40 - Sunhye

Observé como Jungkook terminaba de subir la última maleta de nuestro equipaje a su auto.

—Enorme maleta de Sunhye, subida y lista para el viaje —dijo, haciendo un rostro de fingido cansancio, yo chasqueé la lengua.

—No seas llorón, ni siquiera pesaba —aclaré, mirándome en el espejo retrovisor mientras arreglaba mi labial.

—Te he cargado a ti varias veces y puedo apostar que casi pesaba más que tú —se subió al auto del lado de piloto.

—Oigo, no se trata de mentir por convivir, Jungkook —mencioné con sarcasmo —Además, aunque las cosas de maquillaje son pocas, son las que más pesan —añadí.

—Ni siquiera deberías de usar maquillaje, eres igual con y sin maquillaje, es absurdo —negué de un lado a otro, negando lo que acababa de decir.

—No es absurdo, no hay nada como sentirse segura al menos con un poco de maquillaje encima, además, el maquillaje no es solo para verse bonita, el maquillaje es lo que nos representa como mujer —lo miré mientras se colocaba el cinturón.

—Vale, punto a tu favor —mostró una pequeña sonrisa.

—¿Le avisaste a tus padres que iríamos este fin de semana? —la pregunta del millón, por alguna razón, Jungkook había evitado responderla desde que planeamos el viaje, tenía el presentimiento de que no se llevaban del todo bien y que aunque nos apareciéramos de sorpresa en la casa de los señores suegros, no iba a hacer una sorpresa precisamente grata.

—Te dije que no te preocuparas por eso —volvió a repetir la misma respuesta que me daba siempre que le preguntaba lo mismo.

—¿Cómo no me voy a preocupar? No conozco a tu familia y me gustaría ser anunciada con antelación —Jungkook me miró alzando una ceja.

—¿No confías en mi?

—Claro que confío en ti, y supongo que tú también en mi.

—Claro que si.

—Entonces por eso mismo me gustaría saber, no se nada de tus padres en si, solo que tienes, y ya —mencioné.

Aunque tampoco estaba en posición de pedir que me contara de su familia, había evitado el tema precisamente para que Jungkook no comenzara con preguntas acerca de la mia, no me hacia mucha gracia recordar mi pasado, no era para nada bonito.

—Entiendo, quieres saber de mi familia —repitió, como si fuera para el mismo —Vale, te contaré de mi familia —arrancó el auto en ese preciso instante, emprendiendo camino.

—Soy toda oídos.

—Emmm, bueno, en mi familia somos, mi mamá, mi papá y mi hermano mayor y mis padres están separados, aunque viven juntos en la misma casa —lo observé de perfil, mirando él hacia el frente —Y pues para mi papá su hijo más exitoso es mi hermano mayor, como siempre ha sido —hizo una sonrisa, la cual no la sentí con diversión, más bien con amargura.

A Jungkook no le gustaba hablar del tema, y aunque intentara disimular que no le afectaba, yo me estaba dando cuenta de que si le afectaba, y bastante, el hecho de tener unos padres separados no era la gran cosa, aunque a algunas personas si les afectaba más que a otros, pero que su padre prefiera a su hermano y no a él era un tema que se veía que le dolía. Jungkook no me hablaba de su familia no porque no quería, sino porque le dolía recordar una y otra vez que su hermano era el preferido y él no.

—Y mamá desde que dejó a papá, se la pasa de fiestas con sus amigas, incluso dejó de llamarme un día y hasta el día de hoy no recibo llamadas de su parte preguntando si he comido o no, creo que hasta ya me acostumbré —soltó una carcajada bastante amarga, a mi no me hacía gracia en lo absoluto, y sentía que me estaban apretando el pecho cada vez que Jungkook reía, solo para no llorar —, creo que hice bien en venir a Seul, aquí tengo amigos, y nunca he estado solo —algo dentro de mi se quebró al escucharlo.

En realidad nunca lo había escuchado hablar de su familia, y era doloroso que estuviera pasando por eso desde una edad temprana.

—Nunca vas a estar solo, ahora no solo tienes a tus amigos, sino que también me tienes a mi —me miró rápidamente ya que no queríamos tener un accidente, pero esos pocos segundos me hizo ver el sincero y puro brillo de sus ojos. Le quería, muchísimo a decir verdad.

