15

-Dime.-Insistió apuntándola con la cuchara.

-No se de que estas hablando.-Habló con calma, tomando una cucharada de vainilla.-¿Qué te tengo que decir?.-Se llevó el gusto a la boca.

-No te hagas la idiota, lo que me ibas a decir adentro.-Llenó su pecho de aire, intentando adquirir algo mas de paciencia.-¿Qué era?.

-¿Adentro?.-Se hacia la desentendida con la cuchara dentro de la boca.

-Si, adentro.

Su paciencia estaba al borde de ser colmada, había estado alrededor de unos veinte minutos intentando hacer que la chica soltase algo, pero era imposible, ella era muy buena haciéndose la tonta y el era muy temperamental como para no desesperarse cuando ella no le hacia caso.

-¿Dónde?.-Busco alguna fresa dentro de su tazón de helado, ya se las había comido todas, echó un vistazo al tazón de su amigo.

-¡En la sala!.-Habló ya exasperado, elevando la voz.-¿Dónde más, idiota?

-Yo no recuerdo ninguna sala.-Con su cuchara, robó una fresa del helado del chico.

-¡Oh vamos!.-Gritó.-¡Deja de hacerte la tonta!, ¡dime que mierda me ibas a decir o...!

-¿O que?.-Desafío mirándole a los ojos. Con la cuchara sobre los labios.-¿Me arrojarás a la piscina de nuevo?.

Abrió la boca para responder pero no supo exactamente qué decir, arrojarla a la piscina era lo único que podía hacer ya que golpearla no era una opción pero, igualmente, no la arrojaría al agua nuevamente, ya había visto como reaccionó esa tarde y no estaba dispuesto a que le haga la ley del hielo nuevamente.

-Ya te pedí perdón por eso.-Murmuró.

-Con lo de hoy te atribuiste la victoria numero doscientos sesenta y tres de kid sobre (Tn).-Respondió mirando al fondo del agua con cierta tristeza filtrándose en su tono de voz , volteó ligeramente el rostro hacía él y le dio un leve puñetazo en el hombro.-Creí que esos tiempos de hacerme la vida un poco mas difícil ya habían quedado atrás.-Se arrimó un poco más a él, recostó su cabeza sobre su hombro.-Pero acepto sus disculpas, no puedo enojarme con usted, capitán.

Una leve sonrisa se dibujo en sus labios, miró su tazón, era algo así como su vida.

Un poco de fresas con crema, un gusto que le gustaba pero no comía con regularidad, claro, dulce, azucarado y con destellos rosados. Por otro lado, una montaña de oscuro, amargo y un poco derretido chocolate, con ese sabor tan cotidiano, tan común, al cual ya estaba muy acostumbrado.

Y en el centro, un hueco donde solía estar la fresa que (Tn) le había robado.

¿Qué era eso que le faltaba?, ¿Qué era eso que necesitaba para que se equilibrara ese tazón?.

¿Debía primero comer todo el chocolate y luego contrarrestar la amargura con las fresas con crema?, O, ¿Debía comer el de fresas antes de que se derritiera al igual que el de chocolate?.

Uno ya estaba arruinado, ¿Arruinaría al otro también?.

Tal vez debía mezclar ambos gustos y comerlo así, como estaba, sin distinguir uno del otro.

Podía decirle a (Tn) que le gustaba, podía confesarle sus sentimientos, después de todo, ¿Qué mas podía perder? A esa corta edad, ya habia perdido casalas personas mas importantes de su vida, ¿Qué mas daba si se iba una más?.

Podía hacer eso o podía seguir revolcándose en su amargura y verla así de dulce y radiante durante el resto de su vida sin poder hacer nada el respecto hasta que ella encontrase a alguien que valiera mas la pena que él.

Después de todo, (Tn) no querría salir con alguien que fue tan malvado con ella en el pasado, ¿O si?, es decir, la había tratado como la mierda y la había hecho llorar en mas de una ocasión, incluso la había humillado alguna que otra vez frente al resto de la escuela. No era seguro para él saber si esas heridas ya habían sanado, ¿Que tal si en el fondo aún siente algo de rencor hacia él?, ¿Que tal si el único motivo por el que ella seguía manteniendo relación con él era porque le convenía eso que tenerlo en su contra?.

Optó por comer primero el chocolate. Nunca había sentido su sabor favorito tan amargo, nunca le había costado tanto bajar helado por su garganta.

Comió una cucharada y dejó a un lado el tazón, se le había ido el apetito.

-Perdona por ser malo contigo.-Masculló sin pensarlo, era mas un pensamiento que algo que quisiera manifestar.

Ella continuó moviendo sus pies bajo el agua, ambos se encontraban sentados en el borde la piscina, con los pies colgando dentro del esta.

