03 - Jungkook

Llamenme loco y lo que sea, pero acabé entrando a la página web del Hot Sinners para mirar el catálogo de Cat-Sang, y era una... puta bastante recatada.

El oficio de puta no es que me gustara del todo para una chica, a mi criterio las chicas son mejores que eso, ninguna se merecía ser pagada por simple sexo, porque no todos los hombres van a adorarlas y a tratarlas como mujeres, si bien conocía a mi raza, cuando están con una puta, es para tratarla como tal, no de otra manera.

Lo que me sorprendió fue que al parecer a esta chica, le gustaba su trabajo, algo bastante irónico por lo mismo que pensé antes, pero sus razones tendrá y yo no seré nadie para juzgarla.

Cuando entré a su catálogo fue algo breve que me enseñaba su número de teléfono si quería sacar una cita con ella, ella hacía un trabajo "decente" y diferente a las demás chicas de este mismo oficio. Lo peor fue que solo actué por impulso, Jimin ese día me había llamado diciéndome que había visto a Jieun besándose con otro cuando pasaba por el centro comercial, casualidades que no son casualidades y que terminaron por hacerme marcar el número de Sung Sunhye para programar una cita, y no solo eso, ella tenía toda una lista de requisitos que tenían que ser muestreados por mi antes, sin duda algo que nunca había oído de una prostituta.

¿Qué me llamaba la atención? Pues si, la había llamado también por eso, porque era guapa y no podía negar que había captado mi atención esa noche en el club, pero tampoco es que fuera a perder mi virginidad con ella, por el momento no lo tenía pensado, pero la había llamado por despecho y porque sí, tal vez para hablar y eso.

No le conté nada ni a Tae ni a Jimin porque seguro iban a molestarme con el temita y lo último que quería era sentirme más incómodo y nervioso de lo que me sentí toda la mañana en la universidad, ni siquiera había estado inspirado mientras estaba en las prácticas y mi lienzo se quedó tan blanco como una hoja de papel vacía, tanto que el profesor me miró extrañado y me preguntó si me pasaba algo, yo le contesté que no era nada importante y que había dormido mal y me escapé para despejar un rato, pero no lo había conseguido, y cuando el reloj marcó las tres treinta y me dispuse a irme hacia el Sweet coffee no supe cuantas veces me pregunté si era correcto ir, pero era un chico de palabra y el simple hecho de dejarla plantada me ponía aún más nervioso.

Pedí un Americano frío mientras la esperaba y mientras los minutos pasaban seguía con mi batalla de si quedarme o ponerme de pie e irme, porque una cosa estaba clara, si yo la había llamado ella ya se estaba preparando para su nuevo cliente, y yo no estaba muy seguro de ello.

La campanita de la cafetería me hizo levantar mi vista del móvil y por desgracia -o fortuna- la reconocí cuando entró al lugar, saludó a un camarero que atendía la mesa junto a la puerta y luego buscó con la mirada a quien la había llamado.

Por el día era incluso más guapa, tal vez esa noche no había tenido el privilegio de verla con claridad pero ahora si. No era coreana -a pesar de que su nombre si que lo era-, tenía una piel acaramelada bastante bonita, labios gruesos y perfectos, su boca me pareció tan perfecta y hermosa que dolía, nariz pequeña, cabello castaño y brillante, era delgada y con buenas piernas, también debido a su ropa, pude ver el abdomen tan perfecto que se cargaba y que me hizo quedarme tonto y tragar como estúpido, y además tenía unos hermosos y llamativos ojos azules.

¿Podía existir alguien tan hermoso? Creo que acababa de embobarme solo con su belleza, ya veo porqué es tan solicitada.

Levanté una mano y me puse de pie como si hubieran colocado un resorte en la silla en la que estaba sentado para llamar su atención, y puedo asegurar, que cuando fijó sus ojos en mi y me sonrió me trasladé a otro mundo paralelo en donde yo no era virgen y ella puta, y ambos vivíamos felices por siempre, fin.

Caminó hasta la mesa en la que estaba y sus hermosos labios se estiraron en una sonrisa al verme, y digo "verme" sinónimo de: me recorrió con su mirada de arriba a bajo, lo que me hizo ponerme nervioso.

—Así que tu eres Jeon Jungkook —no estaba preguntando, estaba afirmando como si se asegurara de que yo era la persona que ella buscaba.

—S-Si, mucho gusto —estiré una mano como saludo y ella me la sujetó con la suya mirándome fijamente, y sentí la enorme diferencia de tamaño entre su mano y la mía, aunque si hablábamos en términos de tamaño, era solo un poco más baja que yo pero yo la sobrepasaba en términos de masa muscular, ella parecía bastante delicada, y ese dato me gustó.

—Sentémonos —pronunció ella y yo asentí.

Tomé asiento donde mismo y ella se sentó frente a mi aún manteniendo su bonita sonrisa. Su rostro era pequeño y me reñí por pensar algún día de que Jieun era la persona más hermosa físicamente que había conocido, porque con esta mujer me acababa de dar cuenta de que no era verdad.

