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La Omega pelirosa continuó agitando sus piecitos que no llegaban a tocar el piso mientras esperaba a su novia que se supone debería salir de su práctica en unos minutos.

Tenían programado para hoy una cita de estudio juntas ya que Jungeun tendría próximamente un exámen que presentar y Jinsoul es realmente buena con los números así que le explicaría a su novia en la biblioteca con calma, ya que Jungeun y los números no se llevan muy bien y su omega se estresa fácilmente, así que Jinsoul debe ser muy paciente y casi que debe usar manzanas para explicarle. Tenía alrededor de unos treinta minutos sólo agitando sus pies, sentada en aquél banco cerca del jardín de la escuela en espera de su alfa cuando alguien más se interpuso en su campo de visión, estuvo por reclamar pero al ver a una compañera de clases con quién se llevaba muy bien sólo sonrió a la más alta.

—Hola Jungeun, ¿cómo estás?—se sentó a su lado muy pegada a la más baja.—hace un tiempo que no hablamos.

—Hola Jane unnie, si, hace tiempo que no hablábamos... Estoy bien y estoy esperando a Soulie.—le explica ésto último sin que le haya pedido explicación alguna ante eso, la más alta frunció su ceño confusa.

—Disculpa, sé que desaparecí un buen tiempo pero ¿quién es Soulie? no tengo idea de quién es, no me suena ese hombre entre tus amigas.—negó con su cabeza sin saber exactamente quién podría ser, ya que solían pasar mucho tiempo juntas antes y la mayor conocía a todas sus amigas.

Jungeun pareció confundida al principio pero después agrandó sus ojos.

—Oh, es verdad que no conoces a Jinsoul.—soltó una risita, tan sólo nombrar a la mayor le hacía sonreír como boba.—Jinsoul es mi novia.—confesó felizmente, la adversa agrandó sus ojos impresionada.

—¡¿Novia?! ¿En qué momento sucedió eso, Kim?—preguntó todavía sorprendida, la pelirrosa sonrió desviando su mirada, sus pies se entrelazaron y se movían de adelante hacia atrás dulcemente.

—Hace ya un tiempo, meses...—contestó simple.

—¿Meses? ¿cuántos?—insiste en saber más de la relación de su amiga, le parecía ciertamente una locura, además de que pensó que Jungeun aún no tenía pareja.

—Hmm—se puso a pensar, contando con sus deditos hasta abrir sus ojitos en par.—¡ay! ¡hoy cumplimos ocho meses!—se puso de pie ansiosamente.

—¡¿Ocho meses?!—agrandó sus ojos nuevamente, rascando su nuca ligeramente.—yo en serio nunca llegué a imaginarlo, es que siempre fuiste muy… ¿exigente? ¿amargada? Obstinada, tengo más por decir pero tú cara me dice que haga silencio.—ríe ligeramente, volviendo a sentarse para después ver a la pelirrosa sentarse nuevamente con ella.

—Soulie me ha hecho sentir más suave y calmada, me gusta muchísimo.—murmura al mismo tiempo que juega con su prenda, un vestido precioso de un color azul celeste, precisamente se lo había puesto para llamar la atención de su novia sin recordar que cumplen ocho meses juntas.—Jinsoul llegó a mi vida de repente, ahora no me imagino vivir sin ella, es muy dulce, atenta, torpe, divertida y todo, es simplemente perfecta para mí.—suspira mientras observa a la mayor.—La amo.

—Wow.—solamente dijo eso, admirando lo que los ojos de la Omega mostraban.—Jungeun, estoy muy feliz por ti, de verdad… esa tal Jinsoul parece que enserio logra darte una felicidad enorme que nadie más podría.—codeó a la menor divertida viéndola sonreír ampliamente y asentir.—¿Te digo algo? sé que no es adecuado decirlo ahora pero siempre me gustaste, creí que algún día me atrevería a decírtelo e invitarte una cita pero mira ahora, alguien más lo logró primero y te ves muy bien con eso.

—Unnie.—Jungeun se mostró casi incrédula después de escucharla, jamás se hubiera imaginado que la mayor le dijera algo como eso.

—No tienes que decir nada Jungeun, además, fui yo quien se alejó primero y quizás era lo mejor, encontraste a tu alfa.—palmeó su hombro, sonriéndole puesto que en realidad no se sentía triste o enojada, al contrario de ello, muy feliz por la omega.

