6
Naruto ni Shokugeki no Souma me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.
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Naruto observó la ventana viendo que lentamente la cuidad se acercaba a ellos, pronto aterrizarian nuevamente en Japón.
Habían pasado 22 días en Alemania conociendo aquel país histórico, siendo sincero a él le había gustado este viaje a Alemania y más al poder hablar el idioma.
Se habían quedado más días debido a que Rindō no quería irse de Alemania debido a que no había probado todos los dulces que tenían que ofrecerle.
"Hmmm~"
Naruto sintió un peso extra en su asiento mientras que observo para abajo donde Rindō dormía plácidamente respirando con suavidad.
Rindō enterró sus cabeza aún más en su cálida almohada oyendo con gran deleite y tranquilidad el palpitar de su corazón.
Ella lo tuvo difícil debido a su poco conocimiento en el idioma, pero no había sido demasido ya que ellos salieron juntos a conocer aquel país y él si hablaba alemán.
-Rindō, despierta, tienes que volver a tu asiento para el aterrizaje-Susurro Naruto mientras que la niña murmuraba.
-Cinco, no, cincuenta minutos mas-Murmuraba Rindō ya que ella estaba calentita al lado de su esposo, no quería cambiarlo por nada.
Rindō abrazo aún con más fuerza mientras que Naruto dejo salir un pequeño jadeo, ni siquiera Jason le había agarrado con esa fuerza en sus entrenamientos.
-*Tengo una idea*-Se pensó Naruto ya que sabía que despertarla normalmente era un suicidio.
Naruto con su dedo comenzó a molestar la nariz se Rindō quien la arrugó en protesta por ello.
Pero lentamente abrió sus ojos.
Rindō dio un bostezo mientras que Naruto no pudo evitar ver aquel bostezo como el de un gato y más si se tomaba en cuenta sus desarrollados colmillos.
Rindō era idéntico a tener un gato, lo único diferente era que a la muchacha odiaba el sol, ella y el sol eran como el agua y el aceite.
-Hmmmm~ ¿Donde estamos?-Murmuró la niña manteniendo uno solo de sus ojos abiertos.
-Llegando a Japón, debes ir a tu asiento, por las turbulencias-Hablo Naruto con suavidad mientras que observaba a la muchacha.
Rindō se acurrucó a más el mientras que tenia intentaba enterrar aún más su cabeza en el pecho de Naruto.
-No quiero, me duele todo el cuerpo, no quiero moverme-Se quejo infantilmente Rindō mientras que se negaba a irse.
Para la muchacha este asiento ya estaba caliente, para que irse a otro y volver a estar fría nuevamente, era estúpido, ella se negaba a irse.
Además ellos habían pagado 13 mil dólares americanos (Vease Naruto los pago) por cada asiento que ellos habían adquirido, Rindō veía muy estúpido que le apartaran de su esposo solo por el aterrizaje.
Ella había visitado muchos lugares en Alemania y comido mucha golosinas deliciosas, aunque no se comparaban con la comida de su esposo no estaban mal como bocadillo.
Había llamado a su madre y la misma había estado muy feliz al oír que su hija había capturado a su esposo ideal siguiendo su consejo, le había dicho que apenas tuviera tiempo conocería a su yerno.
-Oye, no lo hagas sonar como algo raro-Hablo Naruto mientras que Rindō le veía.
La razón detrás del dolor de cuerpo de Rindō era que ella se unió a sus entrenamientos hace 4 días apenas, la niña tenía 0% de condición física por lo que ahora sufría el efecto rebote del ejercicio.
Aunque el primer día Rindō parecía un dinosaurios con sus manos cerca de su pecho debido al dolor muscular que le generó le ejercicio.
A Naruto se le hizo lindo.
No que ella sufriera, estos días había comenzó a amar a Rindō más que por su cabello, era una hermosa muchacha juguetona y graciosa, sino se le hizo lindo ver que ella por más dolor el día siguiente hizo ejercicio tenue para evitar aflojar.
-Eeeeh~ Pero tomaste mis tobillos y abriste mis piernas hasta que hmffffff....-Hablo Rindō antes que Naruto rápidamente le tapara la boca con un sonrojo.
Naruto pudo sentir la mirada de la mujer del asiento a su lado quien le vio con los ojos abiertos.
