25 - Jungkook
A decir verdad, nunca había dormido con una chica, Jieun nunca se había quedado en mi casa y nunca había pedido quedarse conmigo, y yo tampoco se lo pedí nunca, pero ahora tenía a Sunhye a mi lado, en mi cama.
Su débil fragancia floral me calmó cuando hicimos la como cucharita preparados para pasar la noche juntos.
Antes, habíamos tenido una larga y estresante charla al pedir toallas higiénicas para ella, incluso me había entrado calor y se me había puesto la cara como un tomate, pero pasar momentos tan cotidianos y tan...de pareja junto a ella, me gustaba demasiado y me hacía querer vivirlo todos los días.
Pegué mi rostro a su cuello y aspiré, ella usaba una de mis camisetas, y en parte olía un poco a mi, pero su piel, incluso después de un baño, seguía oliendo a ella, al olor que recordaba, y me encantaba.
El cuerpo de Sunhye se acopló tan perfectamente al mío que era mágico, y jugué con sus dedos mientras la oía respirar tranquilamente.
—Nunca había hecho la cucharita con nadie —dijo, con voz calmada.
Luego de un polvo intenso, el romanticismo se nos subía a la cabeza y comenzábamos a sacar cualquier tema de conversación, pero eso era lo que las personas buscaban ¿no? Alguien con quien pudieras hablar horas sin parar y sin aburrirse.
Sunhye y yo nunca nos aburríamos, aunque estuviéramos en silencio.
—Yo tampoco —contesté, ella se removió pegándose más a mi —Eso es peligroso, Sunie —dije, refiriéndome a la fricción que hacía su perfecto culo contra mis pantalones de pijama y lo que ocultaba debajo, ella se rió como niña pequeña y me pegué a su oído.
—Pero es que necesito más calor de tu cuerpo —dijo, y yo acaricié con mi nariz el lado de su cuello, y vi como sus pelitos se erizaban al instante.
—Eres muy mala conmigo, te gusta hacerme sufrir —se removió más contra mi, entrando en terreno peligroso al sentir una punzada en mi polla.
Se suponía que después de follar y haberme corrido hasta quedarme seco, estaría más qué complacido, pero mi polla no se resistía al culo de Sunie, y se suponía que teníamos que dormir.
Ella misma había dicho que cuando estaba con la regla, solo se aceptaba sexo en la bañera o en la ducha.
Pero ella parecía buscar realmente mi calor, así que la apreté más contra mi, dejando de lado mis pensamientos impuros, para darle el calor que necesitaba de mi cuerpo.
—Mmm... Así está mejor —siseó complacida, más bien parecía un siseo de placer, pero yo ya estaba un poco paranoico y no pensaba con la cabeza de arriba —Me gusta que ambos estemos vestidos y acurrucados en la cama —añadió, sintiendo como su voz se apagaba poco a poco.
—A mi igual me gusta, es muy cómodo, aunque si estuvieras desnuda tampoco me quejaría, eh —volvió a reírse con mi comentario y yo pegué mi cara en su cabello.
Sunhye olía demasiado bien, demasiado adictivo para mi.
—Que vicioso te has puesto, Jungkook —mi nombre quedó perfecto en sus labios para la el momento.
—Solo contigo, Sunie —añadí.
Y así nos dejamos llevar por el sueño, disfrutando de la comodidad de la cama y del cuerpo del otro. Sunhye se me hizo muy pequeña y demasiado perfecta, y caímos dormidos en cuestiones de minutos.
(•••)
Cuando me desperté y vi a Sunhye aún en mi cama, sonreí como tonto sin poder evitarlo, se me antojó darle besitos para que despertarla como se lo merecía y así lo hice.
Aún permanecíamos en la cucharita humana, y comencé dándole besos en la nuca, bajando por su espalda y luego subiendo nuevamente. Sunhye se removió contra mi cuerpo y mi polla vibró bajo mi pantalón, nunca me había dolido tanto una erección mañanera como me dolía en ese momento, y más cuando seguía el culo de Sunie restregándose contra mis pantalones, era un sufrimiento nivel Dios.
—Jungkook... —habló, con voz ronca de por la mañana, y yo seguí mimándola sin parar —Me estás clavando la polla en el muslo —dijo, sin miedo al éxito con sus palabras.
—Es tu culpa, no paras de mover el culo —dije, dirigiendo los besos hacia detrás de su oreja y ella gimió.
—¿Quiéres que te ayude? —preguntó.
—Joder, eso me haría muy feliz, pero si estoy dentro de tí —lamí el lóbulo de su oreja y ella se restregó con más fuerza.
Dios, ayudame, acabamos de comenzar el día.
—Aún estoy con la regla, Jungkook, pero puedo hacer que baje y que disfrutes mucho —su voz se volvió muy seductora y ella se despegó de mi abrazo.
—Sunie, así no...
—Shhh, después harás algo por mi, lo prometo —dijo, y cuando se colocó entre mis piernas y su ojos enmarañados en lujuria me miraron, todo de mi se activó como si hubiera pulsado un botón.
—Eso si me gusta... Joder —Sunhye bajó mis pantalones de pijama de uno solo, junto con los bóxer, y mi polla quedó erguida ante su mirada, tan dura como una piedra.
Sunie se lamió los labios viéndola durante unos segundos y luego me miró a mi. Me mordí el labio y tensé mi vientre cuándo dejó caer un caliente chorro de saliva en la punta, la cual se comenzó a esparcir por todo mi tronco.
Que imagen.
