35 - Jungkook

No estaba bien.

Las cosas no estaban nada bien.

La felicidad que nos había encerrado estalló en cuestiones de minutos y yo me sentía como una puta mierda.

Lo peor era darle la razón a Sunhye, no porque siguiera enamorado de Jieun, ella ya no me producía sentimientos a parte del desprecio, me había dado cuenta de que no era una persona buena, y que no merecía la pena, por su culpa había destrozado a Sunhye, una vez más.

Me prometí no cagarla, y terminé haciéndolo igualmente.

Sunhye no merecía enterarse de las cosas de esa manera.

No recordaba mucho de esa noche, pero estaba segurísimo de que no habíamos pasado de besos y tocamientos, nada más, y yo, en mi burbuja de felicidad había decidido callarme y disfrutar de las cosas bonitas que me había entregado Sunhye y que se habían esfumado tan rápido como habían llegado.

Lo peor fue darme cuenta tarde de que debía de ir detrás de ella luego de que la dejé ir destrozada y ver que recibía apoyo emocional de otra persona, no mio. Taehyung era mi mejor amigo, pero también sabía la manera en la que me hablaba de ella a veces, en como se enfurecía cada vez que yo hacía algo mal con ella, mi mejor amigo estaba enamorado de la chica a la que amaba y estaba aprovechando, pero por desgracia me lo merecía, Sunhye se merecía ser feliz y yo me merecía sentirme miserable. Supongo que eso es a lo que llaman karma.

Me rendí en mi cama, dispuesto a descansar después de un día demasiado largo.

Debí de haber asociado las cosas, debí de haberme dado cuenta de que Sunhye hablaba de la misma boda que Jieun, debí de haber sido más inteligente, y darme cuenta a tiempo, antes de que pasara esto, yo quería estar con Sunhye, yo necesitaba a Sunhye a mi lado, porque me había enamorado de ella, lo sentía cada vez que le cogía la mano, que la miraba a los ojos.

¿Entonces que pasaba que siempre acababan las cosas tan mal? ¿Qué delito había cometido en mi vida pasada como para que pagara el no estar feliz con la chica que me gustaba?

Pero no me daría por vencido, no podía, si la amaba tanto como lo sentía no era momento de dejarse vencer, ni Jieun ni nadie podía romper algo que comenzaba a florecer, aún no terminaba de crecer lo suficiente, por eso aún se podía salvar.

No importaba las veces que lo intentara, no importaba las infinitas visitas que tendría que hacerle para recibir su perdón, cuantos te amo tendría que dejarle en un mensaje de voz todos los días, o cuantas cartas tendría que escribir a mano para que Sunhye volviera a estar conmigo, ella valía la pena, ella lo valía absolutamente todo.

Además, Sunhye tenía que ver mi regalo, tenía que ver que ella era mi inspiración, que era todo en mi vida.

La exposición universitaria no era solo eso, era mi mayor muestra de amor hacia ella, en donde le pediría estar a mi lado, juntos, por siempre. Aún había tiempo, todavía quedaban dos semanas, aún podía recuperarla y mostrarle que mis ojos solo la veían a ella.

Que no importaba cuantas veces la podía cagar con otra persona, porque ella seguía siendo la única, a la que amaba de verdad.

Darse por vencido en mi vocabulario no existía.

Y esta no iba a hacer la excepción.





(•••)
Hoy no hay nada que decir.

Estoy demasiado cansada.

Lxs sarangheo

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