O13

,𖥦 clumsy alpha.𝖼𖦹𝗆 ִֶָ 𔘓𓂃
       mini maratón 2/2

⚠️ leve contenido sexual, soy un asco en esto 😭

—¡Auch! ¡Amor eso duele!.

—¡No seas chillona Soulie!

La menor apretó de nuevo su cabello, intentando recogerlo perfectamente haciendo quejar de nuevo a la rubia.

—Jungie, me estás jalando el cabello...

—¡Uhg! ¡Nunca me dejas hacerte nada!.—se quejó ésta vez la pelirosa, terminando de atar su cabello, bufando cuándo no quedo igual al otro lado.—¡Ves! quedaste horrible, peor que la foto de Jiwoo pelona que editó Chaewon.

—Pelona voy a quedar yo si sigo dejando que juegues a la peluquería conmigo.—se observó al espejo aunque su novia estuviera ofendida, sonriendo a pesar del dolor.—me veo graciosa bebé, una coleta está más arriba que la otra, me parezco a Yerim.

—¿Esa chica? ¿la que me empujó?.—recordó, la mayor rodó sus ojos divertida para asentir con su cabeza.—ah, bueno, pero tú eres más linda.

—Yerim también lo es.—confiesa inconcientemente mientras se miraba al espejo, agrandando sus ojos al darse cuenta.—¡No más que tú!, mi bella princesa.

—Ajá...—arqueó su ceja, luego sonriendo al mostrarle una foto en su teléfono.—Jinnie, ¿te podemos pintar el cabello así?.—pregunta, la imágen es de Pinterest de una chica con el cabello entre azul y negro.—te verías más sexy de lo que ya eres.

—¿Disculpa?.—volteó sorprendida hacia su novia sonrojada.

—N-Nada...—negó rápidamente, desviando su mirada por unos segundos.—¿entonces sí?.

—No lo sé, ¿no te gusta cómo me veo ahora?.—preguntó preocupada de su propio aspecto, la menor se apresuró a negar y besar cortamente sus labios.

—Te ves hermosa Jinsoul unnie, muy bonita.—se sentó sobre sus piernas, besando sonoramente su mejilla.—sólo te proponía un cambio de look, yo tenía el cabello rubio y luego a castañito, ahora es rosa y me gusta así, lo mantendré así por más tiempo aún.—mencionó, alisando con sus deditos su cabello.

—Bueno, creo que no me vendría mal, pero eso está en un veremos.—rodeó la cintura de la pelirosa con su brazo, ahora ella besando su mejilla.—bueno, ahora que suspendieron las clases por tormenta, ¿qué quieres hacer?.

No hace mucho que se habían levantado para ir a las clases, cuando se estaban arreglando les llegó el comunicado de que no habrían clases por la tormenta que les dio la bienvenida esa mañana después de un estruendoso trueno que asustó a Janggeun y Jungeun, las chicas terminaron frente a la peinadora con la menor torturando a su novia haciendo peinados a su rubio cabello.

—bueno, creo que primero ante todo tomar un baño para estar más fresca.—se encoge de hombros, sintiendo como la mayor la hacía levantarse y a su mismo tiempo ella también se levantaba, no comprendió hasta que la vio alzarse la camiseta de su pijama con indicios de desvestirse, se sonrojó inmediatamente.—J-Jinsoul...

la camiseta se alzó hasta su cuello, mirando a la menor que vio su piel descubierta y su sostén por unos segundos para luego desviar su mirada avergonzada lejos.

—¿Qué? Creí que habías dicho sobre tomar un baño.—se explicó rápidamente, sin entender.

—Pero no juntas...—sus mejillas se enrojecieron aún más, la mayor cayó en cuenta de su error y rápidamente bajó su camiseta de nuevo a su lugar.

—Uy, perdón Jungie, yo pensaba...—negó con su cabeza rápidamente.—cuando estemos listas podremos bañarnos juntas, mientras ve tú primero amor.—sus mejillas también se sonrojaron un poco por la vergüenza.

