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,,𖥦 clumsy alpha.𝖼𖦹𝗆 ִֶָ 𔘓𓂃
    mini maratón 2/2 

Esa mañana Jinsoul despertó cuando soñaba que se estaba cayendo por lo que se despertó alarmada y toda agitada incorporándose en la cama tocando todas las partes de su cuerpo para comprobar que sí estaba despierta y no en el cielo porque en su sueño caía de una montaña muy alta y eso sin dudas la mataría por lo que pensó que ya estaba con Dios.

Al notar que sólo estaba en su cama y en su habitación sonrió bobamente al creerse lo de su sueño, estirándose y bostezando un poco mientras abría uno de sus ojos en el momento que su teléfono encendió la pantalla, gateó sobre la cama hasta llegar a la pequeña mesita de noche en donde su teléfono estaba, al ver el nombre "Jungie bebé (っ˘з(˘⌣˘ )" en grande en la pantalla y que ésta la estaba llamando sonrió en grande a punto de contestar pero aparentemente la llamada finalizó, se alarmó un poco pues su novia la había estado llamando y ella apenas estaba despertando.

Pero vamos, ¿una llamadita? sólo una no despertará la furia de su bebé Jungie. Una no, ¿pero trece llamadas? demonios, Jinsoul estaba jodida.

Inmediatamente intentó llamar a su novia pero en la pantalla nuevamente salía que Jungeun la estaba llamando por lo que no dudó en responder, no quería que su algodón de azúcar agrio estuviera molesta aunque, eso ya parecía ser inevitable.

—¿H-Hol…?

—¡TÚ, ALFA MALVADA Y TONTA!

R.I.P Jinsoul, hermanos.

—¡Te he llamado un montón de veces! ¿acaso olvidaste que hoy es nuestro día especial? ¡prometiste que hoy tendríamos una cita y ni quiera los buenos días me has dado!—se podía oír perfectamente la voz quejona de su novia, vaya, jamás hubiera esperado que Kim Jungeun aún la soportara después de haberle tirado su almuerzo encima en la primera semana como novias, o después de que accidentalmente Jinsoul dejase caer la maqueta de estudio más importante de la menor hasta romperla lo que provocó que la omega terminara reprobando, eso incluye también esa vez que estaban cumpliendo con trabajo extra en la escuela pintando paredes ¿qué pasó? bueno Jinsoul terminó con la nariz roja y Jungeun bañada en pintura verde, sí, por culpa de la alfa.

Honestamente, Jinsoul no entiende cómo Jungeun aún sigue siendo su novia después del primer desastroso mes juntas.

—¡Jungie espera! Déjame explicarte, es que me quedé dormida.—es mejor ser honesta, aunque al oír el sonido de reproche que soltó su novia supo que mejor no hubiera dicho nada.

—¿Dormida? ah, ósea que mientras tú dormías yo si tuve que despertar temprano y ponerme lo más bonita que pude para verte pero resulta ser que no estabas en el lugar que tú misma acordaste a las diez.—Jinsoul no pudo evitar pegarse la palma de su mano contra la frente, ya sabía que venía a continuación y eso la haría sentir muy mal.—Jinsoul, son las doce, tengo dos horas esperando por ti y nunca apareciste.—escuchó un suspiro provenir del otro lado de la línea y la rubia saltó fuera de su cama.

—¡Jungie espera!

—¡Eso ya lo dijiste! 

La mayor volvió a cerrar sus ojos lamentándose el ser a veces demasiado idiota, de verdad.

—Bebé lo siento tanto, mi error de verdad, sé que debes sentirte horrible porque no llegué pero te prometo que si me esperas solo un poco más te sorprenderé, ¿si? ¿Puedes esperar un poco más por ésta alfa tonta?—suplicó, intentando quitarse con el pie la sábana que se quedó enredada con su pierna mientras daba saltos, al final, se cayó y el sonido del golpe hasta Jungeun lo había escuchado.—¡puta madre! ¡dolió!

—¡Jinsoul, palabrotas!—replicó la menor en la llamada, aún así luego pudo oír un ligero chillido al parecer preocupada.—¿estás bien, no? 

—Sí bebé, estoy bien.—ríe levemente, poniéndose de pie para patear la sábana y terminar golpeándose el pie contra la cama, aguantándose unas tremendas ganas de gritar más palabrotas que si su bebé oyera le lavaría la boca con jabón.

