Descansa
S
oye
sé que dijiste que no me preocupara por ti
pero quiero saber cómo has estado
Y
¿Cómo coño conseguiste mi número?
S
Yo lo sé todo
Yo soy dios jaja
Y
Very fucking funny.
S
cómo has estado?
cómo está mi conejo?
Y
Yo he estado bien.
Tu conejo está enojado conmigo.
S
por qué siguen peleando? :c
Y
Para ser justos hace mucho que no peleamos.
S
eso no hace que esté bien que peleen
Y
Oye Julia
¿Crees que es mi culpa?
YoonGi despertó de golpe. Ahogándose, estaba en medio de un enorme lago. Nadó hacia arriba en cuanto sintió que no tenía aire. Al salir del agua, nadó a la orilla. Reconocía el lugar a la perfección. Se dirigió, empapado, al parque cercano.
Tenía frío, muchísimo, aun cuando el clima se veía tan cálido. El parque por fin era visible. Había niños jugando en los oxidados juegos del lugar. Camino ignorándolos a todos, hasta que vio a unos chicos mayores acercándose. Oh no.
Pandilleros.
Tenía que advertirles que se acercaban. Volteó al parque y ya no había ningún niño, giró de nuevo a los pandilleros y los vio golpeando a otro. A sí mismo. Era YoonGi, pero más joven. Un niño. Cuando parpadeó estaba en la escuela.
Era la clase de YoungWoon. YoungWoon decía cosas sin sentido alguno. No le estaba prestando atención a nada de lo que decía. Giró su cabeza y se encontró solo a su grupo de amigos... no estaba en la clase actual, era el primer año. La campana sonó y todos salieron, YoonGi, se dirigió a la azotea.
En el pasillo vio a TaeHyung de la mano de su novio YeonJun. Eran una pareja de chicos inteligentes. Los conocía solo de vista. Estaban en otra aula, así que jamás hablaba con ellos. Se veían felices, pero por alguna razón, esa felicidad hacía a YoonGi sentirse mal.
Siguió su camino y subió las escaleras, usó la llave que le había quitado a MinHo para entrar a la azotea y al abrir la puerta, estaba en la casa de sus padres. ¿JungKook seguiría enojado con él? Corrió al segundo piso para buscar a su hermano, abrió la puerta de su habitación y lo encontró en su escritorio, dándole la espalda.
—¿JungKook? — Lo llamó.
JungKook no respondió y caminó a él para preguntarle, al tomarlo del hombro se dio cuenta de que sus antebrazos estaban empapados en aquel color rojizo, miedo, solo sintió miedo. Tanto que no se dio cuenta de que estaban en el auto de MinHo, escuchaba a YoungWoon decirle algo, pero no lo entendía. No entendía nada.
En cuanto bajaron del auto, YoungWoon corrió a abrir la puerta de lado de JungKook, cargó a su hermano menor y corrieron dentro... no era el hospital, era la casa de los horrores. YoonGi corrió detrás de ellos y al entrar la casa estaba abandonada. YoungWoon y JungKook no estaban en ningún lado. Escuchó el sonido de la notificación de su celular, pero no lo veía en ningún lado.
Su confusión se transformó en curiosidad al oír la bañera llenarse. Carajo, había olvidado cerrar la llave. Entró al baño y se vio a sí mismo. No podía moverse. Entonces sintió asco. Muchísimo, sentía que se ahogaba, como si algo estuviera en su garganta, comenzó a toser hasta que sentía que el esfuerzo era tanto que se desmayaba.
Alguien gritaba.
YoungWoon y MinHo. Eran sus voces, lo que sonaba como gritos embotellados se transformaban en su angustia. Volvió a tener esa sensación de asfixiarse y un ardor horrible en la nariz.
—Eres un pendejo, cabrón — decía YoungWoon, su voz sonaba muy afligida —, eres un pendejo, pero aquí no te me vas a morir.