Naruto para disminuir el dolor muscular había echo ejercicios de estiramiento junto a Rindō, debido a la poca flexibilidad de Rindō que no fuera en la cama el rubio decidió ayudarle.
El ejercicio era simpleme, ponías tus pies sobre las rodillas internas del compañero, lo tomabas por las manos y mientras abrías las piernas de tu compañero jalabas para adelante el torso.
Dolía.
Pero era uno de los mejores ejercicios.
-Como te dije, deja de decir ese tipo de cosas-Hablo con una ceja temblando Naruto al oír a Rindō dar información a medias.
Rindō bufo.
-Nadie tiene porque estar escuchando lo que hablamos nosotros, el que si, quiere decir que es un chismoso de segunda-Hablo Rindō en voz un poco alta para ser escuchada.
La mujer se ofendió.
Naruto en cambio solo suspiro mientras daba una pequeña sonrisa, Rindō era directa con lo que ella pensaba, si creías que eras una escoria te lo diría sin problema alguno.
Rindō observó a Naruto levantarse se su asiento como pudo mientras que se estiraba ya habiendo salido de su lugar.
-Jejeje~-Reía Rindō al sentir los musculosos brazos de su esposo tomarla com suavidad.
Naruto la alzó sin problema, Jason le había enseñado a como utilizar su fuerza al máximo, después de todo contra aquel bastardo americano cada gramo de fuerza era necesario para salir de sus llaves.
Alzar a Rindō era pan comido.
Naruto entonces giro con suavidad mientras que estilo princesa cargo a Rindō llevándola por el pasillo.
"¿Porque no me puedes cargar así?"
"Pesas una tonelada, con un taquito menos en el plato no te mueres de hambre"
Rindō sonrió y más al oír varios golpes provenientes de un lado, sonrió satisfecha ya que Naruto tenía un físico excepcional.
Las mujeres eran fantasiosas, querían que su hombre las pudiera cargar así, el problema era que no veían que los hombres no eran maquinas, regularmente las mujeres pesaban entre 50 y 65 kilos, era normal que los hombres no pudieran hacerlo o bueno, hombres que no tuvieran entrenamiento en fuerza.
Naruto la dejo suavemente en su asiento a pesar de sus quejas pero no hizo por donde revelarse ya que la había traído.
Grrrrrr.
El estómago se Rindō rugio en protesta ante no ingerir alimento estas 12 horas de vuelo.
La razon había sido que Rindō declaró que ella no comería la basura que vendían en los aviones incluso si era de "alta clase" por lo que se negó a comer, aunque antes de salir se había atiborrado de hamburguesas.
-Cuando aterrice el aviones y lleguemos, compraremos algo de comer-Hablo Naruto mientras que Rindō asintió felizmente.
Estos días ella le habia echo cocinar para ella, Rindō era como un agujero negro, aunque tenía una idea donde podía ir ese alimento.
-Dame un beso-Hablo Rindō mientras que evitaba a Naruto erguirse de donde la había depositado.
Naruto lo concedió.
El beso no suave y tranquilo mientras que Rindō le soltaba al terminarlo, observó a Naruto erguirse y dirigirse a su asiento.
"Es bueno tener un novio asi"
Una anciana hablo sonriendole con tranquilidad a Rindō desde su asiento a unos metros suyos.
-No es mi novio-Hablo Rindō negando ante aquello dicho por la mujer.
-¿No?-Pregunto la mujer al oír aquello, la juventud de hoy en día tenía demasiada libertad.
En sus tiempos tu te casabas con el hombre que besabas por primera vez, incluso ella fue así teniendo un bonito matrimonio de 45 años.
La juventud de hoy en día pisaba todo lo que una pareja significaba, se irrespetaban y se maltrataban a partes iguales, usaban sus cuerpos como templo de libertinaje.
Pero el hombre sin la mujer no valía nada y la mujer sin el hombre igualmente, ambos se necesitaban, por ello eran el Yin y el Yang, sin uno el otro no podría exisitir.
-Es mi esposo, llevamos 23 días de casados-Sonrio orgullosa Rindō enseñando su anillo de matrimonio a la mujer.
La mujer sonrió al ver que Rindō se pavoneo de su anillo, se alegraba ver que habían muchachos que todavía conservaban un poco de integridad.
