23 - Jungkook
Sus ojos seguían tan hermosos como siempre, solo había pasado un día y para mi no verla se me había hecho una eternidad, ya se había tardado en buscarme, porque muy dentro de mi tenía muchísimas ganas de que viniera a verme, necesitaba verla, pero quería ser orgulloso esta vez, y ella había decidido venir, y creo que era capas de olvidar todo si ella me decía que le gustaba.
Y se había recogido el cabello, y era muy tentador para mi.
En realidad si ella no me hubiera buscado yo lo hubiera hecho tarde o temprano, porque Sunhye me gustaba tanto que era incapaz de hacerme el orgulloso con algo que había sido mi culpa.
Yo le había hecho daño primero, yo la hice sentirse menos que mi ex novia, yo era culpable de que Sunhye dudara al momento de decirme que le gustaba, porque no estaba enojado con ella, además, ese día, cuando me dijo que había caído con la regla y no había podido trabajar, se me infló el pecho de alegría, no discriminaría a Sunhye jamás por su trabajo, ella había decidido que ese fuera su futuro y yo no era nadie como para interponerme entre él, y además, ser stripper se veía que le gustaba, que le ponía su alma y corazón, y yo era incapaz de decirle que lo dejara, pero su otro trabajo no me agradaba del todo (aunque yo la hubiese podido contactar la primera vez por ahí) y me había hecho muy feliz que aún no hubiera hecho nada con otro hombre.
Quise tirarme encima de ella y cargarla en mis brazos, y abrazarla para nunca soltarla, porque me sentía tan cómodo con ella, e incluso hablar mi de vida entera sin parar, que la consideraba la compañía perfecta.
Sunhye era mi compañía perfecta.
Pero no me moví, el orgullo dominó mi cuerpo y me quedé estático, pero si respondí, porque quería hacerlo.
—Hola —sus ojos azules me miraron tan intensamente que ni el aire acondicionado de mi casa ayudó lo suficiente como para impedir que sudara en la nunca.
—¿Dormías? No quería interrumpir —se hizo pequeña, a pesar de que frente a mi siempre me parecía tan pequeña y perfecta para abrazarla.
—No no, en realidad jugaba en la consola un rato —dije, tratando de hacer desaparecer la tensión que había, se sentía como al principio, donde ninguno tenía nada que decir, pero nuestras miradas hablaban por si solas.
—Entiendo —asintió, sin nada que decir después de eso.
—¿Quiéres pasar? —pregunté, aunque eso era una pregunta bastante obvia, ¿porqué no querría entrar si había venido a mi casa precisamente a hablar conmigo? ¿O había venido a algo más?
¿Cómo Sunhye se había enterado donde vivía?
—¿Puedo? —pareció dudar, y yo negué como si eso siquiera fuera necesario.
—Siempre —ella asintió y me hice a un lado para que entrara. Cerré la puerta una vez estuvo dentro y ella miró todo a su alrededor.
—Así que vives aquí —se balanceó sobre sus pies calzados con sandalias de correas finas y las manos en los bolsillos traseros de su pantalón.
—No es nada ostentoso pero soy universitario —añadí, aunque ella me miró levantando una ceja como si lo que le estuviera diciendo fuera una broma —¿Qué? —caminé a la consola para quitarla y poner la televisión normal.
—¿Nada ostentoso? Esto hace el doble de mi departamento, y eso que vivo en un edificio de lujo en Gangnam, tú vives en una mansión tú solito —dijo, yo chasqueé la lengua con una sonrisa avergonzada.
Mi casa (la cual para mi nunca fue la gran cosa, y en la que pasaba menos tiempo del que quería en realidad) era el típico lugar en donde se podía ver a kilómetros que vivía un universitario soltero y solo de por vida, había libros por doquier, una consola, una TV plasma enorme para mejor visión, una cocina que lo que tenía eran dos platos, un juego de cubiertos y las ollas para cocinar, en el cesto de la basura había miles de cajas de pizza y embaces de comida instantánea y de a domicilio, un enorme sofá con un reguero enorme de ropa, más cajas de pizza y libros, también tenía lienzos en los que pintaba sin acabar por todos lados, un colchón en medio de la sala por si me daba sueño acostarme ahí mismo, y mejor no miraba mi habitación, la cual estaba abarrotada de ropa por doquier y la cama apenas la había hecho.