—Sí, fue muy cliché y tonto, pero Jinsoul me encontró primero y allí nos dimos cuenta de que nos pertenecemos… ¡es mi alfa! mi Soulie, se siente muy bien ésto.—mantuvo su sonrisa amplia, volteando a ver a la mayor para hacer su sonrisa más pequeña.—Lo siento Jane unnie, nunca imaginé que yo le gustara.

—No te preocupes, sigues siendo una chica hermosa pero ahora eres una omega linda con alfa, aunque veo que marca aún no tienes.—deslizó su mano cuidadosamente por el cuello de ésta, apartando su mano al verla sonrojada.

—Sí, Jinsoul y yo hablamos sobre eso a menudo, pronto estaremos listas para dar ese paso.—menciona, acercándose a la mayor para envolverla en sus brazos, aferrándose con cariño a ella.—gracias por no enojarte conmigo, realmente te extrañé todo éste tiempo unnie.

—¿Por qué tendría que haberme enojado contigo? en dado caso la que debería estarlo eres tú y por lo que veo no lo estás, así que gracias a ti por ser tan dulce siempre.—le devolvió el abrazo, apretándola contra sus brazos para besar su cabeza.—Espero que seas siempre muy feliz con ella, si te hace daño llámame.

La menor ríe y niega con su cabeza.

—Jinsoul jamás me hará daño.—asegura, ambas separándose para sonreír mutuamente.

—Me agradó hablar contigo Jungeun pero ya tengo que irme, esperaba que Jinsoul viniera para conocerla pero en otra ocasión será.—llevó una de sus manos a la cabeza de la pelirosa y le dejó unas tiernas palmadas ahí.—Adiós pequeña Kim.

—Hasta luego Jane unnie, cuídese.—le responde alzando su mano para despedirla mientras ésta desaparece, volviendo a quedarse sola en espera de la mayor.

Ahora sí qué empezaba a extrañar a su Soulie.

¿Dónde estaba? ya había pasado mucho tiempo y la mayor aún no había venido por ella al lugar donde acordaron verse, ¿la olvidó? ¿o se enojó antes con ella y no quiere verla? muchas preguntas de ese tipo comenzaron a llenar la cabecita de la pelirosa haciéndola dudar de sus acciones antes, podría ponerse incluso a llorar si era cierto que la mayor estuviera molesta con ella aunque ese sentimiento no tardó mucho tiempo puesto que unas manos la sorprendieron tapando sus ojitos y esa risita que le provocaba de todo se escuchó muy cerca de su oído haciéndola sonreír.

—¿Quién soy?—canturreó la rubia, sonriendo cuando escuchó a su novia reír muy ansiosa.

—¡La mejor novia del mundo entero!—con sus manos más pequeñas quitó las de su novia para girar aunque al intentar hacerlo la mayor no la dejó.

—¡No voltees Jungie! espera.—la devolvió a su lugar, la menor bufó pero se quedó esperando de esa forma obediente hasta que la mayor la dejara girar.—ya puedes ver amor.

Jungeun volteó ligeramente aún sentada en el banco para después jadear y extender sus manos para así agarrar el ramo de rosas de un color rojo completamente hermoso.

—Feliz ocho meses juntas, bebé.—sonríe ampliamente al verla abrazar su ramo de rosas con tanto cariño.

—Son hermosas, me encantan unnie… ¡feliz ocho meses Soulie!—exclamó la menor saltando sobre sus talones para después abalanzarse sobre ella, abrazándola con fuerza siendo correspondida por la rubia al instante.

Hasta que abruptamente Jinsoul la apartó con ambas manos, mirándola con el ceño ligeramente fruncido. Jungeun en cambio arqueó sus cejas preocupada y confundida, triste porque la mayor la había separado del abrazo, algo que generalmente no llega a suceder por lo que ese acto le pudo romper el corazón a la menor.

—¿Q-Qué pasó?—preguntó asustada de cómo reaccionó la mayor, triste y confusa.

—¿Por qué hueles así?—cuestionó con cierto tono de enojo haciendo una mueca acercándose para inclinarse sobre su pequeña omega y olisquear el cuerpo más bajo, gruñendo segundos después.—no me gusta, lo detesto.

