O18
,,𖥦 clumsy alpha.𝖼𖦹𝗆 ִֶָ 𔘓𓂃
Sooyoung y Hyejoo llevan alrededor de quizás ya veinte minutos riéndose de la rubia quien mantiene sus brazos cruzados y observa con incredulidad a sus amigas cuando en lugar de ayudarla y llenarla de apoyo, sólo se ríen a carcajadas de su desgracia.
Porque sí, lo que empezó por ser una gran oportunidad de Jinsoul en entrar al club de música se convirtió en una desgracia total cuando al final se dió cuenta de que anotó su nombre para el club de béisbol unisex, y no al club de canto.
Y cuando fue toda alterada a contarles a sus amigas la recibieron dos alfas llena de gracia por la noticia, riéndose como un par de hienas o borrachas.
—Ya es suficiente, desde hace como media hora que podían haber dejado de reírse y ayudarme.—masculla harta de las risas incontrolables de ambas, incluso las podía ver llorar de tanto reír, sostener sus estómagos y cuando creía que se calmaban, Sooyoung y Hyejoo se miraban a las caras y rompían en carcajadas nuevamente.
—¡Por dios! e-es que no puedo dejar de reír… eso fue tan Jinsoul, definitivamente.—ríe de nuevo la menor, haciendo reír más a Sooyoung con el comentario y ocasionado que la rubia frunciera sus cejas.
—¿Ya pueden parar? den ideas para ver cómo hago ahora, intenté salir pero me dijeron que al club de canto ya no podría unirme, está completo, y creo que prefiero el béisbol al club de ajedrez.—hace una mueca, no le gustaba tal juego en absoluto.
Después de unos buenos minutos y más intentos fallidos de ambas chicas en dejar de reír, pudieron calmarse bajo la mirada de reproche de Jinsoul.
—Bien, bien, no te alteres, ¿por qué no te unes con nosotras al club de baile? Jungeun incluso se anotó en ese.—propone la menor de las tres, tomando seguidamente de su agua luego de reír tanto.
—¿Bromeas? la última vez que intenté bailar casi le saco un ojo a mi novia, ¿quieres perder tu ojo o tu nalga izquierda?—la señaló con su tenedor de plástico con el cual comía su ensalada de frutas.
—¿Qué? No.
—Entonces deja que el baile y yo nos mantengamos alejados si quieres que eso no pase.—sonrió para después volver a comer, Sooyoung continúa pensando una posible solución al gran problema de Jinsoul.
—Nada, no tienes opción, o es ajedrez, o es baile o te animas a intentar con el club de béisbol, yo creo que te deberías animar al menos a ir el primer día de entrenamiento, verás si te gusta o no. Aparte, no creo que todos los que se hayan anotado salieron de las panzas de sus madres bateando pelotas, habrán otros más como tú, aunque no sé si se unieron por cuenta propia o acabaron como tú.—se encogió de hombros con una sonrisa divertida, Hyejoo tapa su boca en un vago intento de no reír.
—Basta las dos, no es gracioso.—chilló, estampando su rostro contra la mesa tan fuerte que soltó un ruidito adolorido después de un largo silencio.
—No te puede ir mal, escuché que Bangchan, Hwang Hyunjin, Shin Ryujin y Jo Haseul son los mejores beisbolistas, podrías pedirle ayuda a alguno durante el entrenamiento, todos son muy amigables.—menciona Sooyoung nuevamente, acariciando el rubio cabello de su amiga intentando convencerla.
—No, pasaría más vergüenza de lo común, no sé jugar béisbol.—chilla otra vez, pero desde la mesa donde oculta su rostro por lo que su chillido quejoso se escuchó gracioso.
—Vamos Jinsoul, tú puedes hacerlo, es cuestión de probar a ver qué tal, quizás y hasta te sorprendas a ti misma, quién sabe.
La rubia bufó, corriendo su rostro hasta pegar su mejilla contra su brazo, haciendo un mohín con sus labios.
—Ya quisiera ser buena en algo, pero en deportes jamás.
Luego de un largo rato de charlas con ambas alfas la hora de descanso acabó, por lo que fue a su siguiente clase la cual comparte sólo con Chaewon, por ese motivo se sientan juntas en espera de la profesora.
La más baja sonríe divertida y luego golpea levemente el hombro de la rubia.
—Hey, escuché que te uniste al club de béisbol.—menciona, la alfa cerró sus ojos con poca paciencia, aún así asintió.