Cuando eres universitario hacer la cama era un trabajo muy cansado.
—Pero es un vertedero —añadí, ella hizo una mueca de lado y caminó hacia mi.
—Nada que una buena limpieza no pueda arreglar ¿no? —alzó una ceja, y sus dedos de los pies, perfectamente esmaltados de un rosa pálido tocaron con mis calcetines de Iron Man, y de momento la tuve muy cerca, y comenzaba a temblar, quería abrazarla.
—El tiempo no me alcanza, creeme que me he propuesto hacer limpieza de fin de semana, pero últimamente estoy muy ocupado, y este fin de semana pues...bueno, tu sabes porque no pude —dije, y sentí mi cara caliente al sacar ese tema, pero ella ya no pareció tan afectada.
—Yo puedo echarte una mano con eso, pero primero hay que hacerle limpieza a algo más importante ¿no crees? —fruncí mi ceño, en realidad no me había enterado de a donde quería llegar —Lo nuestro —aclaró al ver lo corto que era.
Y ese "lo nuestro" hizo acelerar mi corazón tanto que por un momento pensé que se saldría de mi pecho, porqué rebotaba tanto dentro de mi que parecía querer pasar la carne de mi piel y posarse en las manos de Sunhye.
—Fui un poco tonta, lo sé, y solo me bastó una buena tina de helado y una conversación con mi mejor amiga para darme cuenta que fue estúpido engañarme a mi misma al no responderte, porque tú si me gustas, Jungkook, me gustan tus ojos, tu voz, tú nariz, tus labios color cereza y siempre húmedos, tu piercing, tus tatuajes, tus lunares, ya sean los de los brazos, el del cuello o el del labio, tu cuerpo, incluso tus pies me gustan —soltó una risilla inocente, pero yo no me moví —Tú dulce corazón de azúcar derretida, tus inocentes y a veces sucios sentimientos y pensamientos, me gusta que tu animal favorita sea uno que se haya extinguido hace miles de años, que te encante la leche de plátano, que te guste la música Justin Bieber y que uses ropa gótica y overcize todo el tiempo, incluso me gustas usando calcetas de Iron Man —hizo una pausa, en donde tragó duro, y yo también lo hice, fascinado con ella, ella sí que me gustaba toda, completita, sin excepción de nada —Me gusta Jeon Jungkook en general, tanto por fuera, como por dentro, y tenía que ser sincera contigo, pero también conmigo misma —se señaló con su dedo.
Me mordí el labio y suspiré, muy aliviado, no era necesario su discurso, porque yo con un "me gustas" tenía, pero me había fascinado todo lo que me había dicho, nunca ninguna chica -ni siquiera Jieun- había hablado y dicho todas esas cosas de mi, siempre pensé que era un poco raro, y oír todo esto de la boca de Sunhye, me hacía entender que no, que no era perfecto, pero era lo que le gustaba a ella, y eso era más que suficiente, al menos para mi era lo más importante.
El silencio se hizo, y Sunhye se sonrojó al ver que yo no reaccionaba, pero estaba tratando de tatuar sus palabras en mi cerebro para que no se me olvidaran jamás.
—Entiendo que te sientas mal y que yo no...
—Ssshhh —la mandé a callar, cogiendo su pequeño rostro entre mis grandes manos, su cara encajaba perfectamente con ellas, y eso me pareció muy lindo —Tú también me gustas así, Sunie —me pegué a su rostro, rozando su nariz como si fuéramos gnomos saludándonos.
—¿Cómo? ¿Cursi? —nos reímos, y en ese momento todo volvió a la normalidad, a antes de que Jieun lo estropeara todo, donde nos reíamos hasta por lo más insignificante y tonto del mundo.
—Me gusta Sung Sunhye en general, tanto por fuera, como por dentro —repetí sus últimas palabras y su sonrisa de dientes perlados iluminó mi casa terremoto.
—En tí se oye lindo lo cursi, en mi, se oye patético —negué, y rocé sus labios con mi nariz, me subieron a grados extremos las ganas de besarla y jodernos por el resto mi vida.
—Se oye más lindo de lo que crees —dije, con la respiración un poco agitada, necesitaba besarla.