—Bien. Vamos a comenzar por las reglas; estas son impuestas por mi seguridad tanto física como psicológica —la observé mientras sacaba algunos papeles de su bolso y los ponía sobre la mesa y los arrastraba hasta colocarlos delante de mi. —Como vas a leer ahí, no se permiten fetiches relacionados con maltrato físico, no acepto que me peguen en ninguna parte de mi cuerpo y que realicen actos como quemar mi piel con sera, con algún látigo, tampoco se te permite hacerme marcas en el cuerpo, también hay que aclarar que debe de ser con protección absoluta —oí lo que decía mientras leía con cuidado lo que decía en la primera hoja, decía exactamente lo mismo solo que en la hoja estaba más explicado y argumentado.

—De todas formas sería incapaz de hacerle algo así a una chica —dije y levanté la mirada y ella me miraba.

—Es por...seguridad, algunos hombres tienen costumbres raras que conmigo no van a practicar —aseguró y yo asentí.

¿Cómo le decía a una puta que no quería acostarme con ella? Solo quería despejar un poco y olvidarme por un momento de Jieun y el daño que aún causaba a mi pobre corazón, pero capaz la rechazaba y se ofendía

—En la próxima página verás algunos escenarios que te pueden gustar. Tengo disfraces de enfermera, de policía, de profesora, también tengo de coneja, gata y... Puedes verlos ahí, a veces es un poco difícil recordar todo —me señaló con una uña esmaltada de blanco con puntos bastante bonita.

Miré la próxima página y estaba llena de ella con algunos disfraces, parecía una revista de moda porno, pero tampoco podía negar que era bastante entretenido verla a ella con esos tipos de disfraces. Sentí mis mejillas calentarse al verla vestida específicamente de coneja, traía una lencería reveladora de color blanco, un cinturón que hacía la función de sujetarle la cola esponjosa que se posicionaba sobre su trasero y unas bonitas, tiernas y sexys orejas de coneja.

No es que tuviera un fetiche con los conejos, me gustaban más los perros, pero verla así vestida despertó algo en mi, y no sabía si me gustaba del todo que me gustara verla vestida de esa manera.

—¿No te gustan los disfraces? No es necesario si no quieres ninguno, de todos modos esto es a gusto del cliente —mencionó.

—N-No es eso, es que... Es mi primera vez con algo así —y hablaba literalmente.

Ella me sonrió de manera condescendiente y estiró su mano para agarrar la mía, lo que me hizo mirarla y sentí que sudaba frío de momento.

—Tranquilo, entiendo que estés nervioso, pero supongo que debes confiar en mi —enseño sus dientes con su sonrisa y me quedé bobo.

Vale, Jungkook, debes de relajarte un poco.

—¿Seguimos? —asentí —En la próxima página encontrarás algunos juguetes, también son opcionales, y todos los puedes usar en mi, también hay un certificado de salud que asegura que estoy limpia de cualquier enfermedad sexual. Dentro de los juguetes también están algunos tipos de condones que tal vez te gustaría usar —todo mi cuerpo entró en tensión.

Ella hablaba tan tranquila, como si esto de lo que ella me estaba hablando fuera lo más normal del mundo. Y a lo mejor si que lo era para ella.

—Y en la próxima página están los precios —pasé la página, me hubiera sorprendido por los preciosos si no tuviera bolsillo para pagarlo, que no era el caso, porque gracias a Dios tenía una buena posición económica y podía pagarla perfectamente, pero debía de admitir que era bastante cara la chica —Baile sensual sin ningún tipo de acción sexual, cien mil wons, sexo oral, ya sea recíproco o no, aunque recíproco nunca lo he hecho, son doscientos mil wons, y sexo, este incluye los tipos de condones, y los juguetes, medio millón de wons, si pides el combo completo que incluye las tres cosas, es un millón de wons —decretó y preferí mirarla que mirar los papeles, ya ella lo explicaba bastante claro y breve —¿Y bien? —sonrió.

—B-Bueno, todo está bastante bien —sonreí nervioso y tomé de mi Americano para mojar mi garganta que parecía haberse quedado completamente seca.

Que hablara así tan normal de todo...esto, me ponía demasiado nervioso, la verdad.

—¿Entonces?

—Yo... —lo dudé, rascando mis manos y ella alzó una ceja en espera.

Lo que más tiempo dure, Jungkook, tal vez valga la pena pagar solo para hablar, supongo.





(•••)
Holas! Me tomé el tiempo de editar este capítulo que ya tenía en borradores porque quería subirlo.

La verdad es que me está gustando escribir esta historia y tengo bastantes cosas pensadas para la misma, pero el tiempo no me deja escribir aunque quiera. Pero bueno, aquí me tienen.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué opinan hasta ahora de Jungkook o de Sunhye?
Lxs leeré en comentarios.

Nos vemos :)

Lxs sarangheo

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