le hizo sentirse molesto y le genero una preocupación al mayor.
—¿Intenta obligarte? —interrogó.
—¿A tener sexo? —Agust asintió a la pregunta de Kim. —No. No lo va a lograr, no dejo ni que ponga un dedo encima desde ese día en la universidad.
—Quiero que me llames —dijo sin titubear, a lo que Taehyung abrió sus ojos sorprendidos. —Apenas ocurra algo con ese hijo de perra o tus padres, iré y me da igual lo me digan.
Kim se sonrojó al oír esa forma de hablar; sin dudas alguna a lo que quería hacer. De lo poco y nada que conocía a Agust D o a Min Yoongi, era un hombre decidido. Le regalo una sonrisa sincera al muchacho, el mayor también le sonrió.
—Ya, ve con tu amigo, tengo un par de cliente esta tarde —habló quitando el seguro de la puerta. —Cuídate.
Kim se mordió los labios pensativos. Ya más claro se acercó a Yoongi y le beso la mejilla.
—Gracias, Yoongi, pero tu culpa no podré estar al día con los ensayos. —Reprochó.
—Tú y tu extraña manera de dar las gracias.
Taehyung se bajó tomando sus cosas, cerró la puerta como correspondía. No miro atrás, pues estaba rojo como un tomate y le daba vergüenza mirar a Yoongi.
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