Cuando levanté la vista para encontrarme con la de ella, sus ojos me enfocaron, y vi las mismas ganas que yo tenía en sus ojos. Tragó saliva y yo repetí su acción, sus manos subieron por mis hombros solo para pegarse más a mi. Fui yo quien bajó el rostro para besarla, y cuando toqué sus labios gruesos y suaves se me derrumbó el mundo exterior.
Sus labios respondieron a mi beso al instante, y yo bajé una mano hacia su cintura baja para pegarla más a mí y profundizar el beso. Suspiró contra mi boca y giré el rostro para ponerle más intensidad a nuestro acto. Mi cuerpo reaccionó al suyo al instante y se me calentó completamente, mi pulso se aceleró y cogí aire a pesar de que era casi imposible.
Sunhye jaló mi cabello cuando nuestras lenguas entraron a la batalla y sentí que nos derretíamos en los brazos del otro. Nuestro beso se volvió salvaje y húmedo de un instante al otro, y Sunhye tuvo el descaro de frotar su vientre contra mis pantalones levemente abultados ya, igual de necesitada por contacto físico.
—N-Necesito... —no la dejé hablar cuando apreté su culo entre mis manos, haciéndola gemir de gusto, y se le levantaron los pies del suelo al implementar una fuerza sobrehumana que me dominaba, cuando Sunhye gemía, algo dentro de mi se soltaba, como una bestia hambrienta de ella.
—Yo t-también —le dije, sin separarme de sus labios, pero la tentación de su cuello me superó y terminé descendiendo con mis labios y lamí su cuello, con olor florar y piel suave de caramelo, la necesitaba más de lo que pensaba.
—E-Estoy c-con... la regla... aún —dijo entrecortadamente, y agarró mi cabello con fuerza cuando succioné su piel suavemente entre mis labios, y acaricié sus cuevas perfectas con mis manos, encantado con volver a tocarla.
Me separé de ella solo para hablarle, aunque no quería separarme de ella ni por un instante.
—Entiendo que sea incómodo para tí, pero a mi no me importa, no me da asco, Sunhye, nada de tí me da asco —aclaré, acariciando sus mejillas sonrojadas con mis dedos, sus labios hinchados y su nariz ahora brillante, tenía la respiración irregular igual que yo.
—No trabajo cuando estoy con la regla, así que nunca he hecho esto —dijo, un poco avergonzada, me pareció demasiado tierna.
—Cuando me dices que ningún hombre ha hecho tal cosa contigo solo me anima más a hacerlo, porque siento que soy el primero, y no sabes la alegría que me da —sus ojitos azules me miraron con un brillo intenso, y también me acarició el rostro —Quiero hacer de todo contigo, Sunhye, y la regla no es un impedimento para mi —señalé. Ella sonrió sin mostrar los dientes.
—Pues vamos a darnos una buena ducha ¿te parece? —me guiñó un ojo que me hizo sonrojar e inflar el pecho.
—¿Te parece si lo hacemos en una bañera? —sugerí, ella se encogió de hombros.
—Mientras estés tú, el lugar me da igual —dijo, y ambos sonreímos, preparados para lo que vendría.
(•••)
Waaaaa me encanta dejar todo en suspenso, ustedes son muy graciosas cuando están desesperadas.
Pero como no soy mala persona, prometo actualizar esta semana doble, al menos el día 31 para cerrar el año con broche de oro y un buen encuentro entre estos dos.
Y se que me atrasé, y chicxs, no se desesperen, porque me presionan un poco, y yo tengo una vida fuera de Wattpad y ahora no es la más tranquila, les dije que éramos yo y mi mamá solas contra el mundo ahora y hay muchísimas cosas que hacer, y siempre saco tiempo para actualizar, tal vez tarde, pero lo haré, no se pueden desesperar, porque me desesperan a mi.
Bueno, yo ya he dicho, y preguntas no hay muchas.
Así que disfruten y nos leemos pronto.
😁
Lxs sarangheo❤
*adjunto foto para admirar los brazotes de Jungkook porque no lo supero y no creo que pueda superarlo jamás*
*Que me ahorque, por Dios, necesito que me pegue hasta perder el conocimiento😫*
Sorry, solo es un impulso ante un chico sabroso🔥
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