—S-Sí.—asintió, casi por desvestirse pero mirándola de nuevo.—¿me vas a mirar...?

—Bueno, tengo ojos por algo.—respondió.—igual, soy tu novia, algún día tocaría ver.—se encoge de hombros sonriendo divertida.

—Soulie no veas, tápate.—cruzó sus brazos, haciendo un puchero.

—Tápate tú, puedes tranquilamente desvestirte en el baño.—cruza también sus brazos o bueno, lo intentó, arqueardo una ceja.

—Pero siempre lo hago aquí.—murmura.

—Entonces tendrás que aguantar mi mirada, tengo curiosidad bebé, no te prometo no ver nada.—alzó una mano en gesto de rendición.—ya, me daré la vuelta entonces.—ríe por la mirada suplicante de su novia en que no la viera y así lo hizo, mirando hacia la pared mientras Jungeun se desviste rápidamente, quedando sólo en ropa interior.

—No veas aún, espera.—murmuró, corriendo en ropa interior hacia la peinadora para tomar una goma para el cabello y así poder recogerlo, Jinsoul miró un poco y rápidamente, sonriendo al ver a su novia de espaldas a ella y su tierna ropa interior de color azul celeste y pastel, volteó de nuevo para que no la descubriera y por suerte no fue así, Jungeun se hizo un moño en la cabeza y corrió chillando hacia el baño de su habitación cerrando la puerta, cuando escuchó la puerta cerrarse la rubia rió y se recostó sobre la cama.

Tal vez no había visto demasiado, pero el color de su piel, sus lindas curvas, su trasero incluso se veía adorable, tapó su rostro sonrojada pero alegre, se sentía bien haber visto tan sólo un poco y con eso se sentía satisfecha, no había necesidad de ir más allá, había matado su curiosidad entonces.

Mientras su novia tomaba un baño ella estuvo usando  teléfono mirando vídeos o en instagram, estuvo entretenida hasta que escuchó el llamado de su novia desde el baño, creyó que sólo era ella misma y su consciencia pero al levantarse y acercarse a la puerta pudo oírla de nuevo, abrió la puerta lentamente y asomó su cabeza.

—¿me estás llamando?.—preguntó, mirando como la pelirosa esconde su cuerpo detrás de la puerta corrediza que para colmo, era transparentosa con diseños de flores, no pudo evitar no dirigir su mirada ahí.

—¡Soulie!.—le llamó la atención, asomando su cabeza igualmente.

—¡Ya! perdón, perdón, estaba mirando las flores.—explicó, desviando su mirada hacia la de su omega que haciendo un mohín le indicaba que necesitaba algo.—¿qué? ¿se te olvidó traer la toalla, verdad?.—la vio asentir por lo que retrocedió dispuesta a buscar su toalla, no le costó encontrar la toalla con diseño de perritos.—ten.—volvió a asomarse para extenderla la misma, Jungeun hizo un sonido de reproche porque no podía alcanzarla y no pensaba en salir desnuda, por lo que Jinsoul bufó y entró para llevársela.—aquí tienes, omega consentida.—sonrió para dejar un besito en su frente y salir antes de que la avergonzada pelirosa le pidiera a gritos que se fuera.

Se sentó en la cama esperando a que saliera y en minutos la puerta fue abierta para dejar ver a su pareja envuelta en su adorable toalla mirándola con sus mejillas sonrojadas, Jinsoul sonrió alzando sus cejas divertida.

—¿Porqué te sonrojas así? no he dicho nada.

—N-No me veas, estoy en toalla Soulie.—murmura sosteniendo la toalla para que no se le fuera ni a caer.—toma tu toalla y ve tú a bañarte.—demandó con un puchero, estaba avergonzada.