—¡YoungWoon, se va a ahogar más! — Gritaba MinHo desesperado.
MinHo tenía razón, pero no podía decirles nada. No tenía fuerzas. Sintió de nuevo que se ahogaba, seguido de esto, escuchó la llave del agua correr, era como si cada vez que se asfixiaba recuperaba un poco más de sentido.
Entonces supo por qué. Pudo abrir los ojos y vio como suspendía por encima del agua de la bañera, que estaba llena de vómito. YoungWoon lo estaba sosteniendo.
—Creo que ya salió todo — dijo YoungWoon, al ver a MinHo entrar al baño con una toalla húmeda, se la pusieron en la cara a YoonGi para limpiarlo —, ya pasó — le dijo a YoonGi suavemente.
YoungWoon lo sentó en el suelo y apoyándose en la pared. Los ojos ya la nariz de YoonGi le ardían. MinHo trajo más toallas y secaba a YoonGi. Se veían muy alterados. YoonGi solo veía a MinHo haciendo un esfuerzo por secarle, lleno de ternura, le recogió el cabello hacia atrás y vio que su profesor lloraba. Jamás se sintió así de arrepentido.
No quería morir, había sido un error.
Tragó saliva y YoungWoon entró de nuevo al baño con un vaso de agua.
—Tómatela — pidió YoungWoon —, voy a cancelar la ambulancia.
—¿YoungWoon? — Dijo MinHo confundido.
—Si sus papás se llegan a entrar de este desmadre nos los quitan a los dos — dijo YoungWoon.
—¿No lo vas a llevar al hospital? ¿Eres gilipollas? — Reclamó MinHo.
—Ya trabajé con sobredosis — respondió YoungWoon marcando un número —, va a estar bien todo, na'más quiero chance.
—¡¿De qué?!
YoonGi escuchaba la pelea mientras tomaba el agua. Era curioso que se sentía ahogado, pero aun así le hacía mucha falta esa bebida.
—De poder hacer papelería — dijo YoungWoon —, si tú no vas a adoptarlos yo sí.
YoonGi levantó la vista a YoungWoon que comenzó a hablar con quien parecía el número de emergencias. ¿Hablaba en serio? MinHo ayudó a YoonGi a ponerse de pie y caminar a la habitación principal, en la cama había un suéter. Cuando se cambió, MinHo le pidió que se quedara en cama, lo cubrió con una cobija y volvió a salir e inmediatamente volvió a discutir con YoungWoon.
Era la habitación de su madre. Una que se sentía fría. Entonces un pequeño rayito de luz entró por la puerta. Era JungKook, que entró a gatas para que los profesores no lo escucharan. Cerró la puerta e hizo todo su camino hacia la cama donde estaba YoonGi, al divisarlo, notó que había estado llorando muy fuerte, tenía todavía la cara colorada.
YoonGi le sonrió con suavidad. JungKook subió a la cama y se metió en la cobija con él. Se abrazó a YoonGi y volvió a llorar. YoonGi se quedaba dormido escuchando al par de afuera discutir.
—¡¿Para eso no tenemos que casarnos?! — Gritó YoungWoon. — ¡Estás pendejo si crees que me voy a casar contigo!
—¡No, idiota! — Respondió MinHo. — Nada más tenemos que firmar los dos.
Hubo un silencio por un rato y YoonGi le dio un beso en la frente a su hermano que también parecía quedarse dormido. Eran casi las dos de la mañana.
—¿Entonces vas a firmar o qué? — Preguntó MinHo.
—Estoy bien pendejo si no lo hiciera.
YoonGi cerró los ojos y en su primer sueño, estaba de nuevo en la sala. Escuchó el sonido de la notificación de su teléfono. El teléfono estaba justo en su bolsillo, ¿cómo no lo había visto antes? Abrió el mensaje y sonrió.
S
No es tu culpa, amor.
Descansa.
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