Pensaba en ti

Apenas era martes, JungKook había prometido andar con cuidado mientras estuviera solo. Tenía que tomar fotografías de cualquier cosa, lo que sea que pudiera imprimirse servía. No entendía bien a lo que NamJoon se refería con eso, pero lo haría con tal de servir para algo.

Caminó por toda la escuela, pensando en qué era y qué no era un buen material. Pensó en ir a las canchas mientras los equipos entrenaban. Se sentó en las gradas y estuvo ahí un rato. Era raro estar solo durante una hora entera sin que YoonGi o MinHo le llamaran la atención por cualquier maldita cosa que hacía. Se relajó y estiró los pies. Tomó algunas fotos y se quedó un rato sentado.

Suspiró y miró al cielo. El clima era tan agradable. Regresó su mirada a la cancha y vio a algunos jugadores mirándolo fijamente. Se sintió extraño, como si lo miraran con odio. Se levantó y rápidamente se alejó del lugar.

También eso era algo nuevo, sentirse amenazado en cualquier lugar de la escuela. Sabía que muchos lo odiaban, pero no tenía claro por qué. ¿Por el tema de los clubs? ¿Por haber estado en detención con los que deshicieron el comité? ¿O por haber hecho aquel escándalo el año pasado?

Llegó al pasillo de los casilleros. Cualquier lugar con cámaras era seguro, al menos un poco más seguro que estar fuera.

Pero dentro no había demasiado de qué tomar fotos.

Entonces noto que un casillero estaba rayado. Tenía escrito algo. Se acercó. "Aquí no hay drogas". Soltó una risita. ¿Quién coño haría eso? Tomó una foto.

Cuando se dio cuenta, dos tipos lo miraban fijamente, tenían cascos de football y se veían enormes. Joder.

En cuanto comenzaron a acercarse a él, JungKook corrió lejos. En primera, no tenía oportunidad contra ellos y en segunda, si llevaban los rostros cubiertos, podrían salirse con la suya. Su primer instinto fue huir al pasillo del segundo año y entrar al baño.

Mierda. Solo había logrado quedarse atrapado. Se encerró en un baño.

—¿De verdad te damos miedo? — Escuchó una voz entrar al baño. Pasos. Entonces vio la sombra de alguien debajo de la puerta. — Sal, anda, solo queremos hablar.

JungKook se quedó en silencio. Entonces golpearon la puerta con mucha fuerza haciendo que se asustara.

—¡Sal!

No tuvo tiempo ni de pensar una solución cuando escucho que comenzaron a forcejear afuera. Golpes. Estaban peleando. ¿Era YoonGi?

—¡A tomar por culo! — Conocía esa voz. Definitivamente, no era su hermano.

Escuchó como corrían fuera del baño y una nueva sombra aparecía debajo de la puerta. Tocó suavemente.

—Sal, ya no hay nadie— dijo.

JungKook abrió la puerta y salió tímidamente del baño. Tenía de frente a quien esperaba tener, YugYeom. El alto sonrió y ayudó a JungKook a salir.

—¿Estás... bien?

—Sí, gracias — tartamudeó JungKook.

Hacía tantísimo que no se veían. YugYeom temblaba solo de tenerlo en frente. JungKook apartó la mirada y salieron. YugYeom acompañó al club de regreso. Ambos estaban nerviosos.

—¿Cómo has estado? — Preguntó JungKook.

—Pues... lo mejor que pude estar.

De nuevo se generó un silencio incómodo. No sabían de qué hablar o qué decirse.

—Siento no haberme despedido... — volvió a decir JungKook. YugYeom soltó una risita irónica sarnosa. JungKook lo miró confundido.

—No sé si no despedirte fue lo malo — dijo YugYeom —, no me dijiste nada nunca más, ni siquiera cuando volviste al aula.

JungKook sentía vergüenza.

—Lo sé, pero no sabía cómo volver a hablarte — se defendió JungKook —, además tú tampoco me dijiste nada.

—¿Qué debía decirte? ¿Cómo podía hablarte? Llevamos casi un año sin saber nada del otro. ¡Pudiste solo acercarte!

—¡No es tan fácil! — JungKook sonó alterado, entonces YugYeom se detuvo. — No sé de qué hablar con nadie, ni siquiera le he dicho nada a mis amigos.

—¿Entonces por qué volviste? — Dijo YugYeom molesto. — Pudiste haberte quedado en casa donde nadie te molestara.

—Porque quería verte.

Silencio.

TaeHyung escribía en su cuaderno. Ignorando el entorno caótico que NamJoon generaba. Sabía que estaba regañando a SeokJin por alguna estupidez y no quería meterse. Entonces una mano familiar se acercó a la libreta.

¿Sigues molesto?

Bastante.

BoGum dibujó un deforme cachorro llorando. TaeHyung sonreía conforme veía el dibujo. Lo miró de reojo. BoGum se concentraba muchísimo en que el dibujo saliera bien, que sacaba la lengua, por un lado, de sus labios y fruncía el ceño.

—La única razón por la que no volteo es para que no te enamores también de mis ojos — se burló BoGum y TaeHyung se giró rápidamente.

—Haces un gesto tonto cuando te concentras.

—¿No crees que sea lindo?

—¿Sabes que tengo novio, no?

—¿Tu novio sabe lo que paso entre nosotros?

TaeHyung no contestaba, así que BoGum levantó la mirada para verlo.

—Sí, lo sabe — respondió viéndolo a los ojos.

—Wow — soltó BoGum —, se necesitan huevos para seguir en una relación así.

—Eres un toca huevos profesional.

BoGum soltó una carcajada.

—Lo soy — confesó —, pero así te encanto.

TaeHyung cerró la libreta con fuerza y BoGum apartó la mano. TaeHyung juntó todas sus cosas y las guardó, cuando se apartó un segundo de su mochila vio a BoGum poner algo dentro. Rápidamente lo sacó.

—¿Una barra de chocolate? ¿Por qué pones esto aquí?

BoGum alzó los hombros y se levantó para ir por sus cosas.

—Solo pensaba en ti.

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