—Como usted diga, su majestad.—dijo mientras buscaba en su mochila su toalla, dejándola sobre la cama para subirse la camiseta y quitársela en un abrir y cerrar de ojos que ni siquiera tiempo le dió a Jungeun de taparse los ojos, la pelirosa sólo soltó un ruidito de sorpresa tapando sus ojitos.—Ah, tú tampoco veas Jungie.—recordó en decirle, tarde por supuesto.

—Bien.—respondió, intentando concentrarse en buscar su ropa interior limpia entre sus cajones pero con Jinsoul desvistiéndose sin vergüenza alguna detrás suyo no podía, volteó un poco y la vió sacarse los pantalones de pijama, sus mejillas tomaron color más intenso al verla, inflando sus mejillas se negó a seguir mirando, dejándola irse al baño y cuando la mayor ya no encontraba ahí soltó un suspiro largo y pesado, había visto suficiente, pero a diferencia de Jinsoul, su curiosidad aumentó.

Tenía vergüenza de mostrarle su cuerpo, sin dudas, pero al mismo tiempo sentía una enorme necesidad de que Jinsoul supiera quién es sin una prenda encima, no entendía muy bien qué sentía pero ni ella ni su lobo conectaban muy bien esa mañana, estaban en desacuerdo; mientras ella quería ser reservada por el miedo al rechazo de su alfa por su cuerpo su lobo pedía que mostrara un poco más y así obtener completa atención de su pareja, pero Jungeun no estaba de acuerdo.

O no lo estuvo, porque se encontró a sí misma buscando el short más corto que tiene entre sus prendas y se colocó un suéter de color gris y grande que tapara el mismo, mostrando sus piernas por completo, más de lo que Jinsoul antes si acaso había visto.

Para cuando su novia salía del baño ella estaba entre las mantas sobre su cama, mordió su labio inferior al encontrar muy sexy la manera en que Jinsoul salía secándose el cabello con la toalla, al menos se había llevado la ropa para vestirse dentro y evitar más vergüenza en su pareja pero se paró en seco al ver a Jungeun en el borde de la cama mirándola con los ojitos  grandes, además, la forma en que estaba sentada sólo la dejaba apreciar que sus piernas estaban descubiertas.

—Jungie, ¿no tienes frío?.—pregunta, aún secándose las puntas del cabello que goteaban, la menor emitió un sonido de negación, peinando su cabello rosa entre sus deditos.

—Para nada, más bien ¿no tienes calor? porque yo sí.—no mentía, no sabía si era el suéter grueso o que sentía repentinamente calor.

—Estás sonrojada, muy rojita, ¿y si es que te está dando fiebre? ven amor.—la mayor se acercó para tocar la frente de la más baja, bajando hacia su mejilla para comprobar su temperatura.—creo que estás bien.—cuando intentó quitar su mano, la menor frotó su mejilla más contra la misma cuan gatito.

—Acércate Soulie, quiero mimitos.—pidió, aunque le había pedido que se acerque ella misma se levantó hasta colgarse del cuello de la mayor, enredando sus piernas alrededor de la cadera de la rubia, frotando su rostro en el cuello de su novia.—Soulie huele muy bien y  Jungie ama como huele Soulie...—ronroneó, olfateando el cuello de su pareja.

—Amor, ¿te encuentras bien, de verdad?.—Jinsoul preguntó más que confundida, Jungeun suele ser muy cariñosa pero no taaanto, no suele hablar así a pesar de ser una omega caprichosa.—como sea, vamos a comer algo.—intentó bajar a la menor de encima pero su novia soltó un sonido gutural de negación, aferrándose más a ella.—Jungeun.

—Llévame Soulie, lleva a Jungie como bebé chiquita.—sacó su cabeza de su cuello e hizo esos ojitos suplicantes a los que Jinsoul no se puede negar en absoluto, asintió algo aturdida por la agudez con la que estaba hablando su novia y su forma de actuar, llevándola entre sus brazos, aunque se le estuviera dificultando gracias al brazo enyesado, ayudaba que Jungeun de sostuviera a ella como koala.