—Bien, no esperaré mucho así que es mejor que te apresures porque ya estoy enojada contigo.—dicho eso la omega quiso cortar la llamada seriamente.—te quiero Soulie, ven pronto que te extraño.—murmuró antes de cortar la llamada, Jinsoul sonrió bobamente por eso.

Sin más preámbulos la alfa corrió al baño para tomar una ducha rápida, decir que quizás se golpeó un par de veces más dentro del baño sería exagerar pero realmente no tuvo la mejor de las suertes ese día.

Usó el shampoo para jabonarse y el jabón en el cabello, pensar en Jungeun le ponía el mundo de cabeza pero no era la idea tampoco por lo que tuvo que bañarse nuevamente, cuando salió se tropezó con un zapato de su desordenado hermano Wooyoung y si hubiera tenido tiempo de enfrentarlo lo hubiera hecho pero no, no había tiempo que perder. Se arregló para estar bien presentable para Jungeun, tomó sus ahorros y salió de su habitación felizmente, besó la mejilla de su madre, abrazó a su padre y le dió un buen lepe a Wooyoung para cobrarse lo del zapato para salir de casa apresurada.

Ya saben, a veces hacer las cosas con rapidez no salen nada bien, y Jinsoul aprendió por las malas ese día.

Buscaba en todos lados una bendita floristería abierta para poder regalarle un buen ramos de lindas flores a su Jungie porque sabe que le gustan mucho, pero en la primera que entró estaban demasiado full, no era opción, la segunda dios santo, ¿de dónde venían las flores? ¿del funeral de Michael Jackson o qué? muy costosas y aunque su Jungeun era merecedora de cosas costosas, unas flores no.

Pudo comprar un lindo ramo pomposo de flores en una floristería un poco lejos del punto de encuentro pero bueno, por algo existen los transportes públicos pero debería agregar a su lista un auto para poder buscar a su novia en la puerta de su casa, sí.

Jinsoul iba realmente muy alegre de gastar parte de sus ahorros en un ramo hermoso de flores, bombones de chocolate y un collar para Jungeun con un bonito dije de una luna, sabía que le encantaría. 

Pero se trata de Jung Jinsol, y en algún momento corriendo a la parada del autobús se cayó la cajita con el collar para Jungeun, por suerte se dió cuenta antes de subir al bus y tuvo que regresarse y así ver qué una niña se estaba agachando para tomar la caja en manos, ahí la rubia se alteró demasiado.

No, por favor.

—¡No, no, no, no!—corrió hacia la niña, al llegar ambas se miraron a los ojos, Jinsoul no sabía cómo quitarle eso de sus pequeñas manos.—suelta.—intentó la primera vez, frunciendo su ceño al creer que fue muy dura.—eh… wacala.—menciona haciendo una mueca de asco para que la infante soltara el collar.—fuchi, caca, todo lo que sea malo pero suéltalo.—chilló ésta vez, haciendo un puchero.—a ver, escucha nena, eso que tienes ahí es mío, se me cayó pero lo necesito realmente y no puedo irme sin eso.—se colocó de cuclillas para poder intentar convencer a la menor de entregárselo.

—Es mío.—la pequeña de unos aproximados seis años responde, negando con su cabeza abrazando la caja con el collar.—Yo lo encontré, es mío.

—¡No es verdad! ¡eso es mío, yo lo compré!—respondió alterada la mayor, soltó un ruido frustrada por estar peleando con una niñita.—ya, bueno, ¿qué te gustaría obtener a cambio del collar?—cuestiona más calmada, la pequeña la mira y luego baja sus ojitos hacia los brazos de la alfa sonriendo ampliamente.

Demonios, los chocolates, claro.

—¡Las flores! te devuelvo el collar por las flores.—la pequeña menciona y eso causa que Jinsoul se paralice durante unos buenos segundos asimilando lo ingeniosa que había sido la más pequeña, lamentándose pues de verdad le había costado encontrar un ramo de flores digno para su novia y además, a Jungeun le hubiera gustado mucho.—¿Es un trato, señorita?

Descarada niña, ¿dónde está la madre de ésta mocosa?