-Felicidades-Sonrió la mujer mientras que Rindō asintió ante aquello también sonriendo.
Rindō observó el reloj notando que eran las 3 am, hoy comenzaban las clases en Totsuki por lo que debía asistir.
El discurso de ingreso no era importante, el problema yacía en su primera lección después de ello, debían asistir o serían expulsados.
Tiempo después.
7-C.
Erina Nakiri estaba viendo tranquilidad esperando sin problema a que su profesor viniera a impartir su clase.
Eso por el exterior.
En eo interior que encontraba asqueada, sus ojos fríos podían ser muestra de su total y completo desagrado, pero había una razón para su estado de ánimo o bueno, más bien dos.
1) Sōma Yukihira.
Ella pensó que se había desecho de aquel insolente niño, pero entonces lo vio presentarse y declarar que les pasaría por encima a todos, de verdad el ego de ese niño no conocía límites, pero por el momento no trataría con él, no era divertido cazar un tigre cuando aún es un cachorro.
2) Miradas.
Los estudiantes nuevos se comían su figura con lujuria, la sola mirada de ellos la hacía sentir sucia y manchada, ninguno de ellos siquiera tenía el derecho de alzarle a ver, mucho menos verle con esos asquerosos ojos lujuriosos.
La mujeres le veían con claros celos debido a su figura, si se concentrarán en su dieta no tendrían porque sentir celos de ella en lugar de comer cuanta comida basura se hallaran.
No había sido puesta con Hisako pero esto se debía a que pronto el numero de estudiantes comenzaria a bajar y los grupos se unirían por lo que Erina no tenía prisas ya que tarde o temprano estarían juntas este año.
-*Hmmmm me pregunto que se habrá echo Naru*-Se pensó Erina mientras que sus ojos fríos ganaban melancolía.
Su estado de ánimo se volvió melancólico al recordar a aquel niño, si tan solo pudiera verle.
Ella se disculparía.
Flasback
Plaf.
Erina jadeo mientras que su rostro se doblaba sintiendo el dolor agudo recorrer su rostro.
La inercia fue tal que ella cayó para atrás sentándose en el suelo, sus ojos grandes y lagrimosos vieron al frente con sorpresa.
Fríos.
Los ojos que ella nunca pensó que vería así ahí estaban, enviándole una mirada gélida sin compasión alguna.
La hizo sentir miedo.
-Erina no debiste decir eso, eres alguien peor que la basura, incluso si su platillo era feo te lo hizo con todo su amor-Hablo Naruto viéndole con enojo en su mirada.
Ella solo soltó un pequeño balido de miedo al seguir viendo esos ojos en él, sintió miedo del más puro, no por el golpe, sino porque no quería verlos en él.
PAM.
Ella no se movió incluso cuando un puño adulto se estrelló en contra del rostro de aquel niño quien dio un sonido de dolor.
"¡Que creed que le haces a Lady Erina!"
Los grandes ojos llenos de shock de la niña seguían abierto, incluso si veía al niño arrancar de un mordisco el dedo meñique de aquel hombre su mente no pudo registrarlo.
Él la odiaba.
Ella lo había perdido.
Fin del flashback.
Erina se estremeció abrazándose ligeramente, ese fue el último día que ella lo pudo ver nuevamente.
Después de ahí su padre le había negado todo contacto con todos, su padre sintió miedo que su lengua fuera afectada por alguno y desde ahí la encerró en su cuerpo hasta que su abuelito ganó la custodia.
Aquello había sido el sueño de sus pesadillas durante estos años, la sola idea que él la odiara llenaba su corazón de desesperación.
No quería eso.
Si tan solo pudiera cambiar aquello.
Flush.
Erina por instinto observó donde provino el sonido de la puerta abriéndose.
Entonces se congelo.
-N-No, e-eres un sueño-Hablo Erina mientras que observó con sus ojos abiertos.
Naruto entró al aula mientras que llevaba un traje de chef de color negro que había comprado hace unos meses atrás.
[Nota: Algo asi]
-¿Hmmm?-Naruto hizo un sonido ya que observo aquellas cocinas de última generación esparcidas por la zona de estudios de manera uniforme.
No se podia esperar menos.
Incluso el muchacho observó varios electrodomésticos que habían salido hace un par de meses, eso decía mucho de aquella escuela.