Durante el camino no paró de recibir besos robados en los labios, de oír risitas bobas por parte de la menor y sentirse olfateada a cada segundo, Jungeun, enserio estaba actuado extraño.

Al bajar se encontró con un desayuno ya hecho y una nota pegada en la mesa, bufó, las madres de su novia se habían ido antes de que la tormenta empezara y ahora no tenía idea de cómo lidiar con su novia extra cariñosa. Dejó sentada a la pelirosa sobre una silla, besando su frente la escuchó suspirar por el contacto, notando que a donde fuera su novia la perseguía con su mirada con unos ojitos brillosos e intensos, se sentía extraña pero no por eso se iba a apartar de su omega, se acercó hasta sentarse a su lado para desayunar juntas.

La hora del desayuno se basó en darle de comer a Jungeun porque la menor estaba más concentrada en jugar con la ropa de Jinsoul o frotar su mejilla contra su brazo, impregnándose de su aroma por completo.

Y Jinsoul aún no lo había captado.

No fue hasta que minutos después, cuando volvieron a la habitación y se recostaron a mirar películas, cuando la menor se acercó de nuevo a la rubia, frotándose contra su costado y casi ronroneando por la sensación.

—Jungie.—la llamó, estaba incómoda por la posición y que la menor estuviera metiéndose entre su brazo, hizo un gesto de dolor cuando sintió las uñas de la menor enterrarse en su brazo indispuesta a soltarla.—amor...—soltó con advertencia.

—S-Soulie...—jadeó, no sólo frotando su rostro y mordiendo su brazo, ahora sus caderas buscaban la fricción que necesitaba contra su costado.—t-tócame.... toca J-Jungie~

La habitación comenzó a llenarse de un aroma entre dulce y ácido, jamás había sentido que el dulce aroma de su bebé a vainilla pasara a oler así, con sus ojos abriéndose de golpe cuando su novia empezaba a soltar ruiditos ahogados y a enrojecerse por completo, sin querer soltarla.

Jodida madre, su novia entró en celo, era todo.

Intentó zafarse del agarre fuerte de su pequeña, pero la pelirosa chilló y en segundos se hallaba a horcajadas sobre su novia evitando que se le fuera a ir, mirándola con sus ojitos perdidos, atrapando su labio inferior entre sus dientes al empezar a mover sus caderas contra la intimidad de su pareja sin vergüenza, igual, su omega interno era quien llevaba el control en ese momento.

—Oh no, Ju-Jugeun, no hagas eso.—respiró hondo, debía ser una alfa responsable y no tomar a su bebé en esa situación, al ser destinadas el celo de su novia hacía que el suyo apareciera en instantes y eso, es lo que estaba ocurriendo, sin embargo, Jinsoul podría ser idiota y torpe pero se sabe controlar.

Aunque escuchar los agudos sonidos de placer y lloriqueos por parte de su novia lo hacía difícil, ella no iba a aprovecharse de la situación.

—A-Alfa...—jadeó ahogada, Jinsoul la dejó sólo unos segundos complacerse a sí misma frotándose contra su bulto pero segundos después tenía una erección y prefirió alejarla en ese momento, oyendo sus quejas y chillidos para que la dejara seguir con la sensación que la estaba haciendo humedecer sus shorts.—¡S-Soulie!~ Jungie... Jungie quiere frotarse sobre t-ti.

—Bebé, ¿en donde guardan tus supresores?.—era increíble que estuviera hablando con tranquilidad, pero estaba controlándose, aunque eso significara perderse la etapa que Jungeun le estaba mostrando, dispuesta a desnudarse sin vergüenza para ella.—no, no te desnudes mi amor, hace mucho frío y puedes resfriarte.