-Está bien.-Respondió casi por instinto, con la voz suave y baja, absorta también en sus propias inseguridades.-No hay cuidado.

-Te quiero.-Soltó estirando su brazo y abrazándola por el hombro.

-Yo también te quiero, tonto.

El silencio se instaló entre los dos, querían acotar algo mas, querían ver hasta donde llegaban después de decirse un te quiero, parecía que se podía hablar, el ambiente se prestaba, era la primera vez en mucho tiempo que tenían la oportunidad de estar a solas, pero debido al miedo de volver la situación mas incomoda, ambos optaron por mantenerse callados.

-Podría pasar todo el verano en tu casa.-Comentó al cabo de un rato, enderezándose para poder continuar degustando su helado.

-Tu padre no te dejaría.

-Si, es cierto no me dejaría.-Respondió deshaciendo su sonrisa mientras miraba el agua.-Pero podría venir cada tanto.

-Que horrible que vivas tan lejos.

-Lo sé.-Bajó la mirada a sus pies.-Pero algún día tendré un trabajo y plata y podré alquilar un departamento aquí en la ciudad, volveremos a estar cerca y podremos volver a vernos todos los días, a toda hora.

-Volverán los desayunos fuera de horario.

-Las siestas bajo el árbol.

-Los jueves por la noche con los chicos en el techo...

Mientras los chicos rememoraban sus tiempos como vecinos y las diferentes actividades que solían hacer juntos mas a menudo, alguien los observaba a través de la ventana de la cocina, saboreando su gusto de helado favorito.

-¿Ese es el del incendio?.-Le preguntó a su hermano, llevándose a la boca una cucharada de sabayón.

El rubio aparto la mirada de la laptop para lanzarle una mirada ofendida a través de sus lentes por la manera en la que se refirió a Kid.

-Si.-Dijo al fin, devolvió sus ojos a la pantalla. Se veía sumamente concentrado en lo que leía.

-Y la otra, ¿Son familia?.

-No, es la niña que le gusta.

-Ya veo.-Se dejó la cuchara sobre los labios mientras los miraba, veía a Kid jugar con sus dedos al rededor de la taza y mirarla con aires de admiración mientras ella hablaba. La chica finalizó de hablar y aguardo su respuesta, este le respondió algo de manera rápida encogiéndose de hombros y conectó visualmente con ella.-Ahí la tienes.-Soltó por lo bajo.-Róbale un beso.-Kid tragó con fuerza y bajo la mirada a su tarro de helado, tomo una cucharada y se la llevó a la boca.-Cobarde.-Sentenció con una sonrisa.-Esta hasta la medula.-Volteó hacia Rosinante.-¿Me lo prestas?.

-No.-Respondió instantáneamente.

-Un fin de semana, vamos.-Cruzó de la ventana hasta la mesa y tomó asiento al lado de su hermano.-Deja que me lo lleve a Dressrosa unos días.

-¿Por qué tanto interés en Kid?.

-Me gusta su actitud y si voy a tener que ver al mocoso por el resto de mi vida en navidad mejor que forjemos una buena relación, ¿No crees?.
El rubio hizo a un lado la pc, se quitó las gafas y se cruzo de brazos, lo miró intrigado.
-¿Que tramas?.-Acusó con la voz firme.

-¿Qué?, ¿No puedo ser un buen tío?.

-Si vas a ser un buen tío, no elijas un favorito, Law también es parte de la familia ahora y si te llevas al pelirrojo también te llevas al pelinegro.

-De acuerdo, señora.-Se hizo hacia atrás en la silla.-Le daré amor a ambos retoños, no se preocupe.

Por la puerta ingresó (Tn) con los dos tarros de helado vacíos, le dedico una sonrisa a Doflamingo, quien la siguió con la mirada hasta el fregadero y se dispuso a lavar la losa.

-No te preocupes, yo lo hago luego.-Le Dijo Rosinante a (Tn) notando el cansancio en sus pequeños ojos.-Los chicos llevaron el Game Dial a la habitación de kid, ya están las camas ppreparadas, ve a descansar linda.

-Son solo dos tazones.-Dijo comenzando a lavarlos.-No demoro nada.

Rosinante y Doflamingo se miraron, sonrieron y continuaron con sus asuntos, el mayor miró hacia afuera, vio al pelirrojo mover los pies dentro de la pileta, con el rostro serio y la mirada perdida en el cielo.

-Buenas noches.-Saludó la niña con un beso en la mejilla, tomándolo por sorpresa.-Muchas gracias por el helado, estuvo delicioso.

-No ha sido nada pequeña.-Le dedicó una sonrisa nunca antes vista en él, al menos no por su hermano menor. Este ultimo abrió los ojos con sorpresa.

-Hasta mañana.-Dijo ahora dándole un beso en la mejilla al detective.

-Descansa princesa.

