O22
,,𖥦 clumsy alpha.𝖼𖦹𝗆 ִֶָ 𔘓𓂃
Si existía alguien que podía hacer el mayor berrinche de la historia por un beso, definitivamente se trataba de Jungeun.
Aquella pelirrosa no se rendía con facilidad cuando quería algo y menos si estaba en uno de esos días que si las cosas no salían como ella quería el planeta entero corría riesgos de explotar.
Ella volvió a abultar sus labios, tirando de la mano de aquella alfa nuevamente queriendo llamar su atención pero era difícil cuando Jinsoul estaba concentrada en algo más que no sea en ella.
-Jungeun ya basta, cuando termine te puedo dar todos los besitos que quieras pero ahora justamente, no puedo.-Jinsoul le habló con cierto tono de advertencia pero al mismo tiempo con suavidad, aún así eso no funciona para calmar a la Omega que suelta un quejido haciendo una trompita con sus labios.
-Pero Jinsoul, es solamente un besito lo que quiero. No vas a perder nada de tiempo.-su puchero se intensificó cuando su novia ni siquiera volteaba a mirarla.
-Ambas sabemos que no va a ser sólo un besito, eso se extenderá a una sesión de besos y luego querrás dormir una siesta conmigo, te conozco Kim.-responde, rompiendo la ilusión de su omega.
-Pero, Soulieee~
La pelirrosa entonces se metió entre los brazos de la mayor, misma que no puso nada de resistencia ya que de alguna forma le parecía adorable lo "necesitada" de atención que estaba, queriendo besos, abrazos y que le diga palabras bonitas, tan cuál como le había dicho minutos atrás cuando llegó para estudiar.
Jungeun es obstinada, y metiéndose entre los brazos de la mayor se acomoda en su regazo pegándose a ella como un chicle, abrazándola y frotando su mejilla en el pecho de la otra.
-¿No tienes tu celo, o si? andas demasiado chillona, digo, más de lo común.-cede un poco finalmente, rodeando a su novia con un brazo y ese hecho hizo sonreír a la pelirrosa, quien negó con su cabeza.
-No, aún faltan semanas para eso Soulie, sólo te extrañaba mucho y ahora que estamos juntas quiero toooda la atención que exista en el mundo, y todos tus besitos.-suelta con voz excesivamente aguda, no mentía, necesitaba los cariñitos amorosos de su amorcito o lloraría.
-Linda, muy bonita pero no, no ahora Jungie.-murmuró, usando un resaltador para marcar lo más importante de lo que estaba estudiando, pasando a la siguiente página mientras que la menor pasó de tener una sonrisa a nuevamente un puchero, con sus cejas hacia abajo triste.
-Jinsoul, sólo quiero un besito nada más.-repitió, como si al hacerlo Jinsoul accedería pero tras ver cómo nuevamente la rubia presta atención a la información del libro cruza sus brazos al mismo tiempo que su ceño se frunce.-no es justo, llevas toda la tarde estudiando lo mismo y no me quieres ni siquiera dirigir una mirada.
Jinsoul aún con su vista fija en el libro soltó una pequeña risa.
-Amor no seas tan exagerada, te veo cada vez que me lo pides.-murmura, resaltando nuevamente algo de suma importancia para su examen.
-¡No es cierto! tengo rato intentando hacer que me mires y no lo haces.-hizo una rabieta, sosteniendo con sus dos manos las mejillas de su novia.-un besito Soulie, sólo uno, por favor.-suplicó con sus ojitos, haciendo esa mirada mágica de "ojitos de cachorro"
La rubia bufó, no podía concentrarse si Jungeun seguía insistiendo por lo que ignoró por completo sus ojitos suplicantes para tomarla de las mejillas y plantar un beso en sus labios cortamente, separándose una vez que dió por hecho lo que quería su novia.
-Ya, listo, ¿contenta, amor?-preguntó con cierto tono que a la menor no le gustó, a pesar de que Jinsoul le había dado al final lo que estaba pidiendo con tanta insistencia no lo sintió bien, no sé sintió como lo esperaba.
-No.-respondió molesta ahora.-¿qué fue eso?
La adversa la miró con incredulidad.
-Un beso, lo que tú querías.-y que le respondiera así sólo empeoró las cosas.
-¡Eso no fue un beso! ni siquiera estuvo cerca de estarlo.-exclamó, ya era bastante evidente que estaba enojada y Jinsoul comenzaba a estarlo también.
-¡Ah! ¿si no fue un beso qué fue entonces?
-¡eso te pregunté yo primero!
Jinsoul cerró sus ojos con impaciencia y bufó frustrada, el examen que tendría era demasiado importante para ella por lo que prefirió tomar de la cintura a la menor y dejarla a un lado, bajandola de su regazo al punto de que Jungeun se sintió ofendida.
-¿Qué haces?-cuestionó una vez que la dejó sentada en el suelo justamente a su lado.