(•••)

Un día me había sorprendido por la mansión de Jungkook, porque vivía solo en tantos metros cuadrados de lujo, y ahora se me salían los ojos con la enorme mansión en donde se suponía que vivían sus padres. Se me secó incluso la boca de tenerla tanto tiempo abierta. Vaya, no me pensé tener a un novio millonario, me valía si tenía una Black Card o si lo que tenía era dos míseros won en el bolsillo, pero esto me había superado, Jungkook seguía confirmando que era un diez de los pies a la cabeza, y no tenía absolutamente nada malo para sacarle.

Cuando llegamos a la casa de sus padres, nadie salió a recibirnos, tampoco me esperaba que lo hicieran después de lo que me había contado el chico. Bajamos las maletas y él solito las entró a la casa. Una mujer vestida de empleada nos abrió la puerta y otros hombres más, ya estando dentro, se llevaron nuestro equipaje.

—No le dijiste a tu papá, ¿cierto? —inquirí una última vez. Él suspiró.

—No, tampoco me cogió el teléfono cuando lo intenté llamar para avisarle, además, no vamos a estar mucho tiempo aquí, solo es de pasada, tengo ideas mejores para nosotros —me guiñó un ojo.

Yo con Jungkook solo dejaba las cosas fluir, porque sus sorpresas si que eran de locos, y no me sorprendía ya que tuviera algo súper preparadísimo para los dos, y las ganas de saber que eran intentaba controlarlas. Porque también era terco y no había Dios que lo hiciera hablar.

—¿A donde vamos? —pregunté siguiéndolo hacia las escaleras que habían.

—Pues a ver a mi papá —dijo.

Subimos las escaleras hasta llegar a la segunda planta, me sentía un poco incómodo, porque nadie se había preocupado en lo más mínimo por Jungkook y darle un recibimiento, uno que merecía después de estar lejos tanto tiempo.

Seguimos caminando, metiéndonos por el pasillo de la segunda planta, la cual habían muchas puertas, además de que estaba decorado todo tan moderno que se podía oler a kilómetros que estas personas nadaban en dinero. No mencioné una sola palabra hasta que nos detuvimos al final del pasillo en la última puerta.

Jungkook abrió la puerta y en el interior vi a un hombre un poco mayor sentado detrás de un escritorio de madera brillante. El lugar estaba repleto de estantes con libros, en las paredes habían cuadros abstractos y habían sillones de lujo. El señor levantó la vista al oír nuestra intromisión y centró sus ojos en Jungkook, luego en mi y se me paralizó el mundo.

En ese mismo instante lo único que quería era que la tierra a mis pies se abriera y me tragara y me escupiera en Narnia.

Joder.

Lo malo de tener un trabajo como el mio era que conocías a más hombres de los que debería, y nunca me llegué a imaginar ni de cerquita, que uno de los hombres que alguna vez pagó por follar conmigo iba a terminar siendo mi suegro, hasta me sentía sucia, esto parecía un tipo de novela dramática, en donde te acuestas con el padre y el hijo, y la protagonista era yo, la más puta de todas. Justo en este momento me sentí muy sucia y me recordé lo malo que era mi trabajo.

Si me encontraba a este hombre aquí, después de muchísimo tiempo, y él siendo mi suegro ¿cuántos hombres me encontraría a lo largo de mi vida junto a Jungkook que se han acostado conmigo?

Tenía miedo, muchísimo miedo de que Jungkook no fuera capás de soportarlo.

Me hice pequeña detrás de Jungkook cuando nos quedamos los tres encerrados en cuatro paredes que comenzaba a sentirlas muy pegadas a mi, y no era claustrofóbica, pero me estaba faltando el aire de momento.

Lo único que quería en ese preciso instante era salir corriendo.





(•••)
Holaaa! Bellezxs.

¿Cómo están?

Esta vez no me tardé tanto en actualizar.

La verdad es que quiero acabar Cockiness rápido, pero las ganas no me ayudan😂.

En fin, espero que les haya gustado mucho. Nos vemos tal vez pronto.

Lxs sarangheo

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