—No fue intencional, pero sí, ahora estoy dentro aunque no lo deseo, bueno… quizás deseo ser parte de algo pero sé que no pertenezco al mundo de los deportes.—hizo una mueca de nuevo, largando un suspiro pesado.
—¿Y porque entonces te uniste?—pregunta evidentemente confundida.
—Bueno, es que yo… digamos que no leí bien en dónde ubiqué mi nombre, si, eso fue.—se encogió de hombros, igualmente estaba empezando a aceptar su destino.
Uno en donde se imagina siendo la burla de todos porque ni levantar un bate pueda.
—Eso es muy Jinsoul de tu parte.—responde asintiendo con su cabeza, la rubia la imita.
—Tu novia dijo lo mismo.—ríe levemente.
—Y tú novia va a alterarse cuando sepa que usarás uniforme de béisbol.—sonríe y levanta sus cejas, a lo que Jinsoul más bien frunce sus cejas y la observa dudosa. Chaewon la miró incrédula por unos segundos pero al darse cuenta de que la mayor no había captado nada, rodó sus ojos con una sonrisa divertida.—unnie, significa que Jungeun va a babear porque te verá con uniforme de béisbol.
Jinsoul en lugar de entender finalmente, frunce más su ceño, acto que la hacía ver adorable a veces.
—¿Por qué iba a babear?
La Omega estrelló su libro contra la mesa cuando perdió la paciencia, mirando a la mayor con ganas de abrazar su cuello con las manos y ahorcarla.
—Jung Jinsoul, dios, tú a veces enserio.—resopló para volver a tomar todo con calma, estamos hablando de Jinsoul, tenía que haberlo visto venir.
Que Jinsoul no entienda las indirectas, eso también es muy Jinsoul de su parte.
—Primero, es un decir. No me refiero a que literalmente ella tenga que babear y segundo… ¡reacciona mujer! una chica en uniforme deportivo de béisbol, no me vayas a decir que soy una pervertida pero te he visto esas piernas unnie, te juro que te vas a ver extremadamente bien, e incluso sexy.—alza sus cejas con algo de sugerencia, la rubia intentó ocultar la sonrisa que surcó en sus labios.
—¿De verdad crees que me vería bien con ese uniforme?—pregunta, más bien para volver a oírla llenarla de halagos.
—No lo dudo, así que anímate Jinsoul unnie, no sé nada de béisbol pero te apoyaré.—alza sus puños en gesto de ánimo, la mayor sonríe y asiente ya que poco a poco sus amigas le iban animando a asistir y enfrentar la realidad, de que tendría que sobrevivir en ese club.
La única persona que aún no le motivaba de trataba de su pareja, aunque claro, eso es porque todavía no le ha dicho y es que ese día apenas la había llegado a ver, tenían todas las clases separadas y horas de almuerzo diferentes, se puede imaginar lo necesitada de atención y cariño que estará su Jungie apenas se vean a la salida.
Las siguientes horas transcurrieron lentísimas y fueron aburridas sin la presencia de alguna de sus amigas o su novia en las últimas dos clases, aún así compartía algunas sonrisas y palabras con sus compañeros los cuales no eran tan desagradables.
Cuando finalmente llega la última hora, apenas logra salir del salón siente un peso encima de su espalda, alguien le había saltado encima, y por el peso tanto como estatura y claro, el inigualable aroma, reconoció inmediatamente que se trataba de su pareja, su omega.
—¡Dios mío! ¡te extrañé demasiado Jinsoul unnie!—exclamó con la voz casi ahogada del entusiasmo por finalmente juntarse con su alfa, la rubia no puede evitar reír ante el comportamiento tierno de su chica, terminando por afirmar las piernas de la menor para llevarla sobre su espalda. La pelirrosa dejó caer sus brazos alrededor del cuello de su novia, llenando su mejilla de besitos extra cariñosos.—te amo, te amo, te amo y te extraño, te extraño, te extraño.—cantó entre cada beso haciendo que la más alta sonría bobamente mientras la llevaba en su espalda.
—Yo también te extrañé muchísimo Jungie, estaba por ir a buscarte pero debo admitir que me sorprendiste.—menciona a medida que va caminando pasando de largo las miradas extrañadas y curiosas de algunas personas, Jungeun en cambio les miraba con enojo, dándole miradas de advertencia o sacándole su lengua presumiendo que tenía a la mejor alfa del mundo.—Bebé.