—Bien.—gruñó en respuesta extendiendo su mano para recibir el collar, la pequeña sonrió y le dejó el collar en su mano para después ella misma acercarse y quitarle el ramo de flores a Jinsoul abrazándolo, literalmente el ramo era mucho más grande que ella.—e-eran para mí novia.—el puchero de Jinsoul sólo se intensificó más.

—Fue un gusto hacer tratos con ustedes señorita.—sonrió la más pequeña, sacando una flor del ramo para dársela a Jinsoul.—tenga, puede darle ésta a su novia si quiere.

Jinsoul tomó la flor de mala gana y sonrió forzadamente ante la sonrisa victoriosa de la menor, se levantó y antes de irse sacó su lengua a la pequeña, corriendo para tomar el autobús que… ya no estaba.

Por un demonio, ¿cuántas cosas más le iban a suceder?

Ni modo, a la pobre Jinsoul le tocó correr como nunca lo había hecho en su vida ese día para poder llegar a tiempo antes de que la paciencia de su Jungie se fuera por el caño. 

Hablando de Jungeun, la pelirrosa se encontraba sentada en las afueras de un centro comercial específicamente en el borde de la fuente de agua con un puchero en sus labios, su cabeza gacha y sus manos entrelazadas con tristeza. Se supone que era su primera cita oficial con Jinsoul y estuvo demasiado emocionada toda la semana planificando su lindo outfit, su peinado, practicando sus sonrisas y miradas hacia su novia para que nunca le quitara la vista de encima pero después de casi ya tres horas su maquillaje no estaba Igual, honestamente había llorado un poco ante el pensamiento de que su novia se había olvidado de su día especial pero después de hablar con ella estaba dispuesta a esperar por Jinsoul el tiempo que fuera necesario.

Por eso fue una completa sorpresa para ella cuando sus ojos fueron cubiertos y una agitada voz detrás de ella se hacía presente, no pudo evitar sonreír y emocionarse al instante.

—¡alfa, viniste!—chilló felizmente saltando encima de su novia para abrazarla.

—Te dije que vendría bebé, y mira eso, estás preciosa Jungie.—se detuvo a mirar de pies a cabeza la fémina frente a ella, Jungeun sonrió con sus mejillas ligeramente rosas bajando su mirada unos segundos.

—¿De verdad?—sonríe, meciéndose de adelante hacia atrás en sus talones xon timidez, Jinsoul asintió efusivamente para después recordar lo que había traído para su novia, recogiendo los bombones y la cajita con el collar, además la única flor que pudo traer a su novia.

—Bueno, primero que nada traía un gran ramo de flores pero perdí tu collar casi al subir al autobús pero una niña lo tenía y esa mocosa no me lo quería devolver así que tuve que intercambiar tus flores por el collar, sólo me devolvió una, de paso perdí el autobús por su culpa y tuve que venir corriendo y yo…—se tuvo que detener, habló muy rápido y ya venía casi sin aire, mientras tanto Jungeun procesó toda la información y sonrió contenta, volviendo a abrazar a su novia.

—¡Me encantan los chocolates! la flor está linda y el collar se ve precioso.—se colocó de puntas para poder colocar sus manos en ambas mejillas de su novia y mirarla con dulzura.—son muy lindos gestos Soulie, realmente sabes cómo ganarte mi perdón en segundos.—besa la mejilla de la más alta sonoramente para luego tomar la cajita con el collar y mirarlo más de cerca.—es una luna, me encanta, ¿podrías ponérmelo?—pregunta recibiendo un de inmediato asentimiento por parte de Jinsoul, lo sacó de su bonita cajita que asimilaba ser de cristal para dejarlo en manos de la mayor, giró sobre sus talones hasta darle la espalda y con su brazo levantó su cabello para que éste no le fuera a estorbar a su alfa al colocarle el collar.

Jinsoul sonrió embobada por el dulce aroma que desprende su bebé rosita, poniendo el collar en ella para después mirar con ternura como la pelirrosa bajaba su mirada intentando ver cómo le quedaba el collar, soltando una risita en cuanto escucha a la menor mencionar que era perfecto.