—¿Te duele mucho, Jungkook? —me provocó.
—Mierda... —gemí y apreté las sábanas entre mis dedos con toda la fuerza que poseía cuando besó la punta con mimo —Sunie, n-no seas... mala —pedí.
Ella se rió ronca y cogió mi grosor con su mano derecha sin dejar de mirarme. A este paso, terminaría arrancándome el piercing del labio. Su mano era cálida y mi polla se sacudió recibiendo su toque. Los ojos de Sunhye estaban azules intenso y su sonrisa era divertida, estaba encantada de tenerme a sus pies.
—Mmm... Que bonito te vez desde este ángulo —movió su mano de arriba a bajo, esparciendo más su saliva y el pre semen que soltaba de mi punta.
—S-Sunhye —la llamé sin capacidad vocal, simplemente estaba destruido.
¿Iba a correrme así sin más? Apenas me había tocado, ¿podría correrme con solo las palabras y la imagen caliente de Sunhye? Sería interesante, pero muy vergonzoso, ella parecía contenta con chupármela, así que no quería arruinar su felicidad.
Sunhye al parecer se apiadó de mi, porque dio una lamida desde la base hasta la punta, haciéndome perder la cabeza completamente, y cuando llegó a la punta, jugó con su lengua en círculos durante un rato, con lascivia, sin dejar de mirarme, y yo también mantuve mi mirada en ella.
Me perdí cuando abrió su boca y succionó mi punta para luego introducir una gran parte de mi longitud en su boca, para luego sacarlo todo y repartir besos húmedos por todo el tronco.
—N-No voy... a aguantar mucho si sigues... a-así —le dije, tan bajo que pensé que no lo escucharía, pero su sonrisa me mostró que sí había escuchado perfectamente.
—¿Desesperado por follar mi boca, Jungkook? —no tenía que ser tan gráfica en una situación así, teniéndome tan mal, pero me gustaba demasiado su sonrisa, ella parecía muy cómoda ahí, a cuatro patas entre mis piernas con mi polla en su mano, parecía que se la estaba pasando bien.
—Uff... No sabes cuanto —dije, falto de aire —Pero... Por favor...
No acabé de hablar porque Sunhye no me dejó, volvió a introducir mi polla en su boca, abarcando todo lo que pudo, incluso sus ojitos se cerraron por el esfuerzo, mi punta toco su garganta y me sentí en el mismísimo cielo.
Sunhye lo sacó, y antes de que saliera completamente volvió a introducir la misma longitud, ayudada por la saliva y mi lubricación, y con su mano masturbaba el resto que quedaba libre.
Sufrió arcadas y aún así no pareció importarle, pero sacó mi polla luego completamente y comenzó a masturbarme con rudeza. Mi pulso se disparó y verla con las mejillas rojas y la boca hinchada no ayudaba.
Su mano viajó de manera húmeda de arriba a bajo sin parar, y se encargó de succionar con su labios mis testículos y gruñí de placer. Comencé a sentirme muy cerca y sufrí un espasmo severo, casi al límite.
Sunhye se divirtió masturbándome con su mano y basando mis testículos durante un buen rato en el que vi más estrellas de las que existían en la galaxia entera seguro, pero cada vez que pensaba que iba a estallar, Sunie disminuía la velocidad para torturarme un rato.
Ella volvió su boca a mi polla luego, y esta vez si follé su boca con todas las de la ley, porque en cuanto volvió a meterse mi polla en la boca, no pareció desagradarle cuando empujé mis caderas hacia arriba, sus ojitos se llenaron de lágrimas por el esfuerzo pero no rechistó, y yo estaba demasiado cerca, y sin parar de follar su boca, terminé soltando todo en su boca.
Sunie no pareció -igual que la otra vez- asqueada por tragar mi orgasmo y lamió lo restante, sin ningún tipo de reparo por su parte, sus mejillas seguían igual de lindas sonrojadas y la sujeté por los hombros interrumpiendo su labor para besarla.
Me sentía muy en paz, y la boca Sunhye me dio más tranquilidad de la que tenía. Su lengua fue astuta y escurridiza al encontrar la mía, y yo la recibí con el mayor agrado del mundo.
Sujeté sus mejillas con cariño, fascinado por ella, y estos momentos.
¿Si me hubiera quedado aquella vez en su casa, por la mañana hubiéramos hecho algo cómo esto? No lo sabría nunca, pero me apetecía despertar más veces con Sunhye, no por el sexo, no porque podríamos estar todo el tiempo tocándonos y follando, eso también, pero más porque me transmitía paz, felicidad, me sentía vivo junto a ella, la sentía tan única, tan abrazable.
No quería separarme de ella por nada, despertar abrazados todos los días, porque Sunhye me gustaba más de lo que podía imaginar, tal vez estaba comenzando a enamorarme, tal vez necesitaba más de ella para saberlo, pero sin duda quería averiguarlo con ella a mi lado.
Quería experimentar todos los sentimientos habidos y por haber, pero con Sunhye, no con nadie más.
(•••)
Conversación aburrida y luego un poco más de acción.
Creo que esta historia va a tener más encuentros sexuales entre los protagonistas que en mis demás historias, tengo muchas ideas, así que esperenlas con ansias.
Ahora si, nos vemos la próxima semana, voy a intentar hacer todas las semanas un maratón de 2/3 capítulos para avanzar, porque solo me queda este mes de vacaciones y se que cuando comience la universidad todo va a hacer más complicado.
Bueno, espero que les haya gustado.
Lxs sarangheo❤
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