—¿si, Soulie?—cuestiona, recibiendo una risa corta por parte de la rubia.
—Sabes, sé que estás sacando tu lengua a los demás, eso es algo infantil mi amor.—la pelirrosa formó un puchero con sus labios, emitiendo un ruidito tan cual como un cachorro hace cuando está triste.
—¿Me dijiste infantil, Jinsoul?—a pesar de ser una pregunta directa, su voz sonó desanimada, acto que hizo que en un abrir y cerrar de ojos Jungeun ya no estuviera sobre la espalda de su pareja cuando la mayor la bajó rápido pero con cuidado, volteando su cuerpo para quedar frente a frente.
—Jamás diría eso Jungie, eres tierna, muy tierna y no importa que a veces seas gruñona.
—¡Oye! yo n-
Jinsoul besó corta y rápidamente a su novia para interrumpir, separándose al momento que suelta una risa ligera siendo testigo de lo rápido que las mejillas de Jungeun se sonrojan.
—Te quiero así bebé.—toma entre sus manos las más pequeñas de Jungeun quien sonríe finalmente y asiente, dando un paso adelante.
—Y yo también te quiero así Soulie, me haces reír y estar más feliz desde que llegaste a mi vida, ¡por eso te amo!—saltó sobre ella nuevamente, sólo para abrazarla con fuerza, siendo correspondida inmediatamente.
—Ah, por cierto… creo que vas a tener una novia beisbolista.—rascó su nuca tímidamente luego de separarse, la pelirrosa la miró primeramente incrédula.—bueno, eso sí no soy taaan mala, entonces podré estar dentro del equipo.
—¿Estás hablando en serio?—agrandó sus ojos una vez mira a la rubia asentir efusivamente, ya parecía hasta emocionada con la idea.—¡Eso es grandioso pastelito!—brincó sobre sus propios talones, aplaudiendo un par de veces mientras soltaba chillidos.
Jinsoul se sonrojó un poco ante el adorable apodo que la menor suele usar con ella, ríe leve y asiente con timidez, jugando con las manos de su novia cuando las vuelve a tomar entre las suyas.
—Pensé que querías hacer música, ¿qué pasó con eso?—preguntó, entrelazando su mano con la más grande de la rubia mientras caminan juntas, no hacía falta hablar, iban a casa de Jungeun ya que básicamente Jinsoul se la pasa casi diariamente ahí.
—Ah, eso… bueno, digamos que tu novia, recalquemos que aún no supera su torpeza y cometió un tonto error.—se encogió de hombros, Jungeun ríe un poco pero frunce sus cejas, gesto que Jinsoul comprende porque no ha entendido.—bien.—bufa, inflando sus mejillas con vergüenza.—creí haberme anotado en la lista de música, pero en realidad, cuando fui al salón de música me echaron como perrito a la calle porque se dieron cuenta de que yo no estaba ahí.—hizo un puchero, oyendo a su novia reír durante unos cortos segundos.
—Ajá, entonces, ¿te anotaste en el club de béisbol?—pregunta, acariciando con su mano libre la mejilla de la mayor.
—Exactamente. Ah, que intelectual es mi bebé.—sonrió con orgullo.
La pelirrosa y más baja niega con su cabeza intentando ocultar tanto su sonrojo como su sonrisa ante el halago de su novia, apretando su mano alrededor del moflete de la rubia.
—Y tú eres adorable.
—No más que tú, Jungie.
Ambas caminaron a casa, charlando de las posibilidades de Jinsoul en entrar o no y a pesar de que ninguna conoce habilidades de la mayor en deportes, creen que quizás haya oportunidad ésta vez, pues se habla de la nueva Jung Jinsoul, la que ha hecho drásticos cambios desde que se ha defendido y a su novia también.
Lo primero que Jungeun hizo al llegar a casa fue buscar ideas de cómo apoyar al cien por ciento a su novia en ésta nueva etapa de su vida, en la que intentaría hacer algo que generalmente no suele hacer y ella, estaba tan feliz de verla tomar iniciativas en hacerlo.
Por lo que, si tenía que usar pompones y gritar el nombre de su novia a todo volumen, lo haría.
hola (灬º‿º灬)♡
por favor díganme que no soy la única que se imagina a Jinsoul con uniforme de béisbol que se debe de ver ✨DIVINA ✨
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