La menor no supo qué responder en ese momento, se quedó confundida y decepcionada de sí misma sin saber porqué.

—¿a-a qué huelo? ¿no te gusta mi aroma? d-dijiste siempre que te gusta mucho...—murmuró apenada, mirando la mueca de desagrado que mantiene la mayor negando.

—Yo amo tu aroma.—le confirma, la menor estaba por preguntar pero Jinsoul suspiró para cruzar sus brazos.—Pero hueles a otro alfa Jungeun, y no es alguna de mis amigas o conocidos porque ese aroma no lo conozco.—menciona siempre con una expresión seria, realmente no tenía humor.

Entonces Jungeun agrandó sus ojos al caer en cuenta de la situación en la que se encuentra.

—¡ah! amor, es mi amiga Jane, ella es la única alfa con quién pasé el rato esperándote.—le explica, aún con su lindo ramo de Rosas dirige una mirada a la mayor para hacer un puchero ya que Jinsoul aún no se ve convencida.—unnie, es enserio. Sólo hablamos, y yo la abracé porque la extrañé, me abrazó ella después y supongo que me habré impregnado de su aroma… perdón Soulie.—bajó su cabeza con desaprobación de sus propias acciones, no le gusta que Jinsoul y ella discutan, estén lejos una de la otra por mucho tiempo y muchos tipos de cosas más de tal estilo.

—Bebé, no estoy molesta contigo así que no me pidas perdón.—la alta alfa con gorra de béisbol avanza para dejar su mochila en el banco y tomar el ramo de rosas para también dejarlo en el mismo.—es sólo que… creo que me provocó celos que tengas su aroma y no el mío.—sus manos viajan hasta posarse en las mejillas de la enrojecida más baja, ésta rápidamente sube sus manos hasta colocarlas sobre las de su novia.

—¡Márcame con el tuyo Soulie! y-y así tendré tu aroma encima.—le propone ciertamente tímida, en realidad por más tiempo que pasen juntas no es como que alguna vez se hayan marcado con sus aromas, a la menor le emociona ese hecho pues andaría con el aroma delicioso de su alfa encima.

Jinsoul se quedó un momento procesando todo, lo estuvo pensando mucho y eso a la menor le desanimó un poco tal vez pero sonrió en el momento que su mayor la acerca con posesión, abrazándola y ella misma aferrándose a la más pequeña liberando sus feromonas para poder impregnar de su olor a la menor. Durante el proceso de eso, la rubia se encargó de besar el precioso rostro de su novia, en sus mejillas, pómulos, frente, nariz, mentón y finalmente sus labios en donde más tiempo se quedó no sólo por el hecho de que adora besarla sino porque Jungeun exigía por medio de ruiditos guturales que le besara por más tiempo. Se separaron una vez que accidentalmente la menor pisó uno de los pies de la mayor haciéndola soltar un quejido bajo, ambas rieron ante ese hecho.

—Perdón, es que eres alta Soulie y tengo que ponerme de puntitas para alcanzarte bien.—la rubia sonríe tiernamente para inclinarse sobre la más baja y dejar un beso en su frente con cariño.

—Eres adorable, siempre lo he dicho y no importa lo gruñona que a veces seas porque me sigues pareciendo lo más tierno del mundo.—pellizca ligeramente una mejilla de la menor.

—¡No me tires de la mejilla Soulie! me duele.—se quejó entonces, observando la mirada divertida de la rubia sobre ella dándose cuenta de que lo había hecho con el propósito de hacerla quejarse.—¡no es justo! me quieres ver gruñir o gritar, no lo voy a hacer.—negó mientras cruzaba sus brazos.

—grrr.—emitió tal sonido a propósito también, besando su frente de nuevo para volver a colgar su mochila en su hombro y tomar el ramo de rosas.—vamos princesa, nos espera un rico picnic en el parque y no debemos tardar mucho, Wooyoung es capaz de comérselo todo si Sam no está para detenerlo.

—¿Un picnic?—cuestionó con una sonrisa, ya que no tenía idea de que la mayor había planeado una cita para ambas.—¿Pero y nuestra cita de estudio?