-No tengo tiempo para tus rabietas Jungeun, tengo que estudiar, tengo ésta prueba mañana y tú no haces nada más que distraerme.-exclama, había alzado un poco su voz y cuando se dió cuenta de eso volteó su cabeza hacia la menor, notando que Jungeun ahora hacía todo lo posible por aguantarse las lágrimas, gesto que causó que la mayor suspire con pesadez molesta consigo misma por la forma en qué la trató.-Jungie... yo, mi amor lo siento.
Buscó la mirada de su novia, la misma mordía su labio inferior con fuerza reprimiendo las ganas de soltar aquellas lágrimas que estaban por desbordarse de sus ojos camino hacia sus mejillas, la alfa empujó sus libros lejos y rápidamente rodeó el indefenso cuerpo de su novia entre sus brazos, sintiendo inmediatamente como ella se aferraba a su cuerpo también lo que la hizo sentir alivio de que ella no ponga resistencia ni huya.
No era la primera vez que Jinsoul y Jungeun tenían éste tipo de discusiones y malentendidos, desde hace unas semanas lo hacían con más frecuencia, específicamente desde que Jinsoul ingresó al equipo de béisbol y también que sus pruebas llovían cada semana. Jungeun le costaba asimilar que su novia poco a poco ya no tenía tiempo para ella, que sus largas tardes juntas ya no eran largas y que las horas que tenía para estar con ella se hacían cortas, muy reducidas para su gusto y eso le había afectado, le costaba controlar sus sentimientos cuando la rubia lograba pasar tiempo con ella a pesar de tener un montón de tareas por hacer esperándola.
Y aún así Jungeun se sentía una mal novia.
Jinsoul había aceptado dejarla venir a su casa aunque tuviera que estudiar para una prueba, lo mejor que podía haber hecho era no molestarla pero como siempre, ella y su omega necesitados de sus alfas no eran considerados.
Por ese motivo ahora lloraba casi desconsoladamente, pidiendo muchas veces disculpas a la mayor mientras se seguía aferrando como bebé a su madre, atrapando entre sus puños la camiseta holgada de la mayor para que no se le fuera a escapar sin terminar de escuchar todas sus sinceras disculpas.
-Jungie, mi amor... calma bebé, respira.-sobaba su espalda con delicadeza, sus cejas se fruncen hacia abajo con angustia por provocar que la menor acabe llorando, en parte, también es su culpa y lo sabe, sabía sobre las inquietudes de la pelirrosa y lo mucho que la extrañaba, debió ser menos dura con ella y ahora la tenía llorando como bebé mojando su camiseta con sus lágrimas.
Ambas tuvieron que esperar un buen rato hasta que el llanto incontrolable de la menor cesara, no había sido tampoco su culpa, todas sus inseguridades que se había estado guardando salieron a flote todas creando una sensación horrible que necesitaba dejar salir. Las dos se observaron con vergüenza y timidez luego de su absurda discusión, entre todas las anteriores, la más ridícula.
La pelirrosa sonó su garganta, a punto de hablar pero Jinsoul se adelantó, otra vez la tomó de sus mejillas pero ésta vez la besó de verdad, uniendo sus labios con parsimonia, con amor, con ansias. Besó a la menor más de una vez, juntó sus bocas por varios segundos, minutos, lo único que deseaba ahora era darle lo que merecía, lo que extrañaba, lo que anhelaba y que ella también necesitaba.
Al separarse ambas jadearon por la falta de aire que empezaba a hacerse presente, la mayor cerró sus ojos a la par que apoyaba su frente con la suya.
-Soy una tonta, perdóname Jungie.-lamentó, la pelirrosa formó un mohín con sus labios negando.
-¡Yo fui la tonta más tonta del mundo! debí haberte dejado tranquila estudiar, sé que es importante para ti ésta prueba y en lugar de apoyarte sólo te hice molestar.-murmuró, buscando una de las manos de su novia para apretarla entre sus dos manitos más pequeñas que las suyas, llenándola de besitos.-te prometo que ahora te dejaré estudiar tranquila Soulie.
-No, no, he estudiado todo el día, te he dejado de lado las últimas semanas y lamento tanto eso, aún sigo intentando comprender muchas cosas pero sé que aunque estemos juntas me extrañas.-con su mano libre pellizca suavemente una mejilla de la menor, besando la misma dulcemente después.-¿Qué te parece si ahora comenzamos esa sesión de besos que tanto te gustan?-alzó sus cejas bajo la mirada llena de ilusión de la omega en sus brazos, la misma mostró una sonrisa.
-¿De verdad? ¿podemos darnos muchos besos y no te va a molestar?-cuestiona al mismo tiempo que abraza el cuello de la rubia y deja un besito en ese mismo lugar, acurrucándose a su alfa con cariño frotando cabeza en el pecho de la más grande para impregnarse de su aroma, por su puesto que la ha estado extrañando mucho.
-Todos los que quieras, ahora tú eres toda mía y yo soy toda tuya.-sonríe, robando un besito de los labios ajenos para luego palmear el suelo a su lado pidiéndole que se moviera ahí, riendo al ver el puchero que colocó la otra y escuchar sus chillidos como los de un cachorrito triste.-es para poder recoger los libros.