El resto de su cita digamos que fue casi un éxito, digo, pues el hecho de que los chocolates terminaran en el suelo en lugar de sus bocas no lo hacía la mejor de todas, ni mucho menos que Jinsoul le haya casi dado una bofetada a Jungeun porque justamente cuando la menor fue a oler la flor una abeja estaba en la misma lo que ocasionó el pánico de la rubia, gracias al cielo su mano sólo golpeó la de su novia hasta tirar la flor lejos ya que no quería que su linda novia fuese picada por una, así que básicamente la salvó pero le costó muchos pastelitos recuperar la sonrisa de su novia.

Después de allí si todo logró hacerse con paz y tranquilidad, ambas disfrutando de la presencia de la otra y su tiempo a solas. Jungeun no podía estar más feliz de lo que ya estaba y todo era gracias al esfuerzo de Jinsoul en hacerla reír o sufrir los llamados "gay panic" cada que la mayor actuaba como una novia que tenía desde hace años, conociendo perfectamente sus gustos y disgustos que le gustaba la forma en que nuevos apodos surgían mediante la salida.

No fue hasta la hora de cenar que Jinsoul volvió a cometer alguna de sus Jinsoulradas, aventuradas, lo mismo.

Un pequeño resumen; fueron a un restaurante, Jinsoul gastó todos sus ahorros en una reservación en ese lugar para darle lo mejor a su omega y se sintió premiada al ver todas las reacciones de la adversa gustosa de la sorpresa que su alfa le había dado. Poco después de entrar leyeron la carta del menú y pidieron su comida, estaban sumergidas una a la otra, amándose, riendo juntas y disfrutando de su linda velada que ninguna se dió cuenta del momento en que Jinsoul golpeó la mesa con su rodilla y ocasionó que la vela aromática encendida cayera y agarrara candela inmediatamente el mantel de la mesa, tanto ella como Jungeun se alertaron y pidieron ayuda pero en general fue un desastre, sobretodo porque apagaron el fuego tirándoles agua encima y tuvo que aguantar más de una hora de llanto de su amada omega.

Según Jinsoul su cita había sido completamente arruinada pero para su sorpresa, al dejar a Jungeun frente al taxi que la llevaría directamente a su casa, de confianza por supuesto, la menor mencionó lo divertido que había sido pasar el día con ella y que jamás olvidaría su cita increíble, porque parecía realmente increíble al oír la historia, pero sí, había sucedido.

Jinsoul probó al destino que no importan todos esos obstáculos que se le interpongan, ella hará feliz a su omega de cualquier forma mientras que Jungeun supo desde ese día más que todo a saber apreciar todo el esfuerzo que algunas personas hacen para estar con otras, además de eso, aceptó por completo que Jinsoul no tenía arreglo fácil pero que la sabría amar a su manera y vaya que sí lo hizo.

Su buen tiempo ya juntas lo confirma.

—Y eso, te dije que ese día sigue siendo muy especial para mí.—sonrió desordenando el cabello ya revuelto de su novia juguetonamente oyendo sus risitas, Dios, cómo adora cuando Jungeun está toda inofensiva como ahora.

—Para mi tambien fue un día muy especial, fue nuestra primera cita de muchas.—sonríe trepando el regazo de su novia para acomodarse y ponerse aún más cómoda.—Soulie, ¿podemos tener una cita?—hace esos lindos ojitos de cachorro mágicos.

—¿Hoy? por su puesto, lo que mi bebé quiere lo tiene.—su dedo índice aterriza en la puntita de la nariz de su novia provocando otra melodiosa risita de ella.

—Me gusta tanto ser tu bebé Soul.—se acurrucó en el pecho de la adversa, frotando su mejilla en su pecho.—Estoy tan feliz y agradecida de que tú seas mi alfa y de poder estar contigo.

Jinsoul le sonrió levemente, asintiendo al mismo tiempo que acaricia su cabello con lentitud, dedicándole una dulce mirada amorosa.

—Te amo Kim Jungeun, mi omega bonita.

—Y yo te amo a ti Jinsoul, mi alfa valiente, divertida y extraordinaria.

No hace falta decir, pero sellaron sus dulces palabras con un beso adorable que luego, digamos que dejó de ser tan tierno…

Cosas de parejas, qué decirles.

Ay, lloro brillitos ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖
bueno, si pude actualizar la segunda parte así que soy feliz, espero no volver a sufrir un bloqueo así jamás, gracias por su paciencia ( ˘ ³˘)💕

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