—Cariño, podemos estudiar mañana, todos los días estamos cumpliendo ocho lindos meses juntas ¿o sí?—inclinó su cabeza a un costado poniendo esa carita tierna que sólo ella puede hacer, sus cejas se arquean de una forma muy dulce y tierna por lo que la menor suelta una risita aferrándose al brazo de la más alta.

—Es verdad, hoy es nuestro aniversario número ocho y merecemos pasar un bonito día juntas.

Jinsoul guío a Jungeun al parque en dónde pasarían una bonita tarde en su cita-picnic extra cliché y romántico que ella misma había organizado debajo de un enorme árbol de flores de cerezo con una hermosa vista a la pequeña laguna dónde los patitos juegan.

Al llegar al dicho lugar la menor ríe en cuanto ve a su pequeño Janggeun correr y jugar con las mariposas persiguiendo a éstas, ladrando felizmente.

—¡Trajiste a Janggeun!—le exclamó ansiosamente a su novia quien asintió con una sonrisa.

—Le dije que mi hermano que lo trajera porque sé lo mucho que amas a tu cachorrito amor, es parte de nosotras.—suelta la mano de su novia para dejarla correr hacia el cachorro y tomarlo en brazos.

—Hola pequeño, mami Jinsoul organizó un bonito picinic para nosotros ¿estás feliz?—pregunta al cachorro como si éste le fuera a responder.

Jinsoul sólo sonrió ante la escena y se acercó a su hermano mayor para chocar cinco.—Gracias hermano, te debo una.

—Tienes suerte de que el cachorro me gruñía cada vez que quería comerme algo, todo está completo excepto la comida del animal ese.—señala al cachorro en brazos de la omega.

—No lo llames así.—le reprendió Jinsoul antes de que su novia lo escuchara, el menor la miró con incredulidad.

—¡Pero si es precisamente eso! Es un animal Jinsoul.—vuelve a señalar con ambas manos, Jungeun observa con ofensa y eso es suficiente para que Jinsoul desee abofetear a Wooyoung.

—Largo de aquí idiota, gracias y no vuelvas.—empujó con ambas manos a su familiar para echarlo lejos, sacudió sus manos y dirigió su mirada a la más baja que admiraba dulcemente el hermoso picnic hecho especialmente para ella.—Listo, podemos empezar con nuestra cita Jungie.

—Es tan lindo todo, realmente te amo Jinsoul.—agradeció y se acomodó dejando a Janggeun a un lado para servirle de su propio alimento.

—Y yo te amo a ti princesa.—se apoyó de sus manos para alcanzar a besar los labios de la menor dulcemente, rozando sus narices luego haciendo así un tierno beso esquimal.—Espérame un segundo, traje pan para darle de comer a los patitos pero antes...—tomó una fresa del tazón en donde estaban y bañó la mitad de ella en chocolate para llevarlo a la boca de su novia quien feliz la aceptó.—come bebé, regresaré rápidamente.

Jungeun asintió dejándola ir a alimentar los patos mientras tomaba en su mano otra fresa más para hacer el mismo procedimiento en el chocolate y comerla en espera de su novia. Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando escuchó un grito proveniente de su pareja por lo que tuvo que girar a ver qué sucedía.

—¡Jungeunie! ¡Los patos me persiguen!—exclamaba la alfa intentando apartar a todos los patos que la rodean al saber que ella tiene pan para todos.—¡Auch!

La menor ríe y niega con su cabeza, no había día en el que a su Jinsoul no le ocurra algo de éste estilo por lo que come su fresa mientras la observa divertida a la mayor luchar contra los patos, cuando finalmente logra salir del círculo de éstos la rubia corre y detrás de ella venían todos los patitos corriendo torpemente lo que hizo a la menor reír más fuerte ya que, incluso se parecen a su novia.

Decide sacar su teléfono y grabar lo que ocurre ya que le parece divertido y ciertamente tierno ver a su novia huir de los patitos que sólo quieren el pan que tiene en mano, sonríe hasta que ve a la rubia perder el equilibrio y caer dentro de la laguna seguidamente los patitos entran en busca del pan.

—¡Ay no! ¡Soulie!—gritó dejando su teléfono en la manta.—no otra vez.

Si, no era la primera vez que Jinsoul cae dentro de una laguna en éstos recién cumplidos ocho meses.






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