—¡Quiero a Soulie!.—chilló sobre la cama, frotándose contra la misma llenando de nuevo el lugar de sus feromonas y jadeos, mirando a su pareja con sus ojos llorosos, ésta vez, parecían ser los dulces ojitos de su novia.—So-Soulie, ayúdame...—pidió entre sollozos suaves, tenía un calor infernal, necesitaba contacto físico y sexual, no lo podía soportar ahora que ya no pasaría sus celos a solas.

—Te ayudaré mi amor.—acarició la mejilla rojita de su linda bebé, quien cerró sus ojos complacida del mínimo contacto.—pero necesito saber en dónde los tienes.

—E-Están en l-la coc-cocina...—dijo con tanta dificultad, apretando sus piernas.—h-hmg~

Jinsoul no perdió más el tiempo y se apresuró a buscar en la cocina, tuvo que registrar entre varios cajones y lugares, incluso desordenando un poco por la intensión de apresurarse, cuando los encontró, tomó uno y llevó un vaso de agua en su mano libre para volver con paso rápido hacia la habitación de su novia, había dejado la puerta abierta cuando salió y el lugar entero ya estaba impregnado de su aroma, lo que provocaba que aveces se mareara gustosamente con el olor.

—Lo tengo princesa, todo va a est-

sus ojos se expandieron y casi suelta el vaso con agua, en su lugar tuvo que apretarlo para no dejarlo caer ni romper, pero frente a sus ojos estaba apreciando como su novia estaba semi-desnuda, con el suéter subido hasta su cuello dejando ver sus pechos, recorriendo con sus manos su propio cuerpo, tocándose, intentando imaginar que su novia lo hacía por ella y gimiendo dulcemente su nombre.

Eso fue un golpe fuerte para el corazón de Jinsoul y también, para su ya notable erección, qué vergüenza.

—O-Oh, Jinnie, más profundo, u-uhg sí...—la pelirosa ni cuenta se había dado de la presencia de su novia al tener sus ojitos cerrados con fuerza, dejando sus dedos hacer el trabajo que ella quería que hiciera su alfa pero desgraciadamente no sería así.

Jinsoul inhaló aire y exhaló, ella sabía controlarse pero que fuera su novia la que estuviera así y encima gimiendo su nombre, demonios, se estaba complicando.

—B-Bebé... ten, tómalo.—se acercó con cuidado, viendo como su Omega abría sus ojitos lentamente con cansancio, sonriéndole ligeramente como si no estuviera casi desnuda, la rubia tragó saliva, su novia estaba comiéndola con la mirada. A duras penas la menor pudo tomar el supresor, cerrando sus ojitos esperando que pronto hiciera su efecto mientras Jinsoul no lo dudó y salió de la habitación aunque su novia la llamara porque no quería estar sola.

Devolvió el vaso a su lugar después de ella haber tomado un supresor también, respiró hondo y volvió a subir, ésta vez se acercó a Jungeun con un único objetivo, volver a dejar sus prendas donde estaban. Sostuvo con cuidado a su novia, devolviendo la ropa a sus lugares y dejando cortos besos en sus labios y mejillas para poder darle algo de comprensión, la omega luego pesaría que no quiere estar con ella, conociendo lo sentimental y dramática que es su novia.

Para cuando Heejin llega primero a casa, el olor retumba en su cabeza y no duda en subir casi corriendo, se impresiona al ver a su hija dormida en el borde de la cama con un gesto de molestia pero al mismo tiempo satisfacción por las caricias en su cabello que Jinsoul le estuvo dando sentada en el suelo, la omega mayor y ella se observaron, Jinsoul con vergüenza de que crea que tomó a su hija.

—S-Señora Heejin, yo no...—negó con su cabeza, levantándose para explicarle, la mayor le sonrió comprensiva y asintió, llamándola con un gesto de su mano.