Pero bueno.
Era una de las mejores del mundo, siendo sincero consigo mismo Naruto se hubiera decepcionado si las cocinas no fueran de última generación.
Pero entonces vio unos ojos rosa púrpura.
Todos los estudiantes jadearon al ver a aquel muchacho nuevo acercarse a la 'Perra de hielo' tan tranquilamente.
¿Acaso no la conocía?
Todos sintieron lástima por aquel pobre bastardo ya que todos había escuchado hablar de aquella mujer y su temperamento.
Incluso algunos le hicieron señales pero fue en vano ya que no les vio centrándose en aquella mujer que estaba al casi frente suyo.
Erina trago grueso viendo con sus ojos llenos de sopresa al muchacho caminar a ella.
Ella iba a dar un paso para abrazarle y así saber que no había sido una ilusión, solo que la cocina le impedía hacerlo pero eso era momentáneo.
Naruto desvío su atención al ver la cocina a la derecha de Erina desocupada, estaba al lado de la ventana por lo que la tomaria.
-*Se ha vuelto una mujer hermosa*-Se pensó Naruto al ver a aquella pequeña petardo estar aquí.
Incluso el quería abrazarla, pero podía ver el temblor en los hombros de Erina, si la abrazaba ella lloraría como de niños y el maestro pronto vendría.
No quería arruinarle su primer día.
-*¿A-Acaso no me reconoce?*-Erina sintió un vacío en su estómago al ver que había pasado de largo de ella.
El corazón de Erina ganó pavor ante la idea que posiblemente la podía odiar por lo de hace varios años atrás.
-Espera a que termina lección, nos pondremos al día, te has vuelto una hermosa mujer, ¿Me darias el homor de tomar te conmigo?-Hablo Naruto mientras que sonreía a la muchacha.
Varios se burlaron ante ese pobre idiota volteando su mirada a Erina ya que esperaban ver una mirada fría y sin sentimientos.
Todos jadearon.
Erina intento poner su semblante serio pero había fracasado miserablemente luciendo lo que para muchos era un semblante adorablmente enojado.
Flush.
La puerta se abrió mientras que de ella pasaba sin problema un hombre que ya pintaba terminando sus 40 años.
Pero varios se paralizaron.
"Es el 'Señor de Okinawa', Paul Anh"
"E-El tiene 3 estrellas Michelín ganadas en Francia"
"S-Se dice que estuvo invicto 10 años"
Naruto alzó su ceja ante aquellos murmullos, estaba impresionado ya que Totsuki tenía pesos pesados con ellos.
El hombre era pelinegro, ojos cafés y su cabello ya pintaba algunas canas dando así un aire de experiencia.
El hombre dejó su portafolio mientras que se recogía sus mangas con suavidad y elegancia viendo a todos.
Erina hundió sus sentimientos tormentosos decidiendo que era mejor centrarse en el profesor al frente suyo.
Ella tendría el día pasa ello.
Varios se animaron al ver aquella sonrisa salir de aquel mítico profesor, pero no cambió Naruto se puso serio.
Esos ojos.
Esos ojos los veía como si fueran la más vil de las escorias, brillaban en asco y desagrado, este tipo aparentaba ser un amistoso hombre pero era todo lo contrario.
-Buenos días primero que nada, seré su profesor en 'Comida Gourmet', como ya sabrán algunos mi nombre es Paul Anh, soy coreano-nipon, pero eso ya es personal....-Hablo Paul con tranquilidad mientras que observaba a los 40 estudiantes en esta sala.
Varios asentian sonriendo, ellos habían escuchado que Totsuki era una de las escuelas más duras de Japón, pero en cambio este profesor decía todo lo contrario.
Paul dio media vuelta mientras que tomaba un marcador y con suavidad escribía en la pizarra de acrílico.
'Tema: Huevo o arroz (Elegible)'
Varios se vieron ya pasando la primer etapa, era tan fácil que podían hacerlo con los ojos cerrados.
En cambio Naruto y Erina se estremecieron al ver que tenían que lidiar con huevo en su primera lección.
Para comidas simples el huevo era fácil y sencillo, delicioso al preparlo, pero para comidas tipo Gourmet el huevo era un material difícil de tratar debido a lo delicado que era su yema, un solo error y tendrían que iniciar de nuevo.