La niña desapareció por el pasillo y el menor volteó hacia su hermano. Este ultimo intentaba rescatar algo de helado bastante derretido del fondo de su tazón para llevárselo a la boca, una tenue sonrisa aún se mantenía dibujada en sus labios.

-Serias buen padre.-Comentó viéndolo con una sonrisa.

-Lo sé.-Suspiró, se llevó la cucharada a la boca y antes de llegar a sus labios unas gotas cayeron sobre su camiseta. Se metió la cuchara y alargó la mano para tomar una servilleta y limpiarse.-Pero es algo que lamentablemente nunca se me va a dar.

-No lo creo, si piensas...

-Mis hijos habrían sido con ella.-Interrumpió a su hermano.-Y esa oportunidad ya no esta disponible e incluso.-Se puso de pie.-Si lo estuviera, no me atrevería a tomarla.-Fue hasta el fregadero y comenzó a lavar su tazón.-Seria incoherente y peligroso dada la situación.-Dejo la pieza de porcelana junto la otra pieza mas pequeña que había lavado (Tn), dejó su cuchara en el escurridor, era la única cuchara grande entre todas esas cucharitas. Se detuvo a mirar eso con una sensación extraña en el pecho, como si le faltase algo. Y el sabía bien quien era.-Pero bueno.-Volteó hacia el rubio, quien lo miraba con cierta tristeza en su gesto.-Aún estoy a tiempo de ser tío.-Camino hacia la salida, en dirección al jardín.-El mejor tío.

-Si tan solo no fueras un imbécil.-Murmuró Rosinante devolviéndose a la computadora.

Mientras tanto, en el jardín, Kid continuaba viendo su reflejo en el agua deformarse a medida pasaba el tiempo.

Su mente era un torbellino con el nombre de (Tn), ¿Hasta cuando iba a tener que soportar esa tortura de tenerla junto a el pero no para el?.

Recordó haberla visto una mancha de chocolate en la comisura de sus labios, se dio una palmada en el rostro mentalmente, habría sido una buena oportunidad para robarle un beso.

-Maldita sea.-Pateó el agua salpicando unas cuantas gotas.

-¿Por qué esa cara campeón?.-Dijo el rubio entrando en escena, caminó hacia él con las manos en los bolsillos de su bermuda veraniega.

El pelirrojo ni se molestó en dirigirle la mirada, tampoco cambió de expresión, parecía no importarle nada en ese momento, su mente aun le recriminaba el no ser lo suficientemente osado como para confrontar a la chica que le gustaba.

-Hey mocoso, es de buenos modales responder cuando te hacen una pregunta.-Se paró a su lado, se quitó los zapatos y los dejó a un lado. Se sentó en el suelo y metió los pies dentro del agua al igual que el niño.-¿Que sucedió con la chica?.-Insistió ante el silencio del niño.-Se estaban riendo bastante, ¿Que sucedió en cuanto volteé como para que ahora traigas esa cara de culo?.

-Me acabas de hablar de modales y admites que me estabas espiando, ¿Espiar no es acaso de mala educación?.

-Si, lo es, pero no me importa.

Kid lo miró sonriente.

-Genial.-Murmuró desviando la mirada hacia el frente.

-¿Y bien?.-volvió a insistir dejando sus manos sobre el suelo, a cada lado de su cuerpo, utilizando los brazos como soporte para su espalda.

-No hay mucho que contar, ya lo viste.

-Si, te vi actuar como un idiota mientras la niña te hacia ojitos.-Kid frunció el ceño, ¿El hombre había notado algo que él no?.-Nunca has tratado con una mujer que no sea tu madre, ¿Cierto?.

El pelirrojo apretó los dientes.

-¿Por qué querría hacerlo?, las mujeres son complicadas.

-Oh cielos.-Rio.-Qué resentido.-suspiró.-¿Por qué complicadas?.

Había dado en el blanco, Kid no sabia que responder ante eso, realmente nunca había elaborado una opinión acerca de las mujeres, simplemente decía eso para evadir el tema referido a (Tn) y no tener que hablar sobre su cobardía.

-Pues...porque lo son.-Se justificó.

El rubio soltó una carcajada.

-Ah, niño.-Negó con la cabeza.-Los que hablan mal de las mujeres son como los mismos a los que no les gusta el vino. Ellas son una de las cosas mas hermosas que hay en el mundo, la primera obviamente es el vino pero eso no viene al caso, si dices que son complicadas es porque claramente no estas equipado con lo que se necesita para disfrutar de la compañía de una buena mujer.

-¿Y tu qué?, ¿Eres experto?.

-No, pero se como conseguir lo que quiero.-Lo miró y le dedicó una sonrisa cómplice.-Y si lo que quieres es que esos ojitos de cristal anden a tu lado, creo ser el indicado para ayudarte a conseguirla.

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