—Confío en ti Jinsoul, si dices que no entonces no pasó, no debo preocuparme por nada en ese caso.—tomó cuidadosamente la mano de la rubia y cerró la puerta de la habitación de su hija.—eres una chica muy respetuosa Jinsoul, me he dado cuenta de eso, no dudo en que ayudaste a Jungeun en lugar de aprovecharte de ella, incluso cuando tú también pudiste haberte sentido igual ¿o me equivoco?.—alzó su ceja, invitándola a comer del pastel que trajo para merendar, la rubia alta asintió con timidez.—no te avergüences Jinsoul, es cosa de naturaleza, no será la primera vez y me disculpas si viste a Jungeun tan desvergonzada, cuando entra en celo se pone muy necesitada y ruidosa.

—Eso... pude notar.—se sonroja intensamente recordando imágenes de Jungeun tocándose, tuvo que pensar en su hermano menor en traje de baño para alejar todo pensamiento de su novia y evitar excitarse frente a su madre.—lo mejor será que me vaya, tengo entendido que el celo de los omegas dura más, y Jungie querrá salirse con la suya, conozco a mi novia.—ríe, con Heejin asintiendo y riendo.

—Eso es verdad pero no la culpes, ha pasado muchos celos sin su alfa, que sea la primera vez que entra en uno y finalmente ha encontrado a su pareja, es evidente que después de mucho tiempo te quiere a ti.—come una cucharada del pastel, pensativa.—un momento, Jinsoul.—miró a la menor de edad con sorpresa después de haber caído en cuenta de algo.—¿cómo hiciste para controlarte?

—Mis padres me enseñaron a hacerlo, y ser cuidadosa, generalmente cuando yo entro en celo sólo intento calmarme, siempre es la misma rutina, excepto ésta vez, Jungie provocó que se me adelantara.—ríe apenada, jugando con la cuchara y la crema del pastel.—gracias por confiar en mí, Heejin.

—No, gracias a ti por cuidar de mi hija y no aprovecharte de la situación, eso es admirable, ni siquiera Hyunjin se sabe controlar.

Jinsoul sonrió divertida, tomando un poco del pastel con la cuchara para probarlo, volteándose al sentir la presencia de su omega, quien se asomaba con vergüenza desde las escaleras haciendo reír a su novia.

—Ven, aprovecha que el supresor hizo efecto.—la llama con un gesto de mano, la menor asiente y se acerca obediente, sentándose un poco lejos de Jinsoul, más la mayor arrastra su silla hacia la suya.—eres una chica muy fuerte Jungeun.

—Y tú... eres increíble.—sonríe con las mejillas rositas, puede recordarlo todo, incluso a sí misma tocarse, pero en efecto, no podía dejar de creer que su novia fuera tan admirable.—te quiero muchísimo Soulie, me cuidaste todo el tiempo.

—Hey, ese es mi deber como tu alfa torpe y cursi.—lleva una cucharada de pastel a la boca de su pareja, quien abre su boquita recibiendo el dulce dentro de su boca.—siempre te cuidaré.—se acercó a su rostro y rozó sus narices adorablemente.

Heejin mientras tanto tomaba fotos rápidamente aguantando los gritos internos, lo que veía era sumamente hermoso.

—Y yo también te cuidaré, ñam.—mordió la mejilla de su novia, frotando su cabeza en su pecho.—la próxima vez tocam-

—La próxima vez Jinsoul volverá a ser respetuosa, ¿verdad?.—Heejin interrumpe a la petición caprichosa de su hija mirando a Jinsoul quien intercala miradas entre su novia y su suegra, asintiendo a lo que Heejin decía.—Buena chica, Jinsoul.

La rubia sonríe pero al voltear se encuentra con los ojitos de su novia mirándola directamente, con sus cejas fruncidas y un mohín en sus labios demasiado adorable.

—Mala, muy mala Soulie.—le señaló, la mayor ríe y pellizca su mejilla.

—No seas una omega impaciente, algún día, Soulie va a complacer todos tus deseos.—murmura, pero un carraspeo de parte de heejin la hace enderezarse.—un día muy lejano, tienes que esperar.

—Jinsouuuul—lloriqueó la pelirosa.

—Esperar, dije.

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