-Te doy un intento hacerlo-Hablo el hombre sonriendo con carisma ante ellos.
Todos se congelaron.
-Pe-Pero no po-podremos hacerlo-Hablo uno de ellos viendo al amable hombre, tal vez podían convencerlo de aumentar el número de intentos.
-En la comida Gourmet lidiaran con clientes el más alto prestigio, reyes y reinas de países, empresario con miles de millones en sus cuentas y uno que otro mendigo que se cole, para ellos el tiempo es dinero y que estén en su restaurante quiere decir que pierden dinero con ustedes, por ello desde el principio deberán hacer todo perfecto y que salga al primer intento, ya que quiere decir que les estan dando la oporunidad de perder el tiempo con ustedes...-Hablo Paul con tranquilidad viendo a todos y cambiando su semblante.
Frío.
Varios se estremecieron al ver aquella cara en el rostro de su profesor quienes le veía directamente.
-Si no pueden hacer algo tan simple como un huevo y un simple arroz que puedo esperar de platillo mas complejos, además no dejare que críos de mierda machen mi nombre, así que aquel que no quiera cocinar huevo largo de mi vista, aquel que falle también se irá de Totsuki, pero aquel que decida venir y pasar mi prueba será bienvenido de aprender-Hablo Paul viendo a todos ellos mientras que se cruzaba de brazos.
-*Esto es interesante*-Sonrió Naruto ya que eso era lo que quería en sus estudios, poder aprender de los mejores.
-Ahora, tienen toda la clase para cocinar sea huevo o sea arroz tipo Gourmet, así que yo siendo ustedes me doy prisa, atras tienen los ingredientes, son gratis cualquiera que elijan-Hablo Paul mientras que ponía sus brazos en la espalda.
Casi todos los estudiantes se abalanzaron en busca de los más caros y finos ingredientes para su receta.
Naruto y Erina esperaron tranquilamente a que aquella marea de estudiantes disminuyera.
Erina observaba de reojo a Naruto mientras que se preguntaba que haría Naruto para pasar la prueba, ella tenía ya su platillo.
Naruto se debatía entre el arroz o el huevo, no sabían cuál elegir debido a que tenía varias recetas en su mente.
Hasta que una le vino a la misma.
Fue hace mucho tiempo, esperaba poder recordarla, era el platillo que su madre amaba hacer por lo que honraría su memoria fabricandole hoy.
Erina y Naruto se acercaron con suavidad a la mesa de ingredientes viendo que todavía habían bastantes.
Aquello sacó una sonrisa de Paul ya que eso se necesitaba en un chef, seguro y paciente, en ocasiones era mejor esperar que la tormenta pasara para actuar.
En medio de ese caos no podrían pensar bien la receta y les faltarían ingredientes a algunos, por lo que era mejor esperar ya que ellos no se quedarían sin ingredientes.
Y más al ver los ingredientes que ellos eligieron, un solo huevo era permitido, veria como actuarían.
Pero entonces su sonría se ensancho.
La razón había sido que Naruto movió su huevo con suavidad cerca de su oreja, el había especificados que huevo buenos fueran resueltos con huevo fértiles y ya dañados.
Eso era una escuela.
A la escuela se venía a aprender, como maestro el tenía que enseñarles a los sobrevivientes hoy que debían tener cuidado ya que no por elegir los mejores ingredientes podían ser los de mejor calidad.
-*Porque lo ha dejado*-Se pensó Erina al ver aue Naruto dejaba su huevo en el cartón y tomaba otro.
Entonces ella movió el suyo.
Glup.
Glup.
Erina abrió sus ojos horrorizada al ver que casi cocina un huevo malo, entonces observó a Paul sonreírle desde su asiento.
Sonrió de medio lado.
Ese viejo zorro.
Casi le tiende una trampa.
Tiempo después.
15 habían sido expulsados.
Se desglozaba asi:
8 por Paul al fallar miserablemente.
2 por haber estropeado la receta.
5 por los huevos dañados.
Los que habían pasado con 7 tenía muecas de miedo en su rostro ya que esta había sido la primer lección del día, no querían ya seguir estudiando.
Nadie había pasado con 10, Paul simplemente les dijo que sus platillo tipo Gourmet eran una basura pero al menos esa basura era comestible para los perros.