-yo te ayudo a recogerlos después, ven, ven, dame muchos besos.-se acercó de nuevo a su novia y se abalanzó sobre ella, Jinsoul no puede evitar reír ante lo pegajosa que puede llegar a ser Jungeun cuando lo amerita, una faceta que muchos no logran ver, es afortunada de poder ver cada una de sus lindas facetas incluyendo esas en las cuales se hace difícil entenderla.
-Bien, bien... pero espero que luego no te pongas a decir que tienes pereza de recogerlos, no hay besos si no hay un trato.-arqueó una de sus cejas, rodeando la delgada cintura de la menor con sus brazos.
-¡Sí! ¡Trato! ¡bésame, bésame, bésame!-suplicó, haciendo puños con sus manos tirando de la ropa de la contraria, la rubia se quedó mirándola por unos segundos con una sonrisa felizmente antes de inclinarse y poder tomar con sus labios los suyos de nuevo, sintiendo como la Omega se deshacía en ligeros ronroneos al mismo tiempo que se relajaba por completo, era ese efecto de Jinsoul que obtiene cada vez que está entre sus brazos, que la besa o nada más la observa, Jungeun suele entrar en paz con ella.
No está de más decir que el resto de la tarde que pasaron juntas se basó en mimos, besos y acurrucarse en el sillón juntas aprovechando que la familia de la alfa no estaba para darse todo el amor cursi que tenían para la otra después de un tiempo que estaban juntas, pero básicamente separadas. Jinsoul esa tarde le prometió a Jungeun que haría hasta lo imposible por sacar tiempo para ella siempre y cuando sea honesta con ella y le diga cuándo se sienta mal, sola, en el olvido y deprimida, porque no quería que volvieran a tener una tonta discusión por algo que podían resolver ambas con charlar y unos buenos besitos, cómo pasó precisamente hoy.
Jamás se hubieran imaginado lo lejos que ya estaban desde que iniciaron su relación, lo mucho que ya habían avanzado y cómo se encuentran ahora, el deseo de la preciada marca en el cuello ya se hacía sentir en ellas aunque no lo querían mencionar para no presionar a la otra puesto que ni siquiera han logrado pasar el primer celo juntas a pesar de a veces compartir ciertas caricias tímidas y roces ligeramente íntimos, nada había pasado más lejos de eso, menos si Jungeun esperaba que Jinsoul diera el primer paso porque Jinsoul era cobarde para hacerlo primero, ella esperaba que la omega de hecho lo pidiera pero en el caso de Jungeun, pensaba que pedirlo directamente no era una opción.
En fin, así son ellas y mantienen una relación estable hasta ahora sin importar que sigan siendo inexpertas en varios ámbitos.
-¡Soulie, quita tú pie de ahí!-se quejó la menor cuando ambas estaban acostadas y envueltas con una manta abrigadita en el sillón viendo películas de Disney.
-¡Pero tú me dijiste que podía ponerlo ahí!-hizo un puchero.
-es que me pesa, estoy chiquita para ésto.-se removió hasta flexionar sus piernas y enredarlas en el torso de la mayor, ahora parecía una garrapata a ella.
-Eres una caprichosita.-ríe, dejándola pegarse de esa forma a ella, de todos modos le gustaba lo afectuosa que es Jungeun con ella.-no estás chiquita, eres una omega bonita y grande.
-que estoy chiquita.-picoteó los labios de la mayor hasta estar satisfecha, soltando un sonido agudo de felicidad apoyó su cabeza en el hombro de la otra.-soy tu bebé, ¿verdad?-cuestionó con voz aguda, esa que solo usaba con su novia, frotando su cabeza en el pecho de la mayor.-¿verdad, verdad?
-Sí Jungie, lo eres.-palmeó la cabeza de la menor, quien hizo un pequeño puchero emitiendo un sonido agudo de reproche.
-Pero dilo, llámame así.-pidió suavemente, cada que podía intentaba acurrucarse más a su novia.-por fis~
-Eres mi bebé.-ríe por cumplir el cometido de su novia, dejando un besito en sus labios la ayudó a acomodarse de mejor forma, mirando la película de nemo.
-Iugh, qué cursis.-la voz de Wooyoung se escuchó justo después de oír la puerta principal, detrás de él su novio San entraba con unas cuantas bolsas de compras, dándole un codazo al menor.
-Shhh, fuera de mi espacio de amor.-Jinsoul tiró un cojín en dirección a su hermano que recibió en la cabeza, San soltó una risita.
-Buen tiro Jindori.-felicitó, Jungeun hizo una mueca por el apodo que usó aquél Omega con su novia, mordiendo ligeramente el hombro de la mayor antes de ocultar su carita en ese espacio.
-Mi Soulie.
Jinsoul sólo sonrió, a Jungeun a veces le gustaba dejar marcas "de propiedad" como les decía Sooyoung, misma que le tenía suficientes a Jiwoo. A diferencia de Jinsoul, que para dejar su rastro en Jungeun la marcaba con su olor, gesto que a la menor le gustaba en demasía.
Porque al final de cuentas, se pertenecen.
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