También les aclaró que algunos que dentro de 3 días cuando les tocaba con él nuevamente no sería tan bondadoso.
Ahora solo quedaba Naruto y Erina.
-Señorita Nakiri, espero que no use su influencia para intentar comprarme ya que sera en vano-Hablo Paul con tranquilidad para aclarar ello.
Erina entendió porque lo dijo.
-Cabe aclarar profesor que no soy ese tipo de insecto rastreros, si tengo algo que ganarme será por mi sudor y li cocina-Hablo Erina soltando un pequeño bufido al sentir la mirada de varios.
Erina dejo la charola al frente de Paul mientras que lentamente alzaba la tapa para que se dejara ver su contenido.
Un huevo frito.
-Hmmmm, ¿Te burlas de mi Erina Nakiri?-Pregunto Paul al ver el huevo frito al frente suyo, el pidió algo Gourmet.
Esto era todo menos Gourmet.
Aunque le daría 7 después de todo si lo había cocido bien podía tener buen sabor y al final de todo eso también importaba.
Erina entonces negó.
Nadie quiso burlarse de ella, pero vieron con claros celos a la muchacha, al ser la nieta del director podía hacer esa burla y salir impune.
-No me atrevería a gastar mi tiempo y el suyo en una burla infantil, como dijiste, el tiempo es dinero y mi tiempo es muy costoso, por favor siéntase libre de probar-Hablo Erina cruzandose de brazos viendo al Paul.
El hombre entonces decidió hacerlo.
Cogiendo el tenedor de plata Paul entonces revento la clara de huevo y el olor se desató.
Era suave.
Glup.
Pero le hizo tragar con anticipación.
Entonces decidió probar aquello, había cambiado totalmente de parecer cuando su nariz hizo que su estómago rugiera.
-*Mírame a mi Naru*-Se pensó Erina con una sonrisa satisfecha viendo de reojo a Naruto.
Naruto sonrió ya que aquel huevo lucía y olía delicioso, de verdad se había convertido en una chef maravillosa.
Paul entonces se llevo el tenedor a su boca mientras que probaba el huevo entregado por Erina.
Entonces su mundo explotó.
Paul sonrió mientras que parecía que se iba a derretir en su asiento al probar aquel delicioso huevo.
-Hmmmm~ Mango, maracuya, vino tinto y un toque de zumo de Coco helado, ¿Como se le ocurrió hacer esto?-Pregunto Paul ya que jamás imagino que Erina tuviera tal talento.
-Es una receta que vi de reojo en un libro de cocina, es una entrada satisfactoria debo añadir-Hablo Erina mientras que se alizo su cabello com satisfacción.
"E-Ese es el poder de los Nakiri"
"Increíble"
"Mira el señor Paul esta sonriendole"
A diferencia de la sonrisa de antes Paul le estaba sonriendo de corazón a tan talentosa chef.
-Delicioso, simplemente delicioso, hiciste todo bien, su sabor, su textura y incluso su apariencia, por ello un 10 es lo que te mereces-Hablo Paul mientras que tomaba su bolígrafo.
Erina Nakiri: 10.
Todos jadeaeom al ver que ella conseguía lo que aprecio imposible, en cambio Erina bufo regresando a su lugar, era lo normal.
-*Veamos de que estas echo*-Hablo Erina viendo la espada ancha y musculosa de Naruto.
Ganó un sonrojo.
Desde cuándo la espalda de Naruto era tan ancha y varonil, estos años había cambiado mucho, aunque ella no le desagradaba la idea.
-Mi recete es echa por mi familia, espero que sea de su agrado-Hablo Naruto mientras que tomaba la tapa y abría la misma.
Erina babeo.
Al darse cuenta de aquello se limpio la baba disimuladamente mientras que tragaba ante aquello, se sonrojó rogando porque nadie la hubiera observado.
-Es hermoso-Hablo Paul viendo aquella obra de arte, tuvo que resistir el sacar su celular y tomarle una foto.
Entonces tomo la cuchara mientras que partía un pequeño pedacito, observó con deleite como si fuera una cascada dorada la yema cayo suavemente.
Entonces lo ingreso a su boca.
-Dulce...-Susurro el hombre con sus ojos cerrados disfrutando el sabor tan delicioso de aquel plato.
Erina tenía envidia.
Su estómago ardía en ganas de probarlo, no era justo que solo el maestro pudiera tener algo así solo para el.
-Mi madre los cocinaba para mi, son dulces a diferencia del huevo ordinario, esto es un postre, su color rojo en que base de remolacha y se le inyecta diferentes tipo de sabores dulces para darle su sabor-Hablo Naruto con tranquilidad explicándole a su profesor un poco de la receta.
No quería que su receta se filtrara, después de todo había sido una invención de su madre hace varios años
Era su legado.
Todos lo estudiantes tenían su boca abierta al ver al profesor terminar los dos huevos el de Erina y el de Naruto.
El profesor entonces lanzó un suspiro de satisfacción al terminar ambas delicias en su mesa.
Naruto Uzumaki: 9.
Los demás observaron como aquel muchacho les había superado a ellos y estaba por debajo solamente de Erina.
Erina se cruzó brazos al ver que aquello echo por su am....por Naruto había ganado un simple nueve, fruncio el ceño ya que ese profesor debía estar mal.
-Mientras que uno me entregó una entrada, el otro me entregó un postre, me dejaron sin palabras muchachos, hace meses no probaba algo así-Hablo Paul ante sus dos estudiantes estrellas este año.
-Hmp solo hice mi trabajo/ Gracias-Hablaron Erina y Naruto al mismo tiempo mientras que Paul sonrió.
Harían buena pareja.
-Pero solo tengo una duda, pudiste ganar un 10 pero elegiste otra cosa, ¿Porque el color rojo?-Pregunto Paul ya que el huevo pudo haber sido incluso superior al de Erina.
Pero la remolacha.
No había sido un sabor extraño, pero estuvo ahí, como un pequeño y diminuto susurro, por ello se había ganado el 9.
-En la cultura china el rojo es el color de la alegría, la prosperidad y el éxito, es mi forma de demostrarle respeto a aquel que me confiara su conocimiento, no tengo nada que dar eh incluso así me has aceptado en tu cocina, mis padres me dijeron que debo aprender de todos y cada uno de los maestros que tuviera en mi vida...-Hablo Naruto ya que recordaba a su madre con cariño.
Todavía recordaba la sonrisa de felicidad que le había dado cuando el aceptó venir a Totsuki, ese día ella se había regodeado con sus clientes sobre aquel tema.
Naruto sacudió su cabeza ligeramente ya que estaba a punto de llorar si seguía pensando en su madre.
Paul tenía los ojos abiertos ligeramente al ver a aquel muchacho inclinar un poco su cuerpo en una pequeña reverencia.
Erina sonrió al ver al mismo Naruto de hace muchos años, la humildad de él fue lo que le dejó acercarse a ella
-Espero estar a su cuidado-Hablo Naruto mientras que se erguia nuevamente viendo a Paul.
Varios hicieron una mueca al ver que tenían un lamebotas en su aula, varios chasquearon su lengua con desagrado ante aquello.
-Serás un buen chef niño, siente orgullo de ello-Hablo Paul con aceptación ante aquella muestra de respetó.
Podía haberse equivocado en su juicio anterior.
Aquí tenía a dos que valían la pena.
Aunque arrogante Erina tenía el suficiente talento y experiencia para respaldar sus palabras, que hubiera destruido al 10° asiento antes de entrar siquiera a Totsuki decía mucho de ella.
En cambio Naruto era humilde y simple, aceptaba que todavía le faltaba mucho que mejorar y podía ver que tendría sus oídos abiertos para aceptar la educación.
Las dos caras de una misma moneda.
Diablos Paul no se extrañaría que se casaran en unos años si se llegaban a conocer mejor, la mirada de Erina sobre Naruto decía mucho.
Paul se abstuvo de expulsar a los restantes y dejar solo a Naruto y a Erina para centrar sus esfuerzos en ellos, esto no era su restaurante ya que de ser así solo ellos dos hubieran venido la siguiente lección.
Lo dejaría a criterio de los otros profesores.
Ring.
Ring.
Ring.
La Campana sonó marcando así el final de la primer lección de ellos, Paul decidió hablar con Senzaemon sobre esto ya que quería ofrecerle a Naruto o a Erina clases privadas pero necesitaba permiso del director.
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Fin del capítulo.
Sin mas que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.
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